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Rojas M.

: El “día del Señor” en Apocalipsis 1:10 211

El día del Señor, ¿sábado o domingo?:


Un estudio gramático-histórico de
la expresión kuriake hemera en
Apocalipsis 1:10
FERNANDO ROJAS MIRANDA
fherh_1985@hotmail.com

Introducción

La frase Kuriakh/| h`me,ra| (kuriake hemera) “día del Señor”, mencionada en


Apocalipsis 1:10, ha sido motivo de amplio debate dentro de los círculos académicos.
Las opiniones difieren, por lo menos, en tres puntos de vista:
(1) Cierto grupo de especialistas,1 arguyen que se refiere al día escatológico,
es decir, al “día del Señor” mencionado en el Antiguo Testamento.2 La razón se
debe a que repetidas veces aparece en la Septuaginta3 la expresión h`me,ra kuri,ou
(hemera kuriou) “día del Señor”, con referencia al día escatológico.
(2) La mayoría de eruditos interpreta al “día del Señor”, del cual habla
Juan, como el día domingo.4 Los que aseveran esto afirman que en el tiempo de

1
Véase Evis L. Carballosa, Apocalipsis: La consumación del plan eterno de Dios
(Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997), 50-51. Para Carballosa este día se refiere explícita-
mente al día escatológico del AT. Véase también a Ugo Vanni, Lectura del Apocalipsis:
hermenéutica, exegesis y teología (Navarra: Verbo Divino, 2005), 97. Aunque cabe resaltar
que Vanni hace un análisis exhaustivo acerca de este tema, él concluye que el “día del se-
ñor” es el domingo; sin embargo, presenta algunos argumentos para considerar que el “día
del Señor” podría referirse al día escatológico.
2
En adelante AT para Antiguo Testamento y NT para Nuevo Testamento.
3
“La Septuaginta es la traducción judía del AT, la cual fue hecha principalmente
en Alejandría […] y el nombre proviene de la palabra latina septuaginta, que significa ‘se-
tenta’ y su abreviación es: LXX, son los números romanos de setenta”. Ver, Edno Almeida,
“Los orígenes de la LXX según la carta de Aristeas”, Theologika 18, no. 2 (2004), 287.
4
Véase Eduardo A. Hernández, Biblia de estudio: LBLA. CD-ROM, Bibliote-
ca Digital Libronix 3.0c (La Habra: Casa Editorial para la Fundación Bíblica Lockman,
2003); Matthew Henry, Comentario de la Biblia. CD-ROM, Biblioteca Digital Libronix
3.0c (Miami: Editorial Unilit, 2003), 1041; Henry Barclay Swete, The Apocalypse of John.
CD-ROM, Biblioteca Digital Libronix 3.0c (New York: The Macmillan Company, 1907),
212 Berit Olam, año 7, nº 1 (2010)
Juan ya se observaba el primer día de la semana, conmemorando la resurrección
de Cristo.
(3) No obstante, hay quienes piensan que este día es el sábado.5 Los que
apoyan esta interpretación plantean que este día era observado en el tiempo del
apóstol de acuerdo a los mandamientos de Dios.
Al terminar de revisar estas interpretaciones, surgen las siguientes
preguntas: ¿existe respaldo bíblico o extra bíblico (testimonios e historia) para
afirmar que este día se refiere al domingo, al día escatológico o al sábado como
“día del Señor”? ¿Qué dicen las fuentes más cercanas al tiempo de Juan? ¿Qué
quiso mostrar Juan cuando utilizó la expresión “día del Señor”?
Las conclusiones a las que se llega en este estudio, es que el “día del Señor”
de Apocalipsis 1:10 se refiere al sábado; pero para lograr este objetivo se hará lo
siguiente: (1) un análisis sintáctico de la expresión “día del Señor” dentro de su
contexto cercano—en relación al texto—y lejano—en relación a toda la Escritura,
(2) Algunas consideraciones teológicas esgrimidas de la Biblia misma y (3) luego
una breve evaluación de las fuentes más cercanas al tiempo de Juan, a fin de poder
determinar una correcta interpretación de dicha expresión (kuriake hemera).

