Tecnología móvil como herramienta de aprendizaje

Resulta paradójico que se hoy en día se hable acerca de la innovación educativa y la

incorporación de tecnología en los procesos educativos y del aprendizaje significativo
mientras por otra parte las instituciones o docentes prohíben y satanizan el uso del celular o
en general la tecnología móvil dentro del aula. La educación debe realizar una formación lo
más aproximada al contexto en que se desarrolla, mediante la creación de materiales y
recursos didácticos que despierten el interés científico, para el procesamiento de la
información que diariamente es recibida, promoviendo desde una perspectiva
psicogenética del aprendizaje, roles más activos que permitan desarrollar habilidades para
responder a las necesidades de la sociedad actual y facilitar la integración e interacción
dentro de esta.

El docente no se debe intentar formar de la misma manera en que fue formado,

muchos de los estudiantes en nuestras aulas han nacido y crecido rodeados de artefactos
tecnológicos, quienes ahora tienen una gran habilidad con la el uso o manejo de tecnología
en su vida cotidiana, conocidos también como “nativos digitales” término propuesto por
Marc Prensky, experto en medios digitales y diseñador de juegos orientados a la enseñanza
y el aprendizaje (www.marcprensky.com), derivado de esta condición, se debe aprovechar
al máximo estas habilidades, diseñando estrategias para que bajo el paradigma
psicogenético estos recursos se transformen en herramientas de aprendizaje.

Se debe tener presente, antes de considerar la tecnología móvil como elementos

distractores dentro del aula, entre otros aspectos negativos, que las TICs pueden brindar
diversos atributos positivos o ventajas al ser incorporados a los procesos de enseñanza-
aprendizaje como menciona Heredia (2007) acerca de los nuevos modelos educativos
centrados en el alumno, estas favorecen la activación y motivación hacia el conocimiento y
el aprendizaje, la constante comunicación, discusión y reflexión sobre lo aprendido, la labor
de mediación por parte del docente, el enfocar los contenidos temáticos a la aplicación en
sus contextos, entre otros.
 Es necesario que al momento de pensar en el uso de celulares y otros dispositivos
portátiles digitales dentro del aula, se considere la razón por la cual estos fueron diseñados
y aplicaciones que poseen, pues han surgido derivado de las necesidades actuales de estar
informado y comunicado, dentro de la llamada sociedad del conocimiento o la información,
y de igual forma considerar el impacto que la comunicación e interacción social tiene en el
aprendizaje, considerando la perspectiva sociocultural del aprendizaje, pues al respecto
Vygotsky (1978, citado por Fernández, 2009, p.22) expone que “todos los procesos
mentales aparecen primero como parte de las relaciones entre personas, y luego son
interiorizadas.(…) la construcción de conocimiento está mediada por el lenguaje”.

El uso de este tipo de tecnología puede ser optimizada por el docente en el ámbito
educativo al ser utilizada como herramienta de aprendizaje, realizando actividades como
toma de fotografías o videos acerca de problemas de su entorno ya sean de tipo ambiental,
socioeconómico, cultural, subiendo la información recabada a redes sociales creando foros
de discusión en la búsqueda de soluciones o mejoras, exponiéndolas en clases
compartiendo experiencias, cubrir eventos de la institución y elaborar artículos de opinión o
reportajes dentro de una gaceta o revista estudiantil, entre muchas otras aplicaciones, en las
que se fomenta el uso del lenguaje considerado por Vygostky como principal unidad de
análisis para el desarrollo de funciones mentales superiores.

Si los alumnos ya cuentan con habilidades tecnológicas la labor del docente es

canalizar estas a los procesos educativos, es decir pasar de habilidades descontextualizadas
a prácticas situadas mediadas por el maestro utilizando e interactuando con diversas
unidades de análisis, haciendo uso del lenguaje como propone Vygotsky, pues con la
integración de estos recursos como herramientas de aprendizaje se puede promover una
mayor actividad e interacciones sociales o en general con su entorno, estudiando y
analizando contextos, permitiendo crear así ambientes educativos enfocados hacia el logro
de aprendizajes significativos.
 Referencias

Heredia Escorza, Y., & Romero Murguía, M. E. (2007). Un nuevo modelo educativo
centrado en la persona: compromisos y realidades. En A. Lozano Rodríguez, & J. V.
Burgos Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia
Centrado en la Persona (págs. 53-75). México: Limusa.

Prensky, M. (2008). Marc Prensky-Inicio. Recuperado el 01 de febrero de 2011 de

http://www.marcprensky.com/