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(2005-2006)
de: Luis Ayhllón
Personajes
PADRASTRO
MADRE
HIJO
PIANISTA
DOCTOR
AGENTE
Espacio
Un teatro.
Líneas de corriente de alta tensión rodean al público. En algún lugar una mesa y sillas de
Cartablanca, un teclado Yamaha y un televisor Sony de 24 pulgadas, inservible, por supuesto.
1
PADRASTRO: Bonita bagatela… así decía un tío mío. Bonita bagatela, cuando algo
no le gustaba o le ponía incómodo…
MADRE: ¿Estás incómodo?
PADRASTRO: No es eso, se me ocurrió después de ese largo silencio.
MADRE: ¿Fue largo?
PADRASTRO: ¿No lo detectaste?
MADRE: ¿Tu tío se sentía incómodo?
PADRASTRO: ¿Incómodo?
MADRE: ¿Había algo en especial que lo molestaba?
PADRASTRO: No sé, no sé. No lo he pensado. Las bagatelas surgen de muchas
maneras. Se meten en todos lados. Hasta un silencio incómodo las
causa.
MADRE: No estamos en silencio.
PADRASTRO: Hace rato sí que lo estábamos.
MADRE: ¿Entonces?
PADRASTRO: ¿Entonces…?
MADRE: No terminaste la idea. ¿Qué lo molestaba?
PADRASTRO: No se sabe. Nadie lo supo nunca. Lo más seguro… llegaba de la
calle, se quitaba los zapatos y comenzaba a ofender a la gente… Lo
más seguro es que todo le molestara…
MADRE: ¿No sería el cloro…?
PADRASTRO: ¿El cloro? ¿De qué carajos hablas?
MADRE: Varias veces en tu casa el piso apestaba a cloro.
PADRASTRO: ¿Y eso, qué?
MADRE: Puede ser que eso le molestara.
PADRASTRO: Él no se daba cuenta.
MADRE: Lo supuse.
PADRASTRO: Pero también puede ser que tú no hayas estado acostumbrada a la
limpieza. Puede ser que tu nariz se haya irritado con tanta limpieza.
¿Cómo alguien que no está acostumbrada…?
2
MADRE: …Ese olor no era normal, puede ser que eso le haya molestado.
Puede ser que por eso decía esa frase.
PADRASTRO: No, no lo creo. Si mamá tenía una obsesión por el piso reluciente, era
porque a mi tío le daba por vomitar en el suelo y ese olor era
insoportable.
HIJO: ¿Algo más le incomodaba a tu tío?
PADRASTRO: No sé, ya te dije. Todo y nada. No lo sé…
DOCTOR: Durante la primera guerra mundial, no me lo van a creer… el cloro
gas lo usaron los nazis en grandes cantidades para matar a los
soldados enemigos?
PADRASTRO: Ah, mire…
MADRE: Es un dato curioso… Puede ser que a tu madre no le importara la
limpieza, sino exterminarlo…
PADRASTRO: No digas tonterías, ella lo amaba.
DOCTOR: El cloro es más denso que el aire, y causa la formación de humo
tóxico sobre el suelo. El gas cloro es tóxico en membranas mucosas
porque las disuelve, de manera que termina en la sangre. Cuando se
respira cloro gas, se provoca la liberación de fluidos en los pulmones,
como si alguien se estuviera ahogando.
MADRE: Ahora veo. Él no murió de cirrosis, como te hicieron creer de niño.
Murió porque lo ahogaron, porque sus pulmones se hicieron agua y
se evaporaron. En alguna nube debe andar flotando con miles de
soldados.
PADRASTRO: Ya estuvo bien.
HIJO: Hay algo que no entiendo…
PADRASTRO: Qué raro, ¿y eso? De veras, no lo puedo creer…
MADRE: ¿Ya…? ¿Puede?
PADRASTRO: ¿Qué pues? Ándale.
HIJO: ¿Por qué nosotros?
PADRASTRO: Porque somos una familia disfuncional… eso dijeron. Bagatela, me
gusta esa palabra.
MADRE: ¿Lo tienes que decir así?
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PADRASTRO: Sí, fíjate que sí. Salió una convocatoria en los periódicos que decía: se
solicita familia disfuncional para espectáculo. Eso, así, ¿cómo eres
pendejo…?
MADRE: No le hables así.
PADRASTRO: No hay convocatorias para este tipo de cosas, se hizo a discreción.
MADRE: ¿A discreción…?
PADRASTRO: Sí, ¿qué?
MADRE: A discreción…
PADRASTRO: Sí, ¿qué tiene?