13; Simon J. Kistemaker y William Hendriksen, New Testament Commentary: Exposition


of the Book of Revelation (Grand Rapids: Baker Book House, 1953-2001), 92; John F. Wal-
voord, Roy B. Zuck, The Bible Knowledge Commentary: An Exposition of the Scriptures.
CD-ROM, Biblioteca Digital Libronix 3.0c (Wheaton IL: Dallas Theological Seminary,
1985), 2:930; Roberto Jamieson, Fausset, A. R. y David Brown, Comentario exegético y
explicativo de la Biblia: El Nuevo Testamento. CD-ROM, Biblioteca Digital Libronix 3.0c
(El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2002), 765; Stanford Orth, Estudios bı́blicos:
La consumación de los tiempos (Apocalipsis). (México: Ediciones Las Américas, 1998),
17. Bruce B. Barton y Grant R. Osborne, Revelation: Life Application Bible Commentary
(Wheaton, Ill.: Tyndale House Publishers, 2000), 10. Ricardo Foulkes, El Apocalipsis de
san Juan: Una lectura desde América Latina (Buenos Aires: Nueva creación, 1989), 17;
Eduardo Arens, Apocalipsis: ¿revelación del fin del mundo? (Lima: Centro de Proyeccio-
nes Cristianas, 1986), 18.Todos estos autores aseveran que el domingo es el “día del Se-
ñor”, pero, no dan ninguna argumento serio para considerarlo como tal.
5
Ver C. Mervyn Maxwell, Apocalipsis (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1991) 82-5. Para Maxwell, el día mencionado en Apocalipsis 1:10 es sin
duda el sábado. Véase también a Jacques B. Doukhan, Secretos de Apocalipsis: el Apoca-
lipsis visto a través de los ojos hebreos, trad. Claudia Blath (Buenos Aires: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 2008), 22-3. En cambio, Doukhan se inclina por las dos posibilida-
des, a saber, el “Yom YHWH” mencionado en el AT y el día sábado.
Rojas M.: El “día del Señor” en Apocalipsis 1:10 213
El “día del Señor”: por qué no puede ser el día escatológico
La expresión aparece repetidas veces tanto en el AT (Jl 1:15; Is 13:6; Jer
32:33) como en el NT (1 Tes. 5:2; 2 P 2:10). No obstante, el argumento sobre el día
escatológico no puede ser aceptado por las siguientes razones:
(1) En primer lugar, este día se refiere a un día específico. En el texto bíblico
aparece la oración de esta forma: evn th/| kuriakh/| h`me,ra| (en te kuriaque hemera) “en
el día del Señor”. Según la sintaxis griega, si la palabra que se encuentra en caso
dativo es precedida de una preposición evn “en”, entonces la oración se convierte
en un complemento circunstancial,6 aplicado a este caso, sería un complemento
circunstancial de tiempo. En algunos casos aparece el dativo sin preposición (Mr
3:34; Ro 15:19; Jn 9:6, etc.) pero es un caso esporádico. En el siguiente análisis se
puede observar con mayor claridad.

evgeno,mhn evn pneu,mati evn th/| kuriakh/| h`me,ra|


Verbo Prep. CC.M Prep. CC.T

Al observar la oración completa, se puede notar que empieza con un verbo


indicativo aoristo en voz media deponente (evgeno,mhn). El indicativo sugiere un hecho
real no ficticio, es decir, Juan esta narrando con tanta seguridad algo que le sucedió
en un momento determinado. Además el aoristo señala una acción puntual en el
pasado. De igual forma, la voz media deponente se puede traducir en voz activa,7 lo
cual indica que, el mismo Juan realiza la acción. Antes de pneumati se encuentra
una preposición en, convirtiendo al sustantivo que le sigue (pneumati) en un
circunstancial de modo, mostrando así el estado en que se encontraba, a saber, “en
espíritu”. Para comprobar esto, se puede ver en el versículo 9 del mismo capítulo,
donde se encuentra la misma construcción, cuando el mismo Juan afirma “estuve
en la isla llamada Patmos”, indicando también un lugar especifico. En conclusión, al
hacer el estudio sintáctico se puede inferir que este día es un día específico, es decir,
un día de 24 horas.
(2) En segundo lugar, el contexto no amerita tal interpretación, puesto
que, si se observa, Juan está narrando las circunstancias en que se encontraba (Ap
1:9-10). Éste, más bien, sugiere un día especial en el cual entró en visión. Como
menciona Strand “la primera visión, y varias de las otras, tienen, al menos en su

