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g Jesis Huerta de Soto GY, cipios del a cedice Liberalismo 71 Jestis Huerta de Soto Los Principios del Liberalismo Centr de Dial del Concinieato Econo “CEDICE” tne cero hjeivo princi binuods eae sociedad ite sposabey humm, Las interesciones, iets © conchae cones eres palccones de CCEDICE debenture a us auores y to ala, sw det 3 ronal adeno 0a as msusanes ue apeyan as payee» programas CEDICE corsdera que ls dacsin de he mone puede ccnibu tte ‘oxmacion dua soll asda I ier espa sta publcacén pnde se ered, parcial ‘omen, segre qu se melee ore, au de arian seu comankado uti inacion Centro de Divulgaion det Conocimiento Econémico, CEDICE Diagramaci: Dayana Lozano Impresio: RepeesenacionesVillegral, CA, Tiraje: 1.000 ejemplares Depsito Lega 1535200032095), ISBN: 980-6073.47-9 Caras, Abel 2000 PRESENTACION “Pretiun istum mathemeticum licet soli Deo notum’ (€ 1 precio justo sso Dios puede conocero) Juan de Lugo 1643 ~ Cardenal Jesuta Esp Con rotundaseitas de pensadores ancestales como éstay ayudados por sus esclareeidos comentarios, Jesis Huerta de Soto nos conduce a conclusiones tan valederas, como son de esconocides y clvidados. los crigenes ian antiguos de la constatacin de estas verdades, Que el jesuita Juan de Marana (1536 ~ 1624) afime Hievando a sus ‘timas conseevencias la doctina liberal, la superioridad del derecho natural frente al poder del Estado, Que cl mismo Mariana, refirindose a lo imposible que es que el fobierne, crzanice Ja sociedad civil con base en mandatos coactivos, dig “es gran desatino que el ciego quiers guar al ‘que ve". Que Juan de Salas (1617) también jetita y eardenal firme “quas exacte comprehendere et pondedare Dei est nom hhominum”, (S6lo Dios y no los hombres pueden legar a comprender y ponderar exactamente la. informacion "yo conocimiento que maneja un mereada libre), o que Diego de Covarrubias, Arzobispo de Segovia (1554) asegure que! “e ‘alor de una cost no depende de su naturateza objeliva sino de |i estimacién subjetiva’ de los hombres, incluso sungue tal cestimacion sea alocada Y que por ota parte Friedrich von Hayek Premio Nobel {de Economia, afrme que “Ios prinipiostedricos dela economia {de mercado y los elementos bsios del liberalismo econ no fueron diseiades, como se crea, por los calvinstas protestantes escoceses; sino por Ios jesutas y miembros de la Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro espaol”. Sin dda, son sfirmaciones tan interesantes como poco conocides. EH trabajo al cual nos referimos es un ensayo de Jess Hera de Soto titulado “Los principios del liberalismo™ que ‘comienza por afirmar: “E) lberalismo es una corriente de pensamiento (filosofico y econdmica) de accidn politica que propuena limita al miximo el poder coactive del Estado sobre fos sefes humanosy la sociedad civil" Jesis Huerta de Soto es un joven y brillante economists espaol, profesor por concurso de Ia Universidad Complurense dde Madrid, con tn peculiar estilo propio que comienza por establecer para sus alumnos claras reglas de comportamiento, anunciéndoles en lrminos muy casizos que al que Tlegue tarde “le dard una patada por el culo", pero que en mas de una ocasi recibe unt enfusiasta ovacién de sus alumnos al terminar sus lecciones, Huerta no es un hombre de medias tints, sabe que Ia “tereera via” e5 via mis segura al subdestrollo implica tambien la confesién del fracaso del socialism, por quienes ahora nose atreven a eonesarse como tales Et extraondinario éxito econémico y social de la Espa be hoy, debe mucho ala corriente de intclectuales y empeesaios spats seguidores de la escuela austriaea como Huerta de Sato y san ells eon sus lecciones, conferenciasy publicaiones (Fundacion Villalonga — Union Eatoral, et.) quienes cestablevieron, en esta tltima generac, la ideology el marco ‘conceptual eel cual se ha desrrollad la politica econdmmica de spas an dentro del isa” de Felipe Gonz Y ahora defntivay abjeramente en el gobierno de José Maria ‘Aanar Frito de est poftcas, Espafa es sn ejemplo de rrosperidd, bienestar y hier, que ests hoy entre Tos grandes {el mando europeo para