V Florencia nació en Italia el 12 de mayo 1820 y la

llamaron Florencia por la ciudad donde nació.

Sus padres, William Eduardo y Nightingale de
Francia eran una pareja rica, que había viajado
por Europa durante dos años en su luna de miel.
Durante sus viajes su primera hija, Partenón,
nacía en Nápoles (Partenón es el nombre de
una ciudad griega antigua). Al volver a
Inglaterra los Nightingale, Florencia y Partenón
fueron educadas en la Universidad de
Cambridge. Florencia era una niña aplicada,
mientras que su hermana sobresalió en pintura y
costura. Florencia creció y se convirtió en una
mujer joven y atractiva, admirada en el círculo
social de la familia y por ello se esperada hacer
un buen casamiento, pero Florencia pensaba
diferente. En 1837 Florencia tuvo lo que ella
describió como su "llamamiento". Florencia oyó
la voz del llamado de Dios.
V Florencia visitó los hogares de enfermos en
las aldeas locales y comenzó a investigar
en los hospitales como cuidarlos. Sus
padres se negaron a permitirle llegar a ser
una enfermera (En el siglo XIX y medio, no
se consideraba una profesión conveniente
para una mujer bien educada). Deciden
que Florencia viaje a Europa con algunos
amigos de la familia. Así viajó a Italia,
Egipto y Grecia, y en julio 1850 en
Alemania visitó el hospital de Fliedner del
Pastor Teodoro y escuela para diáconos
en Kaiserswerth. El año siguiente Florencia
regresó a Kaiserswerth y emprendió tres
meses de instrucción de cuidado de
enfermos, que le permitió ocupar un
puesto como Supervisora del
Establecimiento para Damas enfermas en
Londres en 1853.
V En 1854 Gran Bretaña, Francia y Turquía derrotaron a los rusos en la
batalla del Alma. Los informes en "The Times" elogiaron los centros
médicos ingleses para los heridos. En respuesta, el Ministro de Guerra
Sidney Herbert, quien supo de Florencia por su trabajo, la designó a
supervisar la introducción de enfermeras en los hospitales militares en
Turquía. El 4 de noviembre 1854, Florencia llegó al Hospital Barrack en
Scutari, en un suburbio del lado asiático de Constantinopla, con un
grupo de 38 enfermeras. Inicialmente los médicos no quisieron a la
enfermera allí y no le pidieron su ayuda, pero en diez días los heridos de
la batalla de Inkermann fueron demasiados y las enfermeras se
emplearon a fondo.
Ella actuó como banquero, mandando los sueldos de los soldados a las
casas de sus familias, e introdujo salas de lectura en el hospital. Ella se
ganó el respeto imperecedero de los soldados ingleses. La introducción
de mujeres enfermeras a los hospitales militares era un éxito
sobresaliente, y para mostrarle la gratitud de la nación por el trabajo
dedicado de Florencia organizaron una colecta pública en noviembre
1855. El dinero debía permitirle a Florencia a continuar su propuesta de
reforma del cuidado de pacientes en los hospitales civiles de la Gran
Bretaña.
V Cuándo Florencia volvió de
la Guerra de Crimea en
agosto 1856, cuatro meses
después que el tratado de
paz se firmó, ella se
escondió lejos de la
atención del público. En
noviembre 1856 Florencia
tomó una habitación de un
hotel en Londres que llegó
a ser el centro para la
campaña para una
Comisión Real, investigar la
salud del Ejército inglés. Por
su contribución al Ejército y
al hospital en 1860
Florencia llegó a ser la
primera mujer en ser
elegida en la Sociedad
Estadística
V El logro más grande de Florencia fue hacer de la
enfermería una profesión respetable para mujeres. En
1860, con el dinero de las colectas públicas de los Fondos
de Nightingale, ella fundó "La Escuela de Entrenamiento
para Enfermeras Nightingale" en el Hospital St. Thomas.
En 1872 Florencia se dedicó de lleno a la Escuela. Cada
fin de curso una vez que entrenó a las enfermeras éstas
eran enviadas a atender los hospitales en Gran Bretaña y
al exterior y a cuidar otras escuelas de entrenamiento que
seguían el modelo de Nightingale. En 1860 se publicó su
mejor trabajo conocido, las Notas de Enfermería. Ella
Implantó los principios de la enfermería: la observación y
la sensibilidad cuidadosas a las necesidades del
paciente. Las notas de enfermería se han traducido a
once idiomas extranjeros y todavía se imprimen hoy en
día.
V Aunque Florencia estuvo postrada durante
muchos años, ella hizo campaña para
mejorar incansablemente los estándares de
la salud, publicando 200 libros, informes y
folletos. Como reconocimiento a su trabajo
dedicado, la Reina Victoria le concedió a
la Señorita Nightingale la Cruz Roja Real en
1883. En su vejez ella recibió muchos
honores, incluso la Orden del Mérito (1907),
llegando a ser la primera mujer en recibirlo.
Florencia murió en casa a los 90 años el 13
de agosto 1910 y, según sus deseos, ella fue
enterrada en San Margaret, Wellow
Oriental, cerca de su hogar de niña, el
Parque de Embley en Hampshire. Las
Reformas de Florencia han influido en la
naturaleza de la asistencia médica
moderna y sus escrituras continúan siendo
un recurso para las enfermeras, directores
de salud y planificadores médicos.
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