6
Este análisis se hizo gracias a los apuntes de clase, Griego Bíblico III. Asignatu-
ra, Lima: Universidad Peruana Unión, mayo de 2010.
7
La gramática griega establece que cuando un verbo es deponente se traduce en
voz activa y no en voz pasiva.
214 Berit Olam, año 7, nº 1 (2010)
sección inicial, que ver con la época de Juan”.8
(3) Por último, la expresión misma kuriake hemera aparece solamente en
este texto, y cuando lo hace para indicar el día escatológico, tanto en la LXX como
en el NT, siempre utiliza la expresión h`me,ra kuri,ou (hemera kuriou) “día del
Señor” (ver Jl 1:15; 1 Ts 5:2; 2 P 2:10), o también h`me,ra| tou/ kuri,ou (hemera tou
kuriou), “día del Señor” (ver Jl 2:11; Am 5:20; 1 Co 1:8; 5:5). Por lo tanto, el “día
del Señor” de Apocalipsis 1:10 no tiene ninguna relación con el día escatológico.9

El “día del Señor”: por qué no puede ser domingo


A continuación, se hacen algunas consideraciones teológicas que muestran
la imposibilidad de que el primer día de la semana sea el “día del Señor”. Éstas son
las siguientes:
(1) Cristo fue un cumplidor de la ley incluyendo el sábado; la Biblia dice
que tenía por costumbre asistir en sábado a la sinagoga (Lc 4:16). ¿Cómo podría
ahora él mismo hacer el cambio a otro día?
(2) Strand declara algo muy cierto; el Apocalipsis está lleno de alusiones
y referencias al AT,10 por lo tanto no se puede esperar que el día sábado quedara
de lado siendo que era una enseñanza muy antigua e importante en las tradiciones
judías.11
(3) Si Juan consideraba al domingo como día de culto y supuestamente
había remplazado al sábado entonces surge la pregunta: ¿por qué repetidas veces
hace énfasis en la lealtad y la importancia de guardar los mandamientos de Dios

8
Kenneth A. Strand, “La doctrina del sábado”, en Teología: Fundamentos bíbli-
cos de Nuestra fe, ed. Raoul Dederen (Bogotá: Asociación Publicadora Interamericana,
2007), 5:138. En adelante Teología.
9
La misma idea es compartida con los siguientes autores: Francis D. Nichol, ed.,
Comentario bíblico adventista del séptimo día, trad. Víctor E. Ampuero Matta (Miami,
FL: Publicaciones Interamericanas, 1990), 7:752; Norman Gulley, ¡Cristo viene!: Un
enfoque cristocéntrico de los eventos de los últimos días, trad. David P. Gullón (Buenos
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003), 371.
10
Doukhan menciona que el Apocalipsis “contiene más de dos mil alusiones a las
escrituras hebreas, incluyendo cuatrocientas referencias explicitas y noventa citas literales
del Pentateuco y de los profetas”. Además, dice que en relación con las citas textuales, el
Apocalipsis es más fiel al original hebreo que a su traducción griega, la Septuaginta. Ver
Doukhan, Secretos del Apocalipsis, 11.
11
Strand, “La doctrina del sábado”, Teología, 5:138.
Rojas M.: El “día del Señor” en Apocalipsis 1:10 215
(Ap 12:17; 14:12; 14:6-7)? Esto sería contradictorio a lo que dice la Biblia.
12

