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LENGUA Y LITERATURA CASTELLANA · Análisis sintáctico y clasificación de Oraciones.

1. Para ella el bailar bien el tango era lo primero y más importante en la vida (69)

2. No le había estropeado el paseo, sino el verano entero (62)

3. Habla en sueños, dice palabrotas y tiene la cara verde (62)

4. Unos gritaban su ansia, otros mostraban sus entrañas con elocuencia muda (59)

5. No era un reproche ni una advertencia, sino la expresión de un estado de cuentas (53)

6. La cuestión es pasar el rato, pero sin adquirir compromisos serios (49)

7. A nadie sorprendió su convencimiento de que sería rechazado (71)

8. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto (73)

9. Quedó libre del esfuerzo de perseguir aquel objetivo (73)

10. Y Edmundo asintió, aunque no podía evitar pensar que a Cristina le hubiera gustado que él fuese con ella
y estuviera a su lado mientras facturaba el equipaje. (75)

11. Notaba que el calo iba encendiendo a raudales el rostro de Teresa. (77)

12. Al poco, gritaba su desprecio a quien traspasara el umbral (78)

13. Doña Violante entornaba los ojos sin responder una palabra (83)

14. El atardecer fue mancillado por quienes impusieron aquella destrucción (85)

15. Pasamos una buena temporada sin ver a nadie (85)

16. El revisor le saludó con una familiaridad que excedía la cortesía (91)

17. El porvenir de felicidad con que había soñado se desvanecía (95)

18. Soñaba con el regreso a la patria desde el día en que el barco lo alejó de las costas (95)

19. Jaime, cuyo rostro se había oscurecido, se arrebujó en el asiento (99)

20. Yo aún recuerdo aquel tiempo cuando había capellán en el palacio (101)

21. Me llamo Íñigo y mi nombre fue lo primero que pronunció el capitán Alatriste la mañana en que lo
soltaron de la vieja cárcel de Corte, donde había pasado tres semanas a expensas del rey por impago de deudas. Lo
de las expensas es un modo de hablar, pues tanto en ésa como en las otras prisiones de la época, los únicos lujos (y
en lujos incluíase la comida) eran los que cada cual podía pagarse de su bolsa (101)

22. El conde Gondomar recibió a Hugo sentado en su bufete (103)

23. Lo que más le sorprendía de sus palabras era la exactitud con que había registrado el recuerdo de aquel
trayecto larguísimo. (106)

24. Por el pasillo le llega un llanto infantil, como si lo hubieran suscitado sus pensamiento (111)

25. A la mañana siguiente, apenas despuntó el día, se lanzó a la calle en busca de su ferviente anhelo (112)
26. Todavía estaba el cielo de Barcelona cargado de humedades del mar y de estrellas cuando Juan se fue a la
calle (112)

27. Hasta donde alcanzaba la vista, el pueblo estaba tapizado de flores (115)

28. El tórrido episodio de su asunto con Marinela no le había impresionado tanto como yo esperaba (117)

29. Hubiera echado a correr si no le retiene el padre sujetándole por la nuca (123)

30. Desde que Julio Orgaz comenzó a hablarme de Laura, yo ya no pude prescindir de sus palabras. (125)

31. Nadie se vuelve loco porque un hijo se va de casa , a no ser que haya una predisposición a trastornarse
por cualquier minucia (129)

32. En cuanto recobre mi andar tendré el disgusto de tirarlo a usted por una ventana para que ensaye usted en
otra parte su papel de diablo (130)

Ya en el primer contacto con aquellas gentes que habían presenciado el prodigio hubo una ruda
extrañeza por parte de unos y otros. Los que llegaban empleaban el lenguaje usual. Preguntaban
dónde estaba el hombre enfermo, si estaba aún vivo, quién se lo había llevado. Los que formaban
el corro no contestaban nada. (67)

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