envidia y vergdenza de quienes, come 3s venezolanes,tuvimos hace poces ahvs un ingreso El profesor Huerta de Soto a cava elases he tenid el rrivilegio de asitc, ha autorizado a CEDICE a publicar esta ‘monosrafia lo cual hacemos eon gran satisfaccién por cuanto permite conocer un trakajo frato de un alta dosis de Investigacion y buen eritrio, base para las politias economicas {que conducen, en libertad, por los eaminos dela prosperidad ye] bienestar, Ricardo Zuloaga Miembro del Consejo Consultivo CEDICE LOS PRINCIPIOS DEL LIBERALISMO Jlests Huerta de Soto Profesor Titular de Economia Politica Universidad Complutense de Madrid El liberaismo es una corriente de pensamiento (filosifico y conmico) y de accién politics que propugna limita al maximo el Poder coactvo del Estado sobre los seres humans y la sociedad civil. Asi, forman parte del ideatio liberal la defensa de la ‘economia de mercado (tambin denominada “sistema capitalista” 0 de “libre empresa"); la libertad de comercio (librecambismo) y cen general, Ia libre sirculacién de personas, capitals y bienes; el mantenimiento de un sistema monetario rigido que impida sa manipulacion inflacionaria por pare de los gobernantes; el establecmiento de un Esta de Derecho, en el que todos los seres hhumanos -incluyendo aquellos que en cada momento formen parte del Gobierno- estén sometidos al mismo marco minimo de leyes entendidas en su sentido “material” (norms juridieas,bisicamente 4e derecho civil y penal, abstractas y do generale igual aplicacign todos); la limitacién del poder del Gobierno al minima necesario para definir y defender adecuadamente el derecho a la vida y 4 la propiedad privada, a la posesiin pacificamente adquirda. y al ‘cumplimiento de las promesas y contats; la limitacin y contol del gasto pablo, el principio del presupuesto exuilibrado y el mantenimiento de un nivel reducido de impuestos; el establecimiento de un sistema estrieto de separacién de poderes Policos (Legislativo, Fjecutive y Judicial) que evite cualquier aisbo de tran; el principio de autodeterminacion, en vittud del cual cualquier grupo social ha de poder elegir lbremente qué Tax por rama corganizacion politica desea formar 0 a qué Estado desea 0 no seribirse; 12 uilizaciin de procedimientos democtiticos pa elegir a los gobernantes, sin que la democracia se wtlice, en ningun caso, como coartada para justificar la violacion del Estado de Derecho ni fa coweiin las minorias; y el esableemiento, en suma, de un orden mundial basado en la paz y ene libre comercio voluntario, ene todas las naciones de la Tierra, Estos principios bisicos constiuyen los pilaes de la eivtizacion occidental y su formicién, aniculacion, desarrollo y perfecsionamiento. son uno de tos fogras mis importanes en Ia historia del pensamiento del sénero humano. Aunque tradicionalmente se ha afimmido que la Aoctrina Tieral tiene su origen en et pensamiento de ta Escuela Eseocesa del siglo XVII, o en el ideario de ta Revolucign Francesa, lo cierto es que tal origen puede remontarse incluso hasta la tradicion mis elisica del pensamiento filos6fio eriezo y 4e la ciencia jurdica romana. Asi, sabemos gracias a Tucidides (Guerra det Petoponeso), como Pericles constataka que en Atenas la Tibertad que disfrutamos en nuestro gobierno se extiente ‘ambign ata vida ordinaria, donde lejos de ejercer éste una celosa vigilancia sobre todes y cada uno, no sentimos célera. porque restro vecino haga lo que desee"; pudigndose encontrar en la Oracion Finebre de Pericles una de las mis bellas descripciones del principio Hberal de a igualdad de" todos. ante la ey Postcriormente en Roma se descubre que el derecho es bisicamente consuetwdinirio y que las instiuciones juridicas (como las lingisticas y ccondnieas)surgen como resultado de un largo proceso evoluivo e incorporan un enorme volumen de informacion y conocimientos que supers, con mucho, la capacidad ‘menial de cualquier gobernanie, por sabio y bueno que este sea. Asi sabemos gracias a Ciceron De re publica, , 1-2) cémo para CCatén “el motivo por el que nuestro sistema politico fe superior & los de todos les dems pases era éte: