El espíritu deportivo ha sufrido grandes cambios en poco más
de un siglo, que es el tiempo que se llevan realizando las olimpiadas modernas. En la actualidad, el deporte ha alcanzado tales grados de especialización que su práctica se ha convertido en profesión. La competencia existente entre los deportistas para ser los mejores, para mantenerse en el equipo, ha conducido a unos altísimos niveles de entrenamiento y competición. Por ejemplo, los jugadores de básquet de la NBA estadounidense deben jugar 3 o 4 partidos cada semana. Para soportar estos niveles de entrenamiento, y la propia competencia, algunos deportistas cometen el delito de ayudarse con sustancias prohibidas. Entre estas sustancias se encuentran los esteroides anabolizantes. Los esteroides son un grupo de sustancias que tienen la capacidad de acelerar las reacciones de biosíntesis (anabolismo) de moléculas orgánicas, en particular de proteínas. Los más comunes de estos anabolizantes son las hormonas sexuales masculinas, como las testosteronas. Lo que hacen estas hormonas es, entre otras cosas, estimular el desarrollo de la masa muscular al acelerar la síntesis de proteínas, recuperar la energía perdida y aumentar el estado de agresividad necesario en ciertos deportes. Además de la deslealtad que suponen estas prácticas, el consumo de esteroides anabolizantes puede traer consigo diversos trastornos físicos y psíquicos. Así, en los hombres pueden provocar, por ejemplo, disminución en la producción de esperma, reducción de la resistencia a las enfermedades y graves irregularidades cardiacas. En las mujeres, además de los efectos comunes a los hombres, también pueden producir un desarrollo del vello facial y otros efectos masculinizantes. La hormona del crecimiento hipofisiaria (GH) también ha sido utilizada por los deportistas debido a sus efectos en el aumento de la masa muscular. Sus efectos secundarios, por lo demás, también conllevan serios riesgos, como, por ejemplo, el desarrollo de la acromegalia, ciertas variedades de artritis y un aumento en el tamaño del corazón. Hoy en día, las técnicas han progresado tanto que es posible detectar pequeñas cantidades de estas sustancias en una muestra de sangre, orina, e incluso en un cabello.
Una droga es toda aquella sustancia que, al ser introducida
en el cuerpo, produce ciertos efectos fisiológicos. Entre ellas están las que afectan al sistema nervioso, modificando los estados de conciencia o el comportamiento. ¿Qué lleva a las personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes a consumir drogas?. Sobrellevar un profundo sentimiento de soledad, hacer desaparecer un estado de angustia, mantener un estado de ánimo placentero… son algunas de las motivaciones. Pero lo que en un principio parece maravilloso, al poco tiempo se convierte en una pesadilla, durante la cual al adicto tiene la necesidad de ir aumentando progresivamente la dosis y se sumerge en una etapa de dependencia, un estado en el que la persona no puede estar sin consumir drogas, porque su ausencia le genera malestares físicos y psíquicos. Con el tiempo, el alivio que se consigue inicialmente al consumir drogas termina convirtiéndose en un estado de esclavitud, la perdida de las relaciones familiares, sociales y la destrucción de la personalidad. ¿Creen que la drogadicción es un problema individual y/o social? ¿por qué? ¿Cómo podría evitarse? Algunas drogas son declaradas ilegales y otras no, como el alcohol. ¿Son por eso menos peligrosas? ¿Por qué?