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Liceo Tte.

Dagoberto Godoy Nº 3
Guía: Historia de Chile: 1822-1830
Profesora: Karina Quevedo.
Katherine Jeldres.

La Economía después de la Independencia.

Chile hacia 1822 se encontraba al igual que el resto de las repúblicas Americanas con sus
arcas vacías. Las batallas en busca de la independencia del país provocaron un fuerte
desequilibrio en la economía, el comercio estaba estancado, los territorios de la zona central y
sur se encontraban deteriorados. Se lograba rescatar un poco de recursos de la minería y la
agricultura del norte chico, aunque esto no era sustentable para un país en desarrollo.
Los recursos para financiar la independencia integraron a toda la sociedad chilena, los
impuestos y contribuciones causaron el empobrecimiento de la población, especialmente las
clases más populares. Incluso la aristocracia terrateniente se vio afectada por la pérdida de sus
haciendas y estancias.
La quiebra financiera provocó retrasos en los pagos a los funcionaros civiles, a los
oficiales y a la tropa. Muchos soldados patriotas se convirtieron luego en forajidos y las tropas
se mantenían en constante riesgo de insubordinación.
Pero sin duda, lo que más resintió la economía nacional fue el empréstito que se contrajo
con Inglaterra, un millón de libras esterlinas, pactadas a 30 años y con un 6% de interés anual.
Esta deuda sólo se cancelará en el gobierno de Manuel Bulnes (20 años después).

Anarquía o Aprendizaje Político 1822-1829.

Después de la abdicación de O’Higgins siguió una época donde la aristocracia chilena no


lograba ponerse de acuerdo para estructurar la forma de gobierno más apropiada. Algunos eran
partidarios de juntas y de una estrecha unión entre la iglesia y el estado; otros aspiraban a
instaurar los principios de la revolución francesa y el sistema republicano; otros con el desorden
existente anhelaban el regreso de O’Higgins o la presencia de un mandatario que tuviera el
apoyo militar para imponer un gobierno fuerte y centralizado.
Se lucho más con las armas que con las ideas, y hubo una sucesión de gobiernos que
asumían el poder aprovechando circunstanciales mayorías, no siempre obtenidas de forma
democrática. Este periodo, pasara a formar parte de una intensa discusión historiográfica,
donde historiadores como Diego Barros Arana denominaran este periodo como “Anarquía” ya
que se desarrollaron diferentes gobiernos, cada uno lleno de irregularidades. Otros como el
historiador Julio Heise como “años de Aprendizaje Político”, donde plantea que aunque si
existió inestabilidad administrativa y de ideas hubo una armonía en lo social.
La elite lideraba la discusión política y entre ellos existían diferentes tendencias. Por una
parte se encontraban los “Liberales” estos estaban conformados por los “Pipiolos” quienes
mayoritariamente eran jóvenes profesionales, comerciantes e intelectuales. Aspiraban a un
gobierno democrático, igualdad en las provincias chilenas y estaban contra la hegemonía de la
iglesia católica. Los “Federalistas” actuaban en alianzas con los pipiolos, consideraban que el
estado debía organizarse con descentralización política y semiautonomía económica.
En el otro extremo estaban los “Conservadores” integrados por los “Pelucones”
compuestos por los terratenientes, se identificaron con un estado autoritario, centralizado y muy
ligado a la iglesia católica. Los “Estanqueros” en su mayoría comerciantes, defendían los
monopolios comerciales. Apoyaban la idea de un gobierno fuerte y centralizado. Y para
finalizar los “O’Higginstas” era un grupo pequeño, pero poderoso, liderado por los militares y
partidarios de O’Higgins, anhelaban su regreso.
El debate que se llevó a cabo fue reflejado en dos constituciones (1823-1828) y las leyes
federales (1826).
Gobiernos y Ensayos Constitucionales

La guerra de la independencia le había entregado a los militares seguridad, autoritarismo


y poder, esto produjo en muchos lugares de Latinoamérica el surgimiento de los caudillos,
quienes eran líderes en lo político y militar. Logran acceder al poder y llegar al gobierno con
mecanismos informales y difusos. Si bien en Chile no existieron caudillos, sí se lograron formar
grupos de opinión que buscaron obtener el poder mediante el uso de armas.
En 1822 estalla en Concepción el movimiento contra el gobierno de O’Higgins
encabezado por Ramón Freire. En Santiago se reunió un cabildo abierto que determino sustituir
al director supremo por una junta formada por Agustín Yzaguirre, Fernando Errázuriz y José
Miguel Infante. El 28 de enero de 1823 O’Higgins presentó su abdicación.
La Junta compuesta por representantes de la capital no recibió el apoyo de la provincia
de Concepción y esta propuso la formación de un gobierno central formado por representantes
de las tres provincias. Freire apoyado por el ejército del sur marcho hacia Santiago y obligo a la
Junta a aceptar la convocatoria de un Congreso de notables de las tres provincias, Santiago,
Concepción y Coquimbo, que finalmente lo designó director supremo provisional.
Las medidas políticas no se hicieron esperar, Chile estableció acuerdos comerciales con
Gran Bretaña. En 1823 el gobierno abolió la esclavitud por una ley elaborada por Infante, pero
el senado no vio con buenos ojos esto así que Mariano Egaña propuso que los dueños de
esclavos recibieran una indemnización.
En 1823 se ratificó a Freire como director supremo, se establecía la división de poderes.
El Ejecutivo para el director supremo por un período de cuatro años, establecía un Senado
permanente y una Cámara para mediar en los conflictos entre Senado y Ejecutivo. En este
mismo año fue aprobada la nueva constitución, redactada por Juan Egaña, llamada constitución
moralista, aparte de establecer las atribuciones de cada uno de los poderes públicos, pretendía
regular la vida privada de los ciudadanos.
En julio de 1826 se eligió un nuevo congreso constituyente, en el cual obtuvieron mayoría
los federalistas. Freire renunció y el Congreso designó Presidente de la República a Manuel
Blanco Encalada. Aprobaron con rapidez una serie de leyes que dividían al país en ocho
provincias (Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y
Chiloé) y se establecía la elección popular de todas las autoridades.
El país no estaba preparado económicamente ni mentalmente para el Federalismo.
Manuel Blanco Encalado renuncio en septiembre de 1826. El General Francisco Antonio Pinto
disolvió el Congreso y suspendió la aplicación de las leyes Federales. Un año más tarde se creó
una nueva Constitución redactada por José Joaquín Mora y Melchor de Santiago Concha. El
poder Ejecutivo era ejercido por el presidente y un vicepresidente, se mantuvo las asambleas
provinciales, el poder legislativo residía en las dos cámaras: senadores y diputados y la religión
de estado era la católica, apostólica, romana.
Se llamó a elecciones en 1829, se enfrentaron los pipiolos y federalistas contra los
Pelucones, O’Higginistas y Estanqueros. Pinto fue elegido Presidente con el apoyo del
Congreso y del ejército junto al general Ramón Freire. El problema se presentó con la elección
del vicepresidente Joaquín Vicuña, este fue el pretexto para que la oposición se levantara en
armas dando inicio a la guerra civil la que finalizó en el enfrentamiento entre Freire y el general
Joaquín Prieto en la batalla de Lircay el 17 de abril de 1830, donde la victoria quedo en manos
de la oposición.

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