Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
En ese tiempo (1969), la escuela se trasladó a la calle Tenderini (con Moneda), y allí
terminó de afianzarse. Luego se trasladó a la calle Lira (Club del Audax Italiano, 1970).
Y luego se trasladó al Gimnasio Flores (ubicado en Av. Bernardo O'Higgins con San
Isidro). Luego por un breve periodo, la escuela se trasladó a otro gimnasio,
perteneciente al Banco del Estado y luego volvió al Gimnasio Flores (1973). En esa
época nacieron los dos primeros cinturones negros de la escuela: Froilán Valenzuela y
Cristián Arancibia. En 1975, el éxodo continuó y la escuela se trasladó a Echaurren con
Av. Bernardo O'Higgins, en donde surgieron nuevos cinturones negros, tales como:
Óscar Garcés, Francisco Kamann, Hernán Cortés, Fernando Rivas, Moisés Muñoz y
otros.
En 1976 los hermanos Fernández de la Reguera deciden separarse, para que cada uno
pudiera dirigir su propio dojo. Raúl vuelve al Gimnasio Flores y establece allí su sede
central, y Roberto se queda en Echaurren hasta 1982. Después de la separación, la
escuela tomó dos caminos diferentes, ya que las personalidades y la manera de enseñar
las artes marciales de ambos hermanos eran muy diferentes. Ello también provocó un
proceso natural de selección entre los alumnos, y cada uno eligió el camino que le era
más afín. Pasaron nueve años, y las diferencias se acentuaron cada día más, hasta que en
1985, ambos deciden volver a juntarse en un mismo dojo. Esta unión duró hasta 1988,
pues, Roberto decide radicarse en los Estados Unidos. Sin embargo, este alejamiento
sería transitorio, ya que éste decide regresar a Chile, en 1991. Mientras tanto, en 1990,
se había organizado por fin la Federación Chilena de Karate-do, de la cual Raúl había
sido nombrado su primer presidente.
En 1986, se había producido una ruptura importante con varios cinturones negros
antiguos de la escuela, y éstos intentaron apoderarse de la escuela Ken-Shin-Kan,
desprestigiando a los hermanos Fernández ante la presencia del maestro Akamine. No
obstante, no consiguieron llevar a cabo sus propósitos egoístas, pues, a pesar de que el
maestro Akamine los escuchó en primera instancia, finalmente decide reafirmar a los
hermanos Fernández como sus auténticos y únicos representantes. La lógica decisión
del Sensei, produjo una desesperada fuga de los conspiradores hacia otras escuelas, y
algunos de ellos tomaron el camino más cínico, se bajaron del barco antes de que se
hundiera. Después de este triste episodio, se produjo un alejamiento entre los hermanos
Fernández y el maestro Akamine, que duraría siete años. Sin embargo, esta situación
llegaría a su fin, cuando Roberto solicita en 1994, ser recibido nuevamente por el
maestro. Su solicitud es aceptada, y con un fuerte abrazo entre ambos se sella la misma
unión que había existido en el pasado y que se mantendría férrea en su camino hacia la
eternidad. Todo esto, provocó una revolución de envidia entre los antiguos
conspiradores, pues, era evidente que la luz se había impuesto al color verde-morado
que este miserable defecto provoca entre sus víctimas.
La segunda filial se abrió en la ciudad de Talca (1971), dirigida por Moisés Muñoz y
todavía existe. Últimamente, se abrió un nuevo club en la misma ciudad, dirigido por
Raffer Rivera.
La tercera filial se abrió en la ciudad de Curicó (1973), dirigida por Fernando Rivas.
Luego éste último, se trasladó a la ciudad de Iquique y asumió la dirección José H.
Gonzalez, quien dirigiría dicha filial hasta 1998, debido a su alejamiento de la escuela.
Luego, nuevamente se haría cargo Fernando Rivas (1999).
La cuarta filial se abrió en la ciudad de Puerto Montt (1974), dirigida por Hernán
Cortés, quien se desempeñaría hasta 1987, debido a su alejamiento de la escuela. Luego,
fue reemplazado por Eduardo Godoy, quien la dirige en la actualidad.
En adelante, se abrieron filiales en: Antofagasta, Calama, Iquique, Quillota, Viña del
Mar, San Fernando, Santa Cruz, Concepción, Temuco, Osorno, Valdivia, Constitución,
Punta Arenas, Los Ángeles, Puerto Aysén y La Serena.