los sistemas potions de tos demés paises habian sido creados introduciento leyes insttaciones segin el parecer personal de individios periculares fales como Minos en Creta y Licurgo en sparta... En cambio, ‘muestra republica romana no se debe a ls creacién personal de un hombre, sino de muckes. No ha sido fundada durante la vida de lun individuo particular, sino a través de una serie de siglos y generaciones. Porque no ka habido nunca en el mundo un hombre tam intligente como ara preverlo todo, e incluso si pudiéramos cconcentrar todos los cercbras en la cabeza de ua mismo hombre le seria a éste imposible tener en cuenta todo al mismo tempo, haber acumulad Ia experiencia que se deriva dela prictica en el transcurso de un largo period de la histori. El aileo de esta ia esencial, que habra de constitu et corazén del arpumento de Ludwig von Mises. sobre i imposibitidad tedrica de la Planificacion socialist, se conserve y refuerza en a Eid Media stacias al humanismo erstano ya la flosofiatomista del derecho natural, que se concibe como un everpo ética previo y superior al poder de cada gobierno terremal. Pedro Juan de Olivi, San Bernardino de Siena y San Antonino de Florencia, entre ates teorizan sobre el papel protagonist quc la capacidad empresarial ¥ creativa del ser humano tiene come impulsora de la economia de mercado y de la civilizacién, Y el testigo de esta linea de pensamienta se recoge y perfecsiona por esos grandes tericos que fueron nuestros escolisticos durante el Siglo de Oro espa, hasta cl punto de que uno de los més grandes pensadores liberals del siglo XX, el austriaco Friedrich A. Hayek, Premio Nobel de Economia en 1974, legé a afirmar que “Ios principios tebricos de la economia de mercado y los elementes bisicos de! liberaismo ‘econémico no fueron dseRados, como se ere, por fos ealvinistas Y protestantes escaceses, sino por los jesuitas y miembros de la (WGsevilecteSetimanes durante 21 Siglo de O10 espaol”. As ‘Disgrl Garterabia.y Leyva, arvobispo de Segovia y minitro eli, yen 1354 expuso de forma impecable Ia tora Taihiptvatel aor, sobre la que gira toda economia de libre metsadawalafirmar que "el valor de una cosa no depend de su Sharaleps objeiva sin del estimacion subjtiva de los hombres, tnolaro aungue tl estinacion sea slocada": y atade pars ustrar aus tesis que “en las Indias el tig se valora mis que en Espaia ‘Porque ali los hombres Io estiman mis, y ello a pesar de que la Taturaleza del wigo es la misna en ambos lugares”, O10 notable cscolistio, LaisSaravia de Ia Calle, bassndose en i concep Suletvite de Covarabias, deseubre Ia verdader teacion gue existe entre precios y costes en el mereado, en el sentido de que son los costes ls que tienen a seguir Jos precios y no al revs. anicipéndose asi a refuar los ertores de fa teria objetiva de valor del Carlos Marx y de sus sucesores socialists, Ast, en 50 Insiraccion de mercaderes (Medina det Campo 1544) puede leerse: “Les que miden el juso presi dela cosa sean el abo, cosas y pligros del que wat 0 hace Ia mereaderiayerran mucho porque el jst precio mice dela abundancia falta de mercari, de meccaderes¥ diners, y no dela costs, tiajos.y peligros™ (ra notable aportacion de mustos escolstios es s introduccin de concep dinimicn de competencia (en lain concurrent), cntendida como et proceso empresarial de rival que mueve el smercado impulse desarrollo de la sociedad. Esta ide les lew su ver a concluir que los lamados “precios del modelo de quilibrio”, que tos tiricas socialists pretenden utilizar para jusiticar el itervenconsmo la plaiicaion del mezesd, rnunea podrin legar a see_conocidos. Raymond de Roover Scholasics Economics, 1955) stbuye 4 Luis de Molina cl concepto dinimico de eompetencia eatenida como “el proveso de rivalidad en compradores que tende a clevar el precio”, y que nada tlene que ver con el modelo estitico de “competencia perfecta” que hoy en dia ls Hamados “tericos del socilismo de mereado” ingenuamente creen que se puede simular en un regimen sin propiedad privada, Sin embargo, es Jerénimo Castillo de Bavadilla el que mejor expone esta concepciin dinimica de la libre