Вы находитесь на странице: 1из 8

CAMBIOS EN LA EDUCACION SUPERIOR COMO CONSECUENCIA DE LA

INTRODUCCION DEL MODELO DE APRENDIZAJE BASADO EN


COMPETENCIAS

Teresa Jotar Aliaga

Las competencias son actualmente un tema relevante y los cambios que provoca su
introducción en las universidades son muy diversos, ya que su instalación no solo influye
en un cambio de la política institucional, la cual debería revisar su Proyecto Educativo en
cuanto a visión, misión, objetivos curriculares estratégicos, entre otros, sino que también
influye en los docentes quienes deben adecuar sus prácticas pedagógicas, para el logro de
las acciones y objetivos señalados en el Proyecto Educativo de la Institución Superior.

Lo anterior conlleva, a la autora de este ensayo, a realizar un análisis conceptual


del término competencia, así como también del modelo de formación en competencias en
que se basa la Educación Superior,(ES) con el fin de perfilar algunos cambios que la
introducción de éstas están generando en la universidad.

COMPETENCIAS

Dentro de la gramática generativa, Chomsky (1965), distingue la diferencia entre actuación


(performance) v/s competencia (competence) asumiendo explícitamente que la competencia
es una facultad idealizada, que resulta de abstraer los juicios de un hablante/ oyente ideal
de una comunidad lingüística completamente homogénea, al que no lo afectan condiciones
irrelevantes para la gramática como limitaciones de memoria, distracciones, errores, etc.

Competencia es un término polisémico ya que tiene diversos enfoques, biológicos,


deportivos, judiciales entre otros. Partiendo de su etimología, procedería del vocablo
competere, de petere, aspirar, ir al encuentro de, (competir en un evento). De la misma
raíz deriva el verbo competer, pertenecer, incumbir. Se aplica también al que está
investido de autoridad para ciertos asuntos, y sobre todo al que se desenvuelve eficazmente
en un determinado dominio de la actividad humana. (Vinent, 2004) En educación el
término tiene que ver con el aprendizaje y todo aquello que le involucre, Spencer y Spencer
(1993) la define como "una característica subyacente de un individuo, que está
causalmente relacionada con un rendimiento efectivo o superior en una situación o
trabajo, definido en términos de un criterio", esa característica que subyace en el individuo,
la señala Rodríguez y Feliú (1996) como un “conjunto de conocimientos, habilidades,
disposiciones y conductas que posee una persona, que le permiten la realización exitosa de
una actividad"; ambas definiciones definen la competencia por sus partes, pero ninguna
indica explícitamente qué es una competencia.

La primera es una definición amplia que no señala nada concreto y la segunda tiene
relación con sus componentes, pero a mi juicio no la define; una competencia debe incluir
una acción que realice un individuo de tal manera que ponga en movimiento los
conocimientos que han adquirido definiéndose como " la capacidad de actuar eficazmente
en un número determinado de situaciones, capacidad basada en los conocimientos pero
que no se limita a ellos". (Perrenoud 1997), ya que estas deben desarrollarse en un contexto
determinado.

Una misma competencia va a tener un desempeño diferente dependiendo del lugar


donde se desenvuelva, de esta manera nos encontramos con la definición de competencia,
basada en DeSeCo que es el nombre del proyecto de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDE), encargado de definir y seleccionar las competencias
consideradas esenciales para la vida de las personas y el buen funcionamiento de la
sociedad (2002-2003), que señala que una competencia es “la capacidad de dar respuesta
exitosa a una demanda, haciendo uso de un conjunto de recursos internos
(conocimientos, habilidades y actitudes) en un contexto determinado, involucrando no sólo
al individuo y sus capacidades sino que también las relaciona con las exigencias sociales y
el contexto en el que se desarrollan.

Del análisis de estas definiciones, se puede concluir, que las competencias son
respuestas que un individuo realiza en un contexto determinado de forma exitosa, ya sea en
el ámbito laboral o de otra índole, haciendo uso de sus recursos internos que son los
conocimientos, (saber), habilidades (saber hacer) y actitudes (saber ser), las cuales son
características permanentes de la persona, que se ponen de manifiesto cuando se ejecuta
una tarea o se realiza un trabajo.

LA FORMACION BASADA EN COMPETENCIAS

Lo anterior obliga a la Universidad en general, a repensar la educación de los estudiantes


desde un modelo de formación basado en competencias en que se forme a los alumnos
desarrollando estos recursos internos permitiendo su inserción en forma exitosa en el
mundo social y laboral; y a la vez desarrollar competencias docentes que aseguren el
desarrollo de estas competencias en los alumnos universitarios.