(4) También es importante considerar que al observar el resto del NT, al


domingo se lo llama el “primer día de la semana” (Mr 16:1-2; Mt 28:1) y nunca
como “día del Señor”. El mismo Juan, en su evangelio, se refiere al domingo como
“el primer día de la semana” (Jn 20:1, 19). Es interesante el hecho de que Juan
utilizara la denominación tradicional (primer día de la semana) para el domingo en
el evangelio y luego use en el Apocalipsis, escrito aproximadamente en el mismo
tiempo, como “día del Señor” para el domingo.13

Porqué el “día del Señor” en Apocalipsis 1: 10 sí es el sábado


El apóstol Juan estaba en la isla llamada Patmos desterrado por el emperador
Domiciano en el año 96 a.C. aproximadamente “por causa de la palabra de Dios y
del testimonio de Jesús” (Ap 1: 9). Fue allí donde Dios le mostró su primera visión.
Al relatar lo que Jesucristo quería revelarle, Juan menciona que estaba en el “día del
señor”. Esta expresión, en su conjugación14 aparece únicamente en este pasaje de
la Biblia (Ap 1:10). No obstante, la palabra kuriakh/| (kuriake) en la forma básica
kuriako,j como adjetivo, solamente aparece en 1 Corintios 11:20 (en Apocalipsis y
1 Corintios funcionan como adjetivos) y lo hace para describir la “cena del Señor”.
Sin embargo, el sujeto hemera y el adjetivo kuriake15 se encuentran en caso dativo,
como un día apartado para algo especial, a saber, para el Señor. Al hacer un análisis
sintáctico nos lleva a un texto conocido, Marcos 2:28 donde está en caso genitivo
“Señor del sábado” ku,rio,j […] tou/ sabba,tou indicando claramente que Jesús es
Dueño y Creador. Esto se remite hasta los inicios de la creación (Gn 2:4), cuando
Dios mismo es originador del sábado en beneficio del hombre; además, el Señor
mismo expresa con propiedad “mi día santo” […], al “día santo del Señor” (Is
58:13).16

12
Ibid.
13
Ángel Manuel Rodríguez, “The Biblical Sabbath: The Adventist Perspective”.
Adventist Biblical Research, http://biblicalresearch.gc.adventist.org/documents/sabbath-
catholic2002.htm (consultado: 26 de abril, 2010).
14
“kuriakh/|” adjetivo dativo femenino singular y “h`me,ra” sustantivo dativo feme-
nino singular.
15
James Strong, Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario (Nashville,
TN: Caribe, 2002), 49.
16
Ver Kenneth Strand, ed. The Sabbath in Scripture and History (Washington,
DC: Review and Herald Publishing Association, 1982), 127.
216 Berit Olam, año 7, nº 1 (2010)
Al hacer un análisis sintáctico del uso de dicha frase se puede inferir a
priori que el “día del Señor” al cual se refiere Juan, es el día sábado como día de
reposo, santo, consagrado a Jehová nuestro Dios (Ex 20:10). La evidencia bíblica no
apoya la idea de que el domingo sea el “día del Señor” porque en ninguna parte de
la Biblia se refiere como su día [del Señor]; siempre que lo hace, utiliza la expresión
“primer día de la semana” (Mt 28:1; Hch 20: 7; Mr 16:1-2; Jn 20:19-29; 1 Co 16:2).
Por ello, se rechaza el argumento de que el sábado haya sido reemplazado por el
primer día de la semana en los días del vidente (Juan el apóstol).
Shea hace un estudio minucioso acerca del calendario cúltico para las
escenas introductorias del Santuario en el libro de Apocalipsis y menciona que
existen posibilidades que este día (el día del Señor) sea (1) la Pascua (Ap 4), (2)
Pentecostés (Ap 5), (3) el Día de la Expiación (Ap 11) y (4) una fecha en la Fiesta
de los Tabernáculos (Ap 19 -21). Sin embargo, él mismo declara: “el sábado
se reivindica como un día especial en un sentido más directo ya que el uso del
calendario de culto en el Apocalipsis hace hincapié en la posición del sábado como
la cabeza de la agenda”.17 Además, añade que al leer las fiestas en Levítico 23 y
Números 28-29, se inicia directamente con el sábado (Lv 23:3), el cual cumple un
papel preeminente en relación con las demás fiestas. Números 28-29, proporciona
la lista de los sacrificios especiales para los días de fiesta. El capítulo 28 sigue un
enfoque más estricto del calendario. Comienza con el sacrificio continuo, después
sigue la fiesta semanal, luego la mensual y finalmente a las fiestas anuales. En este
caso, el sábado viene después del sacrificio continuo (Nm 28:9-10).18
Shea concluye que, sobre la base de que el sábado marca el inicio del
calendario cúltico tanto en Levítico como en el libro de Números, es de esperarse
que también en Apocalipsis marque el inicio del calendario litúrgico, “porque si
nos damos cuenta, el continuo está representado por la visión de Jesús antes de los
candelabros” (Ap 1:12-13).19

