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Coordinación Motriz

Nombre: Lissette B. Astudillo Topp


Curso: 3ºG
Asignatura: Educación Física
Profesor: José Silva
Fecha: jueves 9 de Septiembre de 2010
¿Qué es la coordinación motriz?

Se entiende por coordinación motriz la capacidad que tiene un individuo para contraer los
músculos esqueléticos de manera sincronizada, coordinada y armónica bajo parámetros
de trayectoria y movimiento, obteniendo como resultado un acción motora eficiente de
carácter intencional, sincrónica y sinérgica para dar una solución oportuna a un problema
motriz determinado de manera equilibrada y económica.

Características:

 Precisión: Dominio de la dimensión espacial, movimientos rectilíneos hacia el


objetivo, equilibrio corporal seguro.
 Economía: Equilibrio del gasto energético, magnitud de inervación moderada
con impulsos adecuados a la situación.
 Fluidez: Equilibrio en la dimensión temporal, impulsos musculares adecuados,
no abruptos, retardados, cortados ni lentos.
 Elasticidad: Aplicación eficaz y adaptativa de la fuerza muscular de tensión y
freno para absorber elásticamente los impactos del cuerpo y los objetos.
 Regularización de la Tensión: Equilibrio de la tensión muscular, relajación
máxima de los grupos antagónicos, cambio rápido entre tensión y relajación.
 Aislamiento: Equilibrio de la elección de músculos, inervación de los grupos
musculares necesarios con seguridad máxima del impulso
 Adaptación: Reacción sensomotriz equilibrada, buena capacidad de
adaptación y cambio según la situación del momento percibida por los
sentidos.
Clasificaciones

 Motricidad básica: Familia de habilidades amplias, generales y comunes a muchos


individuos, son también la base de los aprendizajes posteriores. Pueden servir de
plataforma para aprender y desarrollar situaciones más complejas y elaboradas de
movimiento.

 Motricidad específica: Habilidades de movimiento cuya enseñanza está


directamente encaminada al aprendizaje de uno o varios deportes; es decir,
aquellas actividades motrices que el individuo lleva a cabo en un entorno más
concreto.

 Motricidad especializada: Se logra mediante la enseñanza, aprendizaje y práctica


de las mismas habilidades motrices específicas, teniendo como fin la competencia
deportiva, en ocasiones encaminada al alto rendimiento. Es aquí en donde se van
trabajando a la par que la táctica y la técnica propia de cada deporte, el
acondicionamiento físico.
Regulación nerviosa de la coordinación

La coordinación motriz se asocia íntimamente con procesos de integración del sistema


nervioso central.

Para que un movimiento sea coordinado, se deben tener en cuenta todas las acciones
musculares bien reguladas en su esfuerzo, su duración y velocidad, además de la
integración con otros elementos como son la inercia, el peso algún implemento, los
rozamientos, las resistencias exteriores y también la presencia de objetos o personas en
el medio. Todos estos elementos son captados por los receptores y propioceptores del
cuerpo y conducidos en forma de impulso nervioso a través de las vías sensitivas hacia el
sistema nervioso central. Allí existen centros elaboradores de respuestas capaces de
interpretar la información proporcionada por los receptores, y así dar origen a un nuevo
impulso en respuesta a los estímulos percibidos y que se dirige, a través de las vías
motoras, hacia los grupos musculares que efectuarán el movimiento, estimulando su
contracción. Ambos impulsos, sensitivo y motor, son regulados a nivel de cerebelo, que es
el encargado de coordinar la información sensitiva con la respectiva respuesta motora,
logrando así que los movimientos sean finos y precisos.

Desarrollo de la motricidad

Desde que el individuo nace, inicia el proceso de descubrimiento progresivo de sí mismo y


de su entorno, fundamentado en el desarrollo de sus capacidades de percepción y de
movimiento. Se va dando a la par que el desarrollo biológico, fisiológico y psicológico.
Puede describirse como el proceso para alcanzar la coordinación de la actividad motora a
través de la organización de los estímulos sensoriales que se desarrolla en el individuo
desde que nace hasta aproximadamente los seis o siete años de edad, por ser la etapa
que resulta más propicia para estimular cada una de las capacidades que conforman sus
tres componentes fundamentales: la corporalidad; la temporalidad y la espacialidad.