competencia entre empresarios en su libro Police para ‘corregiores publicado en Salamanca en 1585, y en el que ica ‘que Ia mis pestiva esencia de la competencia consist en tratar de ae” al competitor. Bovadilla enuncia, ademas, la siguiente ley econbmica, base de la deensa del mercado por parte de todo liberal: “los precios de Tos productos bsjarin con Ia abundancia, femulacién y coneurrencia de vendedores". Y en cuanto a la imposiildad de que los gobernadores pueden llegar a conocer los precios de equilibrio y demas datos que necesitan para intervenir en el mercado, destacan las aporaciones de los cardenalesjesuitas espafioles Juan de Lugo y Juan de Saas. El primero, Juan de Lugo, preguntindose evil puede ser el precio de equlibrio, ya en 1648 concluye que depende de tan gran catidad de circunstancias especifeas que s6lo Dios puede canocerio. (pretium instom ‘mathemaricum lier soli Deo notum). ¥ Iwan de Salas, en 1617, refirigndose a las posibilidades de que un gobernante pueda llegar 1 conocer [a informacién espectfica que se crea, descubre y rmaneja en fa sociedad civil afirma que “quis exacte mprehendere et pondedare Dei est non hominum", es decir, que solo. Dios, y no los hombres, puede llegar a comprender y Ponderar exictamente a informacién y el conocimiento que ‘maneja un mercada libre con todas sus cireurstancias parciculares de tiempo y lugar, Tanto Juan de Lugo como Juan de Salas antcipan, pues, en mis de tres silos, las mis refinadas aportacionescienificas de los pensadoreslierales mis conspicuos Ta aa Sato Tor prin erat (Mises; Hayek), Por ero lado, tampoco éehemos olvidar al gran fundador del Derecho Internacional Francisco de Vietori, @ Francisco Suisez y a su escuela de teGricos del derecho natutal, «que con tanta brillantez y coherencia retomaron la idea tomista de | superioridad moral del derecho natural frente al poder del Estado, aplicnola con éxito a miles cosas partculares que, como el de la eritict moral a la esclavizacién de los indios en la recién descubieria América, exiglan una clara y répida toma de Posici6n intelectual. Pera, sin duda alguna, ef mis liberal de nuestros escosticos ha si el gran padre jesuita Yuan de Mariana (1836-1624) que Hlevs hasta sus ultimas consecwencias logicas la docrina Tiberal de la superiridad del derecho natural frente al poder del Fsado y que hoy han retomado filésofos iberales tan importantes como Murray Rothbard y Robert Nozick, Especial importaneia tiene el desarollo de ta doetina sobre la lgitimiad Adel tranicidio que Mariana desarollaen su libro De rege et regis insttwtione, publicado en 1598, Mariana califica de tinanos a figuras histiricas como Alejandro Magno 0 Julio César, y argumenta que esti justifcado que cualquier ciudadano asesine al ue tiranice a la sociedad civil, considerando actos de tirana, centre os, ef estblecer impuestos sin el consentimiento del Pueblo, o impedir que se rena un parlamento remente elepio Oras muestra tpicas del actuar de un vrano son, para Marian, la construcciin_de obras piblicas faraénicas que, como las Pirimides de Egipto, siempre se finaneian esclavizandoy cexpltando a fos sibditos o la erescin de poliias secretas para impedir que los ciudadanos se quejen y expresen libremente. Otra ‘obra esencial de Marian es la publicada en 1609 con el tiulo De ‘monetae mutatione, posteriormente tradueka al castellano con el titulo de Tratado ¥ discurso sobre ta moneda de vellin que al presente se labra en Castila y de algunos desordenes y abusos. En er tieralona esa Sa teste notable trabajo de Mariana considera tirano a todo gobernante «ue devalie el contenido de metal de la moneds, imponiendo a los iudadanos sin su consentimiento et odiosa impuesto inflacionarin © Ia creacién de privilegios y monopelios fiscaes. Mariana también critica el establecimiento de precios miximos para “huchar contra la inflaci6n”, y propone la reduccidn del gasto pablico como principal medida de politica econdaica para equilibrar el Presupuesio. Por iltimo, en 1625, el padre Juan de Mariana Dublicd otro libro ttulado Discurso sobre las enfermedades de la Compara en el que ahonda en la idea