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RELACION DE LA FILOSOFÍA CON LA RELIGIÓN

Filosofía y Religión

Fernand Schwarz

"Quien quiera superar la Inteligencia sin querer pasar por ella, se arriesga a caer infinitamente
más bajo".

Plotino

Una herencia con fuerte influencia

Aún hoy en nuestro mundo es muy difícil tratar el tema de la fe, la creencia o la verdad sin
vernos afectados, inconscientemente, por los filtros intelectuales que hemos heredado de las
religiones del Libro.

Una investigación basada en las fuentes clásicas y contemporáneas sobre los conceptos de
verdad, fe y creencia, nos puede permitir discernir con eficacia las diferencias y eventuales
convergencias entre la Filosofía, la Mística y la Religión, sin confundirlas.

Ambas tienen un mismo contenido, pues tanto una como otra buscan la verdad y la sabiduría,
aunque sus vías de acceso sean diferentes. La religión revela, utilizando el lenguaje de la
representación a través de mitos, ritos y símbolos. La filosofía desvela, demuestra a través de
la idea, el pensamiento y el concepto.

Acceso religioso y acceso filosófico a la verdad

Si bien la Religión y la Filosofía tienen preocupaciones comunes como la ontología y la moral,


"hay una diferencia fundamental entre la ética filosófica y la de las religiones, que es la
referencia a una voluntad sagrada, a una voluntad divina." (1) Esta diferencia procede de la
existencia en la Religión de un principio de autoridad exterior. Por el contrario, el filósofo trata
de comprender la verdad que le es propuesta y de constatarla en sí mismo para integrarla a
través de una progresión de pensamiento y acción.

Para las religiones, la verdad es dogmática y absoluta. No se la puede refutar. Una verdad
absoluta puede existir en este plano de la existencia. Para las filosofías, por el contrario,
ninguna verdad absoluta puede existir en este plano. En consecuencia, no se puede hablar más
que de verdades relativas, y de un acceso a lo verdadero por una ascensión progresiva, a
través de la toma de conciencia de nuestra propia ignorancia.

Los filósofos antiguos habían descubierto también que, aunque no se llegase a una verdad,
esta ascensión indica una experiencia de orden individual intransmisible, pues la vivencia
puede tan sólo vivirse pero no transmitirse. En cambio, el método para que cada cual pueda
tener acceso a ella por sus propios esfuerzos sí es transmisible.

No se puede llegar a la verdad ni por la moral, ni por recetas de verdades prefabricadas, ni por
ritos. Es el enfoque sobre la verdad el que diferencia a la religión de la filosofía.
El estudio de los conceptos "fe" y "creencia" permite aclarar en qué se diferencian estas vías y
cómo se establecen las bases de la filosofía y de la religión, pues una y otra nacen de y
maneras de creer disímiles.

La fe de las filosofías y la fe de las religiones

*La fides de los antiguos: prueba, pacto y lealtad.

La fe de los antiguos difiere del concepto de fe elaborado por las religiones actuales y
fundamentalmente por el Cristianismo en Occidente. La fides romana o la pistis griega son una
prueba de confianza, una marca de lealtad, un pacto que fundamenta las relaciones morales y
sociales. Es una virtud que no debe confundirse con la creencia religiosa.

El Cristianismo transformó la idea de la fe en una creencia fundada, en la fe dada a un


testimonio (profetas, apóstoles). Pero la credibilidad de un testimonio depende de las pruebas
que puedan confirmarlo o invalidarlo. El testimonio no exime de la prueba. Inversamente, la
prueba tampoco reemplaza la función propia del testimonio. Sin pruebas no habría ciencia. La
complementariedad entre la prueba y el testimonio está en el corazón de nuestra civilización.
La distinción entre prueba y testimonio, razón y fe, forma parte de nuestra herencia cultural.

Como consecuencia de una desviación de la noción antigua de fe hacia la noción de fe-


creencia-testimonio del Cristianismo, la fides antigua puede asimilarse actualmente con la
noción de prueba-demostración, más cerca de la razón que de una creencia religiosa.

Se debe distinguir la fe-lealtad-prueba, fundamento de todo vínculo social y de las virtudes


morales y cívicas que permiten las relaciones entre los hombres, de la fe-creencia-testimonio,
que es más bien una lealtad (fidelidad) religiosa, dependiente no de las pruebas, sino del peso
de la palabra y de la autoridad.

*La Fe de las religiones: creencia-confianza

Una creencia está sometida a dos tipos de condiciones: las condiciones de verdad (la oposición
entre lo verdadero y lo falso no depende de nosotros, sino de lo que existe
independientemente de nosotros), y las condiciones de aceptación (la elección del "sí" o del
"no" de nuestra fe sí depende de nosotros).

Mientras que la creencia es un asunto individual que depende de un juicio personal, la fe-
confianza implica un reconocimiento recíproco entre las personas, entre el que da su palabra
(o inspira confianza) y el que la recibe (o da su confianza). En efecto, la confianza es una
relación. Esta relación puede orientarse en dos sentidos complementarios, activo o pasivo
(tener confianza, ser fiable). En este sentido puede interferir en las condiciones de aceptación
de una creencia, por ejemplo, otorgar confianza a un testigo sin verificar los hechos en sí.

La fe orienta la confianza, pero la orienta sobre la base de creencias que pueden ser
verdaderas o falsas. Su valor de verdad depende de lo que existe, que puede eventualmente
contradecir o refutar lo que pensamos. La confianza en Dios tiene como fundamento la
autoridad de la revelación. La fe religiosa no es solamente confianza, sino también obediencia
a la autoridad divina. Se establece a través de las relaciones de confianza-testimonio, sin que
sea considerada necesaria una verificación de las pruebas.
La búsqueda filosófica no se detiene ante el "yo le creo" (de la fe religiosa), sino ante la
verificación del "yo creo que" (fe-opinión), independiente de toda relación de confianza,
puesto que se puede tener confianza en alguien que se puede equivocar con toda buena fe.

Creencia filosófica: creer que... Creencia religiosa: creer en...

"Creer en" significa "poner la confianza en". Se refiere en general a una persona, una cualidad
humana, una divinidad, una entidad genérica. "Tú crees en la ciencia, tú crees en ¿?, él cree en
Dios".

"Creer que" significa considerar real algo cuya existencia no ha sido aún demostrada.

Se comprende así que "creer en (la existencia de) algo" es quedarse en el exterior de la cosa,
mientras que "creer que" es situarse en el interior, acceder al corazón, allí donde la confianza
encuentra su alimento.

Conclusión

" No es la noción de Dios ni de sabiduría, ni de conocimiento, ni de lo verdadero, lo que


permite distinguir la Filosofía de la Religión. El origen de la diferencia está en relación con el
criterio de fe y de creencia. En efecto, el filósofo "cree que...", es decir, supone, opina y busca
pruebas de su fe a través de la experiencia y los hechos, y la religión "cree en...", sin necesidad
de comprobar la verdad de su creencia, puesto que tiene fe en los testimonios de aquellos que
han recibido la revelación o a quienes se les ha transmitido una revelación o un dogma, y en su
propia vivencia.

Por eso para los filósofos existe la fe-opinión-prueba, que lleva de la creencia al conocimiento-
convicción, y en la religión se tiene la fe-creencia, que lleva conocimiento basado en el
principio de una autoridad exterior.

(1) La philosopie, Bertrand Vergely, Ed. Les Essentiels, Milán.

(2) La República, Platón, VI, 510, c-d.


http://www.nueva-acropolis.org.ar/Filosofia-y-religion.470.0.html

2) Filosofía y religión

La religión abarca también un conocimiento total y universal de la realidad, pero en virtud de


la causa primera, más allá del orden natural, por medio de la revelación. Se basa en la fe,
aunque también se vale de la razón para interpretar y explicar la revelación, papel que
desempeña la teología. Religión y filosofía no se oponen, sino que se ayudan mutuamente, se
complementan.

Es interesante advertir que casi todos los filósofos griegos, exentos de prejuicios posteriores,
llegan en su búsqueda filosófica a Dios, como causa suprema de todo lo que existe, y
explicación última a nuestros enigmas. La historia de la cultura y de la ciencia nos dan muchos
ejemplos de grandes científicos y filósofos que fueron al mismo tiempo hombres sumamente
religiosos. Recordemos algunos nombres: Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Galileo,
Leonardo da Vinci, Descartes, Pascal, Leibniz.

En otra ocasión el mismo Einstein declaro: "La experiencia religiosa cósmica es el resorte más
fuerte y noble de la investigación científica. Mi religión consiste en una humilde admiración
por el ilimitado Espíritu Superior que se revela así mismo en los pequeños detalles que
podemos percibir con nuestras mentes frágiles y débiles. Esa profunda convicción emotiva de
la presencia de un poder razonador superior, que se revela en el incomprensible universo,
forma mi idea de Dios.

http://www.mailxmail.com/curso-filosofia-historia-pensamiento/filosofia-religion-historia-
ideologia

LA RELACIÓN DE LA FILOSOFÍA CON LA RELIGIÓN?


??
Lo mismo que la primera región era afín a la filosofía por
el lado formal del pensar independiente, así lo es esta
segunda región, la religión, por su contenido. En tanto que la
religión es lo contrario precisamente de la cultura en general;
no tiene de común con la cultura ni la forma del pensar ni el
contenido; porque su contenido no es terreno, sino que la
religión tiene lo infinito ante sí.?
La segunda esfera de las formas (producciones) del
espíritu, que tienen más inmediata afinidad con la filosofía,
es la región de la representación religiosa en general; a ella
pertenece, principalmente, la religión como tal, porque la
mitología y los misterios pertenecen también en parte a la
poesía. Como la primera esfera posee de común con la
filosofía lo formal, el Yo y la forma de la universalidad, así es
aquí lo opuesto lo común, es decir, lo sustancial, el
contenido.?
En las religiones han depositados los pueblos, cómo han
pensado la esencia del mundo, lo absoluto, lo existente en sí
y por sí, lo que ellos tenían por la causa, la esencia, lo
sustancial de la Naturaleza y del espíritu, y, además, su
opinión acerca de cómo se relaciona el espíritu humano o la
naturaleza humana con estos objetos, con la divinidad y con
la verdad.?
Por consiguiente, hemos de hacer notar en la religión dos
determinaciones: primero, cómo Dios es consciente para el
hombre; esto es la conciencia representadora, la forma
objetiva o la determinación a través de la cual el hombre se
representa la esencia de la Divinidad, en contraste consigo
mismo; se la representa como algo distinto de él mismo, como
algo extraño, como el más allá. En segundo lugar, la
adoración y el culto; esto es la cancelación de este contraste a
través de la cual el hombre se eleva a Dios y llega a la
conciencia de la unidad con esa esencia. Este es el sentido
del culto en todas las religiones. En los griegos se eleva el
culto solamente al goce de esta unidad, porque era la esencia
en sí, pero nada más allá.?
Por consiguiente, lo absoluto es aquí objeto. En cuanto
objeto, es un más allá, amistoso u hostil. El espíritu es
impulsado a superar esta contradicción, y la asume en la
religión por la oración y por el culto. En la oración y en el
culto el hombre obtiene la certeza de anular esta
contradicción, la confianza absoluta de la unión con lo divino,
la unidad de sí con su esencia ³según la representación
cristiana³, la gracia de Dios, la reconciliación con El; Dios es
clemente para él, se une con él, lo prohija, lo protege.?
Por consiguiente, la religión y la filosofía tienen como
objetos comunes lo que es en sí y por sí verdadero a Dios, en
tanto que es en sí y por sí, y al hombre en su relación con El.
En las religiones han producido los hombres lo que su
conciencia tiene por más elevado; las religiones son la obra
más elevada de la razón; y es absurdo creer que son
invenciones de los sacerdotes para engañar al pueblo, como
si el hombre se pudiera dejar engañar sobre cuestiones
relativas a lo último y a lo más elevado.?
La filosofía tiene ahora el mismo objeto, la razón
universal existente en sí y por sí, la sustancia absoluta; en
ella el espíritu se apropiará igualmente este objeto. Pero así
como la religión lleva a cabo esta reconciliación en la oración
y en el culto, es decir, por el camino del sentimiento, así
también lo conseguirá la filosofía por medio de pensamientos,
por medio del conocimiento intelectual. La devoción es el
sentimiento de la unidad de lo divino y de lo humano, pero
del sentimiento-intelectual (denkendes); en la expresión
«devoción» está ya contenido el pensamiento; ella es un
empuje hacia el pensamiento, una tendencia a pensar en ello,
una mayor aproximación pensante. Pero la forma de la
filosofía es pensar puro, es saber, conocer; y es aquí donde
comienza la diferencia con la religión. Por consiguiente, se ha
convenido que las dos esferas se reúnan en contenido y
finalidad; se distinguen solamente por la forma. Pero la
afinidad es aún más directa. La filosofía se comporta a la
manera de la conciencia pensante con su objeto, con lo
absoluto; la religión no se comporta de esta manera. Pero la
diferencia de estas dos esferas no puede ser concebida tan
abstractamente que no fuera pensada también en la religión.
La religión tiene también pensamientos universales como
contenido, y sin duda no sólo, implícita, interiormente tienen
que ser puestos de relieve como en los mitos, en las
representaciones de la fantasía, o también en sus historias
objetivas, sino también explicita, en la forma del
pensamiento.?
Las religiones persa e hindú, por ejemplo, poseen
determinados pensmientos, se han expresado en ellas, en
parte, pensamientos muy profundos, sublimes y
especulativos, pensamientos que de ninguna manera era
necesario que fueran puestos de manifiesto. Por tanto, nos
encontramos aquí con pensamientos como tales. Sin duda
nos encontramos, además, dentro de la religión con filosofías
explícitas, como, por ejemplo, la filosofía de los Padres de la
Iglesia y de los escolásticos; la filosofía escolástica era
esencialmente teología. Por consiguiente, encontramos aquí
una unión o mezcla de religión y filosofía, que muy bien nos
puede hacer caer en la confusión.?
La filosofía tiene el mismo objeto que la religión; pero, sin
embargo, han llegado a numerosas diferencias una con otra.?
La filosofía se ocupa con lo verdadero, expresado más
precisamente: con Dios; ella es un perenne servicio a Dios.
Tiene con la religión un único contenido; por tanto,
solamente las formas de ambas son distintas, y por cierto de
manera que parecen haberse, a veces, opuesto una a otra
completamente. El primer aspecto es que la filosofía y la
religión solamente se han diferenciado una de otra;
solamente más tarde surgió el comportamiento hostil de una
contra la otra.?
Por consiguiente, en primer lugar la cuestión ahora es:
¿cómo se distingue en general la filosofía de la teología y de la
religión? Y en segundo lugar: ¿hasta qué punto tenemos que
prestar atención en la historia de la filosofía a lo religioso??
En consideración a esta cuestión, hay que distinguir
ahora dos aspectos, de los que se hablará inmediatamente. El
primero es el lado mítico e histórico de la religión en su
afinidad con la filosofía; el segundo es la filosofía explícita, y
también los pensamientos especulativos singulares existentes
en la religión.?
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LAS DISTINTAS FORMAS DE LA FILOSOFÍA Y DE LA


RELIGIÓN ?
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Por de pronto, nos encontramos en la religión con la


forma del mito, de la representación sensible (figurativa). En
ella es lo verdadero como el espíritu se lo imagina. El
contenido ha alcanzado la representación sensible, pero ese
contenido ha surgido del espíritu. Por consiguiente, los mitos
no son invenciones arbitrarias de los sacerdotes para engañar
al pueblo, sino productos del pensar que tiene por órgano a la
fantasía, de manera que no es el pensar puro.?