La resurrección de Cristo y el origen del domingo


Nuestro propósito no es hacer un análisis de todas las fuentes extra-bíblicas,
sino evaluar las más cercanas al tiempo de Juan. Como se mencionó anteriormente,
muchos intérpretes alegan que el “día del Señor” es el domingo y para ello, presentan
las siguientes razones:

17
William H. Shea, “The Cultic Calendar for the Introductory Sanctuary Scenes
of Revelation”, Journal of the Adventist Theological Society 11/1-2 (2000): 144.
18
Ibíd.
19
Samuel Bacchiocchi, Reposo divino para la inquietud humana: Estudio teoló-
gico sobre la actualidad del mensaje del sábado, trad. Roberto Badenas (Roma: Universi-
dad Pontificia Gregoriana, 1980).
Rojas M.: El “día del Señor” en Apocalipsis 1:10 217
(1) Los discípulos comenzaron a reunirse y a guardar el domingo
conmemorando el día de la resurrección de Cristo.
(2) Hay evidencia de las fuentes históricas que desde finales del primer
siglo ya se observaba el domingo. Estas fuentes son: la Didajé, El evangelio apócrifo
de Pedro y Los hechos de Pablo, entre otras.
Como se ha mencionado, en ninguna parte de Biblia se refiere al domingo
como el “día de la resurrección” sino simplemente “el primer día de la semana”.
Tampoco lo hace para decir que la cena del Señor se celebraba el día domingo o
que ésta sirviese para conmemorar la resurrección de Cristo. Por el contrario,
“Pablo pretende transmitir lo que había recibido del Señor (1 Co 11:23), da a
entender repetidas veces que la celebración de este rito no tenía hora ni día fijo”.20
El propósito de la cena era anunciar “la muerte del Señor” hasta que él vuelva y
no su resurrección (11: 26). Por lo tanto, decir que los cristianos del primer siglo
celebraron la cena del Señor conmemorando el día de la resurrección realmente es
insostenible. El cambio tuvo que haber sido posterior.
En el concilio que se celebró entre el 49-50 d.C. en Jerusalén, siendo
Santiago el presidente; los apóstoles y los ancianos se reunieron para tratar el
problema de la circuncisión como supuesta condición para la salvación conforme
al rito de Moisés (Hch 15:1-29). Pero en ningún momento se trata del cambio de
un nuevo día de culto. El silencio indica que el sábado no era ningún problema
para los cristianos de ese entonces.21 “Esto prueba que los cristianos estaban
profundamente identificados con las costumbres tradicionales judaicas”.22 Cuando
Pablo visitó Jerusalén diez años más tarde, había miles de judíos convertidos al
cristianismo que eran “celosos por la ley” (Hch 21:20).
En el año 70 d.C. los cristianos huyeron de Jerusalén a Pella, por causa
de la persecución, donde los romanos destruyeron el templo; por consiguiente, se
esperaría que los cristianos dejaran de reunirse para la adoración en sábado. Pero
de acuerdo con Eusebio, entre el año 70 y el 135 d.C., la iglesia de Jerusalén estaba
compuesta y gobernada por judíos convertidos que “celosamente insistían en la
observancia literal de la ley”.23
Al hacer un análisis de las fuentes escritas a comienzos del siglo II se