liberal de que es imposible {ue el gobierno organice la sociedad civil con base en mandatos oactvos, y ello por falta de informacién, Mariana, refirigndose al obierno dice que “es gran desatiao que el clego quiera guiar al ‘que ve", afadiendo que el gobernante “no conoce hs personas, ni los hechos, a lo menos, con todas Is circunstancias que tienen, de ‘ue pene el acierto. Forzoso esque se caiga en yerros muchos, y Braves, y por ellos se disguste ls gente, y menosprecie gobierno fan ciego": conctuyendo Mariana que “es lca el poder y mando”, Y que cuando “Tas leyes son muchas en demas; y como no todas Se pueden guardar, sin aun saber, a das se pierde el respeto” Toda esta tradicion se filtra por los ambiemtesintlectales {e todo el contnente europeo influyendo en notables pensadores Hiberales de Francia coma Ralesbat (1602), el” marqués D’Atgenson (1751) y. sobre todo, Jncques Turgot, que desde ‘mucho antes que Adam Smith, — siguiendo a los escoldsticos spats ya habia artculado perfectamente el cardcter disperso del conocimiento que incorporan las insituciones sociales cetendidas como Gndenes espontineos. As{ Turgot, en su Elegia @ Gournay (1759) escribe que “no es preciso probar que cada individuo es et Gnico que puede juzgar con conncimiento de causa uso mis verrajoso de sus tierra y esfuerz0. Solamente él posee el conocimiento particular sin et cual hasta e! hombre mis sabio se encontraria a ciewas, Aprende de sus intents repetidos, de sus exits y de sus pérdidas, y asi va adguiriendo un especial sentido ppara los negocios que es mucho mis ingenioso que el conceimiento teérico que puede adguirir un observador indiferene, porque est impulsido por la secesidad”. Y siguiendo a Juan de Mariana, Turgot conehiye que es completamente imposible ciripir mediante reels rigkas y un contol continuo la mult de rarsacciones que aungue slo sea por su inmensidad no puede llegar a ser plemamente conocida, y que ademés depcnden de una multitud de circunstancias siempre cambiantes, ‘que no pueden coottolarse, ni menos ain preverse™ Desafortunadamente, toa esta tradicién liberal del pensamieno hispano fve barrida en la toria y en la prictica ‘comma indica Francisco Martinez Mariaa Teordas de las Cores 0 Grandes Juntas Nacionales de lot Reinos de Leon y Castilla) por los Austrias y los Borbones que han producido una “monsiruosa reunién de todos los podetes en uns persona, el ahandono y la aboliciin de las Cortes y siglos de escavitad del mis horraraso despotismo”. Se termina de consolidar asi en nuestro pais un rmareo politico ¥ socal inolerante € inlervencionisia ajeno & las sds genuinss tradiciones represeniativas y liberales de los viejos reinos de Espafa: la antigua tolerancia y modus viverdi entre las nes religiones de judios, moras y ctistianos de la Spoca de ‘Alfonso X El Sabio, es susiuida por ls intolerancia reigiosa de los Reyes Catolicos y sus sucesores, que Americo Casio (La realidad historica de Expat) y oles han ieterpretado como una esviacion mimetica de ta cultura y sociedad spans que paradéjicamenteferminanreflejando e incorporando en su esencia Tappan Trai mis intima las caractersticas mis negatives de sus seculares enemigos”: el inteprstno religioso musulmn justificador de la Guerra Santa contra ef infiel, y la obseski por x pureza de ta sangre, propia del pueblo judio. No se absorben, por contra la proverbial iniciativa y espirita empresrial de los comercianes artesanos hebreos y moriseos que hasta su expulsinconsttuyeron a médula econémica del pais. En Espata se termina menospreciando, por comsierarse impropin de cristianos vijos, la funcion empresaial y priticamente hasta hay el éxito ecandmico se valora negalivamente & nivel social y se critica con envidia destructva, en vez de ser considerado como una sana y necesaria muestra del avance de la civilzacion, que es preciso emular y fomentar. Si a todo esto aadimes a “Leyenda Negra” que impulsada por el mundo protesante y anglosajin twve como ‘objetivo desprestigiar todo. lo espaol, se comprender la soledad ¥ el vac kleolipico con que se hallaron fos ilusradoresespafoles {el siglo XVII, como Campomanes y