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Por inventarme una historia.

Era lunes, estábamos en marzo, lo recuerdo, el fin de semana anterior la había pasado
rumbeando con unos panas; full cerveza, tremenda pea la que nos echamos, ahh… ¡qué fin de
semana! Vi la hora, 5:45am marcaba el reloj, se me estaba haciendo tarde para buscar mis cosas y
tomar el bus; me bañé, me vestí, comí y saque mi libreta de debajo de la cama; por casualidad la
abrí, “pa` no llegar perdido a clases” y allí fue que me di cuenta de que ¡no había hecho el trabajo
que mando el profesor!

Wah… ¿qué haría ahora? No podía faltar a clases, pues le estaba jalando bola al tipo pa`
que me terminara de ayudar a pasar la materia y obvio no lo dejaría plantado.

Salí a tomar el bus, la calle estaba sola y yo era el único que se veía por allí, (aun cuando
era lunes y la gente sale a trabajar) llegue a la parada y espere 5 minutos y fue entonces cuando
llego el transporte. En él iba pensando ¿Qué carrizo le diré al profe pa` que me crea? ¿Qué el
trabajo se lo comió un perro? ¡No! Eso ya es viejo… ¿Qué se murió mi abuelito(a)? ¡No!... no los
puedo matar de nuevo, ya llevo 6 abuelos muertos.

Por todo el camino me iban pasando ideas, pero nada, que va, nada me resultaba
convincente. Llegue al cole, me acerque con temor al salón y ¿Qué creen? Estaba allí, el profe
estaba allí esperándome, entre con temor, me senté en una mesa y lo vi a la cara.

-¡Buenos días! ¿Trajiste el trabajo? Me pregunto el profe.

Tartamudee un rato y weh solté lo primero que me llego a la mente.

-¡Profe! ¿Qué le cuento? ¡De eso mismo le iba a hablar ahorita! De verdad le digo que siento
mucho no haber podido traerle el trabajo, de veras quería hacerlo pero se me presento un
inconveniente este fin de semana y no pude hacerlo.

-¿Un problema? No me digas que se te murió tu abuelo(a) número 7, o que un perrito se comió tu
lápiz.

-No… ¡qué va! Nada de eso. (Coño ya el viejo tenia los abuelos contados, ¿y ahora?), si me permite
puedo contarle.

-Haber chico dime. Pero que sea breve.