En tanto que ahora la religión tiene el mismo objeto que


la filosofía, podía parecer que nosotros debíamos tratar aquí
también la primera forma de aparición de la religión, la
mitología; y, en efecto, se deben considerar los mitos en tanto
que tengan fílosofemas por contenido. Además, hay que notar
que los mitos son producto de la fantasía fabuladora. Pero, en
si y por sí, se ha de admitir que en los mitos hay contenidas
verdades universales. Creuzer ha sido atacado porque había
atribuido a los mitos la verdad como contenido; pero no
puede haber duda alguna de ello. En los mitos es expresado
lo sustancial por medio de imágenes, de representaciones
sensibles, lo espiritual se revela a través del órgano de la
fantasía. Mientras que ahora se buscan pensamientos en los
mitos, es el propio contemplador el que les presta estos
pensamientos, al tratar de extraer el contenido. Pero la
filosofía no tiene solamente que buscar verdades, no es su
cometido extraer el contenido de esta forma y convertirlo en
pensamientos, sino que ella considera solamente los
pensamientos, donde el contenido se encuentra como tal. Por
consiguiente, no estudiamos los filosofemas que se
encuentran contenidos en los mitos.?

La mayoría de los mitos tiene inmediatamente la


apariencia de hechos particulares. Es, pues, el objeto de los
mitólogos investigar si existe en ellos un contenido universal
o no. En algunos casos, como las teogonias y cosmogonías de
la mitología, aluden evidentemente a verdades universales.
Así, por ejemplo, se ha creído poder atribuir a los doce
trabajos de Hércules otro sentido al compararlo con el sol y a
los doce trabajos con los doce signos del Zodíaco. Del mismo
modo es narrado el mito del pecado original de Adán y Eva,
como si en él estuviese contenido solamente un
acontecimiento histórico, natural; pero esa caída representa
también una relación espiritual, es decir, la transición del
hombre del estado paradisíaco a la conciencia, al saber del
Bien y del Mal. Así, puede ser esta narración la historia
eterna y la naturaleza viviente del espíritu mismo. Esta
contradicción, el saber del Bien, que supone el saber del Mal,
es la vida espiritual.?

De la misma manera nos podían ocupar las cosmogonías


como el surgir separado de las formas del todo no separado
(inseparado). Pero si se ha indicado ya aquí que se trata de
algo universal, entonces aún no poseen la forma del
pensamiento. Nosotros admitimos en la historia de la filosofía
solamente las ideas, que se manifiestan en la forma
determinada del pensamiento. También es cierto que en
varias historias de la filosofía se ha acogido lo religioso de las
mitologías.?

Pero entonces hay también teorías en las religiones, las


cuales (teorías) tienen ya el carácter de pensamientos, o en
las que los pensamientos se han mezclado con lo
representativo, como las teorías acerca de Dios, de la creación
del mundo, de la moral, etc. Se llama a estas teorías
antropomórficas; es decir, no han de ser tomadas en serio
directamente, inmediatamente como ellas son, sino que han
de ser aceptadas como imágenes, como símbolos. Si las
religiones griegas eran demasiado antropomórficas, se podía
decir de la judía y de la cristiana que eran demasiado poco;
pero en ésta hay propiamente un antropomorfismo aún
mucho más fuerte; por ejemplo, cuando en la Biblia se habla
de la cólera de Dios. La cólera es un sentimiento humano;
pero se la atribuye a Dios. Este antropologismo no es, por
otra parte, un mérito en la religión, al ser transportado de esa
manera lo espiritual a la representación natural di-
rectamente. Pero es más difícil establecer los límites entre lo
que solamente pertenece a la representación sensible y lo que
corresponde a lo divino. Porque en tales antropomorfismos no
sólo se trata de semejantes representaciones, las cuales se
dan a conocer al mismo tiempo como pertenecientes a las
relaciones sensibles, sino que también se trata de los
pensamientos; y distinguir entre éstos los finitos, separar
aquellos que pertenecen solamente al espíritu humano, esto
es lo difícil (otras categorías o formas de pensar deben servir
de base en la consideración de Dios). Finalmente, la religión
contiene proposiciones las cuales tratan de algo enteramente
universal; por ejemplo, la proposición Dios es Todopoderoso
(Omnipotente), ya que Dios es concebido como el
fundamento, como la causa. Estos son pensamientos que
pertenecen inmediatamente a la historia de la filosofía;
porque, como se ha dicho, el objeto y el contenido de la
religión y de la filosofía es uno y el mismo; y la diferencia yace
solamenente en el modo de consideración.?

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REVELACIÓN Y RAZÓN ?

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En primer lugar por lo que se refiere a lo mítico


relacionado con lo histórico, es este aspecto interesante por la
afinidad, la igualdad de contenido con la filosofía, pero más
aún por la diferencia en la consideración de la forma en que
este contenido existe en la mitología y en la filosofía. Esta
contradicción que hace aparecer este contenido en las dos
esferas, no cae solamente en nosotros, los investigadores,
sino que la contradicción es una contradicción histórica; ha
ocurrido que la filosofía ha llegado a una contradicción con la
religión, y, al contrario, que la religión ha perseguido y, a
menudo, condenado a la filosofía. Por eso se ha exigido a la
filosofía que justifique su comienzo mismo. Ya en Grecia, la
filosofía entró en conflicto con la religión popular; muchos
filósofos fueron desterrados e incluso algunos muertos
porque enseñaban otra cosa distinta que la religión popular.
Pero la Iglesia cristiana aún ha profundizado más este
contraste.?

Según esto, la religión parece exigir que el hombre debe


renunciar a la filosofía, al pensar, a la razón, porque tal
quehacer es sólo sabiduría mundana, solamente quehacer
humano, sólo conocimiento de la razón humana en oposición
a la divina. La razón humana, se dice, produce solamente
imperfectas obras humanas, frente a ellas están las obras de
Dios, a esto se ha llegado en nuestra época y en los tiempos
pasados. Según esta diferencia, es menospreciado el
quehacer humano frente al divino; y esta degradación
contiene la determinación inmediata que por la intuición es
desterrado el conocimiento de la sabiduría divina a la
Naturaleza. ?

Por este cambio parece haberse expresado que las obras


de la Naturaleza son divinas, pero que lo que el hombre en
general y, principalmente, lo que la razón humana produce,
se ha de considerar solamente como humano; por
consiguiente, que las obras humanas frente a las de la
Naturaleza se han de considerar como algo no divino.?

Pero esta representación no es verdadera. Podemos


atribuir a las obras de la razón humana por lo menos igual
dignidad, elevación y el mismo carácter de divinidad que a las
cosas de la Naturaleza; con esta equivocación, aún
atribuimos al quehacer humano racional más de lo que es
lícito. Porque, si ya las cosas de la Naturaleza, la vida de los
animales y otras semejantes, deben ser algo divino, tanto más
aún tiene que ser considerado como divino el hacer humano.
El hacer humano es todavía, en un sentido infinitamente más
elevado, un hacer divino, una obra del espíritu, que lo es la
Naturaleza. Al mismo tiempo, se ha de reconocer la
superioridad del pensamiento, del pensar humano ante las
cosas de la Naturaleza. Por lo tanto, esta contradicción, si se
la toma en el sentido de una superioridad de lo natural, tiene
que ser rechazada; es una falsa diferencia; porque la
diferencia entre el hombre y el animal es evidente. Por
consiguiente, cuando se pregunta dónde se ha de buscar lo
divino, la contestación solamente puede ser que lo divino se
ha de encontrar principalmente en el obrar humano.?

Otra cosa sería que en la religión y, principalmente, en la


religión cristiana, existiera un contenido que es más elevado
que la razón pensante, y el cual, por eso, podía ser concebido
por la razón solamente como un contenido dado. Nosotros
hemos dicho acerca de la relación de la razón pensante, es
decir, de la filosofía, con la religión, que fuera exigido de la
filosofía justificar su objeto (fin), y esto tanto más cuanto que
la filosofía se ha comportado hostilmente frente a la religión.
Se ha puesto un límite al espíritu humano; se ha dicho que el
espíritu humano no podía conocer a Dios; la razón no puede
prescindir de ello para conocer a Dios en la Naturaleza. Pero
el espíritu es algo más elevado (sublime) que la Naturaleza.
Cristo dijo: «¿Acaso no sois vosotros mucho más que los
gorriones?» Por consiguiente, el hombre puede conocerse
mejor desde Dios que desde la Naturaleza. En lo que el
hombre produce de sí mismo se manifiesta mejor la divinidad
que en la Naturaleza. Este era un aspecto. Resulta, además,
que la razón es una revelación de Dios y, por cierto, una
revelación más elevada que la Naturaleza. El otro aspecto es
éste: que la religión es la revelación de Dios, por medio de la
cual es entregada la verdad al hombre, a la razón humana,
que la razón no es capaz de producir de sí misma esta verdad
y por eso tiene que resignarse humildemente a buscarla. De
este aspecto tenemos que hablar ahora para concebir la
relación de la filosofía y de la religión libremente, y no dejar lo
principal en la oscuridad, como si fuese algo delicado, como
si se pudiese hablar en voz alta de ello.?

Hasta aquí la situación de la religión es ésta: la verdad


que nos llega a través de la religión es algo dado
exteriormente, algo encontrado. Ya en las religiones paganas
es más o menos éste el caso; no se sabe de dónde esas
verdades han venido. Pero más se destaca todavía esta
determinación en la religión cristiana; su contenido es un
contenido dado (revelado) que es conservado como estando
sobre o más allá de la razón; o es positivo. En general, se ha
indicado que la verdad en la religión es manifestada por
algún profeta, por un enviado divino. Quién sea éste es, en lo
que respecta al contenido de la religión, enteramente
indiferente. Por cierto que todos los pueblos han guardado
hacia sus maestros una veneración agradecida, así hacia
Moisés, Zoroastro o Mahoma. Pero este aspecto pertenece a la
exterioridad, es algo histórico. Los individuos que fueron esos
maestros no pertenecen propiamente al contenido de la
doctrina, al contenido absoluto, a la eterna verdad existente
en sí y por sí. La persona no es contenido de la doctrina. La fe
en un individuo semejante no es la fe en la religión misma.
Saber quién fue el maestro es una cosa abstracta, no es
ninguna enseñanza. Pero en la religión cristiana esto es
diferente; la persona de Cristo es propiamente una
determinación en la naturaleza de Dios. Por consiguiente,
según esto, Cristo no es histórico. Tomado simplemente como
persona histórica, como maestro, por ejemplo, como en los
casos de Pitágoras, de Sócrates o de Solón, sería igualmente
indiferente, sin interés en lo que respecta al contenido. Pero
en la religión cristiana pertenece esta persona, Cristo mismo,
en la determinación de ser Hijo de Dios, a la naturaleza de
Dios mismo. La persona que realiza la revelación, en tanto
que no concierne a la naturaleza de Dios, no es ningún
contenido universal divino; y de lo que se trata es del qué, del
contenido mismo (de la revelación).?

Si ahora se dice que lo revelado es algo a lo que la razón


humana no hubiera podido llegar por si misma, hay que
hacer notar sobre esto que la verdad, el saber de la
Naturaleza de Dios, sin duda llega al hombre solamente de
una manera externa (por intermedio de algo externo); que la
conciencia de la verdad es, en general, el primer modo de la
conciencia como un objeto sensible, como algo exteriormente
presente, como algo sensiblemente representado, como
Moisés veía a Dios en la zarza ardiente, y como los griegos
habían representado a sus dioses en estatuas de mármol u
otras formas de representación, como las que hay en los
poetas. En general, se ha empezado de una manera externa
semejante; y hasta aquí el contenido aparece, por lo pronto,
como dado, como acercándose al espíritu desde el exterior, al
cual nosotros vemos, oímos, etc. Pero lo posterior es que no
permanece ni debe permanecer de esta manera externa ni en
la religión, ni en la filosofía. Semejantes producciones de la
fantasía o contenidos históricos no deben permanecer en esta
relación externa, sino devenir algo espiritual para el espíritu,
dejar de existir de una manera simplemente exterior, es decir,
de una forma no espiritual. (El espíritu y la razón son la
misma cosa. Sin duda nosotros nos representamos a la razón
como abstracta; pero la razón activa, cognoscente, es el
espíritu.) Queremos conocer a Dios en espíritu y en verdad
(Juan, IV, 24). Por lo tanto, el contenido de la religión es Dios
como espíritu. Si nosotros preguntamos ahora: ¿Qué es Dios?
Entonces tenemos que contestar: Dios es el Espíritu
universal, absoluto, esencial. En lo que respecta a la relación
del espíritu humano con este espíritu, conviene que se posea
el concepto de lo que es el espíritu.?