Jovellanos,y los padees de a patra reunidos en las Cortes de Cidiz que habrlan de redactar nesta primera Constiueisn de 1812, y que fueron los primeros en el mundo en ealfcarse asi mismos con el érmino, introducido por ells, de “Iiberales” La simcion en el reso del mundo ineleetal europea no evolucion’ mucho mejor que en Espana. EI triunfo dela Reforma protestante desprestgi el pape de a Iglesia Cates como limite Y contrapeso del poder secular de Jos gobiermos, que se vi0 asi reforzado. Ademés, el pensamiento proxestante ¥ Ia imperfecta recepeién en el mundo anglosajin de la tradicién liberal usnaturalists 4 través de los “escolisticos procetantes” Hugo Grocioy Puntendorf; explica Ia importante involucion que respecto del amerior pensamiento liberal supaso Adam Smith, En efecto, como bien indica Murray N. Rothhard (Economic thought before Adam Smith, 1995), Adam Smith abandond las ‘contribuciones anteriores entradas en la teoriasubjtiva del valor, Ja funcién empresaral y el inerés por explicar les precios que se ddan en el mercado real, sustituyéndols todas ells por la teorta ‘objetiva del valor trabajo, sobre Ia que luego Marx consruré ‘como conclusion natural, toda te teoria socialsta de la cexplotacion, Ademés, Adam Smith se centta en explicar con catacter preferente el “precio natural” de equilibria a larga plz, modelo de equilibrio en el que la. func empresarial bila por st ausencia y en el que se sypone que da la informacion necesaria 7 esté disponible, por Jo que seré utlizado despues por los Tworicos neoclisicos det equlbeio para critcar los supuestos fallosdel mercado” y justfea el socialism ya intervencin del Estado sobre I economia y ha sociedad civil. Por oo lado, Adam ‘Smith impregné la Ciencia Econémica de calvinismo, por ejemplo al apoyar la prohibicién de Ia usura y_al_distinguir entre ‘cupaciones “productivas” ¢ "improduetivas”. Finalmente, Adam Smith rompi6 con el laise-faire radical de sus antecesores uusnaturaisas del continente (espatoles, fr introduciendo en la historia del pensamiento un “Iiberalsma” «bio tan plagado de excepciones y matzaciones, que muchos suialemdcratas” de hoy en dit podrian incluso aceptar. Li influencianegativa del pensamiento de la Escuela Clisica nglosajona sobre el iberalismo se acentén con los stcesores de ‘Adam Smith y, en especial, con Jeremias Bentham, que inocula el bacilo del utltarismo mis estrecho en la Filosofia liberal, faciliando con ello el desarrollo de todo un anilisis pseudocientitico de casts y beneicios (que se erean conocils), y cl sutgimiento de toda una tradiin de ingenieros sociales que pretenden mokdear la sociedad a su antojo, uiizando el poder 25 € italianos) coactive del Estado, En Inglaterra, Stuart Mill culmina esta tendencia con su apostsia del laissez-faire y sus mumerosas concesiones al socialismo, yen Francia, el triunfo del Facionalismo consiructvita de origen cartesiano expliea dominio. intervencionista de la Ecole Polytechnique y del Sovialismo cientificista de Saine-Siméay Comte (véase FA, Hayek, The Counter-Revotution of Science, 1955), que a dures penas logran contener 10s Hiberales franceses de la tradiciin de Suan Bautista Say, agrupados en torn a Feédérie Bastiat y Gustave de Molinari. Esta intoxicacin intervencionista en el contenido Moctrinal del liberalismo decimondnico fue fatal en la evolucidn Politica del iberaismo contemporineo: unos tras otto los diferentes partidos politicos iberales eaen vieimas del raymatsimo”, y en aras de mantener el poder en el corto plazo consensian poiticas de compromiso que tracionan sus principios esenciles al electorado y Fasilitando en itima instancia el triunfo Politico del sociaismo. Asi, el partido liberal inglés. termina Sesapareciendo en Inglaterra engullido por et patio laborisa, y algo muy parecido sucede en el resto de Europa, La confusion a nivel pottico y doctrinal estan grande que en muchas ocasione los intervencionists nis eonspieuos como Johin Maynard Keys, terminan apropiindose de! témaino “iberalismo” que. al menos en Inglaterra, Estados Unidos y, en general, en el mundo anglosajon pasa utilizarse para denominar la