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Alexandra Ern
El término Paleolítico Inferior comienza con la presencia del hombre sobre la Tierra
(entre aproximadamente 3-2,5 millones de años) y ocupa la mayor parte del
Cuaternario. Conoce las oscilaciones climáticas anteriores al Würm, finalizando hace
entre 200.000 y 100.000 años, variando la cronología según continentes y zonas.
El Paleolítico Inferior suele dividirse entre el a) Paleolítico Inferior Preachelense
(cuando se refiere al continente Africano) o Arcaico (Europa) y el b) Paleolítico Inferior
Achelense (África) o Clásico (Europa).
En África oriental, el periodo más antiguo, el Paleolítico Inferior Preachelense, se data
sobre unos 2,5 millones de años por los yacimientos hallados de industrias de cantos
trabajados (Olduvaiense o Pebble Culture). En Europa el Paleolítico Inferior Arcaico
aparece a finales del Pleistoceno inferior y comienzos del medio.
El Paleolítico Inferior Achelense se desarrolla durante el Pleistoceno medio y
comienzos del superior y fue dividido en siete fases por Breuil, con base estratigráfica,
según la altimetría de las terrazas del Somme y la posición de las industrias en los
sedimentos loéssicos. F. Bordes, combinando criterios estratigráficos, ambientales y
tipológicos lo divide en Achelense inferior (Mindel-Riss), Achelense medio (primitivo:
Mindel-Riss; evolucionado: Riss I y II), Achelense superior (Riss III y Riss-Würm),
Achelense final o Micoquiense (Riss-Würm y Würm I).
La mayor concentración de yacimientos achelenses se da en África Oriental y en varias
zonas del Magreb. La mayor parte de especialistas está de acuerdo en que la aparición
del hombre en Europa se produjo tal vez hace 1 millón de años, o sea, a finales del
Pleistoceno Inferior, pero solo los yacimientos datados a partir de 650.000 años
comienzan a ser fiables. Entre 350.000 y 250.000 aparece un grupo consistente de
yacimientos del Paleolítico Inferior. Este retraso en la colonización europea puede tener
una explicación ecológica, ya que el clima de este continente ha sido notablemente más
frío que el africano durante las glaciaciones cuaternarias. El hombre, por tanto, sólo
podría haberse asentado en estas latitudes después de que hubiese alcanzado cierto nivel
cultural, sobre todo en lo que respecta al dominio del fuego. Otra explicación posible es
que, como parecen demostrar los estudios geológicos, Europa realmente nunca estuvo
accesible para estas sociedades, que carecían de embarcaciones, más que a través de
Asia Menor o incluso de las llanuras de Ucrania, ya que el estrecho de Gibraltar nunca
estuvo emergido durante el Cuaternario.
TIPOS HUMANOS:
La invención más importante que hicieron los homínidos del Paleolítico Inferior tuvo
que ser el control del fuego, sin el cual no sería posible su supervivencia en los climas
rigurosos de Europa. Los asentamientos conocidos en la Península Ibérica, al igual que
los investigados en el resto del Viejo Mundo, reflejan hábitos muy variables durante
esta fase. Se trata casi siempre se sitios al aire libre, generalmente cerca de los cursos de
agua, que revelan ocupaciones de poca duración, a veces repetidas en varias ocasiones.
Sólo a comienzos ya del Paleolítico Medio parece que empieza de un modo sistemático
el hábitat en cueva.
Algunos investigadores opinan que durante el Paleolítico Inferior se han encontrado
vestigios de las primeras cabañas o paravientos (Olduvai, Lazaret), pequeñas
construcciones circulares con las paredes hechas posiblemente de ramas y reforzadas
con algunas piedras en la base.
Un tipo de yacimiento muy característico del Achelense son los denominados kill sites o
cazaderos. Se trata de depósitos fluviales o lacustres en los que aparecen restos de algún
animal grande, especialmente proboscídeos, junto a grandes instrumentos cortantes
(bifaces, hendedores…) no muy numerosos, acompañados a veces de huesos sueltos de
otros animales de menor talla. Todo parece indicar que un grupo no excesivamente
numeroso de homínidos descuartizó el cadáver del animal, probablemente para llevarse
la carne residual y otros tejidos aprovechables hacia un campamento-base. No se sabe
con exactitud si los homínidos eran los causantes de la muerte de estos animales (Tal
vez asustando a su presa y empujándola, mediante el uso del fuego, hacia zonas
húmedas, donde al quedar atrapados en un medio cenagoso sería más fácil de abatir con
lanzas y grandes piedras) o sí más bien aprovecharían los tejidos marginales sobre todo
el tuétano de los huesos, de animales muertos por causas naturales o cazados por
carnívoros, revelando posiblemente los hábitos carroñeros de los primeros homínidos.
Aparte de esto, lo cierto es que los alimentos de origen vegetal deben haber
representado un papel importantísimo en la dieta de estos homínidos, tal y como ocurre
en la actualidad con la mayor parte de los cazadores-recolectores.
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