Por consiguiente, en primer lugar está la cuestión de


cómo se distinguen la filosofía y la religión. Sobre esto
expondré las determinaciones generales y -en tanto que sea
posible- las explicaré.?
http://www.biblioteca-tercer-milenio.com/sala-de-
lectura/Filosofia/Hegel/INTRODUCCIONALAHISTORIADELAFILOSOFIA/B-2.htm

ver este:
http://www.biblioteca-tercer-milenio.com/sala-de-lectura/Filosofia/Hegel/Door.htm

http://www.biblioteca-tercer-milenio.com/sala-de-lectura/Filosofia_Psicologia.htm

‘  


Se denomina escuela de Mileto o Jònica a la fundada en el siglo VI a. C. en la colonia griega de


Mileto, en la costa egea de Jonia (Asia Menor). Sus miembros fueron Tales de Mileto,
Anaximandro y Anaxímenes.
Fue una escuela filosófica fundada en el siglo VI a. C.. Introdujo nuevos puntos de vista
contrarios a las opiniones prevalecientes de la época sobre cómo estaba organizado el mundo:
mientras que éstas daban a la voluntad de dioses antropomórficos la responsabilidad sobre los
fenómenos naturales, los milesios presentaron una visión de la naturaleza en términos de
entidades metodológicamente observables, con lo que puede considerarse a la suya la primera
filosofía científica.
Contenido [ocultar]
1 Historia
1.1 Revuelta jónica
2 Obras
3 Miembros
3.1 Tales de Mileto
3.2 Anaximandro
3.3 Anaxímenes
4 Véase también
[editar]Historia

Durante el siglo XII a.C. en Asia Menor se crearon numerosas colonias debido a la invasión
dórica que generaba emigraciones por todas las islas. En esta zona se crearon ciudades como
Samos, Éfeso o la propia Mileto que al estar en una zona marítima tenían mucho contacto
mercantil y comercial. Durante el siglo VI a.C. llegó también a la isla la filosofía de la mano de
Tales de Mileto que fue su máximo exponente.
[editar]Revuelta jónica
Artículo principal: Revuelta jónica
En 546 a. C. el rey Creso de Lidia fue derrotado por el rey persa Ciro, pasando desde entonces
su reino y las ciudades griegas a formar parte del Imperio persa. Darío I, sucesor de Ciro,
gobernó las ciudades griegas con tacto pero apoyó el desarrollo comercial de los fenicios, que
formaban parte de su imperio desde antes, y que eran rivales tradicionales de los griegos.
Además, los jonios sufrieron duros golpes, como la conquista de su floreciente suburbio de
Naucratis, en Egipto, la conquista de Bizancio, llave del Mar Negro, y la caída de Sibaris, uno de
sus mayores mercados de tejidos y un punto de apoyo vital para el comercio.

Expansión del imperio persa en el año 500 a. C..


De estas acciones se derivó un resentimiento contra el opresor persa. El ambicioso tirano de
Mileto, Aristágoras, aprovechó este sentimiento para movilizar a las ciudades jónicas contra el
Imperio persa, en el año 499 a. C. Aristágoras pidió ayuda a las metrópolis de la Hélade, pero
sólo Atenas, que envió 20 barcos y Eretria con cinco naves, acudieron en su ayuda. El ejército
griego se dirigió a Sardes, capital de la satrapía persa de Lidia, y la redujo a cenizas, mientras
que la flota recuperaba Bizancio. Darío I, por su parte, envió un ejército que destruyó al
ejército griego en Éfeso y hundió la flota helena en la batalla naval de Lade.
Tras sofocar la rebelión, los persas reconquistaron una tras otra las ciudades jonias y, después
de un largo asedio, arrasaron Mileto. Murió en combate la mayor parte de la población, y los
supervivientes fueron esclavizados y deportados a Mesopotamia. De esta manera terminó la
Escuela de Mileto aunque su filosofía se extendió por todas las ciudades de Jonia.
[editar]Obras

Sobre Tales de mileto no se tienen referencias escritas de su obra y sobre los otros miembros
de Mileto, de Anaxímenes se ha perdido todo y de Anaximandro sólo se conserva un pequeño
fragmento. Principalmente se ocuparon de temas relacionados con la naturaleza. Tales admitía
que el comienzo de todo era el agua, para Anaxímenes era el aire y para Anaximandro el fin o
arché era infinito.
[editar]Miembros

[editar]Tales de Mileto

Tales de Mileto.
Artículo principal: Tales de Mileto
Tales de Mileto (en griego Ⱥɲʄɼʎ ʉ ɀɿʄɼʍɿʉʎ) (nació en 639 ó 624 a. C. y murió en 547/6 a. C.)
fue el iniciador de la indagación racional sobre el universo. Se le considera el primer filósofo de
la historia, y el fundador de la escuela jonia de filosofía, según el testimonio de Aristóteles. Fue
el primero y más famoso de los Siete Sabios de la Antigüedad (el sabio astrónomo) y tuvo
como discípulo y protegido a Pitágoras. Es aparte uno de los más grandes astrónomos y
matemáticos de su época, hasta tal punto que era una lectura obligatoria para cualquier
matemático en la Edad Media y contemporánea.
Sus estudios abarcaron profusamente el área de la geometría, álgebra lineal, geometría del
espacio y algunas ramas de la física, tales como la estática, dinámica y óptica. Su vida está
envuelta en un halo de leyenda.
[editar]Anaximandro

Aspecto probable del ahora perdido primer mapa del Mundo, hecho por Anaximandro.
Artículo principal: Anaximandro
Anaximandro de Mileto (en griego antiguo !ʆɲʇʀʅɲʆɷʌʉʎ) fue un filósofo jonio. Nació en el
años 610 a. C. en la ciudad jonia de Mileto, Asia Menor, y murió aproximadamente en 546 a. C.
Discípulo y continuador de Tales, se le atribuye un libro sobre la naturaleza, pero su
pensamiento llegó a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores. Se le
atribuye un mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un
gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que
la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del universo.
La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé puede considerarse un paso
adelante respecto a Tales. El arjé es ahora lo "ápeiron" ( de "a-"privativa, y "peras", límite,
perímetro), es decir, lo indeterminado, lo ilimitado, que es precisamente, el concepto de lo
que vamos buscando. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser
indeterminado, y precisamente "ápeiron" designa de manera abstracta esta cualidad. Lo
ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe
como algo material, es "lo divino" que da origen a todo.
[editar]Anaxímenes

Anaxímenes de Mileto.
Artículo principal: Anaxímenes
Anaxímenes (en griego Ȱʆɲʇɿʅɹʆɻʎ) (nació en Mileto el 585 a.C. y murió el 524 a.C.), hijo de
Eurístrato. Fue discípulo y compañero de Anaximandro, coincidiendo con él en que el principio
de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable ante todos lo cambios y el
fin, o "telos" al que todo vuelve) Ͷ arkhé/arjhé/arjé/archéͶ es infinito; aunque, a diferencia
del ápeiron de su mentor, nos habla de un elemento concreto: el aire. Esta sustancia,
afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación. La
rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las nubes, el agua, la
tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas. Podría explicarse el
cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo caliente; pero varios
fragmentos nos muestran que Anaxímenes pensaba inversamente, y creía que lo caliente y lo
frío eran consecuencia y no causa de la rarificación y la condensación respectivamente.

Tales de Mileto

Tales de Mileto.
Tales de Mileto (en griego Ⱥɲʄ!ʎ ! ɀɿʄɼʍɿʉʎ) (h. 639 - h. 547/6 a. C.1 ) fue el iniciador de la
indagación racional sobre el universo. Se le considera el primer filósofo de la historia de la
filosofía occidental, y fue el fundador de la escuela jónica de filosofía, según el testimonio de
Aristóteles. Fue el primero y más famoso de los Siete Sabios de Grecia (el sabio astrónomo), y
habría tenido, según una tradición antigua no muy segura, como discípulo y protegido a
Pitágoras.2 Fue además uno de los más grandes astrónomos y matemáticos de su época.
Sus estudios abarcaron profundamente el área de la geometría, álgebra lineal, geometría del
espacio y algunas ramas de la física, tales como la estática, la dinámica y la óptica. Su vida está
envuelta en un halo de leyenda.
Contenido [ocultar]
1 Datos biográficos y anécdotas
2 Pensamiento y obra
2.1 La explicación de la Naturaleza
2.2 La explicación de Tales
2.3 Razones de por qué el agua es el principio
2.4 Origen de su pensamiento
2.5 Obras
2.6 Citas de Tales
3 Véase también
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
[editar]Datos biográficos y anécdotas

Los datos biográficos de Tales de Mileto son una mezcla de opiniones, hechos atribuidos a su
persona, y citas con alto grado de verosimilitud, recogidas de diversos autores de épocas
bastante posteriores, y reinterpretados y expuestos a la luz de la mentalidad del narrador.
Contamos con la importante aportación de Aristóteles, el cual, en su descripción, intenta
delimitar los escritos y dichos atribuibles con certeza al mismo Tales de los hechos dudosos
('dicen...') y de sus propias opiniones ('quizá quiso decir...').
Tales nació en la ciudad de Mileto (griego: ɀʀʄɻʏʉʎ literalmente Miletos,turco: Milet), una
antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que actualmente es la Provincia de
Aydın en Turquía), cerca de la desembocadura del río Menderes.
La mayoría de los historiadores nos lo presentan como genuino milesio. Sin embargo, según
Diógenes Laercio, importante historiador griego, fue admitido en la ciudad jonia de Mileto, a
orillas del Mar Egeo, después de ser expulsado de Fenicia junto con Nileo. Lo que es
incuestionable es que residió en aquella ciudad, y que fue allí donde desarrolló su filosofía.
Fue hijo de Euxamias (conocido también como Examio) y de Cleobulina (o Cleóbula), y al
parecer tuvo ascendencia fenicia. Como los jonios mantenían tráfico comercial con Egipto y
Babilonia, es probable que Tales visitara el primero en su juventud, durante el reinado del
faraón Amasis, en donde se supone que fue educado por los sacerdotes. Quizás fueron
condiscípulos suyos Solón y Ferécides de Siros. Una fuente tardía lo vincula con Pitágoras, a
quien habría recomendado viajar a Egipto y educarse con los sacerdotes de Menfis y
Dióspolis.2 De los babilonios debió aprender astronomía. Anaximandro y Anaxímenes pueden
haber sido discípulos suyos. Apolodoro, en su Cronología, afirma que murió a la edad de
setenta y ocho años. Sin embargo, Sosícrates asegura que murió en la olimpiada LVIII, a la edad
de noventa años.
Tanto Heródoto (I, 170) como Diógenes Laercio (I, 25) lo señalan como un sabio consejero
político de jonios y lidios. Laercio afirma que algunos, como el poeta Corilio, declararon que
fue el primero en sostener la inmortalidad del alma, que, según nos refiere Aristóteles, es para
Tales una fuerza motriz. También refiere Heródoto (I, 75) que logró desviar el río Halys para
que fuera cruzado por el ejército de Creso.
Aristótele    
 
 en su Política (I, 11, 1259a) que también se destacó en el área
de las finanzas, una vez que, habiendo predicho (gracias a sus conocimientos astronómicos)
cómo sería la cosecha de aceitunas, compró durante el invierno todas las prensas de aceite de
Mileto y Quíos y las alquiló al llegar la época de la recolección, acumulando una gran fortuna y
mostrando así que los filósofos pueden ser ricos si lo desean, pero que su ambición es bien
distinta.
Quizás la anécdota más conocida de Tales es aquella que nos refiere Heródoto, cuando predijo
a los jónicos el año en que sucedería un eclipse solar (quizá llevada a cabo gracias al sistema
babilónico), hacia el año 585 a. C. Asimismo, Diógenes Laercio recuenta que, al caer Tales en
un pozo después de ser llevado por una vieja mujer a ver las estrellas, ésta replicó a su pedido
de ayuda: ¨¿Cómo pretendes, Tales, saber acerca de los cielos, cuando no ves lo que está
debajo de tus pies?¨ La anécdota procede de Platón, que la incluye en el Teeteto para expresar
una idea parecida a la de Aristóteles: el filósofo se preocupa más de la filosofía y de la
naturaleza en general que de lo inmediato.
Se le atribuye el haber realizado la medición de las pirámides, mediante las sombras que
proyectan cuando éstas son de la misma medida que nosotros mismos. Fue el primero en
haber hecho una explicación científica de un eclipse. También se dice que fue el primero en
dividir al año en estaciones y en 365 días.
[editar]Pensamiento y obra

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En tiempos de Tales, los griegos explicaban el origen y naturaleza del cosmos con mitos de
héroes y dioses antropomórficos.
[editar]La explicación de la Naturaleza
La filosofía griega se inició con una pregunta por la Naturaleza (physis) o por el principio o
principios últimos (tierra, agua, aire...) que son la naturaleza de las cosas. Los primeros
filósofos griegos veían en la tierra, el agua, el aire y el fuego los elementos fundamentales a
partir de los cuales se generan todos los demás elementos del universo, es decir, el origen.
También pensaban que de estos principios constan todos los seres del universo, es decir, que
son el sustrato. Por último, esos elementos fundamentales también debían poder explicar las
transformaciones que acontecen en el universo, causa.
[editar]La explicación de Tales
Si la Naturaleza remite siempre a un principio (arché), cabe preguntarse si es posible concebir
una única realidad o sustancia que pueda ejercer en ella tanto de origen, sustrato y causa.
Tales argumentaba que es el agua quien desempeña dicho papel, y quizás sea la primera
explicación significativa que se dio del mundo físico sin hacer referencia explícita a lo
sobrenatural. Tales afirmaba que el agua es la sustancia universal primaria y que el mundo está
animado y lleno de divinidades.
[editar]Razones de por qué el agua es el principio
Aristóteles nos dice que para Tales el agua es el principio o arché de todas las cosas, debido a
que:
la tierra descansa sobre el agua como una isla;
la humedad está en la nutrición de todas las cosas, tal vez debido a una observación de las
orillas del Nilo y cómo en éstas "crecía" la vida después de que éste bajara su cauce;
el calor mismo es generado por la humedad y conservado por ella;
las semillas de todas las cosas son húmedas, y el agua es el origen de la naturaleza de las cosas
húmedas.
[editar]Origen de su pensamiento
Es muy probable que haya sido uno de los primeros hombres que llevaron la geometría al
mundo griego, y Aristóteles lo consideraba el primero de los ʔʐʍɿʃʊɿ o "filósofos de la
naturaleza". Muchas de estas ideas parecen provenir de su educación egipcia. Igualmente, su
idea de que la tierra flota sobre el agua puede haberse desprendido de ciertas ideas
cosmogónicas del Oriente próximo.
[editar]Obras
Algunos estudiosos sostienen que Tales no escribió ninguna obra[cita requerida], y que su
conocimiento se transmitió, en un principio, de forma oral. Otros, sin embargo, opinan que sí
[cita requerida] y, siguiendo a las fuentes antiguas, citan entre sus obras (las cuales no han
sobrevivido ni siquiera de manera fragmentaria), una Astronomía náutica (atribuida también a
Foco de Samos)[cita requerida], Sobre el solsticio y Sobre los equinoccios.
[editar]Citas de Tales
Algunas sentencias y versos que Diógenes Laercio le atribuye a Tales son las siguientes:
"Muchas palabras no son signo de ánimo prudente."
"Busca una sola sabiduría."
"Elige una sola cosa buena."
"Quebrantará así la lengua de los charlatanes (mentirosos)."
"Lo más hermoso es el mundo, porque es obra de Dios."
"Lo más grande es el espacio, porque lo encierra todo."
"Lo más veloz es el entendimiento, porque corre por todo."
"Lo más fuerte es la necesidad, porque domina todo."
"Lo más sabio es el tiempo, porque aclara todo."
Laercio también asegura que es de Tales el proverbio "Conócete a ti mismo."