20
Samuel Bacchiocchi, “La observancia del sábado y del domingo en la iglesia
primitiva”, Ministerio Adventista, julio-agosto, 1997, 21.
21
Ibid.
22
Eusebio, Historia Eclesiástica 3.27.3 citado por Samuel Bacchiocchi, “La ob-
servancia del sábado y del domingo en la iglesia primitiva”, 25.
23
Strand, “La doctrina del sábado”, Teología, 5:158.
218 Berit Olam, año 7, nº 1 (2010)
encuentra a Ignacio de Antioquia, Plinio, un gobernador romano y la Didajé.
Alrededor de 115 d.C. Ignacio de Antioquia escribió una carta a los magnesianos
de Asia Menor, en la que advirtió de ciertas prácticas judías extremistas.24 En la
carta a los Magnesianos 9:1 declara lo siguiente: “sin sabatizar, sino moldeando
sus vidas según la del Señor, en la cual nuestra vida ha brotado por medio de Él
[Jesús]”.25 Los que apoyan la idea de que en el tiempo de Juan ya se observa el
domingo como “día del Señor”, traducen (la carta) de esta forma: “ya no guardando
el sábado, sino viviendo de acuerdo con el [día] del Señor [domingo]”.26 Sin
embargo, en el texto griego en que fue escrita esta carta aparece así:
uhketi sabbatizontej alla kata kuriakhn zwntej, en +hñ kai h. zwe hmon
avneteilen di autou (ueketi sabbatizotes alla kata kuriaken zontes, en he
kai he zoe emon aveteilen di autou).27
Como se puede observar, en este texto no aparece la palabra h`me,ra (hemera)
para “día”, lo cual indica que fue agregada al momento de traducirla. Strand, al hacer
un estudio de estas fuentes, sugiere que: como h`me,ra (hemera) no aparece en el
texto, se podría agregar la palabra “vida”, la cual estaría construida de esta forma:
“moldeando sus vidas según la vida del Señor”. Cualquiera de las palabras agregadas
es posible (“día” o “vida”);28 pero el término “vida”, parece encajar mejor a la luz
del hecho de que en Cristo (o, por Cristo) “nuestra vida ha brotado por medio de
Él”.29
La expresión “sabatizar” tiene una connotación más general, y no
específicamente señala a un día. A lo cual Strand menciona que, “un comentarista
de Ignacio, del siglo II, no equiparo el concepto ‘sabatizando’ con el sábado […],
su única objeción fue la celebración del sábado al estilo judío”.30

24
Para ver esta carta consultar en J. B. Lightfoot, Los padres apostólicos (Barce-
lona: Clie, 1990), 181.
25
Ver la traducción en Sigfrido Huber, Los padres apostólicos (Buenos Aires:
Ediciones Desclée, de Brouwer, 1940), 193. Huber, en una de sus notas de pie de página
asegura que es uno de los documentos más antiguos sobre la celebración del día domingo.
26
Ibid., 146.
27
Para un estudio mayor sobre el análisis de las fuentes cercanas al apóstol Juan,
ver Strand, Teología, 5: 151-62; Strand, The Sabbath in Scripture and History, 125-8.
28
Strand, Teología, 5:161.
29
Ibíd. 5: 159.
30
Ver Claudio Moreschini y Enrico Norelli, Historia de la literatura antigua
griega y latina: desde Pablo hasta la edad Constantina , trad. Guillermo Martin Rodrí-
guez (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2006), 1:82-5.
Rojas M.: El “día del Señor” en Apocalipsis 1:10 219
También aparecen dos cartas apócrifas (la fecha es incierta, probablemente
el 115 d. C.), a saber, El evangelio de Pedro y Los hechos de Pablo, donde se hace
mención al “día del Señor”. En la primera se menciona la resurrección en el día del
Señor, pero no dice que se deba celebrar la resurrección ese día.31 En la segunda,
se menciona que Juan interrumpe su ayuno en “el séptimo día, siendo el día del
Señor”. En esta última, Juan es llevado prisionero y posiblemente hace alusión al
séptimo día de viaje y no al sábado como séptimo día. Según Strand, la iglesia de
oriente nunca ayunaba en sábado y Juan no interrumpiría su ayuno en sábado.32
Entonces, ninguna de estas fuentes debe considerarse como evidencias para apoyar
la observancia del domingo en el tiempo de Juan. Rodríguez alega lo siguiente:
Esta breve e incompleta utilización del término “día del Señor”, durante el siglo
II ilustra los desafíos que enfrentan cuando se intenta determinar el significado
particular de una frase usada en Apocalipsis 1:10 empleando escritos posteriores.
La pregunta fundamental que podría muy bien ser una cuestión metodológica
sería: ¿Es apropiado transferir el significado de un término de finales del segundo
siglo a un documento de finales del primer siglo? Lo menos que podemos decir
es que este enfoque es cuestionable. Ya hemos indicado que en el evangelio de
Juan, el domingo es llamado “primer día de la semana”. ¿Por qué no lo hizo Juan
utilizando el término “día del Señor” en el evangelio para referirse al domingo?33