MADRE: No lo puedo creer…
PADRASTRO: ¿Qué? ¿De qué te ríes?
MADRE: ¿Cómo que a discreción? ¿Qué mamada es ésa? Eso lo dijeron en las
noticias, ya sé, ese día que hablaron de las postulaciones de no se qué
madre, eso dijeron, y como a ti te gustó la palabrita por eso…
PADRASTRO: Es una manera de hablar. No tienes por qué…
MADRE: ¿Qué es lo que te pasa? ¿De dónde vienes? ¿De Marte? No sé a quién
se le puede ocurrir semejante cosa, hablas como si nos hubiéramos
ganado la oportunidad de hablar con el presidente, ¿qué es lo que te
ocurre? ¿Dónde tienes la cabeza?
PADRASTRO: ¿Ya terminaste?
MADRE: Creo que piensas con el recto…
PADRASTRO: Fue a discreción…
MADRE: A discreción. Sí, a discreción…
PADRASTRO: Alguien me contactó, esas cosas pasan…
HIJO: ¿Y por qué nos eligieron?
PADRASTRO: Ya te lo dije.
HIJO: Eso es muy general.
PADRASTRO: Por muchas razones, no hay una en específico… Hace años me
acuerdo que anotaba las palabras que me gustaban en una libreta. La
primera era bagatela.
HIJO: Dime más...
PADRASTRO: La segunda era fieltro.
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PADRASTRO: Un momento…
AGENTE: No, por favor, yo sé lo que…
PADRASTRO: No tienes por qué hacerlo enojar…
AGENTE: No, no, no se trata de eso, de hecho me falta mucho para enojarme.
Lo que sí quiero decir, con toda claridad es que en el contrato se
estipula que pueden hacer lo que quieran, yo sólo estoy para
asegurarnos de que se cumpla cabalmente con él.
MADRE: El otro día se nos ocurrió salir… y no dejaba de seguirnos.
AGENTE: Sí, así es. En lugares públicos no nos podemos permitir ninguna clase
de riesgos.
MADRE: ¿Qué riesgo podría haber?
AGENTE: Que alguno de ustedes huyera, por ejemplo… O tratara de hacerlo.
MADRE: ¿Entonces…?
AGENTE: No pueden dejar de dar función cada fin de semana, como una
familia. Entre semana pueden viajar, salir, y tener cierta privacidad, en
el baño, en sus recámaras, pero nadie puede ir a ningún evento o
reunión pública o privada de manera solitaria. Así está estipulado.
MADRE: Supongamos que se me antoja ir a un motel con él.
AGENTE: Nadie lo impide, como nadie les impide estar solos en la casa que se
les rentó.
MADRE: Escuche. ¿Va a estar frente a nosotros cuando estemos…?
AGENTE: No…no. Ni yo ni su hijo. Podemos esperarlos en el vestíbulo. Y si
tuviera oportunidad de vigilarlos me daría, cómo decirlo, un poco de
asco.
PADRASTRO: A mí también…
MADRE: No eres el único, ¿eh, idiota?
HIJO: No me gusta que hable así. No lo hubieras hecho hablar.
PADRASTRO: Todo está bien…
HIJO: No, nada está bien, ¿qué clase de futuro tengo aquí?
PADRASTRO: Estás mejor que antes. Si te pones mal de esa bola que tienes en el
estómago, inmediatamente te pagan una atención de primera, en el
mejor hospital.
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AGENTE: Carecen de iniciativa y sólo escuchan la voz que les dice tú debes.
PADRASTRO: ¿Qué dice?
MADRE: No sé, pero suena muy mal… Usted no debería…
AGENTE: ¿Me puede decir en qué resquicio de su pequeñita vida cabe la palabra
libertad?
MADRE: No entiendo.
AGENTE: Eso es… Exactamente, no cabría ninguna explicación de dicha
palabra para alguien que nunca ha vivido en ella. ¿Cómo puede
quejarse alguien del clima en Shangri La, si nunca en su vida ha
estado ahí?
HIJO: No me gusta esto. De verdad. No está bien, sé, leí que hay oficinas de
derechos humanos, no nos puede tener en contra de nuestra
voluntad, es, es, muy, muy, denigrante.
AGENTE: ¿Tú hablas de derechos humanos…? Te lo pregunto otra vez: ¿tú
hablas…? El contrato está firmado.
HIJO: Yo no lo firmé…
AGENTE: Porque usted es menor de edad, por eso.
HIJO: ¿Cuándo crezca, qué?
AGENTE: Ese es otro asunto, pero le aseguro joven que la vida afuera es mucho
peor.
