Вы находитесь на странице: 1из 6

ESCALADA PSICOBLOC JAVEA

( ALICANTE)
- Viernes: cuando salimos de Albacete las previsiones de lluvias no eran las mejoras.
Paco que ya estaba allí nos decía que había un 200% de que lloviera, vamos que se
estaba calando! Por lo que nuestras ilusiones de poder trepar esa tarde se esfumaron.
Una vez llegados al camping, nuestra impaciencia por conocer dónde íbamos a hacer
psicoblock era enorme por lo que decidimos ir a inspeccionar la zona de Ambolo, allí se
nos pusieron a todos los dientes largos pensando en el día siguiente.

Volvimos al camping con la idea de cenar algo pero la gota fría hizo su aparición, hacía
tiempo que no oía llover como esa noche, menos mal que la recién estrenada tienda de
campaña de la pareja Marivalerius tenía un porchecito muy majo donde degustamos
nuestro manjares traídos de casa. A tres de nosotros nos picaba el culo por ir a
reconocer la noche de Javea y nos aventuramos a dar un paseo por la playa del Arenal.
Resultado, coches con agua por encima de las ruedas, cubones de basura flotando,
chicos embriagados nadando por la calle, nosotros tres empapados por dentro y por
fuera y la López desvelada de madrugada.

- Sábado: con legañas en los ojos y un poco de olor a bodega, abrimos los ojos
buscando el sol. Ese día íbamos a tener suerte, porque aunque las nubes nos
amenazaban, el tiempo respeto. Cogimos todos los trastos y nos dirigimos a la Cala de
Ambolo. Allí nos colocamos todos nuestros abalorios marinos y nos adentramos en el
agua agarrados a la piragua del maestro y a una cosa que se parecía a una barca
hinchable. La isla del Descubridor fue nuestra primera parada. Allí probamos una vía
llamada “Exuberante” con la variante “No seas Gañan” que parecía de fácil acceso pero
que algunos, emocionados y con ganas de trepar, se dejaron las piernas como si
hubieran trajinado a un gato. La verdad es que saltar desde cierta altura impresionaba
bastante.

Después nos cogimos nuestras aletas, piragua y lo que iba quedando de la barca y nos
dirigimos a la impresionante cueva de Ambolo. Allí pasamos uno de los mejores ratos
probando vías y travesías bastante desplomadas pero con unos cazos curiosos.
Lo realmente emocionante comenzó, cuando a las 15:30h nos entraron las prisillas y el
hambre tras haberse vuelto el maestro con la piragua a por el resto. Entonces tuvimos la
gran idea de volver nadando hasta la cala donde estaban el resto con el infortunio que la
mar estaba revuelta y nos hacía imposible nadar bien. En un momento dado, le pregunte
a Richi que iba sin aletas, “campeón, como vas” a lo que me respondió, “empiezo a
marearme!!”, nuestra reacción fue inmediata, “todos fuera del agua” sin contar que al
aproximarnos a las rocas una ola nos levanto y nos lanzo a la roca.
Al final todos acabamos más o menos enteros pero algunas gafas y tubos salieron
despedidos, eh!! Y cualquiera se lanzaba a cogerlos….. Al final llegamos todos a la cala
sanos y salvos con ganas de comernos un Ñu. Este día de playa nos dejo tan exhaustos
que solo pudimos cenar en el pueblo de Javea e irnos a dormir con el cuerpo magullado.

Domingo: este se presentaba mas tranquilo ya que íbamos a pasar el día en una cala
muy bonita y tranquila llamada Cala de Moraig pero esa tranquilidad se trunco cuando
vimos que para entrar en la playa había que sortear a dos gorilas que tenían encima de la
cabeza un cartel que ponía “PERROS NO”, me cago en toooo, si la perra de Misa
(“Sasha”) es como un gatico. Bueno, pues tuvimos que modificar nuestros planes e
irnos a buscar una cala donde pudieran entrar los perros. Siguiendo las indicaciones de
un policía muy simpático (por lo cojones), nos dirigimos a la Cala de los Farallones, una
cala preciosa de piedra con acceso un poco complicado, bueno, bastante complicado.
No solo tuvimos que hacer un cañón, bajar tres rápeles con cuerdas, 1 perro, comida y
demás historias, sino que además el personal iba preparado para un día de playa, no de
montaña. Miriam, la novia de Leandro se gano su acceso al grupo y con creces, al bajar
descalza algunos rápeles. Como la vuelta no parecía muy viable, se nos ocurrió ir
nadando hasta la cala de Moraig y allí coger un patín para irnos todos montados y evitar
tener que volver por el mismo sitio. Así fue y al final de un buen rato nadando volvimos
todos a los coches para regresar a nuestra quería capital manchega. “SI SEÑOR, TODA
UNA AVENTURA CUMPLIDA POR EL GRUPO RUTA VERTICAL” (que no se
diga que nuestros viajes no son interesantes!!)

Вам также может понравиться