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Ciclo de vida del 

producto 

El ciclo de vida del producto (a veces, CVP) es la evolución de las ventas de un artículo durante el


tiempo que permanece en el mercado. Los productos no generan un volumen máximo de ventas
inmediatamente después de introducirse en el mercado, ni mantienen su crecimiento
indefinidamente. El concepto de «ciclo de vida de un producto» es una herramienta de
mercadotecnia o marketing. Las condiciones bajo las que un producto se vende cambian a lo largo
del tiempo; así, las ventas varían y las estrategias de precio, distribución, promoción, etc. Deben
ajustarse teniendo en cuenta el momento o fase del ciclo de vida en que se encuentra el producto.

El ciclo de vida no es exactamente igual para todos los productos. Mientras que algunos tienen un
lanzamiento durante un corto período, la mayoría de los productos de consumo se mantiene en la
etapa de madurez durante años (por ejemplo, la leche).

Las personas de marketing deben conocer la fase del ciclo en que se encuentran los productos para
poder ajustar las políticas y estrategias a esa fase, ya que las estrategias van cambiando a medida
que el producto pasa de una fase a otra.

 La publicidad, por ejemplo, debe ser informativa en la etapa de introducción, persuasiva en las
etapas de crecimiento y madurez y orientada a mantener el recuerdo en la etapa de declive.
 Los presupuestos para promoción tienden a ser mayores en las primeras etapas y van
decayendo en las de madurez y declive.
 El precio suele ser elevado en las fases de introducción y crecimiento, pero en la madurez el
precio debe ser competitivo para mantenerse en el mercado.
 La distribución es baja en la fase de introducción; más amplia en las fases de crecimiento y
madurez, para volver disminuir en el declive.
Caja negra del consumidor

Las empresas necesitan cada día más información acerca del mercado y específicamente de los
consumidores, todo departamento de ventas y marketing necesita hallar respuesta a las siguientes
preguntas:

¿quién compra?, ¿cómo compra?, ¿cuándo compra?, ¿en dónde compra? y ¿por qué compra?, la
pregunta central es ¿cómo responden los consumidores a los diversos estímulos de marketing que la
organización podría intentar?

El punto de partida para estudiar las respuestas a estas inquietudes es el modelo general de la
conducta del consumidor, que se describe mejor así:
Estímulos de marketing y de otro tipo - Caja negra del consumidor -Respuestas del
consumidor

Esta figura muestra los estímulos de marketing y otro tipo que entran en la "caja negra" del
consumidor y que producen ciertas respuestas. Los encargados de las ventas deben averiguar qué
hay en la caja negra del comprador.

Los estímulos de marketing están conformados por las 4P (producto, precio, plaza y promoción)
además de estímulos del entorno como los económicos, tecnológicos, políticos y culturales. Todos
estos estímulos entran en la caja negra del comprador que básicamente esta formada por las
características y el proceso de decisión del comprador, donde se transforman en respuestas
observables como elección del producto, elección de la marca, elección del distribuidor, momento
oportuno de la compra y cantidad de la misma.  

Lo que debe determinar la empresa es cómo se transforman los estímulos aplicados en respuestas
dentro de la caja negra del consumidor. Los componentes de la caja negra, las características del
comprador (influyen en la manera como percibe y reacciona a los estímulos) y el proceso de decisión
influye en los resultados.

Lo que reza la teoría del comportamiento del consumidor es que éste no toma decisiones en el vacío
sino que sus compras reciben fuertes estímulos de factores culturales, sociales, personales y
psicológicos. Dentro de estos factores se encuentran algunos que podremos llamar subfactores tale
como: la clase social, la familia, los grupos de referencia, la edad, el sexo, la ocupación, el estilo de
vida, la personalidad, las creencias, etc.
Disonancia cognoscitiva 

Disonancia cognoscitiva es un estado de ansiedad mental que se produce cuando aparecen

evidencias de que una creencia, decisión o comportamiento propios son incorrectos. No es

algo que se disfrute. Hay una tendencia en la gente a reaccionar inconscientemente para reducir

tal disonancia, para recuperar un equilibrio. Investigaciones recientes demuestran que la disonancia

puede ser un obstáculo serio para la apropiada toma de decisiones, ya que se produce un

mecanismo curioso: el que la padece se aferra a su primera decisión y elude, minimiza o manipula

todo lo que la niega, para reducir el conflicto interno y su disonancia.

También se experimenta un tipo de disonancia ante la amenaza de que te sucedan cosas sobre las

que no tienes ningún control. Para reducir esta disonancia, se crea una “disponibilidad

heurística” (un sesgo de apreciación en que se confunde la probabilidad con lo imaginable) que

tiende a reducir la probabilidad relativa del riesgo de lo que no quieres considerar. Por ejemplo, no te

entra en la cabeza que corras más riesgo de sufrir un accidente en tu cuarto de baño que en un

avión.

Un caso típico es el tabaquismo. El que fuma mucho experimenta disonancia, porque tiene un

hábito (un conjunto continuado de decisiones) que es incompatible con lo que conoce de las

probabilidades de contraer cáncer, aparte de otros inconvenientes. Como ésta es una situación

incómoda, sabe que es difícil abandonarlo, y no le apetece, inventará justificaciones inverosímiles o

minimizará la información médica (disponibilidad heurística) que le llega a su pesar.


UNIVERSIDAD DE SONSONATE

“tarea de investigación ”

MATERIA:
mercadeo

ALUMNO:
JAIRO HERMES QUIJADA TRIGUEROS

CATEDRATICO:
Lic. Guillermo saldaña

AÑO:
2010

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