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II
PADRASTRO: El futbol tiene un gran significado para mí. Cuando llené los
cuestionarios de habilidades y ¿qué…?
AGENTE: Afinidades de pensamiento.
PADRASTRO: Eso, no sé si lo recuerdes…
MADRE: ¿Qué?
PADRASTRO: Lo del cuestionario.
MADRE: No muy bien, ya sabes que tengo problemas con la memoria.
PADRASTRO: En fin, hay un inciso donde te preguntan, tú sí lo has de haber
contestado, ¿qué contestaste?
HIJO: ¿En dónde?
PADRASTRO: Personaje famoso, eso, o más bien, ¿qué personaje…?
HIJO: No me acuerdo.
PADRASTRO: …es con el que te gustaría tener una plática. ¿Cómo es que no lo
recuerdas? ¿Cómo…? Espera… Eso no te lo puedo creer. Dime,
anda, debe haber alguno, es más, era uno de los incisos obligatorios,
decía que tenías que contestarlo, quisieras o no… ¿verdad?
AGENTE: Es verdad…
PADRASTRO: Bueno, bueno es igual, yo puse al Ratón Macías. Lo puse con la
esperanza…, porque eso creí, de verdad. Creí que iba a estar aquí con
nosotros. Para mí, no sé para ustedes, hubiera sido más fácil con el
Ratón Macías presente… Ustedes…
AGENTE: Sí, me acuerdo, le dijimos que era probable la visita de alguno de los
personajes famosos.
MADRE: Yo no recuerdo ese inciso. No…
PADRASTRO: ¿Entonces? ¿Si eso dijeron…?
AGENTE: En algún momento, lo vamos a traer.
PADRASTRO: El Ratón Macías tuvo un derrame cerebral el año pasado, está
delicado.
MADRE: ¿No pusiste a alguien más?
HIJO: ¿Quién es el Ratón…?
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PADRASTRO: Para mí hubiera sido más fácil con él. Si se trata de palabras… Yo he
visto sus entrevistas, ¿te acuerdas? ¿Te acuerdas de la vez que vimos
una…? Le preguntaron algo acerca del accidente. No sólo recuerdo la
entrevista, yo estaba en el estadio de futbol cuando ocurrió lo que
ocurrió. No dijo nada en la entrevista. Bueno, dijo mucho, pero no
quiso contestar esa pregunta. No lo quiso hacer.
HIJO: ¿Cuál era la pregunta?
PADRASTRO: ¿Por qué lo hiciste? Esa fue la pregunta…
HIJO: ¿Qué hizo? ¿Quién es el Ratón Macías…?
PADRASTRO: El día estaba blanco, hay días, ¿sí les pasa no? Son poco días así, los
que uno tiene en realidad, generalmente cuando estamos niños,
donde parece que el cielo y tus manos son del mismo color. Era una
final de torneo, una final gloriosa. Yo tenía un amigo que era recoge
balones y me había logrado colar al campo. Iban cero cero, faltaban
diez minutos, cuando el Ratón recibió un pase a media cancha y
corrió, corrió corrió… Yo corría como él, a un borde de la cancha.
Corría lo más fuerte que podía, me acuerdo que llevaba unos tenis
nuevos que por cierto….
MADRE: …Cuenta, ¿no? No te vayas a lo que no tiene nada que ver.
PADRASTRO: Si no quieres escuchar…
MADRE: Sólo di lo que tienes que decir. No sabes contar historias. Siempre es
lo mismo contigo; para contar historias hay que llegar al hecho, no te
puedes quedar así, horas en las ramas.
PADRASTRO: ¿Qué quieres decir?
MADRE: Que tú eres de los que pueden vivir en las ramas de un árbol por
siempre. Y mantener tus pies colgados sin nunca tocar la tierra, y
pasarte como los monos araña, pendejéandola.
PADRASTRO: No eres la más calificada.
MADRE: No sabes cómo hacerlo.
PADRASTRO: No eres…
MADRE: …Cuenta, pues…
PADRASTRO: No estoy dispuesto…
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PADRASTRO: Todo estaba bien. Te puedo decir que en ese momento, te lo puedo
jurar, no pongas esa cara, es importante: no sé, no sé…
MADRE: ¿Qué chingados…?
PADRASTRO: Espérate, no sé cómo explicarlo.
DOCTOR: Fue tanta la emoción que parecía un mundo perfecto.
PADRASTRO: Eso, eso.
HIJO: Bueno, y entonces.
