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Todos los días pienso ¿qué hago en este mundo? ¿Por qué estoy viva?

¿Por qué el mundo no


deja de burlarse de mí?
A todas horas no puedo evitar pensarlo e imaginarme una vida diferente, una vida en la que no
conozco a nadie, en la que las palabras de burla y odio que me escupen los demás me resbalan
y no me afectan... pero siempre acabo despertando de ese sueño y vuelvo a la cruda realidad,
donde todo es completamente distinto a mi sueño... a lo que yo verdaderamente deseo
obtener.

Así que otro día más, me levanto; voy hasta el baño y me trato de arreglar mi alborotado y
estropeado pelo lleno de marcas y manchas por culpa de mi enfermedad... Y si es verdad,
estoy enferma, y poco a poco mi pelo está empeorando más por culpa de los medicamentos.
Los médicos dicen que es normal pero sé perfectamente que en su interior saben que es
porque la medicina no me está haciendo efecto, mi padre... ese hombre que siempre me
pegaba cuando estaba borracho, ya no quiere mirarme... dice que estoy hecha una basura y
que le da asco ser mi padre... ¡Como si a mí me importase que lo fuera, teniendo en cuenta la
vida que he llevado con él!

Y mi madre... seguro que sigue con su ricachón amante, con el que se largo hace unos años
dejándome abandonada a mi suerte y a las palizas a mi padre... ella supo aprovechar y
escapar, pero se olvidó de su hija... supongo que ahora mismo si me viera, le daría asco verme
y vomitaría en mi propia cara... porque ella es así; es capaz de hacerte daño incluso con una
palabra.

Suspiré, me mire en el espejo... ya no había forma de arreglar mi maltrecho cuerpo; no se para


que se me molestaban aun los médicos en tratar de curarme... si total, si no me moría en una
semana, sería en unos años... No había cura ante lo que me pasaba. Además... prefería
morirme cuanto antes.

Volví a suspirar, cogí la mochila, me coloque un gorro, mis cascos donde estaba sonando rap...
y salí de casa sin comer nada hacia el pequeño acantilado que había muy cerca de donde vivía.

Antes de salir, pude ver a mi padre que dormía en el sofá... se había quedado dormido después
de haber estado bebiendo hasta las tantas de la mañana. Me acerque hasta él y le di un beso
en la mejilla... a pesar de todo seguía queriéndolo, ya que él me podía haber echado cuando
mama se largó de casa. Le deje una nota debajo de los dedos de su mano derecha que tenía
apoyada en el estomago y salí de casa.

Caminé hasta el acantilado, dejé la mochila y me acerque hasta la pronuncia pendiente


mientras en mi cascos comenzaba a sonar ZPU... una de mis canciones preferidas (Camino
solo). Observé el mar revuelto, con olas peligrosas... de esas en las que no te recomendarían
bañarte por si te ahogas.
Mire al frente y pude ver como el sol poco a poco comenzaba a salir, haciendo que los rayos de
sol llegasen hasta el pequeño bosque que había cerca de donde estaba.

Mire al infinito...
Suspiré, me giré levemente mirando un momento atrás... pensando en toda mi vida anterior y
sonreí levemente.
-adiós-

Susurré y acto seguido salté al vacio.


Esa fue la última vez que estuve triste. Desde entonces, todo es paz y tranquilidad. Ese fue el
mejor día de toda mi vida

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