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EL DÍA

JUEVES, 10 DE SEPTIEMBRE DE 2009 Toros Albacete 25

EL DESCOSSÍO El autor analiza el origen y la evolución de la reventa a lo largo del tiempo y lo que ha
ALBACETE supuesto en la historia de la Fiesta, su implicación con las empresas y con la propia
evolución de los festejos.

BASI BONAL

La reventa
N
unca fue fácil conse- El beneficio entonces dejaba de
guir una entrada para considerarse un delito y pasaba a ser
ver los toros. En la en- considerado “un premio del servi-
ciclopedia tauromá- cio que recibe la parte del público
quica de José Sánchez que prefiera tomar de los revende-
de Neira se informa dores de billetes a ir a comprarlos a
de las colas larguísimas, de los em- los puntos donde se excedan”. Ade-
pujoness y la picaresca que eran ne- más, los agraciados con esta curio-
cesarias para poder comprar un bi- sa prestación por desempleo se ase-
llete. En Madrid, durante muchos guraban que el ayuntamiento haría
años la ventanilla no se encontraba todo lo posible, policía mediante,
en la plaza misma sino que las en- para quitarles la competencia. In-
tradas se vendían en una caseta de cluso los propios empresarios de la
apenas 10 metros cuadrados que el plaza recomendaron, durante el
empresario Justo Hernández man- auge del negocio de venta de en-
dó construir en mitad de la Puerta tradas falsas que se dio en torno a
del Sol. Los sábados, antes del ama- 1880 (hasta que en 1884 una inves-
necer ,ya se habían formado enor- tigación judicial le puso fin), la ad-
mes colas y las primeras peleas. “A quisición en puntos oficiales o a tra-
veces se distribuían sendos mojico- vés de los revendedores autorizados
nes (tortazos) para desembarazar- reconocibles mediante una gorra
se del que por maña o por fuerza con número. El temerario que osa-
había llegado a coger la delantera”, ba revender sin permiso oficial era
nos cuenta el gaditano Francisco perseguido y el dinero que se le re-
Flórez Arenas, “encaramábanse los quisaba iba a parar a partes iguales Colas en las taquillas de la plaza de Albacete para conseguir entradas esta Feria Taurina.
unos sobre los hombros de los otros; para la beneficencia y para el agen-
(...) y caían aquellos en medio del te que le hubiera descubierto, lo
tumulto aumentando el desorden cual significaba otro curioso incen-
y el vocerío”. Veinte policías arma- tivo para las fuerzas de orden pú-
dos controlaban que se mantuvie- blico.
ra el orden y las taquillas que se man- Algunos revendedores incluso
tenían abiertas hasta la noche, en la afinaron su espíritu emprendedor
que cesaba el “río de gente”. y crearon una red de clientes a los
que llevaban las entradas hasta sus
UNA INSTITUCIÓN propias casas, evitando de este modo
Tan antigua como la venta de en- la mirada indiscreta de chivatos y
tradas oficial es la reventa. Una ins- policías. Algo así como un “tele-re-
titución más dentro de la tauroma- venta”. Otros, muchos de ellos res-
quia. La noticia más antigua que te- petables señores, aprovechaban que
nemos de esta práctica es la de- habían recibido entradas de regalo
nuncia del alcalde de Valencia en - “bajo la condición de que no sean
1815. Claro que ya para entonces para explotación” - para sacar un di-
era habitual. Durante muchos años nero. Hasta hubo quien montó una
fue duramente perseguida por su empresa ficticia en Sevilla conoci-
“notorio perjuicio del público y des- da como Agencia General de Es-
crédito de las autoridades”. Pero ese pectáculos que se dedicaba a dotar
esfuerzo fue inútil y nadie consiguió a los revendedores de carnés con
su erradicación. apariencia oficial para despistar a
De ahí que el gobernador civil los agentes.
de Madrid tomase la determinación La especulación en torno a la ven-
en 1868 de controlar, ya que era im- ta de entradas se toleraba incluso
posible prohibir, dicha práctica. Ade- dentro de la plaza. Se consintió la
más, su plan era ciertamente inge- práctica de alquilar un palco ente-
nioso porque tuvo la ocurrencia de ro entero para después revender
transformar la reventa en una suer- cada asiento por separado y conse-
te de prestación social por desem- guir así todavía más beneficios. Esta
pleo. El ayuntamiento repartió una práctica fue abolida en 1813 y, otra
serie de licencias a personas “te- vez, en 1849. En 1876, el goberna-
niendo en cuesta sus antecedentes dor civil de Sevilla tuvo que poner
y la imposibilidad en que se hallan fin a todas estas prácticas ilícitas para
de dedicarse a los trabajos de sus res- “evitar con esto la injusta especula-
pectivos oficios”. Por supuesto, es- ción con perjuicio del público”. Es
tablecieron una serie de límites má- decir, que puso fin a la conjura en-
ximos a los precios dentro de los tre revendedores y autoridades. Evi-
cuales el reventa tenía total libertad dentemente, los revendedores si-
para negociar. guieron y siguen existiendo.

Fdo: Luis García Vicente

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