PADRASTRO: El futbol tiene un gran significado para mí…
DOCTOR: Le da un orden al mundo…
PADRASTRO: Reinició el juego, alguien sacó el balón y fui corriendo por él. Me
acuerdo que lo retuve un momento, para ganar tiempo, para que se
acabara esa mierda y que por primera vez en la historia ganara mi
equipo. Lo retuve y el árbitro furioso hizo una señal, y finalmente
ante la mirada de desprecio del puto número 10 del otro equipo, le di
la pelota. Lo agarró con furia y cobró con tanto coraje la falta que la
metió a la portería con todo y portero.
MADRE: Qué pendejo eres.
PADRASTRO: ¿Te puedes esperar? ¿Te puedes…? Todavía no termino, yo no
comienzo con cosas cuando tú ladras…
MADRE: ¿No que nunca te contaba nada?
PADRASTRO: De todas maneras, hay gente presente, no es bueno que…
DOCTOR: ¿Qué pasó?
HIJO: ¿Qué fue lo que hizo el Ratón…?
PADRASTRO: ¿Te puedes esperar? ¿Te tranquilizas? Minutos después marcaron un
penal que cobró el Ratón. Faltaba un minuto. Al cobrarlo, el balón
dio en el travesaño y le volvió a caer en los pies, tiró y rebotó en el
pecho del portero y de nuevo tuvo la oportunidad. Volvió a tirar y
dio en otro poste y finalmente salió de la cancha. Yo agarré el balón y
él corrió hasta mí y lo arrebató. Puso otra vez el balón en el manchón
de penal y tiró. El árbitro lo expulsó y él lleno de rabia llegó hasta el
poste y se deshizo el pie.
HIJO: ¿Cómo?
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PADRASTRO: Golpeó tantas veces su pie contra el poste que se molió los huesos.
MADRE: ¿Y para eso querías que viniera?
PADRASTRO: Yo estaba ahí… Y él fue lo que hizo.
MADRE: Fue tu culpa.
PADRASTRO: ¿De qué…?
MADRE: Tú hiciste que se encabronara el tirador contrario y por eso tiró con
más coraje. Si no hubieran metido ese gol…
PADRASTRO: Ya superé eso desde hace mucho tiempo… si crees…
MADRE: ¿Para qué querías que viniera?
PADRASTRO: Habría sido más fácil con él aquí…
AGENTE: Es posible que venga.
PADRASTRO: ¿Hoy?
AGENTE: No, hoy no.
MADRE: ¿Por qué más fácil?
PADRASTRO: Cuando fue por el balón, me miró a los ojos. Fue sólo un momento,
pero creo que en ese momento los dos sentíamos lo mismo. Creo que
nos conectamos. ¿Les ha pasado, no? Era como si los dos
estuviéramos en una guerra, pero sólo él pudiera luchar.
MADRE: ¿Por qué más fácil?
PADRASTRO: No sé, no sé. Podríamos escucharlo solamente y hacerle preguntas.
Con esa entrevista se llenaría el maldito tiempo y no tendríamos que
estar así, haciéndonos mierda.
HIJO: Podemos solo platicar y ya.
PADRASTRO: No es cierto. ¿No te das cuenta? Eso no es cierto, apenas hablo y…
MADRE: Sólo quiero cooperar…
PADRASTRO: A mí no me vengas con eso. Si quisieras cooperar, hablarías sin el
ánimo de joder.
MADRE: Bueno, sólo hablemos.
PADRASTRO: No es así de fácil y lo sabes. No es nada fácil comenzar a hablar
contigo enfrente, siempre interrumpes, siempre jodes, pareces…
MADRE: Sólo hablemos, pues… Hablemos por hablar…
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No te quedes callado.
HIJO: No quiero hablar…
PADRASTRO: ¿Ve? ¿Lo ve? Nadie entiende nada aquí. Se trata de que hablemos, de
que nos pagan por palabra y de que en el caso supuesto de silencio
total durante la función van a reducirnos notablemente nuestras
comodidades en los días libres. ¿Eso quieren? ¿Es lo que quieren? No
sé si…
MADRE: Tú eres el que habla por todos, tú eres el que todos los días hablas y
hablas por hablar, cualquier cosa, cualquier mierda, la cosa es hablar
por hablar, por eso te eligieron, porque tienes el don de la palabra
hueca, porque eres capaz de platicar hasta altas horas de la noche
cualquier pendejada, lo mismo sobre la chamarra que viste en el
aparador de Palacio de Hierro cuando caminabas sobre la banqueta,
lo mismo del puto árbitro que marcó en contra del América, y puedes
pasar así, horas; que si la llave de tuercas para cerrarle al boiler está
muy oxidada, que si la puta vecina llevó otra vez a coger a su primo
que si el perro sarnoso te siguió hasta el pesero. Ese es tu mundo, tu
planeta, el de las palabras pendejas…
PADRASTRO: Se anulan mil palabras, cada ofensa, cada pendejo hacia el señor, nos
quita mil palabras, ¿lo entiendes?