-Bueno profe, el viernes cuando llegue de clases me acosté en mi cuarto, tome el cuaderno y unas
cuantas hojas de máquina, me puse a redactar el trabajo y de pronto escuche un ruido extraño,
venia de debajo de la cama; no le presté atención, pero volví a escucharlo; me asuste mucho
profe, pero yo soy grande y sé que el “coco” no era; pues “no existe” (bueno eso creo).
Con cuidadito me aguante muy fuerte de el lateral de la cama, y fui bajando la cabeza
lentamente, pues ni loco pondría los pies en el piso; en lo que logro asomarme ¡adivine usted que
vi! No… no diga nada profe… eran unas cosas feas, enormes dientes, tremenda lengua y dos
brazos flexibles que cortaban una caja como si fueran vectores ubicados en un plano. Me asuste
mucho, y esa cosa me miró, me metí debajo de la sabana; pues todos saben que el mejor escudo
es ese; pero me sorprendí cuando Eso, me quito la sabana y me jalo para debajo de la cama y con
el golpe quede inconsciente (¿o fue con el olor?, algo así).
Lo que sé es que cuando desperté estaba en un cuarto amarrado a una mesa de piedra, y
alrededor mío, varios instrumentos raros; algo así como agujas, hilos, pegamentos, etc. Y luego al
rato varios hombrecillos naranja entraron al cuarto e hicieron unas filas a mis lados y por una gran
puerta, entro una de las cosas naranjas, parecía el líder, pero más joven que los demás. Dijo algo y
luego los otros me sacaron de la habitación y me llevaron a un castillo. Cuando llegue pregunte
que era todo eso, pues estaba “cagao”, y wao, para mi sorpresa, hablaban español.
Hablamos un rato allí y me conto que ellos eran de los buenos y que lo que vi eran Zapatos.
¡Pues si! Zapatos, ¿qué raro no? Con razón la pudrición. Me dijo algo de que yo era el elegido y
que tenía que matar al jefe de nombre Pacuso, que y que porque yo era el único que había podido
o que pudo más bien, pasar a su mundo.
Yo pregunte porque, obvio, o sea porque no los mataban ellos, con tal a mi no me hicieron
ningún mal. ¡Y adivine! ¡No, no adivine nada! (no quería dejarlo hablar para que no me
interrumpiera la historia). Que porque nosotros los humanos éramos los únicos que habíamos
podido dominarlos y los poníamos en nuestros pies y humillábamos de esa manera.
Al decirme eso lo primero que hice fue ver si ellos estaban descalzos, y pues sí. Al rato profe
me presentaron una “gente” y me echaron un cuento de una estrella que marco el inicio del
mundo, con el bigbang y eso, luego que esa misma estrella unos 10mil años después destruyo a los
dinosaurios y que justamente fue la misma que guio a los reyes magos a Jesús y justo ese día había
vuelto a aparecer y los guio a ellos hacia mí. ¿Qué loco no?
Salí de allí donde me tenían y me puse a buscar un sitio para ver como regresar a casa, y entre
en una tienda y vi una espada burda de fina y la alcé. Entonces fue cuando el encargado de la
tienda me echó otro cuento parecido al de Arturo, que si levantaba alguien la espada, esa persona
seria el salvador del universo. Ah otra cosa, eso era en el espacio y habían 5 soles y en ese planeta
vivían los sobrevivientes de todo el universo, porque los zapatos habían tomado todo, menos la
tierra.
La cosa es que tuve que quedarme con la espada y me pusieron a entrenar para un combate y
en uno de ese poco de golpes que llevé, vi a una chica de cuatro brazos, estaba buenísima (tuve
que inventarme una parte amorosa, pues toda historia necesita un poco de romance) la chica más
bella que yo haya visto profe; me enamore en el instante y para tirármela de que sabia pelear, me
puse a practicar full. Ya eso era el sábado y weh después del entrenamiento y todo eso, fui a
comer y me sirvieron una cosa horrible, ni sé que era. Ya en la noche me fui a dormir a donde una
pana extraterrestre, pues tenía que luchar al otro día.
Profe ha amanecido y yo asustado porque pensé que me matarían en batalla, me pare con
todo un ejército de revolucionarios a mi mando, y frente a mi estaba Pacuso… A zapato para bello,
no sé ni cómo describirlo, lo que sé es que la pudrición era arrecha. En la tropa enemiga habían de
todas las marcas, tallas, colores, etc. Pumas, Jump, Converse, Nike, Adidas, Coleman, Mocasines,
Mega, de plataforma, bajitos, azules, blancos, rojos, de todos los tipos. Era mejor que ir a una
zapatería en el Orinokia, con la diferencia de que no encontraría el par completo y que serian
gratis.
Profe tome la espada y me dispuse a luchar, mate un poco de zapatos con esa espada
poderosísima, que hasta alumbraba y todo (tipo star Ward), pero que va, eran infinitos. En eso que
íbamos perdiendo, veo a la chica de 4 brazos y me llamaba, yo voy a donde ella y dejé a esa gente
peleando sola. Ella me hecho otra historia más de que estaba destinada para mí y que era de un
clan guardia del espacio o algo así y que justo ella fue quien dio todas esas señales con las estrella.
Me dijo que la única forma de vencerlo, era forjando mi espada con la estrella, y weh le
echamos bola, y por supuesto profe, salí a batallar. Agarre y de un solo aleteo como dicen, o
espadazo, mate a todo el ejercito, y quedó Pacuso allí. Una cosa loca profe, pero a la final gane y
con la piel de Pacuso me hicieron estos piso que traigo puestos, bueno profe, fui a celebrar con los
amigos intergalácticos y me embriague, por eso el olor a alcohol. Y ¿Qué cree? Obvio que me
pegue a la chica de 4 brazos, pues casi se me muere, pero eso es otra cosa. Me estaban diciendo
para quedarme allí y gobernar el universo, pero le dije que no, porque tenía que entregarle el
trabajo a usted,
Así que volví a casa y veo el reloj, ya en mi cama, y ¿qué cree?, eran las 5:45am de hoy y lo
único que tenia era el borrador del trabajo, pase toda la trayectoria en el bus intentando
inventarle algo por no poder entregarle el trabajo, pero no se me ocurrió nadita profe. Así que me
dije: “le diré la verdad al profe”, y bueno aquí estoy profesor.

-Mmm… ¿Y el borrador del trabajo donde esta?- dijo el profesor.

-Se lo llevo un perrito en la boca profe- respondí. (¿Para qué invente lo del borrador?)

El profesor me miro con una cara y me dijo:

-Nada más porque me gusto la historia y fue entretenida, te pondré los puntitos que te faltan, es
más chico, ¿Qué haces estudiando? Mejor escribe un libro y te irá mejor, créeme. Que esto no
vuelva a suceder, ahora vete antes de que cambie de opinión.

Bueno chicos eso era todo lo que quería contarles, tan solo <<por inventarme una historia>>,
un día lunes, del mes de marzo; no solo aprobé una materia, si no que escribí un libro llamado
Pacuso y ahora estoy forrado en plata, y ustedes, allí, leyendo lo que escribí.

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