Anaximandro

Anaximandro, detalle en La escuela de Atenas.


Anaximandro de Mileto (en griego antiguo !ʆɲʇʀʅɲʆɷʌʉʎ) fue un filósofo jonio. Nació en los
años 610 a. C. en la ciudad jonia de Mileto (Asia Menor) y murió aproximadamente en el 546 a.
C. Discípulo y continuador de Tales, se le atribuye sólo un libro, que es sobre la naturaleza,
pero su palabra llega a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores. Se
le atribuye también un mapa terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio
de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación
de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del Universo.
La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé puede considerarse un paso
adelante respecto a Tales (del que Anaximandro probablemente fue discípulo). El arjé es ahora
lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras:, ͚límite, perímetro͛), es decir, lo indeterminado, lo
ilimitado, que es precisamente, según hemos dicho, el concepto de lo que vamos buscando. Lo
que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente
ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y
semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe como algo material, es «lo divino» que
da origen a todo. De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de la filosofía y el
primer texto en prosa de la Historia:
El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado ápeiron. Ahora bien, allí mismo donde
hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en
efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo.
Anaximandro
¿A qué se refiere esta «injusticia"? Puede tener dos sentidos. Primero, que toda existencia
individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arjé, en cuanto que nacer,
individuarse, es separarse de la unidad primitiva (algo parecido se encuentra en las doctrinas
budistas, que ven el mal en la individualidad). Y segundo, que los seres que se separan del arjé
están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete
injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada
parte, expresada ante las otras como una oposición (Esta idea se volverá a ver más tarde en
Heráclito). En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del
cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia
del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y
húmeda, ocupa el centro. Los primeros animales surgieron del agua o del limo calentado por el
sol; del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces, idea que es una
anticipación de la teoría moderna de la evolución.
Contenido [ocultar]
1 Cosmogonía
2 Fragmentos y testimonios de Anaximandro
2.1 Cronología
2.2 Escritos. El primer libro en prosa
2.3 Inventos y anécdotas
2.4 Lo «ápeiron»
2.4.1 Lo ápeiron como contenido del arjé
2.4.2 Ápeiron como mezcla y como elemento intermedio
2.4.3 El gónimos y la generación de los contrarios
2.4.4 Lo ápeiron como diferente de los cuatro elementos
2.5 El Cosmos
2.6 Origen de los animales y del hombre
2.7 Pluralidad de mundos
3 Generación de las especies
4 Véase también
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
[editar]Cosmogonía

Aspecto probable del perdido primer mapa del Mundo, ideado por Anaximandro.
Su pensamiento se centra en que el principio de todas las cosas es (ápeiron: sin límites, sin
definición), es decir, lo indefinido, lo indeterminado. Este ápeiron es inmortal e indestructible,
inengendrado e imperecedero, pero que de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo
vuelve al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en
el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el
equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según
la disposición del tiempo.
[editar]Fragmentos y testimonios de Anaximandro

[editar]Cronología
(D-K 12 A 1) D. Laercio, II 2: Apolodoro de Atenas... en sus Crónicas dice que [Anaximandro]
tenía sesenta y cuatro años en el segundo año de la Olimpíada 58a (547-546 adc), y murió
poco después; de modo que alcanzó su acmé aproximadamente en el tiempo de Polícrates,
tirano de Samos.
(D-K 12 A 11) Hipólito, Ref. I 6, 1-7: De Tales se hizo discípulo Anaximandro... Anaximandro de
Mileto, hijo de Praxíades... nació en el tercer año de la Olimpíada 42a (610 a. C.).
[editar]Escritos. El primer libro en prosa
(D-K 12 A 7) Temistio, Orat. 36 p. 317: [Anaximandro] fue el primero de los griegos que
conocemos que se atrevió a publicar un tratado en prosa sobre la naturaleza.
(D-K 12 A 2) Suda: Escribió Sobre la naturaleza, un Perímetro de la Tierra, Sobre las estrellas
fijas, una Esfera celeste y algunas otras
[editar]Inventos y anécdotas
(D-K 12 A 1) D. Laercio, II, 1-2: Anaximandro, hijo de Praxíades de Mileto, dijo que el principio y
el elemento es lo indefinido, sin distinguir el aire, el agua o cualquier otra cosa... fue también
el primero en inventar un gnomon y lo colocó sobre los relojes de Sol en Lacedemonia, según
dice Favorino en su Historia varia, para marcar los solsticios y equinoccios, y construyó relojes.
Fue el primero en trazar el perímetro de la Tierra y el mar y construyó también una esfera
celeste.
(D-K 12 A 3) Heródoto, II, 109: Los griegos adquirieron de los babilonios el conocimiento de la
esfera celeste, del gnomon, y de las doce partes del día.
(D-K 12 A 6) Agatémero, Geographiae informatio, I, 1: Anaximandro de Mileto, discípulo de
Tales, fue el primero que se atrevió a dibujar la tierra habitada en una tablilla. Después de él,
Hecateo de Mileto, hombre que viajó mucho, lo perfeccionó, de modo que produjo
admiración.
(D-K 12 A 6) Estrabón, I, 7: Eratóstenes dice que los primeros [estudiosos de la geografía]
después de Homero fueron dos: Anaximandro, amigo y conciudadano de Tales, y Hecateo de
Mileto. El primero publicó un mapa geográfico, en tanto que Hecateo dejó un bosquejo que se
puede creer que era suyo por el resto de sus escritos.
(D-K 12 A 5ª) Cicerón, De divinitate, I, 50, 112: Los lacedemonios fueron avisados por el físico
Anaximandro de que abandonaran la ciudad y las casas y pasaran la noche preparados en el
campo, porque estaba cerca un terremoto. En aquella ocasión la ciudad entera se derrumbó y
la cumbre del monte Taigeto se resquebrajó como la popa de una nave.
(D-K 12 A 3) Ael., Hist. Varias III, 17: Y Anaximandro fue puesto al frente de la colonia de Mileto
en Apolonia.
[editar]Lo «ápeiron»
[editar]Lo ápeiron como contenido del arjé
(D-K 12 A 9) Simplicio, Fís. 24, 13-25: Entre los que dicen que es uno, en movimiento e infinito,
Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, que fue sucesor y discípulo de Tales, dijo que el
principio y elemento de todas las cosas existentes era lo ápeiron [indefinido o infinito], y fue el
primero que introdujo este nombre de «principio». Afirma que éste no es agua ni ningún otro
de los denominados elementos, sino alguna otra naturaleza ápeiron, a partir de la cual se
generan todos los cielos y los mundos que hay en ellos. Ahora bien, a partir de donde hay
generación para las cosas, hacia allí también se produce la destrucción, «según la necesidad;
en efecto, se pagan mutuamente culpa y retribución por su injusticia, de acuerdo con la
disposición del tiempo», hablando así de estas cosas en términos más bien poéticos.
(D-K 12 A 10) Ps. Plutarco, Strom., 2: Anaximandro, compañero de Tales, dice que lo ápeiron es
la causa entera de la generación y destrucción de todo.
(D-K 12 A 11) Hipólito, Ref., I 6, 2: Anaximandro... éste dijo que el principio y elemento de las
cosas es lo ápeiron, siendo el primero que utilizó este nombre de principio.
(12 A 14) Aecio, I, 3, 3: Anaximandro... dijo que el principio de las cosas es lo ápeiron, pues a
partir de él se generan todas las cosas y en él todas perecen.
[editar]Ápeiron como mezcla y como elemento intermedio
(D-K 12 A 16) Arist., Fís. I 4, 187a: Algunos piensan que de lo uno se separan los opuestos,
como dicen Anaximandro y cuantos afirman que existe lo uno y lo múltiple, como Empédocles
y Anaxágoras: pues ellos separan también las demás cosas a partir de la mezcla <>).
Arist., De gen. y corr. II 1, 328b, 34-35: Algunos dicen que la materia sustrato de estos [cuerpos
sensibles] es una, pensando que es aire o fuego o algo intermedio (metaxù) entre éstos.
Arist., De gen. y corr. II 5, 332a, 19-25: No es de uno solo de estos [cuatro elementos] de
donde proceden todas las cosas, ni tampoco de algo aparte de éstos, tal como algo intermedio
(méson) entre aire y agua o entre aire y fuego, más denso que el aire y el fuego, y más sutil
que los otros..., de donde se sigue que no es posible que [lo intermedio] se reduzca jamás a
uno sólo, tal como algunos dicen de lo ápeiron y de lo abarcante.
[editar]El gónimos y la generación de los contrarios
(D-K 12 A 10) Ps. Plutarco, Strom, 2: Dice también que, en la generación de este cosmos, el
germen (tò gónimon) de lo caliente y lo frío fue segregado de lo eterno, y que de ello surgió
una esfera de llamas en torno al aire que circunda a la tierra, como una corteza en torno al
árbol; al romperse [la esfera] y quedar encerradas [sus llamas] en algunos círculos, se
formaron el sol, la luna y los astros.
(D-K 12 A 9) Simplicio, Fís. 24, 23-25: [Anaximandro] no deriva la generación de la alteración
del elemento, sino de la separación de los contrarios por obra del movimiento eterno. Por eso
Aristóteles lo conecta con los discípulos de Anaxágoras.
Simplicio, Fís. 150, 20-25: No explica las generaciones por alteración del sustrato, sino por
separación, pues los contrarios están contenidos en el sustrato, que es un cuerpo ápeiron, y se
separan, según dice Anaximandro, el primero que llamó principio al sustrato. Los contrarios
son: lo caliente, lo frío, lo seco, lo húmedo, y otros.
[editar]Lo ápeiron como diferente de los cuatro elementos
D-K 12 A 16) Arist., Fís. G 5, 204b: Hay algunos, en efecto, que suponen que esto [lo que existe
fuera de los elementos] es ápeiron, y no aire o agua, de modo que los demás elementos no
sean destruidos por ser ápeiron uno de ellos, ya que los elementos son contrarios entre sí:
como por ejemplo, el aire es frío, el agua húmeda, el fuego caliente; y si uno fuera ápeiron, los
otros serían destruidos. Por eso dicen que aquello de lo que proceden éstos es distinto.
Simpl., Fís. 479-480: Y que ninguno de los elementos puede ser ápeiron es evidente también
porque Anaximandro, deseando que el elemento fuera ápeiron, no propuso que fuera aire,
fuego o alguno de los cuatro elementos; porque al comportarse éstos contrariamente entre sí,
si alguno de ellos fuera ápeiron, sus contrarios serían destruidos por él.
[editar]El Cosmos
(D-K 12 A 18) Aecio, II, 15, 6: Anaximandro, Metrodoro de Quíos y Crates dicen que arriba de
todo está apostado el Sol, después de él la Luna y bajo ellos las estrellas fijas y los planetas.
(D-K 12 A 18) Aecio, II, 16, 5: Anaximandro dice que los astros son arrastrados por los círculos y
las esferas sobre las cuales cabalga cada astro.
(D-K 12 A 11) Hipólito, Ref., I 6, 4: Los astros se generan como un círculo de fuego,
separándose del fuego del mundo, circundado cada uno por aire... El círculo del Sol es 27 veces
mayor que el de la Tierra y 18 el de la Luna.
(D-K 12 A 21) Aecio II, 24, 2: Anaximandro dice que el eclipse de sol se produce al obstruirse la
abertura de exhalación del fuego.
(D-K 12 A 11) Hipólito, Ref. I, 6, 3: La Tierra está suspendida en el aire, y nada la sostiene.
Permanece en su sitio a causa de su equidistancia de todas las cosas.
(D-K 12 A 10) Ps. Plutarco, Strom., 2: Dice que la Tierra tiene forma cilíndrica, y su espesor
(altura) es un tercio de su anchura.
(D-K 12 A 11) Hipólito, Ref. I, 6, 3: Su forma [la de la Tierra], es circular, redonda, semejante a
una columna de piedra; nosotros nos movemos en una de sus superficies planas, pues hay otra
antípoda.
(D-K 12 A 25) Aecio, III, 10, 2: Anaximandro dice que la Tierra se parece a una columna de
piedra.
(D-K 12 A 27) Alejandro, In Arist. Meteor., 67, 3: En efecto, algunos de ellos dicen que el mar es
un residuo de la humedad primitiva; pues el espacio que rodeaba a la tierra era húmedo.
Después una parte de la humedad se evaporó a causa del sol y se convirtió en vientos, y, por
ello también, en rotaciones del Sol y de la Luna,... En cuanto a la parte que quedó en las
concavidades de la tierra, es mar. Por lo cual, al ser secado por el Sol, va disminuyendo y
llegará un momento en que se secará totalmente. De esta opinión, según narra Teofrasto,
fueron Anaximandro y Diógenes.
[editar]Origen de los animales y del hombre
(D-K 12 A 30) Aecio, V, 19, 4: Anaximandro dice que los primeros seres vivientes nacieron en lo
húmedo, rodeados por cortezas espinosas, pero al avanzar en edad, se trasladaron a lo más
seco, y al romperse la corteza, vivieron, durante un poco tiempo, una vida distinta.
(D-K 12 A 10) Ps. Plutarco, Strom., 2: Dice además que el hombre, originariamente, surgió de
animales de otras especies, porque las demás especies se alimentan pronto por sí mismas, y
sólo el hombre necesita de un largo período de crianza. Por ello, si originariamente hubiera
sido como es [ahora], no hubiera podido sobrevivir.
(D-K 12 A 30) Censorino, 4, 7: Anaximandro de Mileto opinaba que del agua y la tierra calientes
se originaron unos peces o animales similares a peces: en éstos los hombres crecieron
retenidos en su interior, como si fueran fetos, hasta la pubertad; sólo entonces se rompieron
aquéllos y surgieron hombres y mujeres que ya podían alimentarse.
[editar]Pluralidad de mundos
(D-K 12 A 10) Ps. Plutarco, Strom., 2: Anaximandro... dice que lo ápeiron es la causa entera de
la generación y destrucción de todo, a partir de lo cual ͶdiceͶ se segregan los cielos y en
general todos los mundos, que son infinitos.
(D-K 12 A 17) Simplicio, Fis. 1121, 5: Pues los que supusieron que los mundos eran infinitos en
número, como los seguidores de Anaximandro, Leucipo y Demócrito y, después de ellos, los de
Epicuro, supusieron que nacían y perecían durante un tiempo infinito, naciendo siempre unos
y pereciendo otros; y afirmaban que el movimiento era eterno...
(D-K 12 A 17) Agustín., Civ. Dei, VIII, 2: No pensó (Anaximandro) que cada cosa naciera de una
sola, como Tales del agua, sino de sus propios principios, y creyó que los principios de las cosas
singulares eran infinitos y daban origen a mundos innumerables y a cuantas cosas que en ellos
nacen; y sostuvo que estos mundos, ora se disuelven, ora nacen otra vez, según la edad a la
que cada uno pudo sobrevivir.
Postula Anaximandro que los opuestos se encuentran unidos en lo ápeiron, y se separan para
formar todas las cosas nivelados por ciertos ciclos de dominancia de cada uno. Así, el mundo
se formó cuando se separó lo frío de lo caliente, se formó la tierra (fría) rodeada por una capa
ígnea y otra capa de aire interior. Esta capa se rompió (de alguna manera) y esta
desestabilización produjo el nacimiento del Sol, la Luna y las estrellas. El Sol y la Luna son
comprendidos como anillos de fuego y aire que circundan la Tierra; El Sol es 27 ó 28 veces
mayor (en diámetro) que la Tierra, y la Luna 18 veces. Sin embargo, sólo vemos una parte de
estos astros, mediante unos orificios en la bóveda celeste. Sobre las estrellas y los planetas no
existe claridad.
Anaximandro observa empíricamente un descenso de las aguas en las zonas geográficas que
conoce, y de ahí deduce que «la Tierra se está secando». Esto podría entenderse como la
«reivindicación» de lo caliente y seco (cielo, Sol, Luna) frente a lo húmedo y frío (mundo
conocido), indicando que pronto se cambiarán los papeles.
[editar]Generación de las especies

