Si tú quieres

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Si tú quieres
Un estudio bíblico inductivo basado en Marcos 1:40-45
Por Pablo A. Jiménez
Director, www.drpablojimenez.com

Introducción
La soledad es uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad. Quizás usted se
sienta solo o se sienta sola. En esta ocasión, queremos decirle que Dios desea alcanzarle con el
mensaje del Evangelio. Dios, quien es misericordioso y compasivo, desea tocar su vida.

Nuestro estudio bíblico se basa en la historia de la curación de un hombre leproso, que se

encuentra en el capítulo 1, versículos del 40 al 45 del Evangelio según San Marcos. Esperamos
que este estudio le lleve a establecer una relación duradera con Dios, por medio de la obra
salvadora de nuestro Señor Jesucristo.

Notas sobre el texto

1. Leproso: Persona que sufre una enfermedad de la piel, que altera su color, su textura y
su olor. En el mundo antiguo, muchas enfermedades se consideraban como «lepra»,
algunas tan sencillas como la eczema y otras tan complicadas como el cáncer de la piel.
La persona leprosa debía aislarse de la comunidad para no contaminarla con su
enfermedad. La ley de Israel habla en detalle sobre la lepra en los capítulos 13 y 14 del
libro de Levítico.
2. Pureza e impureza: Purificar quiere decir consagrar, lavar, limpiar y santificar. La antigua
ley de Moisés ordenaba la celebración de actos ceremoniales donde el pueblo se
purificaba de sus pecados. La ley consideraba impuras a las personas leprosas.
3. Arrodillarse: En el mundo antiguo la gente acostumbraba arrodillarse para orar a Dios y
para suplicar bondad de los líderes del pueblo.
4. Misericordia: Amor y compasión que Dios muestra para la persona que está en pecado.
Bondad, compasión y gracia.
5. Tocar al leproso: Se supone que una persona sana no tocara a un leproso, porque este
se consideraba como impuro. La persona que tocaba al leproso, se contaminaba y tenía
que purificarse.
6. Personificación: El texto habla de la enfermedad como si fuera una persona que viene y
va a voluntad. Esta es una imagen poética que no debe tomarse literalmente.
7. Enviar al sacerdote: De acuerdo a la ley, un sacerdote israelita debía determinar si una
persona tenía lepra o no. Del mismo modo, si la persona sanaba, un sacerdote debía
declararla pura antes de que volviera a su comunidad. La persona sanada de lepra debía
ser examinada por el sacerdote, quien se aseguraba que la mancha o la erupción había
desaparecido. Como parte del ritual, se ofrecían dos aves pequeñas en sacrificio a Dios.
8. Moisés: Moisés fue el gran libertador del pueblo de Israel, que les dirigió fuera de Egipto,
donde estaban esclavizados, a la tierra prometida. Dios le dio a Moisés la ley que rige la
vida del pueblo de Israel.
9. Publicar: Anunciar, proclamar o predicar el evangelio de Jesucristo.
10. Desierto: Se refiere a tierra seca, que pudiera ser fértil si fuera irrigada.

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Preguntas guías
1. ¿Quién se acerca a Jesús en el v. 40? ¿Qué enfermedad tenía?
2. ¿Qué hace este hombre cuando llega a Jesús? ¿Qué le dijo? (v. 40)
3. Pregunta de interpretación: ¿Por qué el leproso le dice a Jesús «si quieres» en lugar de
decir «si puedes»?
4. ¿Cómo reaccionó Jesús a la petición del hombre? ¿Cuál fue su respuesta a la súplica del
enfermo? (v. 41)
5. Pregunta de interpretación: ¿Por qué Jesús se arriesga a tocar al hombre enfermo?
6. ¿Qué sucedió con la enfermedad del hombre? ¿Cómo queda después de la oración? (v.
42)
7. ¿Qué le ordena Jesús al hombre? (vv. 43-44)
8. Pregunta de interpretación: ¿Por qué le dijo que permaneciera callado?
9. ¿Qué hizo el hombre al salir de la presencia de Jesús? (v. 45)
10. Pregunta de interpretación: ¿Por qué el hombre no pudo callar, sino que publicó lo que
Jesús había hecho con él?

Para pensar
1. ¿Qué nos enseña este pasaje bíblico sobre nuestra relación con Dios? ¿Acaso Dios
desea relacionarse con nosotros? ¿Tienes tú una relación personal con Dios? ¿Por qué?
2. Este texto bíblico nos enseña que la misericordia de Dios está a nuestro alcance. ¿Crees
tú que Dios puede tener misericordia de ti? ¿Por qué?

Conclusión
La Biblia dice que Dios no discrimina ni hace diferencia entre los seres humanos (véase Romanos
2:11; Santiago 2:9; y 1 Pedro 1:17). Dios no es racista. Dios no tiene miedo a contaminarse con
nuestro pecado. Por el contrario, Dios desea acercarse a nosotros. Dios desea «tocarnos» con su
amor y su gracia. Acércate a Dios hoy.

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