sociakdemocracia {ntervencionista impulsadora del Estado det bienestar, vienose wbligados 10s. verdaderos.literles a buscarse otto término fintorio. (“classical liberals". “conservative libertarians” 0 simplemente, “iberarians”) En este contexto de confusiin doctrinal y politica no es de extranar que en nuestro pais ponca haya cuajido una verdadera revolucion liberal. Aungue en el siglo XIX se puede distinguir una sefera tradicin del més genuino liberalism, con representantes in conspicuos como Laureano Figuerola y Ballester, Alvaro Florez Estrada, Luis Maria Pastor, y-otwes, se desarolla docirinalmente uy infuida por el tibio liberaismo de la Escuela Anglosajona (la traduecién espaiola de José Alonso Ortiz de La riqueza de las naciones ya se habia publicado en Santander en 1794), 0 por el racinalismo jacobino de la Revoluciin Francesa, En et mito politic el liberalism espafol se enfrenta primero a las poderosas fuerzas absolutstas después. al pragmatisma Aiseregador de los “moderados", todo ello en un entorno continua de guerra civil desgarradora, De manera que el triunfo de la Gloriosa Revolucion Liberal de 1868 es efimero y cuando se produce la Restaursciin Canovista de 1871, ssunia ef arancel protecsionsta y se trscionsn principios liberales esenciales, por tjemplo, en el Ambito de la autodeterminacion del pueblo cubano, ‘cm un costetremendo para la nacion en términos de sufrimientos huumanos. Y ya entrado el siglo XX la pérdida de contenido doctrinal del Partido Liberal Democritco se hace ead vez mis patente y en cierta media culmina con el “reformismo sovial” de osé Canalejas que impregna sa politica de medidas imervencionisas y socializadoras, restablece el servicio militar bligatotio y sigue adelante con la inmoral y netasa politica de jradualsmplicacin militar de nuestro pais en Marruecos. En este contexto de vaclo doctrinal no es de extrafar que los pocos tspafioles que continian acepxando califcarse de “liberales” erean {que el hieralismo, més que un everpo de prineipios dogmiticos a favor de la libertad, es un simple “Ialane™ caracterizado por la tolerancia y apertura ante todas le posiciones. Asi, para Gregorio Maran (véase el “Prologo” a sus Ensayo liberates) “ser Miberal es, precisamente esis dos cosis: primero, estar dispuesto a Tax princes dl ial Tara STS entenderse con el que piensa de eto modo; y segundo, no admitr jamais que el fin justifica los medios, sino que, por el contari, son los medios 10s que justifican et fin. BI lberalisma es, pues, luna conducia y, por tanto, es mucho més que una politica Posicion que en gran media es compartida por grandes Hierales espafioles de la primera mitad del siglo XX, como José Ortega y Gasset 0 Salvador de Madariga, y que en gran parte explica por qué el protagonismo politico, primero durante Ia ditadura ct General Primo de Ribera, desqués durante la Replice y mas tarde durante el feanguisme, nunca estuviera en. manos de verdaderos lIberaes, sino mis bien en la esfera de ambos ‘extremos del intervencionismo (el socalismo obrero 0 el fascism © socialsmo conservador 9 de derecha), © bajo el contol de politics racionalstasjacabinos como Manuel Aza, |A pesar de que el siglo XX seri tristemente recordado ‘como el siglo del esaismo y de los totalitarias de todo signo que ‘mis sufrimiento han causido al género human, en sus altimos vyeintcineo aos se ha observado con gran pujanza un nouble resurgir dol ideario liberal que debe achacarse a las siguientes ‘zones, Primeramente, al rearme te6rico liberal protagonizado or un pulado de pensadores que, en sv mayor, pertenecen esti infuidos por Ia Escuela Austriaca que fue fundads en Viena cuando Carl Menger retomé en 1871 la tradicion eral subjetivista de los escoisticos espafoles. Entre otros teériees, destacan sobre todo Ludwig von Mises y Frisdrich A. Hayek, quienes fueron Ios primeros en predesir el advenimiento de Ia mn Depresidn de’ 1929 como resultado del intervencionismo monetario y fiscal emprendida por los gobiernos durante los felices” aftos veinte, en descubrir el teorema de fa imposibilidad

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