Anaximandro, sorprendentemente, se adelanta a las actuales teorías sobre evolución, y


mediante pura observación ametódica concluye que la vida debió haber empezado en el agua,
con «seres envueltos en cortezas espinosas» (Aecio). El Sol fue evaporando «lo húmedo», y en
esta especie de limo, surgieron los hombres a partir de estas primeras criaturas. El hombre
para Anaximandro (según dice Plutarco) es demasiado débil para haber subsistido como tal en
épocas más hostiles; por esto necesariamente debe provenir de animales parecidos a los
peces, que tenían una mayor protección.

Anaxímenes

Anaxímenes de Mileto.
Anaxímenes (en griego Ȱʆɲʇɿʅɹʆɻʎ) (585 a. C. - 524 a. C.) fue un filósofo griego.
Nació en Mileto, hijo de Eurístrato. Fue discípulo y compañero de Anaximandro, coincidiendo
con él en que el principio de todas las cosas (y también el substrato que permanece invariable
ante todos los cambios y el fin, o "telos" al que todo vuelve) Ͷ arkhé/arjhé/arjé/archéͶ es
infinito; aunque, a diferencia del ápeiron de su mentor, nos habla de un elemento concreto: el
aire. Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la
condensación. La rarefacción genera el fuego, mientras que la condensación el viento, las
nubes, el agua, la tierra y las piedras; a partir de estas sustancias se crea el resto de las cosas.
Podría explicarse el cambio de estado del aire mediante el flujo entre dos polos, lo frío y lo
caliente; pero varios fragmentos nos muestran que Anaxímenes pensaba inversamente, y creía
que lo caliente y lo frío eran consecuencia y no causa de la rarificación y la condensación
respectivamente.
Contenido [ocultar]
1 Cosmología
2 Biografía
3 Pensamiento
4 Aportes a la Física
5 Obras
6 Véase también
7 Enlaces externos
[editar]Cosmología

Anaxímenes creía que la Tierra era plana "como una hoja", y que se formó por la condensación
del aire; los cuerpos celestes, también planos, nacieron a partir de la Tierra debido a una
rarefacción de su pneuma o exhalación. Estos astros son de fuego (aire rarificado) y cabalgan
sobre el aire, girando alrededor de la Tierra «como gira un gorro de fieltro en nuestra cabeza».
Además existen otros cuerpos, sólidos e invisibles, que servirían para explicar los meteoritos y
los eclipses. Anaxímenes vuelve a concebir el aire como un elemento determinado: el aire
(pneuma). Del aire cabe decir, como hemos dicho del agua en el caso de Tales, que es un
elemento indispensable para la vida. La diversidad de los seres se debe a dos procesos del aire:
rarefacción y condensación. El aire mismo es lo más dilatado, una piedra es aire muy
condensado. En asuntos meteorológicos, consideró que los terremotos ocurren en períodos de
sequía o de muchas lluvias, puesto que cuando la tierra está seca se resquebraja y con el
exceso de humedad se deshace. El rayo, el trueno y el relámpago se forman por el viento que
corta las nubes; la lluvia cuando las nubes se condensan, el granizo cuando la lluvia se solidifica
y la nieve cuando se le agrega una porción de viento. Un fragmento muy discutido de
Anaxímenes dice que "así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma
manera el pneuma o aire envuelve al cosmos". Podría indicar una cierta correlación entre el
ser humano y el mundo, ya que ambos tienen una exhalación (pneuma) y están cubiertos por
el aire protector. Esta idea sería la base de la popular homología posterior entre el hombre y el
mundo, muy usada por la primera medicina.
[editar]Biografía

Anaxímenes de Mileto nació en Mileto en el 585 a. C., aproximadamente, y murió en el 524 a.


C. También Teofrasto nos describe a Anaxímenes como discípulo y compañero de
Anaximandro siendo, al parecer, unos veintidós años más joven que él. Se le atribuye la
composición de un libro, "Sobre la naturaleza", escrito, según Diógenes Laercio, "en dialecto
jónico, y en un estilo sencillo y sin superfluidades".
[editar]Pensamiento

1. Se opone a Anaximandro y a Tales en cuanto a la determinación del primer principio o "arjé"


que Anaxímenes considera ser el aire. Probablemente haya tomado esta elección a partir de la
experiencia, influyendo la observación de los seres vivos y la importancia del fenómeno de la
respiración; en cuanto toma como "arjé" un elemento particular, su pensamiento supone un
retroceso con respecto a Anaximandro; pero Anaxímenes nos ofrece un mecanismo de
explicación de la generación de las cosas a partir de otro elemento distinto de ellas: ese
mecanismo de generación se apoya en las nociones de "condensación" y "rarefacción". Por
condensación del aire, dice Anaxímenes, se forman las nubes; si las nubes se condensan se
forma el agua; la condensación del agua da lugar a la constitución del hielo de la tierra; y la
condensación de la tierra da lugar a la constitución de las piedras y los minerales; el proceso
inverso lo representa la rarefacción: piedra, tierra, agua, nubes, aire y, por último la
rarefacción del aire produciría el fuego.
2. En terminología moderna podemos decir que Anaxímenes está intentando basar la
explicación de lo cualitativo en lo cuantitativo; encontramos en él, por lo tanto, un intento de
explicar el mecanismo de transformación de unos elementos en otros, del que no disponían
Tales ni Anaximandro. Al igual que ellos insiste, sin embargo, en afirmar una causa material
como principio del mundo y, por lo tanto, en tratar de llevar a la unidad la diversidad de la
realidad observable.
[editar]Aportes a la Física
Anaxímenes consideraba que la archee (pronúnciese arjé), Principio de Todas las Cosas es el
aire. De él ha salido todo por condensación y rarefacción. El aire domina y mantiene unido al
Cosmos de la misma manera que el alma lo hace con el cuerpo. Este Primer Principio tiene la
capacidad de pensar, indispensable para gobernar. Observó que el cielo parecía girar alrededor
de la estrella polar.
[editar]Obras

Escribió Peri Physeos (Sobre la Naturaleza), obra que hoy día se ha perdido pero de la que
tenemos constancia gracias a Diógenes, quien dijo de Anaxímenes que «escribió en dialecto
jónico en un estilo sencillo y conciso».
Según menciona Plinio el Viejo en su Historia Natural (Libro II, Capítulo LXXVI) Anaxímenes fue
el primero en analizar el cómputo geométrico de las sombras para medir las partes y divisiones
del día, y diseñó para ello un Reloj de sol que denomina Sciothericon. Literalmente: Umbrarum
hanc rationem et quam vocant gnomonicen invenit Anaximenes Milesius, Anaximandri, de quo
diximius, discipulus, primusque horologium, quod appellant, Lacedaemone ostendit.

Pitagóricos

Grupo de pitagóricos celebrando la salida del sol. Óleo de Fyodor Bronnikov, (1827-1902).
Los pitagóricos eran aquellos miembros seguidores de la escuela pitagórica, una organización
griega de astrónomos, músicos, matemáticos y filósofos, que creían que todas las cosas son, en
esencia, números. El grupo mantuvo en secreto el descubrimiento de los números irracionales,
y la leyenda cuenta que un miembro fue ahogado por no mantener el secreto (véase Hipaso de
Metaponto).
El pentagrama (estrella de cinco puntas) fue un importante símbolo religioso usado por los
pitagóricos, que lo denominaban "salud". Los pitagóricos deben su nombre a la influencia que
sobre ellos tuvo el filósofo presocrático Pitágoras.
Contenido [ocultar]
1 Cosmología pitagórica
2 Desarrollo histórico
2.1 Misticismo y Ciencia
2.2 Biografía de Pitágoras
2.3 Del Pitagorismo al Neopitagorismo
3 Doctrina
3.1 Números y figuras geométricas
3.2 Inmortalidad del alma
4 El Número como principio de todas las cosas
4.1 La Tetraktys: el número diez
4.2 Todo es Número: el número como explicación de la realidad
4.3 Noción de límite y armonía
4.4 Crisis del racionalismo numérico
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
[editar]Cosmología pitagórica

Busto de Pitágoras
El pensamiento pitagórico estaba dominado por las matemáticas, a la vez que era
profundamente místico. En el área de la cosmología no hay acuerdo sobre si el mismo
Pitágoras impartía enseñanzas, pero muchos eruditos creen que la idea pitagórica de la
transmigración del alma es demasiado importante para haber sido añadida por un seguidor
posterior a Pitágoras. Por otra parte, es imposible determinar el origen de la doctrina
pitagórica de la sustancia. Parece que la doctrina de Anaximandro sobre la última sustancia de
las cosas como "lo ilimitado". Un pupilo de Anaximandro, Anaxímenes, contemporáneo de
Pitágoras, dio una explicación de cómo lo "ilimitado" según Anaximandro tomó forma, por
condensación y refracción. Por otra parte, la doctrina pitagórica dice que mediante la noción
de "límite" lo "ilimitado" toma forma.

