FRANEISCANOS SEGLARES
BOLETIN INFORMATIVO DE LA ZONA DE CASTILLA LA VIEJA
Edita y redacta: Junta de Zona, P*. de Zortilla, 27- 47007 — VALLADOLID.
Alfio 2006 Marzo-Mayo 2006 Nil
“| Verdaderamente ha resucitado el Sefior. Aleluyal”
mos con Ell! ;Aleluya, Aleluya!
Asi empieza uno de los himnos de Ia liturgia de
Pascua. Es la alegria del triunfo de Cristo sobre el pecado
y sobre la muerte. Es el triunfo de Cristo por medio del
cual el hombre puede acceder a la vida de Dios.
En esta cuarentena pascual oiremos en la Palabra
de Dios esto: “me voy a mi Padre y vuestro Padre; a mi
Dios y vuestro Dios”, mas, “en la casa de mi Padre hay
muchas estancias, yo voy a prepararoslas, y cuando os las
haya preparado volveré a vosotros y os llevaré conmigo,
para que alli donde yo estoy, también vosotros estéis”.
Desde estas afirmaciones de Jesus, nuestra fe no
puede ser una fe de “cumplimiento”, sino una fe arraigada
en la esperanza de “una tierra nueva y unos cielos nue-
vos”. Tiene que ser una fe valiente que dinamice nuestra
existencia como testigos del Resucitado, una fe gozosa,
porque el horizonte de nuestra existencia es la vida por El,
con Ely en Elen la casa del Padre.
1 ueridos hermanos: ;Cristo ha resucitado! Resucite-
|
Con Cristo Resucitado se ha aumentado la fami-)
lia trinitaria. Nosotros formamos parte de la misma. Estamos llamados a esa comunion de
amor en el Padre, en el Hijo y en el Espiritu Santo.
Pero esta realidad que se nos ha descubierto en la fe por Cristo Resucitado, la tenemos
que hacer efectiva en nuestra vida cotidiana: en la familia, en los lugares de trabajo, en todas
fuestras relaciones sociales, y para nosotros es muy, muy importante, que este clima de fe
anclada en el Resucitado, se viva en la fraternidad, espejo de la fe vivida personalmente.
La fraternidad tiene que ser la escuela donde aprendamos unos de otros a vivir nues-
tra vocaci6n a la santidad desde el carisma de Francisco. Para esto nada mejor que partir
de que el hermano es un don con el que voy caminando hacia esa plenitud que me espera
en la casa del Padre.
1Cristo ha resucitado! ;Resucitemos con El! ;Aleluya, Aleluya!
Amén.
Hermanos, ;FELIZ PASCUA DE RESURRECCION!
Fray Modesto Trevifio Rubio, ofm. Asistente de ZonaPagina 2
FRANCISCANOS SEGLARES
ueremos haceros llegar a todos voso-
tros nuestra mas cordial Felicitacion
Pascual en el Sefior Resucitado.
Durante todo este tiempo de cuaresma
hemos estado preparandonos para vivir este
encuentro con Cristo Resucitado. Un encuen-
tro con Cristo que nos debe de inundar de
alegria pues ha salido victorioso de la
muerte y del pecado, devolviéndonos la
amistad con Dios.
Por otra parte, nuestro encuentro con el
Resucitado, nos debe de llevar a una trans-
formacin como a San Pablo cuando fue Ila-
mado por el Sefior y describe este encuentro
que “ha sido alcanzado por Cristo Je-
sts” (Flp 3,12), y que ha descubierto el po-
der de la resurreccion.. Fijaos como se com-
portaron los apdstoles con Jess en el mo-
mento de la pasion, lo abandonaron. Los
apostoles eran unas personas temerosas, co-
bardes y, después del encuentro con el Se-
fior, ellos son los que arriesgan su vida para
dar a conocer al Sefior y su doctrina .
Esta conviccién de los primeros apésto-
les es y debe ser nuestra propia conviccion de
que el Sefior sigue vivo y permanece junto
‘a nosotros. Con esta conviccion debemos
caminar por la vida dando testimonio cor
nuestra forma de vivir en nuestro ambiente
donde vivimos .
Todo encuentro con el Resucitado des-
emboca en una misién y esta nos deja bien
clara el Seftor: “Id por todo ef mundo anun- |
ciando el evangelio” y nos promete: “ Sabed |
que yo estaré con vosotros todos los dias
hasta el fin del mundo”.