El discurso de la formación basada en competencias parte de una serie de


supuestas evidencias sobre las relaciones entre las instituciones educativas y el mundo del
trabajo (Tejada, 2005), por lo tanto es necesario conectar las demandas de los empleadores
con los requerimientos laborales de empleabilidad, reformulando los perfiles de egreso de
los alumnos universitarios basados en estos requerimientos. Sin embargo, pareciera existir
una disociación entre lo que requiere el mundo laboral y lo que actualmente esta entregando
la Educación Superior existiendo una “desconexión profunda entre la formación inicial
recibida y el desempeño profesional” (Zarifian, 1999; Zabala, 2003).

En la definición basada en DeSeCo, se destacan 3 conceptos claves: Recursos


Internos, Movilización y Contexto.

De acuerdo al primer concepto clave, y al modelo de competencias a seguir en la


Educación Superior para la formación profesional, Bunk (1994) señala: “Posee
competencia profesional, quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes
necesarias para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de
forma autónoma y flexible, y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y
en la organización del trabajo”. La movilización de estos recursos significará la diferencia
entre un individuo y otro, es decir, qué lo hace más o menos competente, entonces ¿Qué es
ser competente?
De acuerdo al segundo concepto clave, la competencia no reside en el hecho de
haber almacenado una serie de conocimientos, de habilidades y actitudes, sino que
movilicemos dichos recursos para la consecución de los objetivos, luego poseer estas
capacidades, no significa ser competente. Ser competente, entonces, es “poner en juego o
utilizar dichos saberes” (Gilbert & Parlier, 1992) por lo tanto “el proceso de formación
debe comprender la experiencia como algo ineludible” (Levi–Leboter, 1997).

El tercer concepto clave, tiene relación con el contexto, “la competencia no puede
entenderse al margen del contexto particular donde se pone en juego” (Le Boter, 1997),
por lo tanto, el desarrollo profesional basado en competencias debe procurar la acción
combinada de los recursos internos que se desarrollen en el individuo con el fin de que los
futuros profesionales encuentren soluciones o respuestas exitosas desarrollando
competencias básicas, técnicas y actitudinales que le permitan ser considerados como
profesionales competentes en un ambiente laboral exigente.

CAMBIOS GENERADOS EN LA UNIVERSIDAD A RAIZ DE LA INTRODUCCION DE


LAS COMPETENCIAS

¿Qué justifica la formación basada en competencias?, para la autora de este ensayo, está
claro que nos movemos cada vez más en aspectos productivos, es decir, este modelo de
formación en competencias enfatiza y localiza el esfuerzo y el desarrollo económico y
social, en la valoración de los recursos humanos, y pareciera responder de alguna manera a
la necesidad de encontrar un punto de convergencia entre Educación y Empleo,
adaptándose a la necesidad de un cambio que se está produciendo en la sociedad nacional e
internacional, bajo múltiples formas, cambios que sin lugar a dudas alcanza a la
Universidad.

Se podrían señalar muchos cambios que provocan la instalación de las competencias


en la Universidad, ya que significa un cambio global en todo el quehacer educativo que va
desde el qué necesita aprender el alumno, hasta las estrategias para un aprendizaje basado
en competencias.
Uno de los cambios que se puede mencionar es, ver cómo los procesos de
formación que se han caracterizado por estar centrados en la enseñanza, se han centrado
más en el aprendizaje, existiendo una tendencia a señalar el aprendizaje como objetivo
fundamental de los procesos de formación.

Otro de los cambios observados es el cambio de roles tanto del profesor como del
alumno en que ya cada vez menos se ve la educación como un proceso de instrucción,
sino que se observa una formación del alumno en un contexto social y cultural, dejando
atrás el rol expositor del académico que “habla” y “explica” y el rol de espectador de
alumno que “escucha” y “comprende”. Un profesor que es capaz de “demostrar” a sus
alumnos sus saberes y que los alumnos “experimenten” en base a lo demostrable, para
continuar con una formación en que la función de los alumnos es la de “aprender”, a través
de un proceso de construcción del conocimiento, pero siempre acompañado del educador.
Otro de los roles del educador, en esta mirada a las prácticas pedagógicas, es de mediador,
que busca hacer del alumno un verdadero líder de su proceso de formación haciendo de él
un agente de transformación en la sociedad

