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ESTUDIOS SOBRE EL DOLOR OROFA C I A L PRESENTADOS
EN LOS DOS ÚLTIMOS CONGRESOS MUNDIALES DE DOLOR 5
• En el campo de los trabajos que recogen datos en hu- En la América precolombina, en todas las culturas
manos, las dos áreas con mayor re p resentación son, de un encontramos interesantes referencias. Los incas, por
lado, las referidas a farmacología, donde en ningún caso ejemplo, empleaban la resina del árbol Myroxlon pe -
a p a recen novedades llamativas y se insiste en la importan-
reirae o bálsamo del Perú para las enfermedades gingi-
cia y utilidad de la combinación de AINEs y opioides de ba-
jo techo, y de otro, el grupo misceláneo que recoge re v i s i o- vales y, durante las extracciones, recomendaban masti-
nes, cuestionarios y casos clínicos. © 1999 Sociedad car hojas de coca para aliviar el dolor. Algunos
Española del Dolor. Publicado por Arán Ediciones, S.A. remedios de los indios norteamericanos eran lo bastan-
Palabras clave: Dolor orofacial. Modelos de dolor. Dolor
te efectivos como para ser adoptados por los coloniza-
dental dores como, por ejemplo, la corteza del fresno espino-
so, que fue llamado por los europeos “árbol del dolor
de muelas”, o los cocimientos de raíz de álamo blanco,
que utilizaron los alemanes asentados en Pensilvania.
Como en muchos otros campos, la Europa de la
Edad Media aporta pocas innovaciones, repite y
acepta las recetas “c l á s i c a s” y encontramos listas de
1. UN BREVE REPASO DE LA HISTORIA remedios en los escritos de los monasterios, como la
DEL DOLOR EN ODONTOLOGÍA lista de remedios recogida por Santa Hildegarda,
abadesa de Birgen en Alemania. En la baja Edad Me-
Dada la frecuencia e intensidad del dolor odontoló- dia, e, incluso, en fechas más recientes, se extendió
gico, el tratamiento de este padecimiento ha ocupado mucho el uso de la mandrágora, que ya era reco-
un lugar importante desde las fechas más remotas. En mendada en Egipto, Babilonia y Roma. En este caso,
todas las culturas encontramos intentos de tratamien- como en otras especialidades médicas, esta raíz, cuya
tos conservadores, buscando, de un lado, evitar la ex- similitud con un cuerpo humano llamaba especial-
tracción de las piezas y, de otro, controlar el dolor. mente la atención, fue muy apreciada.
Ya en el papiro de Ebers se encuentran hasta once Apenas superado el oscuro periodo del medioevo,
recetas para tratar enfermedades y dolor dental; así, Paracelso (1493-1541) aporta una innovación intere-
una parte de comino, una parte de incienso y una parte sante, que se continúa utilizando en nuestros días,
de cebolla se aconsejan como tratamiento “para curar consistente en el uso de la gutapercha para obturar
el diente que corroe en las partes altas de la carne”. las cavidades.
En Roma, Celso (25 a. C.–50 d. C.) describe el do- Sin embargo, la gran contribución de la odontolo-
lor de muelas como una de las peores torturas y dedica gía al tratamiento del dolor es mucho más reciente. A
un capítulo completo de su libro a aconsejar gran va- pesar de la polémica existente en aquel momento res-
riedad de cataplasmas calientes, enjuagues bucales, pecto al posible uso del éter para aliviar el dolor qui-
aplicaciones de hierbas e, incluso, laxantes, para su r ú rgico, el 30 de marzo de 1842, el médico y cirujano
tratamiento. Largo, médico personal de Claudio (hacia norteamericano William Crawford Long extrajo un
el 47 d. C.), propone el tratamiento de este dolor a ba- tumor del cuello de un paciente anestesiado con éter
se de fumigaciones con semilla de beleño negro, se- sin que éste sintiera el más mínimo dolor. Pero Craw-
guidas de enjuagues con agua caliente, lo que ayuda- ford no hizo nada por divulgar esta información.