Con esta misién encomendada por el
mismo Sefior y con la conviccion de que El
esté con nosotros, nuestra prioridad es crear
luna sociedad mas justa donde el amor a los
'hermanos debe ser nuestra base de actua- |
cin.
Que la presencia del Resucitado nos
lleve a realizar nuestra tarea de anunciar a
(Cristo con nuestra vida y con nuestra pala-
‘bra, |
Alberto Méndez Lopez
Ministro de Zona |FRANCISCANOS SEGLARES.
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FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA
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| | 4
| |
| papa Benedicto XVI
dedicé sus meditacio-
~ nes a la idea del perdén
\y de la misericordia de Dios y al
tema fundamental de Juan pablo
4
En el segundo domingo de
Pascua, dedicado al culto de la
Divina Misericordia (una fiesta
iiturgica intoducida por voluntad
|de Juan Pablo I, que quiso cano-
jnizar a la religiosa polaca Fau:
na Kowalska). el papa Benedicto
| XVI fund® su catequesis en dos
pilares: la misericordia de Dios y
lel recuerdo de su predecesor,
considerando que el Papa pola-
co regresd a la casa del Padre)
wen la vispera de la fiesta de la!
Divina Misericordia, el 2 de abril
|de 2005, a la 21:37 horas de ese
|sabado de albis, cuando ya ta Igle-|
sia celebraba liturgicamente la
|fiesta de la DIVINA MISERICOR-
DIA, el Il domingo de Pascua.
| La catequesis del papa
Benedicto XVI se dio en conso-
nancia con todo su magisterio,
que hasta ahora pone el amor de!
Dios, la misericordia, el perdén,
la verdad y la justicia como pun-
|tos fundamentales. “Las heridas
‘en las manos, en los pies, en ef
costado son fuente de fe, espe-
‘ranza y amor, especialmente de
‘las almas mas sedientas de la
Divina Misericordia”.
“EI misterio del amor mi-
sericordioso de Dios ha sido el
\centro del pontificado de mi
amado predecesor: e! culto de la
divina misericordia no es una
‘devocién secundaria, sino di-
| mension clara de fe".
-De Juan Pablo II decia Monse-
fior Boccardo: Creo que en estos
casi 27 aos de pontiicado el Pa-
pa ha sido apéstol de la misericor-
dia de dos maneras. Ante todo con
su ensefianza, en particular, con
su encicica «Dives in misericor-
dia», Pero también con sus ges-
tos. Hay gestos que han quedado
en la memoria, en la conciencia de
la Iglesia, mas alla de sus pala-
bras.
Pienso al perdon ofrecido a quien
atent6 contra su vida y la visita que |
le hizo en la cércel. Pienso en la
cercania que en varias ocasiones
| manifesto a todos los que de ma-
|nera particular tenian necesidad
|de la Divina Misericordia: el en-
‘cuentro del Papa con los enfermos
|de sida 0, en general, con las per-
|sonas ancianas abandonadas.
DOMINGO II de PASCUA de 2006
Pienso en el Papa que el Viernes
Santo, en la Basilica de San Pedro
del Vaticano, acogia en afios pa-
ssados a los peregrinos para dis-
Pensar el sacramento de la Re-
coneiliacién, medio altisimo de
la Misericordia de Dios.
Me parece que el Papa
Juan Pablo I! unié las palabras y
los gestos de la misericordia. Una
migericordia que se manifestaba
también a través de una caricia,
de la escucha, a través de su mi-
rada intensa hacia las personas
que suren
Al preguntarle: Qué impacto
ha tenido la fiesta de la Divina
Misericordia en la vida de la
Iglesia? Respondis
Ante todo, creo que la fiesta
de la Divina Misericordia es un
don que Juan Pablo ll hizo a fa
Iglesia. Un don que responde
probablemente también a una
‘expectativa de nuestro mundo,
que experimenta mas que nunca
esta necesidad de misericordia
yde bondad.
Y sabemos que el manan-
tial de la misericordia y de la
bondad esté en el corazén de
Dios. Es importante que la igle-
ssia se convierta cada vex més,
como ha repetido con frecuen-
cia 6l Papa, en ministra de esta
misericordia y de esta bondad
de Dios.
Dedicar una jornada a la cele-
bracién y proclamacién de la
Misericordia de Dios, que a tra-
vés del sacrificio de Cristo llega
@ todos los hombres, se con-
vierte en una obra de evangeli-
zacién. Por tanto, como decia,
es un don precioso para la Igle-
sia universal y a través de la
Iglesia a toda la humanidad”.