Las capacidades coordinativas que se desarrollan a lo largo del proceso perceptivo-motor,


representan el inicio del aprendizaje de los movimientos más elaborados que serán
posibles a través de la afinación de la coordinación, la cual se aprecia en la ejecución
cada vez más eficaz de los movimientos.

Para que el individuo esté en condiciones de realizar algún patrón de movimiento básico
como el correr, debe haber pasado por las etapas previas de desarrollo del movimiento:
Movimientos reflejos
(Primeros meses de vida):
Movimientos involuntarios

Movimientos rudimentarios
(6-24 meses): Movimientos
conscientes pero poco
estructurados

Patrones de movimiento
(3-6 años): Movimientos
más complejos, logrados a
partir de la maduración y
ejercitación de los
movimientos en etapas
anteriores

Posteriormente, la motricidad puede seguir siendo desarrollada mediante la


ejercitación y el entrenamiento a lo largo de prácticamente toda la vida. Sólo
cuando comienza el deterioro del sistema nervioso central durante la vejez, o
si se llegase a producir un deterioro importante de éste por otras causas, se
produce una pérdida importante de la coordinación motriz.

Patologías relacionadas con la coordinación

Alrededor del 6% de los niños en edad escolar tienen algún grado de trastorno en el
desarrollo de su coordinación motriz, pudiendo estos tropezar con sus propios pies,
chocar contra otros niños, tener problemas para sostener objetos y tener una forma de
caminar inestable.

Por lo general se producen a nivel de sistema nervioso central, específicamente en el


cerebelo, que se imposibilita o reduce su capacidad para coordinar los impulsos motores y
los sensitivos.

Una de estas anormalidades es la ataxia, que suele acompañarse de alteraciones del


equilibrio y de la marcha, en la cuál se ven afectadas solamente aquellas regiones
dedicadas específicamente a funciones del equilibrio. Estas alteraciones pueden crear
movimientos desordenados e imprecisos, imposibilitando los movimientos rápidos que
requieren alternancia.

Trabajo para lograr la coordinación

 Cuatro a seis años: Desarrollo las capacidades perceptivas mediante tareas


motrices habituales. Se logra mediante sesiones cortas y repetitivas, ofreciendo
condiciones óptimas para la realización del ensayo y error, corrigiendo y fijando los
esquemas ideomotores.

 Siete a nueve años: Estabilización, fijación y refinamiento de los esquemas


motores y desarrollo de habilidades motrices básicas mediante una secuencia de
crecientes exigencias coordinativas.

 Diez a trece años: Iniciación de las habilidades motrices específicas y el desarrollo


de los factores básicos de la condición física.

 Catorce a dieciocho años: Desarrollo de actividades motrices específicas,


iniciando de esta forma el trabajo deportivo propiamente dicho.
Conclusiones

De acuerdo a lo revisado, se puede concluir que la coordinación motriz es una capacidad


que no sólo utilizamos para practicar un deporte o hacer ejercicio, si no que es muy
importante para realizar todas nuestras actividades cotidianas que involucran interacción
con el medio, con otras personas o con el propio cuerpo. Por ello es importante su
correcto desarrollo, principalmente durante la infancia, etapa en la cual además se está
produciendo el desarrollo del resto del organismo y en la que suelen manifestarse las
patologías nerviosas que afectan a la coordinación.
También podemos concluir que con un poco de información y disposición, es
relativamente fácil mejorar esta importante capacidad que tanto nos ayuda en todas
nuestras actividades.

Bibliografía

 www.wikipedia.org
 www.atletasmaster.com.ar
 www.educacionfisicayrecreacion2.wikispaces.com

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