Pentagrama incluido en el libro De occulta philosophia libri tres (Tercer libro de filosofía
oculta) de Enrique Cornelio Agripa.
Diógenes Laercio (sobre 200 d. C.) cita el libro Sucesiones de Filósofos de Alejandro Polyhistor
(sobre 100 aC). Según Diógenes, Alejandro tuvo acceso a un libro llamado La memoria
pitagórica en su relato de cómo fue construida la cosmología pitagórica:
El principio de todas las cosas es la mónada o unidad; de esta mónada nace la dualidad
indefinida que sirve de sustrato material a la mónada, que es su causa; de la mónada y la
dualidad indefinida surgen los números; de los números, puntos; de los puntos, líneas; de las
líneas, figuras planas; de las figuras planas, cuerpos sólidos; de los cuerpos sólidos, cuerpos
sensibles, cuyos componentes son cuatro: fuego, agua, tierra y aire; estos cuatro elementos se
intercambian y se transforman totalmente el uno en el otro, combinándose para producir un
universo animado, inteligente, esférico, con la tierra como su centro, y la tierra misma también
es esférica y está habitada en su interior. También hay antípodas, y nuestro ͚abajo' es su
͚arriba'.
Diógenes Laercio, Vitae philosophorum VIII, 24.
Esta cosmología inspiró al gnóstico árabe Monoimus, que combinó este sistema con el
monismo y otros aspectos de su propia cosmología.
[editar]Desarrollo histórico

Después de los milesios, el primer núcleo filosófico importante son los pitagóricos. Tras las
luchas políticas de mediados del siglo V a. C., la escuela pitagórica fundada en Crotona (Italia)
es destruida y la emigración de los pitagóricos y de sus doctrinas se realiza hacia la metrópoli,
donde hacia esa época comenzaron a difundirse. A fines del siglo VI a. C. la filosofía se traslada
de las costas de Jonia a las de la Magna Grecia, al sur de Italia y a Sicilia, y se constituye lo que
Aristóteles llamó la escuela itálica.
[editar]Misticismo y Ciencia
Pocos rasgos hay, que distingan aquí el pitagorismo de una simple religión mistérica pero los
pitagóricos figuraban, en el siglo V, entre los principales investigadores científicos. Pitágoras se
interesó tanto por la ciencia como por el destino del alma. La religión y la ciencia no eran para
él dos compartimentos separados sin contacto alguno, sino más bien constituían los dos
factores indisociables de un único estilo de vida. Las nociones fundamentales que mantuvieron
unidas las dos ramas que más tarde se separaron, parecen haber sido las de contemplación, el
descubrimiento de un orden en la disposición del universo, y purificación. Mediante la
contemplación del principio de orden manifestado en el universo, especialmente en los
movimientos regulares de los cuerpos celestes, y asemejándose asimismo a ese orden, se fue
purificando progresivamente el hombre hasta terminar por liberarse del ciclo del nacimiento y
adquirir la inmortalidad.
[editar]Biografía de Pitágoras
Pitágoras en una moneda
Véase también: Pitágoras
Pitágoras nace en el 570 a. C. proveniente del Asia menor (Isla de Samos). Luego más tarde se
traslada a Crotona al ser desterrado por Polícrates de Samos. Se le atribuyen varios viajes a
oriente, entre otros a Persia, donde hubo de conocer al mago Zaratás, es decir, a Zoroastro o
Zaratustra. De los egipcios heredó la Geometría y el arte de la adivinación; de los fenicios
aprendió la aritmética y el cálculo; y de los caldeos la investigación de los astros. Además
obtuvo una formación y disciplina de los sacerdotes egipcios. Dentro de la comunidad que él
fundó (pitagóricos), se le atribuían todas la investigaciones realizadas.
[editar]Del Pitagorismo al Neopitagorismo
Véase también: Neopitagorismo
Los pitagóricos se establecieron en una serie de ciudades de la Italia continental y de Sicilia, y
luego pasaron también a la Grecia propia. Formaron una liga o secta, y se sometían a una gran
cantidad de extrañas normas y prohibiciones; no comían carne ni habas, ni podían usar vestido
de lana, ni recoger lo que se había caído, ni atizar el fuego con un hierro, etc. Resulta difícil
comprender el sentido de estas normas, si es que tenían alguno. Algunos comentaristas
tardíos como San Hipólito del siglo III se refieren a esta secta con adeptos que se distinguían
entre novicios e iniciados. Los primeros solo podían escuchar y callar (exotéricos y acústicos)
mientras que los segundos (esotéricos o matemáticos) podían hablar y expresar lo que
pensaban acerca de las cuestiones científicas de las que se ocupaba la escuela.
La liga pitagórica tenía una tendencia contraria a la aristocracia; pero acabó por formar una e
intervenir en política. Como consecuencia de esto, se produjo una violenta reacción
democrática en Crotona, y los pitagóricos fueron perseguidos, muchos de ellos muertos, y su
casa incendiada. El fundador logró salvarse, y murió, según se dice, poco después. Más tarde
alcanzaron los pitagóricos un nuevo florecimiento, llamado el neopitagorismo, llevado a cabo
por nuevas mentes que se basaban en conocimientos pitagóricos para aplicaciones modernas
[editar]Doctrina

Pero más que esto interesa el sentido de la liga pitagórica como tal. Constituía propiamente
una escuela (en griego escuela significa ocio). Esta escuela está definida por un modo de vivir
de sus miembros, gentes emigradas, expatriadas; forasteros, en suma. Según el ejemplo de los
juegos olímpicos, hablaban los pitagóricos de tres modos de vida: el de los que van a comprar y
vender, el de los que corren en el estadio y el de los espectadores que se limitan a ver. Así
viven los pitagóricos, forasteros curiosos de la Magna Grecia, como espectadores. Es lo que se
llama el bios teoretiós, la vida teorética o contemplativa. La dificultad para esta vida es el
cuerpo, con sus necesidades, que sujetan al hombre. Es menester liberarse de esas
necesidades. El cuerpo es una tumba (soma sema), dicen los pitagóricos. Hay que superarlo,
pero sin perderlo. Para esto es necesario un estado previo del alma, que es el entusiasmo, es
decir, endiosamiento. Aquí aparece la conexión con los órficos y sus ritos, fundados en la
manía (locura) y en la orgía. La escuela pitagórica utiliza estos ritos y los transforma. Así se
llega a una vida suficiente, teorética, no ligada a las necesidades del cuerpo, un modo de vivir
divino. El hombre que llega a esto es el sabio, el sophós (parece que la palabra filosofía o amor
a la sabiduría, más modesta que sofía, surgió por primera vez de los círculos pitagóricos). El
perfecto sophós es al mismo tiempo el perfecto ciudadano; por esto el pitagorismo crea una
aristocracia y acaba por intervenir en política. Los pitagóricos seguían una dieta vegetariana1 a
la que llamaban por aquel entonces dieta pitagórica.
[editar]Números y figuras geométricas

Pentagrama: los pitagóricos usaron este símbolo como un signo secreto para reconocerse unos
a otros. Representa el número cinco, la vida, el poder y la invulnerabilidad.
Una visión en conjunto de las contribuciones matemáticas que se atribuyen a los pitagóricos
produce un marcado contraste, siendo las contribuciones más importantes del grupo del tipo
geométricas mientras que las contribuciones aritméticas son pobres y escasas. Este hecho
resulta un tanto paradójico si se tiene en cuenta la concepción pitagórica de la omnipotencia
del número, esencia de todas las cosas.
Esta aparente contradicción se explica como consecuencia del desciframiento de las tablillas
cuneiformes de este siglo. Según Neugebauer, "lo que se llama pitagórico en la tradición griega
debería probablemente ser llamado babilonio", pues los pitagóricos habrían aprehendido sus
conocimientos matemáticos en la aritmética y en el álgebra de los babilonios. Más tarde,
imprimieron estos conocimientos en su propio estilo con un carácter específicamente griego,
anteponiendo al carácter operativo e instrumental de los babilonios el rigor lógico y la
demostración matemática.
Los pitagóricos hacen el descubrimiento de un tipo de entes, los números y las figuras
geométricas que no son corporales, pero que tienen realidad y presentan resistencia al
pensamiento; esto hace pensar que no puede identificarse sin más el ser con el ser corporal, lo
cual obliga a una decisiva ampliación de la noción del ente. Pero los pitagóricos, arrastrados
por su propio descubrimiento, hacen una nueva identificación, esta vez de signo inverso: el ser
va a coincidir para ellos con el ser de los objetos matemáticos. Los números y las figuras son la
esencia de las cosas; los entes son por imitación de los objetos de la matemática; en algunos
textos afirman que los números son las cosas mismas. La matemática pitagórica no es una
técnica operatoria, sino antes que ello el descubrimiento y construcción de nuevos entes, que
son inmutables y eternos, a diferencia de las cosas variables y perecederas. De ahí el misterio
de que se rodeaban los hallazgos de la escuela, por ejemplo el descubrimiento de los poliedros
regulares. Una tradición refiere que Hipaso de Metaponto fue ahogado durante una travesía o
bien naufragó, castigado por los dioses por haber revelado el secreto de la construcción del
dodecaedro.
Por otra parte, la aritmética y la geometría está en estrecha relación: El 1 es el punto, el 2 la
línea, el 3 la superficie, el 4 el sólido; el número 10, suma de los cuatro primeros, es la famosa
tetraktys, el número capital. Se habla geométricamente de números cuadrados y oblongos,
planos, cúbicos, etc. Hay números místicos, dotados de propiedades especiales. Los pitagóricos
establecen una serie de oposiciones, con las que las cualidades guardan una extraña relación:
lo ilimitado y lo limitado, lo par y lo impar, lo múltiple y lo uno, etc. El simbolismo de estas
ideas resulta problemático y de difícil comprensión.
La escuela pitagórica creó también una teoría matemática de la música. La relación entre las
longitudes de las cuerdas y las notas correspondientes fueron aprovechadas para un estudio
cuantitativo de lo musical; como las distancias de los planetas corresponden aproximadamente
a los intervalos musicales, sé pensó que cada astro da una nota, y todas juntas componen la
llamada armonía de las esferas o música celestial, que no oímos por ser constante y sin
variaciones.
[editar]Inmortalidad del alma
Para los pitagóricos la muerte era una necesidad que convenía al devenir (naturaleza) de la
vida universal, o como un incómodo bien ante las situaciones de extrema postración humana.
Ante la pregunta, qué es lo que permanece y en donde, en Grecia y en Roma se concebía la
muerte como el paso a una segunda existencia, y por tanto no como una extinción definitiva,
sino como un cambio de estado que acontece a algo oculto e invencible. Vale resaltar que en
Grecia había por así decirlo una religión olímpica y una en donde se creía que después de la
muerte había otra vida en donde se encontraba la recompensa al sufrimiento de este mundo.
Los pitagóricos tenían una concepción de unidad de cuerpo y alma, en donde el alma después
de la muerte se separaba del cuerpo, esa separación era la misma muerte. Después de la
muerte del individuo el alma, que es una especie de sombra fantasmagórica, peregrinaba a
través de todo, con el fin de reencarnar sucesivamente en otros cuerpos. Este es el
fundamento de la palingenesia, denominada también metempsicosis o trasmigración del alma.
Por esta razón los pitagóricos no rechazaban ningún estilo de vida, puesto que el alma podía
transitar por cualquiera de ella.
El alma era considerada la antítesis del cuerpo (negación), era el lado de la perfección humana,
lo bueno, lo puro, lo racional, y el cuerpo era todo lo que simbolizaba lo malo o lo corruptible.
[editar]El Número como principio de todas las cosas

Como dice Aristóteles los pitagóricos se dedicaron a las matemáticas, fueron los primeros que
hicieron progresar este estudio y, habiéndose formado en él pensaron que sus principios eran
los de todas las cosas.
"Nutridos de ella (la matemática), creyeron que su principio fuera el de todas las cosas. Ya que
los números por su naturaleza son los primeros que se presentan en ella, les pareció observar
en los números semejanzas con los seres y con los fenómenos, mucho más que en el fuego, o
en la tierra o en el agua y como también veían en los números las determinaciones y las
proporciones de las armonías y como, por otra parte, les parecía que toda la naturaleza estaba
por lo demás hecha a imagen de los números, y que los números son los primeros en la
naturaleza, supusieron que los elementos de los números fuesen los elementos de todos los
seres y que el universo entero fuese armonía y número. Y todas las concordancias que podían
demostrar en los números y en las armonías con las condiciones y partes del universo y con su
ordenación total, las recogieron y coordinaron."
Aristóteles.
Tenían el entusiasmo propio de los primeros estudiosos de una ciencia en pleno progreso, y les
cultivó la importancia del número en el cosmos: todas las cosas son numerables, y muchas las
podemos expresar numéricamente. Así la relación entre dos cosas relacionadas se puede
expresar por una proporción numérica; el orden existente en una cantidad de sujetos
ordenados se puede expresar mediante números, y así sucesivamente. Pero lo que parece que
les impresionó más que nada fue el descubrir que los intervalos musicales que hay entre las
notas de la lira pueden expresarse numéricamente. Cabe decir que la altura de un sonido
depende del número, en cuanto que depende de las longitudes de las cuerdas, y es posible
representar los intervalos de la escala con razones numéricas. A partir de esto surge la idea de
cantidad (to pason), lo cuantitativo como principio y esencia de la realidad, es decir, que lo
cualitativo se determina en lo cuantitativo.
Pues bien, lo mismo que la armonía musical depende de un número, se puede pensar que la
armonía del universo depende también del número. Los cosmólogos milesios hablan de un
conflicto universal de los elementos contrapuestos, y los pitagóricos, gracias a sus
investigaciones en el campo de la música, tal vez pensasen solucionar el ͞conflicto͟
recurriendo al concepto de número. Según Aristóteles, ͞como vieron que los atributos y las
relaciones de las escalas musicales se podían expresar con números, desde entonces todas las
demás cosas les parecieron modeladas en toda su naturaleza según los números, y juzgaron
que los números eran lo primero en el conjunto de la naturaleza y que el cielo entero era una
escala musical y un número͟. Mas lo que uno cree entender de los pitagóricos es que quisieron
decir que el carácter verdadero no lo determinaba la apariencia sensible sino que lo establece
un componente cuantitativo aritmoʹgeométrico que esta referido tanto al número (cantidad
discreta) como a la magnitud (cantidad continua); o sea, que tal ingrediente matemático afecta
la cualidad de las cosas.
Este lenguaje matemático no era usado solo para explicar el mundo, también era usado en las
entidades excluidas, las que tenían que ver con las esferas subjetivas, el hombre, la justicia, el
arte, la medicina y hasta las estaciones, pues todo esto requería de números, proporción y
medida. El lenguaje de la realidad es entonces para los pitagóricos, un logos matemático
(razón, armonía y medida).
Anaximandro había hecho derivar todo de lo Ilimitado o Indeterminado. Pitágoras combinó
esta noción con la de límite, que da forma a lo ilimitado. Ejemplo de todo ello es la música (y
también la salud, en la que el límite es la templanza, cuyo resultado es una sana armonía). La
proporción y la armonía de los sones musicales son expresables aritméticamente.
Transfiriendo estas observaciones al mundo en general, los pitagóricos hablaron de la armonía
cósmica. Y, no contentos con recalcar la importancia de los números en el universo, fueron
más lejos y declararon que las cosas son números.
Evidentemente, tal doctrina no es de fácil comprensión. Se hace duro decir que todas las cosas
son números. ¿Qué entendían por ello los pitagóricos? En primer lugar, ¿qué entendían por
números o qué es lo que pensaban acerca de los números?. Aristóteles nos informa que ͞los
pitagóricos sostenían que los elementos del número son lo par y lo impar, y que, de estos
elementos, el primero es ilimitado y el segundo limitado; la unidad, el uno, procede de ambos
(pues es a la vez par e impar), y el número procede del uno; y el cielo todo, es números͟. Los
pitagóricos consideraron los números espacialmente. La unidad es el punto, el dos es la línea,
el tres la superficie, el cuatro el volumen. Decir que todas las cosas son números significaría
que ͞todos los cuerpos constan de puntos o unidades en el espacio, los cuales, cuando se los
toma en conjunto, constituyen un número͟.
[editar]La Tetraktys: el número diez

Tetraktys: figura triangular consistente en diez puntos colocados en cuatro líneas: un, dos, tres,
y cuatro puntos en cada fila. Símbolo místico que representa el número diez.
La tetraktys, figura que tenían por sagrada, indica que los pitagóricos consideraban así los
números. Esta figura demuestra que el 10 resulta de sumar 1+2+3+4,o sea, que es la suma de
los cuatro primero números enteros. Por ella hacían el juramento transmitido como pitagórico,
hecho en nombre de Pitágoras mismo, pero sin nombrarlo, ͞por quién transmitió a nuestra
alma la tetraktys͟. La tetraktys es el número perfecto y la clave de la doctrina. Es posible que
jugase también un papel en los distintos grados de la metamorfosis del alma.
El diez tiene el sentido de la totalidad, de final, de retorno a la unidad finalizando el ciclo de los
nueve primeros números. Para los pitagóricos es la santa tetraktys, el más sagrado de todos
los números por simbolizar a la creación universal, fuente y raíz de la eterna naturaleza; y si
todo deriva de ella, todo vuelve a ella. Es pues una imagen de la totalidad en movimiento.
La tetraktys forma un triángulo de 10 puntos colocados en cuatro líneas, de la forma siguiente:

La Santa Tetraktys pitagórica


La Unidad: Lo Divino, origen de todas las cosas. El ser inmanifestado.
La Díada: Desdoblamiento del punto, origen de la pareja masculino-femenino. Dualismo
interno de todos los seres.
La Tríada: Los tres niveles del mundo: celeste, terrestre, infernal, y todas las trinidades.
El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, y con ellos la multiplicidad del
universo material.

