Juglares y juglaresas de

ayer y hoy

Elisa Constanza Zamora Pérez

“Illorum officium tribuit laetitam”
Leyes palatinae, del Rey Jaime II de Mallorca
Juglaresa

Martirio
Bob Dilan y Joan Baez
María la Balteira

Maria Laffitte Lady Gaga

Joaquín Díaz
 D’un jograr que ben cantava
E apost, e sen vergoña,
E andando per las cortes
Fazendo ben sa besoña.

Paco Ibañez y Rafael Alberti

Woodstock

Joan Baez
Allí sale gritando la guitarra morisca,
De las vozes agudas e de los puntos arisca;
El corpudo laud que tiene punto a la trista,
La guitarra latina con estos se aprisca;
El rabé gritador con la su alta nota,
Cab él el orabin taniendo la su rota
El salterio con ellos más alto que la Mota,
La viuela de péñola con estos aí sota;
Meio canón e harpa con el rabé morisco,
Entre ellos alegrança el galipe françisco,
La flauta diz con ellos mas alta que un risco;
…
Dulce canan entero sal con el panderete
Con sonajas de azofar faze dulçe sonete…
 Laud

Adufe
Cítola
Organistrum

Rabel
 …Cómo querría una tarde tener
a mi caballero, desnudo, entre los brazos,
y que él se considerase feliz
con que sólo le hiciese de almohada;
lo que me deja más encantada
que Floris de Blancaflor…

En un jardín, bajo las hojas de un espino blanco,

Tiene a su lado la señora a su amigo,
Hasta que el centinela anuncia que ha visto el alba…
 La alegría cortés me da felicidad,
por ella canto más gozosamente
y no me produce pesar
ni me causa ninguna preocupación
Saber que quieren mi mal
Los falsos y viles envidiosos,
Y sus palabras malévolas no me atemorizan:
Leonor de Aquitania Al contrario, soy dos veces más dichosa.
Condesa de Día
 Janis Joplin

Carole King

Cecilia

Alaska

Bebe
 Miguel Ríos y Rosendo (Leño)
Michael Jackson

Paco Ibañez en el
Olimpia
Kiss
Marilyn Manson
 La música es un asunto político que
permite al oyente conectarse con
emociones poderosas, ya sean éstas la
rabia, la tristeza, la lujuria o la alegría. La
música invita a una participación total en
la vida y, con el conocimiento, viene el
poder.
Lucy O’ Brien

La nueva oralidad, sirviendo en

su formato musical efímero a la
transformación de un espíritu
antiguo, pudiera contribuir a
renovar la resonancia del
poema escrito,
que desesperadamente busca
en el ámbito de la lengua
española un aliado distinto a la
página reseca, mortecina, de
oficio.

Santiago Auserón