En conclusión, se puede decir que no hay pruebas fehacientes para afirmar


que Juan se haya referido al domingo como “día del Señor”, puesto que era una
costumbre judaica antiquísima, entonces podría haberse referido al sábado como el
verdadero día de reposo.

Conclusión

Al hacer un estudio del “día del Señor”, se puede llegar a la conclusión que
este día se refiere a un día específico, a saber, el sábado y no al día escatológico del
AT. Por otro lado, las razones por las que se considera al “día de Señor” como sábado
y no domingo, son: primero, porque Cristo y sus discípulos fueron guardadores de la
ley incluyendo el sábado; segundo, no se encuentra ninguna tensión entre el sábado
y el domingo a lo largo del NT, porque estaban seguros que era un mandamiento
dado por Dios para beneficio del hombre. Observarlo y guardarlo como un día de
culto implicaba lealtad a su Creador.
Asimismo, al hacer un estudio sobre las evidencias internas, no se encuentra
ninguna referencia en cuanto al domingo como un día especial, un día de adoración

31
Strand, “La doctrina del sábado”, 5:159.
32
Rodríguez, “The Biblical Sabbath: The Adventist Perspective”.
33
Ibíd.
220 Berit Olam, año 7, nº 1 (2010)
y mucho menos que haya remplazando al día sábado en los tiempos de Juan; más
bien, las evidencias apoyan al día sábado como el “día del Señor”, porque repetidas
veces Dios mismo considera y reclama como propiedad, “mi día santo” (Is 53:13),
agradable y dedicado a él como un recordativo de su obra creadora (Ap 14:6-7).
El motivo principal por la que Juan menciona el “día del Señor” es por dos
razones: primero, en cada fiesta judía (la pascua, el pentecostés, el día de la expiación
y la fiesta de los tabernáculos) siempre se consideraba el sábado en primer lugar (ver
Lv 23) y el Apocalipsis no está exento de esta fórmula porque está considerado
que el capítulo 4 hace alusión a la pascua, el capítulo 5 al pentecostés, el 11 al día
de la expiación y los capítulos 19-21 a la fiesta de las trompetas. La segunda razón
es porque Juan quería dejar en claro que para su tiempo, el sábado todavía estaba
vigente como un día de adoración.
Las fuentes extra-bíblicas de la época de Juan son ambiguas y obviamente
están sesgadas por presuposiciones con las que se acercaban a las Sagradas Escrituras;
pero un principio hermenéutico considerable es que la Biblia se interpreta a sí
misma; es decir, se debe ir a la Biblia para interpretar la historia y nunca ir primero
a la historia para interpretar la Biblia. Partiendo de este principio se considera que la
Palabra de Dios es explícita al decir que el sábado es considerado como el “día del
Señor” tanto en Apocalipsis 1:10 como en el resto de la Biblia.

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