ría a expulsar los “gusanos responsables” del mismo. Pero fue el dentista Horace Wells quien en 1844, al
También en la cultura árabe encontramos diferentes final de una de las sesiones de demostraciones químicas
recetas indicadas para el tratamiento del dolor. Avicena que formaban parte de espectáculos itinerantes, en los
recomienda coger cuatro granos de beleño y cuatro se- que el público aceptaba inhalar gases hilarantes, tuvo la
millas de puerro, además de dos cebollas y media, y idea de realizar una extracción dental usando gas, aun-
mezclar estos componentes con grasa de cabra, para que lo cierto es que ya había llevado a cabo una expe-
elaborar, de este modo, unas píldoras que se queman riencia preliminar consigo mismo en ese mismo año. Se
en un embudo bajo la cabeza cubierta del paciente. En lo comunicó a un colega, William T. G. Morton, y al
lo que respecta al pueblo hebreo, se encuentran re- químico y geólogo Charles T. Jackson; sin embargo,
ferencias a tratamientos de todo tipo, tanto en escritos una tentativa malhadada realizada en público al final de
de rabinos, como en el propio Talmud. En antiguos la clase de cirugía del Dr. Warren en el Cambrige Colle-
textos hindúes (650 a. C.) y chinos, también se recogen ge, en Boston, cubrió de ridículo a Wells. Éste, sin em-
tratamientos variados y complejos, tratando de evitar bargo, siguió realizando extracciones con anestesia du-
la extracción. La acupuntura china tradicional señala rante todo el año de 1845 en la pequeña ciudad del
116 puntos relacionados con estructuras bucales. estado de Connecticut, en donde ejercía.
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Mientras tanto, Morton, el 7 de diciembre de 1846, recogidas en los correspondientes libros de resúmenes
publicaba los resultados de su descubrimiento en el (5,6).
Boston Medical and Surgical Journal de Hartford. Esto Hemos incluido en nuestro estudio todas aquellas
dio lugar a que, en un primer momento, la Academia de comunicaciones que se referían a dolor facial y oral,
Medicina y la Academia de Ciencias atribuyeran el mé- tanto en animales como en humanos, pero excluyen-
rito a Jackson y Morton, a pesar del viaje que hizo do las que se referían a la neuralgia del trigémino, a
Wells a París en 1847, en un intento de que se le reco- las consecuencias faciales de las migrañas y al dolor
nociera su prioridad en el descubrimiento. Wells se sui- maxilofacial postquirúrgico no dental.
cidó con cloroformo en enero de 1848 sin llegar a saber
que, por fin, la Sociedad Médica de París le dirigía una
carta en la que le reconocía el honor de haber sido el 4. CLASIFICACIÓN DE LAS COMUNICACIONES
descubridor y el primero en aplicar el gas, carta que se
redactó a pesar de las presiones de Warren, quien había En una primera división se han diferenciado dos
asistido a las primeras sesiones de la Sociedad. grandes grupos:
En la introducción de los gases anestésicos par- 1.- Trabajos realizados en animales, que, evi-
ticiparon, evidentemente, varios investigadores, dentemente, se refieren a diseños de investigación
pero el papel del dentista Horace Wells en esta lu- básica. Dentro de este apartado hay, a su vez, tres
cha contra el dolor es de innegable importancia y subgrupos, dependiendo del objetivo principal: es-
abrió una era nueva en las operaciones quirúr g i c a s tudios sobre la fisiología del dolor, que analizan los
(1-4). mecanismos que median la producción, transmisión
y percepción del dolor; ensayos farmacológicos, en
los que se comparan potencias, efectos e interaccio-
2. OBJETIVO nes de fármacos ya conocidos o se ensayan nuevas
drogas; y propuestas de nuevos modelos experi-
Como hemos visto, el dolor dental ha sido objeto mentales o mejoras o validaciones de los ya exis-
de preocupación desde los tiempos más remotos, y tentes.