Actualmente la tendencia, es otorgar cada vez mayor protagonismo al estudiante en


su proceso de formación, en que debe buscar por sus propios medios, cómo llegar de la
forma más adecuada, a los conocimientos, lo que implica autonomía en aprender a aprender
lo que desemboca en un aprender a hacer, por si mismo, un proceso que le conlleva
finalmente a un aprender a ser, lo que redundará en una actitud adecuada para hacer frente
a esta nueva modalidad de aprendizaje, siendo éstos algunos factores, para la formación
por competencias. Las nuevas tecnologías pedagógicas deben encontrar la forma de crear
nuevas redes conversacionales entre educador y educando que introduzca a éste último en
el mundo abstracto, heterogéneo, diverso, inconmensurable, plurívoco(muchas dudas),
virtual, cambiante e incierto y actual. El profesor debe crear las condiciones para que el
alumno desarrolle su propia manera de ver el mundo y entenderlo, reapropiándose
constantemente de la realidad. (Freire,1986).
Aun falta mucho por hacer, si bien es cierto existen algunos ejemplos de cambios
significativos en algunas universidades por la introducción del modelo de enseñanza
aprendizaje basado en competencia, aún el sistema de ES, se encuentra en una etapa, a
juicio de la autora, de posicionamiento de este modelo, estrechando más los lazos con el
sector productivo, tanto a nivel institucional como docente, lazos en que el docente presente
competencias del sector productivo en cuestión, y si no tiene éstas, es necesario que cumpla
con un período de actualización de sus prácticas, con el fin de conducir el proceso de
formación de acuerdo a los verdaderos requerimientos de este sector.

Por otra parte, también se hace necesario crear las condiciones de contexto de
aprendizaje y aplicación de lo aprehendido, es decir, que el alumno desarrolle su
aprendizaje en un ambiente similar al que se va a desempeñar una vez egresado de la ES, en
donde puedan evaluar las competencias desarrolladas por los alumnos en un ambiente
cercano a su desempeño profesional futuro.

Sin embargo, siento que, el éxito de todos estos cambios y la clave del proceso de
aprendizaje efectivo por parte del estudiante universitario, pasa necesariamente por el
desarrollo de las competencias docentes, en donde el desarrollo y diseño curricular, así
como el proceso de evaluación, deberían estar basados en competencias.

Para ello el docente universitario debería convertirse en el diseñador de escenarios,


procesos y experiencias de aprendizajes efectivos de sus estudiantes, diseñando de manera
organizada este proceso en contextos reales, utilizando técnicas didácticas adecuadas al
nivel de los alumnos y a las características de su disciplina académica, en donde se incluyan
actividades que promuevan, junto con su experticia en la materia , el desarrollo de saberes y
habilidades así como también el desarrollo de actitudes y valores que conviertan a ese
futuro profesional en un ser humano éticamente responsable de su disciplina y de su
accionar frente a la sociedad.
REFERENCIAS

Barceló, R.,& Navarro, E. (2003) Evaluación del impacto de los cambios de las
metodologías de enseñanza-aprendizaje en egresados de los programas de Medicina y
Enfermería de la Universidad del Norte, Colombia. Interface
(Botucatu) vol.7 no.13.Obtenido el dia 25.abril.2010 desde
http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1414-
32832003000200005&lng=en&nrm=iso&tlng=es

Boni, A.,Lozano,J.F. (2006).Las competencias genéricas: Una oportunidad para estudio


ético en la conergencia europea en la enseñanza superior. Obtenido el día 23.abril.2010
desde http://web.ebscohost.com/ehost/detail?vid=6&hid=8&sid=8558c70e-0f21-48c9-9e74

Del Río, M., Venticinque, N., Valcarce, M. L.,& Díez, B. (2008). Las condiciones para un
aprendizaje universitario más autónomo desde la mirada del alumno. Anu. investig. (Fac.
Psicol. Univ. B. Aires) v.15. Obtenido el dia 29.abril.2010 desde
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1851-
16862008000100055&script=sci_arttext&tlng=pt

Escudero, M.J.(2008). Las competencias profesionales y la formación universitaria:


posibilidades y riesgos. Red U. Revista de Docencia Universitaria, número 1. Obtenido de
http://www.um.es/ead/Red_U/m2/escudero.pdf el 25 de mayo 2010.

Fernández R.E. (2009). El discurso de la formación basada en competencias profesionales.


Un análisis crítico de la formación inicial de profesionales en la Educación Superior.
REIFOP, 12(1), 151-160. Obtenido de http://www.aufop.com el 30 de mayo 2010.
Huerta,J.J., Pérez, I.S.,&Castellanos,A.R.(2007).Desarrollo curricular por competencias
profesionales integrales. Obtenido el día 23.abril.2010 desde
http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/13/13Huerta.html

Lopes,B.J.,&.Costa,N.(2007).La evaluación de las competencias que modelan. Dificultades


y potenciales para el estudio de las ciencias.Vol.29,N°7. Obtenido el día 23.abril.2010

Salas, Z.W. (2005). Formación por competencias en educación superior. Una aproximación
conceptual a propósito del caso colombiano. Universidad de Antioquia, Colombia. Revista
Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653).

Вам также может понравиться