El conjunto constituye la Década, la totalidad de Universo: 4: 1 + 2 + 3 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1.


[editar]Todo es Número: el número como explicación de la realidad
Además los pitagóricos, concebían los números con un carácter pedagógico, pues como ellos
no hay otros que tengan mayor capacidad explicativa. El número tenía un sentido genérico y
decisivo en la construcción del cosmos. El comienzo es lo Uno (monas), es indeterminada y de
naturaleza divina, semejante al apeiron de Anaximandro. De lo uno limitado (denominado así
porque no es aún una dualidad numérica o completa, pues lo uno no es el uno cuantitativo,
sino un género supremo), surge la díada indefinida (aoristos duas). Pues de la unión de estos
dos surge el uno y el dos numérico, es decir, de lo uno el uno y de lo uno y de la díada
indefinida el dos. Por extensión surgen los demás números.
Lo uno debemos entenderlo como identidad en tanto la propiedad que tienen las cosas de ser
ellas mismas, la díada debemos entenderla como las diferencias pues es en este pensamiento
el que liga la identidad con la diferencia, que asume la unidad y la dualidad como los
elementos de lo verdadero.
Éurito solía representar los números con piedrecillas, y por este procedimiento, obtenemos los
números ͞cuadrados͟ y los números ͞triangulares͟.

En efecto, si partiendo de la unidad vamos añadiendo sucesivamente los números impares


conforme al ͞gnomon͟, obtenemos los números cuadrados;
mientras que si partimos de dos y le vamos añadiendo los números pares, obtenemos los
números triangulares.

n(n + 1)/2
Esta costumbre de representar los números o relacionarlos con la geometría ayuda a
comprender por qué los pitagóricos consideraban las cosas como números y no sólo como
numerables: transferían sus concepciones matemáticas al orden de la realidad material. Por la
yuxtaposición de puntos se engendra la línea, la superficie es engendrada por la yuxtaposición
de varias líneas y el cuerpo por la combinación de superficies. Puntos, líneas y superficies son
las unidades reales que componen todos los cuerpos de la naturaleza, y en este sentido todos
los cuerpos deben ser considerados como números. Cada cuerpo material es una expresión del
número cuatro, puesto que resulta como un cuarto término de tres clases de elementos
constitutivos (puntos, líneas y superficies).
[editar]Noción de límite y armonía
Para los pitagóricos, el cosmos limitado o mundo, está rodeado por el inmenso o ilimitado
cosmos (el aire), y aquél lo ͞inhala͟. Los objetos del cosmos limitado, no son, pues, pura
limitación, sino que tienen mezcla de lo ilimitado. Los pitagóricos al considerar
geométricamente los números, los concebían también como productos de lo limitado y lo
ilimitado (por estar compuestos de lo par y lo impar). Identificándose el par con lo ilimitado y
lo impar con lo limitado. Una explicación complementaria puede verse en el hecho de que los
gnómones impares conservan su forma cuadrada fija (limitada), mientras que los pares
presentan una forma rectangular siempre cambiante (ilimitada).
Para los Pitagóricos, no sólo la tierra era esférica, sino que no ocupaba el centro del universo.
La tierra y los planetas giraban a la vez que el sol en torno al fuego central o ͞corazón del
Cosmos͟ (identificado con el número uno).
Para ellos la esencia de las cosas era la Armonía de los contrarios lo cual constituía el limite
que determina el ser preciso de las cosas en tanto que todo ser lo es dentro de determinados
acontecimientos figuradores. La forma, progresión, armonía corporal no son caprichosos sino
que son reglas que se ajustan a determinadas medidas proporcionales (armonía), pues el límite
es control ante los desmanes, la cordura frente a las pretensiones desmedidas. Así, de esta
manera, el límite constituía el equilibrio y la armonía, la fuerza que unía los contrarios.
[editar]Crisis del racionalismo numérico
El pensamiento pitagórico se levanta sobre una estructura matemáticoʹracional. Lo que no
sabían es que desde el mismo ámbito matemático provendría un descubrimiento que pondría
en crisis aquellos fundamentos, pues se trataba del descubrimiento de lo irracional, de la raíz
cuadrada de dos. Los pitagóricos supieron que el número podía medirlo todo, entendiendo por
medir lo que para ellos es expresable en su naturaleza mediante un número entero o razones
entre números enteros. Pues esta convicción no era aplicable a la relación entre los lados de
un cuadrado y la diagonal, pues los pitagóricos encontraron que en el caso del lado y la
diagonal del cuadrado no existe ningún patrón que los mida exactamente a ambos.
Este hallazgo de los pitagóricos tiene una gran incidencia negativa en la escuela, ya que
cuestionaba los cimientos de su racionalismo numérico en el cual tenían afianzado su
convencimiento de la gran coherencia interior y la solidez de su doctrina, pues encontraron
que la relación entre el lado y la diagonal de un cuadrado no se podía someter a la perfección
que era el Número, lo cual causó grandes desequilibrios entre los pitagóricos.
Pitágoras

Pitágoras de Samos
Pitágoras de Samos (aproximadamente 582 a. C. - 507 a. C., en griego: Ʌʐɽɲɶʊʌɲʎ ʉ ɇɳʅɿʉʎ)
fue un filósofo y matemático griego, famoso sobre todo por el Teorema de Pitágoras, que en
realidad pertenece a la escuela pitagórica y no sólo al mismo Pitágoras. Afirmaba que todo es
matemáticas, y estudió y clasificó los números.
Contenido [ocultar]
1 Biografía
2 La hermandad pitagórica
3 Matemáticas
4 Religión
5 Leyendas
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
[editar]Biografía

Pitágoras nació en la isla de Samos en el año 582 a. C. Siendo muy joven viajó a Mesopotamia y
Egipto (también fue enviado por su tío, Zoilo, a Mitilene a estudiar con Ferécides de Siros y tal
vez con su padre, Badio de Siros). Tras regresar a Samos, finalizó sus estudios, según Diógenes
Laercio con Hermodamas de Samos y luego fundó su primera escuela durante la tiranía de
Polícrates. Abandonó Samos para escapar de la tiranía de Polícrates y se estableció en la
Magna Grecia, en Crotona alrededor del 525 a. C., en el sur de Italia, donde fundó su segunda
escuela. Las doctrinas de este centro cultural eran regidas por reglas muy estrictas de
conducta. Su escuela (aunque rigurosamente esotérica) estaba abierta a hombres y mujeres
indistintamente, y la conducta discriminatoria estaba prohibida (excepto impartir
conocimiento a los no iniciados). Sus estudiantes pertenecían a todas las razas, religiones, y
estratos económicos y sociales. Tras ser expulsados por los pobladores de Crotona, los
pitagóricos se exiliaron en Tarento donde se fundó su tercera escuela.
Poco se sabe de la niñez de Pitágoras. Todas las pistas de su aspecto físico probablemente sean
ficticias excepto la descripción de una marca de nacimiento llamativa que Pitágoras tenía en el
muslo. Es probable que tuviera dos hermanos aunque algunas fuentes dicen que tenía tres. Era
ciertamente instruido, aprendió a tocar la lira, a escribir poesía y a recitar a Homero. Había tres
filósofos, entre sus profesores, que debieron de haber influido a Pitágoras en su juventud. El
esfuerzo para elevarse a la generalidad de un teorema matemático a partir de su
cumplimiento en casos particulares ejemplifica el método pitagórico para la purificación y
perfección del alma, que enseñaba a conocer el mundo como armonía; en virtud de ésta, el
universo era un cosmos, es decir, un conjunto ordenado en el que los cuerpos celestes
guardaban una disposición armónica que hacía que sus distancias estuvieran entre sí en
proporciones similares a las correspondientes a los intervalos de la octava musical. En un
sentido sensible, la armonía era musical; pero su naturaleza inteligible era de tipo numérico y,
si todo era armonía, el número resultaba ser la clave de todas las cosas.
La voluntad unitaria de la doctrina pitagórica quedaba plasmada en la relación que establecía
entre el orden cósmico y el moral; para los pitagóricos, el hombre era también un verdadero
microcosmos en el que el alma aparecía como la armonía del cuerpo. En este sentido,
entendían que la medicina tenía la función de restablecer la armonía del individuo cuando ésta
se viera perturbada, y, siendo la música instrumento por excelencia para la purificación del
alma, la consideraban, por lo mismo, como una medicina para el cuerpo. La santidad predicada
por Pitágoras implicaba toda una serie de normas higiénicas basadas en tabúes como la
prohibición de consumir animales, que parece haber estado directamente relacionada con la
creencia en la transmigración de las almas. Se dice que el mismo Pitágoras declaró ser hijo de
Hermes, y que sus discípulos lo consideraban una encarnación de Apolo.
[editar]La hermandad pitagórica

A su escuela de pensamiento se la conocía como los pitagóricos y afirmaban que la estructura


del universo era aritmética y geométrica. Políticamente apoyaron el partido dórico,
obteniendo grandes cuotas de poder hasta el Siglo V, en el que fueron perseguidos y donde
muchos de sus miembros murieron. La hermandad estaba dividida en dos partes: Los
estudiantes y los oyentes. Los estudiantes aprendían las enseñanzas matemáticas, religiosas y
filosóficas directamente de su fundador, mientras que los oyentes se limitaban a ver el modo
de comportarse de los pitagóricos.1
Pitágoras pasa por ser el introductor de pesos y medidas, y elaborador de la teoría musical; el
primero en hablar de «teoría» y de «filósofos», en postular el vacío, en canalizar el fervor
religioso en fervor intelectual, en usar la definición y en considerar que el universo es una obra
sólo descifrable a través de las matemáticas. Fueron los pitagóricos los primeros en sostener la
forma esférica de la tierra y postular que ésta, el sol y el resto de los planetas conocidos, no se
encontraban en el centro del universo, sino que giraban en torno a una fuerza simbolizada por
el número uno.
[editar]Matemáticas

Los pitagóricos atribuían todos sus descubrimientos a Pitágoras por lo que es difícil determinar
con exactitud cuales resultados son obra del maestro y cuales de los discípulos.

Los números pentagonales son un ejemplo de números figurados.


Entre los descubrimientos que se atribuyen a la escuela de Pitágoras están:2
Una prueba del teorema de Pitágoras. Si bien los pitagóricos no descubrieron este teorema (ya
era conocido y aplicado en Babilonia y la India desde hacía un tiempo considerable), sí fueron
los primeros en encontrar una demostración formal del teorema. También demostraron el
converso del teorema (si los lados de un triángulo satisfacen la ecuación, entonces el triángulo
es recto).
Ternas pitagóricas. Una terna pitagórica es una terna de números enteros (a, b, c) tales que a²
+ b² = c². Aunque los babilonios ya sabían cómo generar tales ternas en ciertos casos, los
pitagóricos extendieron el estudio del tema encontrando resultados como cualquier entero
impar es miembro de una terna pitagórica primitiva. Sin embargo, la solución completa del
problema no se obtuvo hasta el siglo XIII cuando Fibonacci encontró la forma de generar todas
las ternas pitagóricas posibles.3
Sólidos regulares. Los pitagóricos descubrieron el dodecaedro y demostraron que sólo existen
5 poliedros regulares.
Números perfectos. Estudiaron los números perfectos, es decir aquellos números que son
iguales a la suma de sus divisores propios (por ejemplo 6=1+2+3). Encontraron una fórmula
para obtener ciertos números perfectos pares.
Números amigables. Un par de números son amigables si cada uno es igual a la suma de los
divisores propios del otro. Jámblico atribuye a Pitágoras haber descubierto el par amigable
(220, 284).
Números irracionales. El descubrimiento de que la diagonal de un cuadrado de lado 1 no
puede expresarse como un cociente de números enteros marca el descubrimiento de los
números irracionales.
Medias. Los pitagóricos estudiaron la relación entre las medias aritmética, geométrica y
armónica de dos números y obtuvieron la relación .
Números figurados. Un número es figurado (triangular, cuadrangular, pentagonal, hexagonal,
etc.) si tal número de guijarros se pueden acomodar formando el polígono correspondiente
con lados 1,2,3, etc. (ver figura).
[editar]Religión

Afirmaba que las almas eran inmortales y transmigraban, y que conseguían su pureza a través
del conocimiento y una serie de prohibiciones. Pitágoras creía firmemente que había habitado
en otros cuerpos humanos de épocas anteriores.1
La transmigración de las almas
Se puede admitir que Pitágoras aceptó la doctrina de la metempsicosis. El renacimiento
religioso había devuelto a la vida la vieja idea del poder del alma y de que su vigor perdura tras
la muerte, en contra de la concepción homérica de las sombras de los difuntos como incapaces
de articular palabra. Aquí se presenta Pitágoras con algo inaudito. Lo que permanece fuera del
cuerpo no es un resto miserable, sino lo verdaderamente vivo. La vida que sigue a la presente
no es un pálido reflejo, sino la verdadera y más intensa vida. La existencia terrena del hombre
es sólo una de sus vidas posibles y una de las más pequeñas. El alma es lo más alto, prisionero
en el cuerpo. El alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que hay en el
cosmos. La forma más alta y propia del alma parecen haber sido los astros, y donde llega la
influencia pitagórica hallamos también la doctrina del parentesco del alma con la sustancia de
los astros. El alma es eterna por ser semejante a los astros, y tiene en ellos su verdadera
morada.

El alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que hay en el cosmos. Pero el
alma tiene en su mano el decidir la clase de cuerpo en el que va a introducirse, y que puede ser
el cuerpo de una bestia o de un dios. Por lo tanto las almas podían reencarnarse en forma de
seres vivos distintos del hombre, lo que, a su vez, sugiere el parentesco de todos los seres
vivos. La versión de Empédocles incluía algunas plantas entre los seres vivos, y, por esta razón
se pedía la abstención de las hojas de laurel y de las habas. Es muy posible que también
Pitágoras creyera que era posible la reencarnación en forma de planta. Sobre Pitágoras dice
Empédocles lo siguiente: «Dice que al pasar él, en una ocasión, junto a un cachorro que estaba
siendo apaleado, sintió compasión y dijo: cesa de apalearle, pues es el alma de un amigo que
reconocí al oírle gritar». Se piensa que esta doctrina fue aprendida por Pitágoras en el
extranjero. Escritores tardíos dicen que visitó a los caldeos, indios brahmanes, los judíos,
druidas o celtas. Heródoto sugiere que su teoría proviene de Egipto.
Reglas de abstinencia y otras prohibiciones
La metamorfosis del alma se realiza por necesidad, pero es también un camino de la libre
decisión del hombre. Al puro se le da una encarnación en lo puro, y al impuro en lo impuro. Es
tarea del hombre comportarse de tal modo que, al abandonar la vida terrena, pueda esperar,
volver a nacer en una forma más elevada. De este modo el concepto de pureza es una pieza
maestra de la vida pitagórica. De él brotan no sólo preceptos prácticos de vida, sino también,
en un posterior desarrollo, dos ciencias que han conservado todavía en el bajo helenismo
elementos de su origen: la medicina y la música. La práctica del silencio, la influencia de la
música y el estudio de las matemáticas se consideran valiosas ayudas para la formación del
alma. Sin embargo, varias de estas prácticas tuvieron un carácter meramente externo. Si es
que Pitágoras prohibió en verdad comer carne, tal prohibición se debería probablemente a la
doctrina de la metempsicosis, o estaría, por lo menos, en conexión con ella. Como también lo
estaría la prohibición de ofrecer sacrificios sangrientos a la divinidad. El vegetarianismo en la
Antigüedad tiene su origen en el pitagorismo. También prohíbe gustar el vino, las habas, el
laurel... Además existen listas transmitidas de preceptos como «no te dejes poseer por una risa
incontenible», «no creas nada extraño sobre los dioses o sobre las creencias religiosas» ʹ
Preceptos. Son en parte preceptos y en parte símbolos que hay que interpretar. Otros
símbolos que utilizaban era llamar al mar «las lágrimas de Cronos», a los planetas «los perros
de Perséfone»... y otros tomados y elaborados por el pitagorismo avanzado: la justicia es el
número cuatro, la salud o buena fortuna el siete, el matrimonio el cinco.
Su idea de Dios
Protesta contra la imagen de los dioses trazada por la mitología. Es el comienzo de una época
nueva en la religión griega. Enseña la existencia de un único Dios que mantiene el mundo
unido en la justicia. Este Dios no piensa de manera humana ni tiene forma humana. Su cuerpo
es una esfera y la divinidad se manifiesta en el movimiento circular del fuego de los astros.
[editar]Leyendas

De él se creía que oía voces sobrenaturales, podía encantar a los animales y obrar milagros.
Entre la jerga de filósofos se llegó a especular con su estado mental hasta el punto de ser
considerado un loco.1

Heráclito

Presunto busto de Heráclito que se halla en la «Stanza di filosofi» de los Museos Capitolinos de
Roma.1
Heráclito de Éfeso (en griego: !ʌɳʃʄɸɿʏʉʎ ! !ʔɹʍɿʉʎ Herákleitos ho Ephésios), conocido
también como «El Oscuro de Éfeso»,2 fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y
falleció hacia el 484 a. C..
Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía).
Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y
en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores.
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1 Legado
2 Notas y referencias
3 Bibliografía
4 Enlaces externos
[editar]Legado

Heráclito es netamente aforístico. Su estilo remite a las sentencias del Oráculo de Delfos y
reproduce la realidad ambigua y confusa que explica, usando el oxímoron y la antítesis para
dar idea de la misma. Diógenes Laercio (en Vidas..., IX 1ʹ3, 6ʹ7, 16) le atribuye un libro titulado
Sobre la naturaleza (ʋɸʌɿ ʔʐʍɸʘʎ), que estaba dividido en tres secciones: «Cosmológica»,
«Política» y «Teológica». No se posee mayor certeza sobre este libro. I. Bywater hizo un
reacomodo de los fragmentos conforme a la indicación de Laercio, traducido al español por
José Gaos. Agustín García Calvo reconstruye la posible estructura del libro en su edición de los
fragmentos del mismo, titulada Razón común. Distingue tres apartados: «Razón general»,
«Razón política» y «Razón teológica».
Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y
todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa.
Es común incluir a Heráclito entre los primeros filósofos físicos (ʔʐʍɿʃʉɿ, como los llamó
Aristóteles), que pensaban que el mundo procedía de un principio natural (como el agua para
Tales, el aire para Anaxímenes), y este error de clasificación se debe a que, para Heráclito, este
principio es el fuego, lo cual no debe leerse en un sentido literal, pues es una metáfora como, a
su vez, lo eran para Tales y Anaxímenes. El principio del fuego refiere al movimiento y cambio
constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una
estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas.
Todo este fluir está regido por una ley que él denomina ȿʊɶʉʎ (Logos). Este Logos no sólo rige
el devenir del mundo, sino que le habla (indica, da signos, fragmento B93DK) al hombre,
aunque la mayoría de las personas «no sabe escuchar ni hablar» (fragmento B73DK). El orden
real coincide con el orden de la razón, una «armonía invisible, mejor que la visible» (B54DK),
aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio
mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no despecha el uso de los sentidos (como
Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta
y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia, como afirma en el siguiente fragmento:
Se engañan los hombres [...] acerca del conocimiento de las cosas visibles, de la misma manera
que Homero, que fue [considerado] el más sabio de todos los griegos. A él, en efecto, unos
niños que mataban piojos lo engañaron, diciéndole: 'cuantos vimos y atrapamos, tantos
dejamos; cuantos ni vimos ni atrapamos, tantos llevamos'.
en Diels-Kranz, Fragmente der Vorsokratiker, 22 B56
Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud crítica e indagadora.
La mera acumulación de saberes no forma al verdadero sabio, porque para Heráclito lo sabio
es «uno y una sola cosa», esto es, la teoría de los opuestos. Quizás el fragmento más conocido
de su obra dice:
ʋʉʏɲʅʉɿʎ ʏʉɿʎ ɲʐʏʉɿʎ ɸʅɴɲɿʆʉʅɸʆ ʏɸ ʃɲɿ ʉʐʃ ɸʅɴɲɿʆʉʅɸʆ, ɸɿʅɸʆ ʏɸ ʃɲɿ ʉʐʃ ɸɿʅɸʆ ʏɸ. En el
mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos].
en Diels-Kranz, Fragmente der Vorsokratiker, 22 B12

Heráclito llorando, por Hendrick ter Brugghen (1628).


El fragmento (citado con frecuencia erróneamente como no se puede entrar dos veces en el
mismo río, siguiendo a la versión que da Platón en el Crátilo) ejemplifica la doctrina heraclítea
del cambio: el río Ͷque no deja de ser el mismo ríoͶ ha cambiado sin embargo casi por
completo, así como el bañista. Si bien una parte del río fluye y cambia, hay otra (el cauce, que
también debe interpretarse y no tomarse en un sentido literal) que es relativamente
permanente y que es la que guía el movimiento del agua. Algunos autores ven en el cauce del
río el logos que «todo rige», la medida universal que ordena el cosmos, y en el agua del río, el
fuego. A primera vista esto puede parecer contradictorio, pero debe recordarse que Heráclito
sostiene que los opuestos no se contradicen sino que forman una unidad armónica (pero no
estática). Es razonable, entonces, que la otra cara del agua sea el fuego, como él mismo lo
adelanta en sus fragmentos.
A pesar que existen ciertas similitudes entre Heráclito y Parménides, las doctrinas de ambos
siempre han sido contrapuestas (con cierto margen de error), ya que la del primero suele ser
llamada «del devenir» o (con cierto equívoco) «del todo fluye», mientras que el ser
parmenídeo es presentado como una esfera estática e inmóvil.
Era conocido como «el Oscuro», por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la
historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía
se basa en la tesis del flujo universal de los seres: «Panta rei» (ʋɳʆʏɲ ʌɸɿ), todo fluye. El
devenir está animado por el conflicto: «La guerra (pólemos) es el padre de todas las cosas»,
una contienda que es al mismo tiempo armonía, no en el sentido de una mera relación
numérica, como en los pitagóricos, sino en el de un ajuste de fuerzas contrapuestas, como las
que mantienen tensa la cuerda de un arco. Para Heráclito el arjé es el fuego, en el que hay que
ver la mejor expresión simbólica de los dos pilares de la filosofía de Heráclito. el devenir
perpetuo y la lucha de opuestos, pues el fuego sólo se mantiene consumiendo y destruyendo,
y constantemente cambia de materia. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el logos,
la razón universal, lo rige: «Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue».
El hombre puede descubrir este logos en su propio interior, pues el logos es común e
inmanente al hombre y a las cosas (la doctrina de Heráclito fue interpretada, olvidando esta
afirmación del logos, en la filosofía inmediatamente posterior Ͷsobre todo, en PlatónͶ como
una negación de la posibilidad del conocimiento: si nada es estable, se niega la posibilidad de
un saber definitivo). De Heráclito es también la doctrina cosmológica del eterno retorno: la
transformación universal tiene dos etapas que se suceden cíclicamente: una descendente por
contracción o condensación, y otra ascendente por dilatación.
He aquí algunas frases de Heráclito:
«En un río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]» (citado
erróneamente, debido a una obra de Platón como «Ningún hombre puede bañarse dos veces
en el mismo río»)
«La armonía invisible es mayor que la armonía visible».
«Ni aun recorriendo todo camino llegarás a encontrar los límites del alma; tan profundo logos
tiene».
«Siendo el logos común, casi todos viven como si tuvieran un logos particular».
«Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia».
Heráclito reprocha al poeta que dijo: «¡Ojalá se extinguiera la discordia de entre los dioses y
los hombres! Pues no habría armonía si no hubiese agudo y grave, ni animales si no hubiera
hembra y macho, que están en oposición mutua» (fragmento 9a Walzer = A 22 Diels-Kranz)3

http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Mileto
http://es.wikipedia.org/wiki/Tales_de_Mileto
http://es.wikipedia.org/wiki/Anaximandro
http://es.wikipedia.org/wiki/Anax%C3%ADmenes
http://es.wikipedia.org/wiki/Pitag%C3%B3ricos
http://es.wikipedia.org/wiki/Pit%C3%A1goras
http://es.wikipedia.org/wiki/Her%C3%A1clito

CONSULTAR
http://presocraticos.idoneos.com/index.php/298923

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1 Biografía

Ô 1.1 Procedencia

Ô 1.2 Datación

= 1.2.1 Fecha de nacimiento

= 1.2.2 Cronología relativa a otros presocráticos

Ô 1.3 Ocupaciones y anécdotas

= 1.3.1 Legislador

= 1.3.2 Médico

= 1.3.3 Visita a Atenas


2 Obra

Ô 2.1 Datación

Ô 2.2 Transmisión textual

Ô 2.3 La forma de poema épico didáctico

Ô 2.4 Contenido

= 2.4.1 Proemio

= 2.4.2 Las vías de la indagación

= 2.4.3 Los signos de la vía de la verdad, determinaciones de «lo que es»

= 2.4.4 Las opiniones de los mortales

3 Problemas textuales e interpretativos

Ô 3.1 Análisis del Proemio

= 3.1.1 Las yeguas y el carro

= 3.1.2 El camino y el portal

= 3.1.3 Dice

= 3.1.4 Moira, Temis

= 3.1.5 La diosa y las Musas

= 3.1.6 Interpretaciones

Ô 3.2 Las vías de indagación

= 3.2.1 El sujeto en el fr. 2, vv. 3 y 5

= 3.2.2 Sentido del fr. 3

= 3.2.3 Cantidad de vías y su naturaleza

= 3.2.4 La vía de los heraclíteos

Ô 3.3 Análisis del fragmento 8

= 3.3.1 El programa (vv. 1ʹ4)

= 3.3.2 Lo que es es eterno, ingénito e imperecedero (vv. 5 ʹ21)

= 3.3.3 Lo que es es uno, continuo y homogéneo (vv. 22 ʹ25)

= 3.3.4 Lo que es es inmóvil, limitado y perfecto (vv. 26 ʹ33; 37ʹ38; 42ʹ49)

= 3.3.5 «Lo que es» y el inteligir, «lo que no es» y los nombres (vv. 34 ʹ41)

Ô 3.4 Cosmología

= 3.4.1 Transición a la vía de la opinión (fr. 8, vv. 50 ʹ61)

= 3.4.2 Elementos primordiales de la cosmología

= 3.4.3 Astronomía, meteorología y cosmogonía

= 3.4.4 Embriología

= 3.4.5 Teoría del conocimiento sensible

= 3.4.6 Final de la cosmología


4 Juicios de la posteridad acerca de Parménides

5 Tabla de correlación de fragmentos - citas

6 Véase también

7 Referencias

8 Notas

9 Bibliografía

Ô 9.1 Fuentes históricas

Ô 9.2 Ediciones

Ô 9.3 Comentarios y estudios críticos

10 Enlaces externos

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