ha recibido atención y cuidados específicos en todas 2.- Trabajos que recogen datos de humanos. E n
las épocas. En la actualidad el dolor continúa siendo este caso, el objetivo de las comunicaciones puede
uno de los problemas con los que el odontólogo se encuadrarse bien dentro de la investigación básica,
enfrenta diariamente en su práctica clínica, utilizan- y entonces suele tener como objetivo fundamental
do para su resolución numerosos medios tanto farma- mejorar el conocimiento de la fisiología del dolor
cológicos como quirúrgicos. con metas similares a las descritas en investiga-
A pesar de este contacto cotidiano con el dolor, no ción animal, pero aportando la ventaja de la coo-
son frecuentes los trabajos de investigación que se peración del sujeto sobre el que se investiga y su
publican en este campo. A modo de llamada de aten- capacidad para evaluar la percepción dolorosa; o
ción sobre este tema a los profesionales de la odonto- bien en investigaciones clínicas sobre pacientes
logía y, en general, a todas las personas preocupadas con distintas patologías. En este último caso los
por el estudio del dolor, hemos querido recoger en objetivos pueden, a su vez, ser varios: evaluación
esta revisión la presencia del dolor orofacial en los del efecto de diferentes fármacos, valorando, prin-
dos foros que han reunido a un mayor número de ex- cipalmente, la efectividad del tratamiento, las in-
pertos en dolor en los últimos años. dicaciones y las interacciones; terapias no farma-
Nuestra verdadera intención es recordar que: “n o cológicas, que han comprendido desde cirugía
hay nada peor que un dolor de muelas” y, por ello, tradicional a estimulaciones de la corteza cerebral,
este dolor tal vez merece más atención de la que se le acupuntura y homeopatía. Por último, bajo el epí-
presta. grafe “otros”, recogemos un grupo de comunica-
ciones compuesto por revisiones bibliográficas,
cuestionarios, descripciones de nuevos síndromes
3. CRITERIOS DE INCLUSIÓN y casos clínicos.
La Tabla I resume las distintas categorías en las
Hemos analizado las comunicaciones presentadas que se han agrupado las comunicaciones.
th
en los dos últimos congresos mundiales sobre dolor (7 Pasaremos a continuación a analizar más detalla-
th
World Congress on Pain, 1993, París, Francia; 8 damente las características y contenidos de cada
World Congress on Pain, 1996, Vancouver, Canadá) y grupo.
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ESTUDIOS SOBRE EL DOLOR OROFA C I A L P R E S E N TA D O S
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7. ANÁLISIS CUANTITATIVO
Fig. 2.– Clasificación de las comunicaciones sobre dolor
En 1993 se presentaron un total de 1680 comunica- orofacial presentadas en los dos últimos Congresos
ciones, de las que 47 fueron incluidas en nuestro análi- Mundiales de Dolor
sis por constituir estudios sobre dolor orofacial. Por su
parte, en 1996 fueron presentadas 1187 comunicacio-
nes en total y 52 se referían a dolor orofacial. Como se
puede observar en la Figura 1, la presencia de comuni-
caciones sobre dolor orofacial fue más bien escasa,
aunque es de destacar, sin embargo, que se produjo un
claro aumento en la importancia relativa de estos estu-
dios del congreso de 1993 (2,9%) al de 1996 (4,4%).
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C o rre s p o n d e n c i a .
BIBLIOGRAFÍA
Fig. 4.– Clasificación de las comunicaciones presenta-
1. H o ffmann-Axthelm, W. History of Dentistry. Chica-
das en los dos últimos Congresos Mundiales de Dolor, go. Quintessence Publishing Co., Inc. 1981. 435 pá-
referidas a estudios del dolor orofacial en humanos. ginas.
2. Guerini, V. A History of Dentistry. From the most an-
cient times until the end of the eighteenth century.
los odontólogos refieren el dolor como uno de los Nueva York. Milford House Inc. Pound Ridge. 1969.
más importantes problemas de la práctica diaria de 355 páginas.
su especialidad. 3. Ring, Malvin E. Historia Ilustrada de la Odontología.
Sería interesante tener en cuenta estos resultados Barcelona. Ediciones Doyma. 1993. 320 páginas.
4. R e y, R. Histoire des sciences: Histoire de la douleur.
para fomentar la investigación en esta materia y contar París. Éditions La Découverte. 1993. 414 páginas.
en el futuro con mayores posibilidades de actuación 5. Libro de resúmenes del 7th World Congress on Pain,
frente al problema, al objeto de mejorar la calidad de París, Francia, 1993.
vida de los pacientes afectados por estas dolencias y 6. Libro de resúmenes del 8th World Congress on Pain,
disminuir el gasto público derivado de esta afección. Va n c o u v e r, Canadá, 1996.
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