PIANISTA: ¿Puedo seguir?
AGENTE: Sí, por favor.
HIJO: Usted es de conservatorio.
MADRE: ¿Por qué…?
HIJO: ¿Por qué no toca…?
MADRE: ¿…el puto televisor…?
HIJO: …no sé…
MADRE: ¿…no funciona?
HIJO: El Clave Bien Temperado.
PIANISTA: ¿Lo conoce?
HIJO: Sí, me gusta el primer libro. ¿Puede tocarlo?
PIANISTA: Ahora no, lo siento.
MADRE: Solamente quiero una explicación.
HIJO: ¿Puede tocarlo?
AGENTE: Él sabe.
HIJO: ¿Puede tocarlo?
PIANISTA: Ahora no, lo siento.
MADRE: ¿Es mucho pedir?
AGENTE: No lo sabemos a ciencia cierta. Yo no diseñé los elementos de este
espacio. Me pidieron un televisor Sony apagado, eso es todo.
MADRE: No se haga el inocente. Usted debe saber la razón.
AGENTE: No la sé, de verdad.
MADRE: ¿Y entonces por qué no la quitan? ¿Tienen que prometernos algo que
no sucede? ¿Qué tal que quiero ver la telenovela de las ocho? ¿Qué
tal que realmente lo necesito? ¿ Se ha puesto a pensar en eso? ¿Le han
quitado a usted su arma? Porque podría jurar que guarda una que no
vemos, por Dios, lo podría jurar, no se puede andar tan campante,
tan seguro en esta situación, alguno de nosotros podría volverse loco,
a él por ejemplo le gusta torturar perros, un día lo encontré bañado
en sangre, ¿se lo contó mi marido? A nuestro hijo le da por torturar
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perros sin razón alguna, ¿ha visto la cara de un perro herido a punto
de morir? Pues yo sí, y no se lo recomiendo, él es así. Ni modo, de
pronto hace cosas raras, por eso estoy segura que está armado, por si
alguien enloquece… pero bueno, usted tiene esa arma y nosotros la
promesa de una televisión Sony de quién sabe cuántas pulgadas… en
su reporte debe saber que por las tardes veíamos tele, todas las tardes,
¿no lo entiende? Yo necesito esa telenovela, la necesito…
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III
MADRE: …es María García. Es interpretada por una de mis actrices favoritas.
Si la pudiéramos ver ahora… No sé a quién admiro más, si a la actriz
o al personaje que hace. No lo sé.
PADRASTRO: ¿Qué admiras de ella?
MADRE: Que lucha por lo que quiere, que no le importó que Ramiro Trejo
Aspe perdiera su fortuna. Se quedó con él, porque realmente lo
amaba… ¿Por qué no la encienden, carajo?
PADRASTRO: ¿Lo amaba?
MADRE: Sí.
PADRASTRO: ¿Por eso…?
MADRE: ¿Qué…?
PADRASTRO: ¿Por eso?
MADRE: ¡Sí por eso! Yo no entiendo qué carajos puedes decir de un futbolista
que se deshace el pie contra un poste. Eso no es nada para lo que
María García ha hecho…
PADRASTRO: María García no existe… Extraterrestre, esa era la tercera palabra…
HIJO: ¿De tu lista? ¿Te gusta ésa…?
MADRE: Sí existe. No digas que no existe. No lo menciones. Existe porque
cada vez que veo un capítulo me quedo la mitad de la noche en vela
pensando qué carajos va a ser el día de mañana…
PADRASTRO: No existe, es sólo el personaje de una telenovela.
MADRE: ¿Tú sí existes no? ¿Tú sí?
PADRASTRO: ¿De qué hablas? ¿A qué…?
MADRE: ¿Alguien se preocupa por ti? ¿Crees que alguien de aquí se va a ir con
la preocupación de lo que vas a hacer en la siguiente función? ¿Crees
que alguien lo haga? ¿De verdad?
PADRASTRO: No me interesa…
MADRE: Quizás vayan a cenar y van a tener la sensación de que fuiste un puto
gas atravesado. Nunca se van a quedar con esa necesidad de saber de
ti. Yo quiero saber de María García, aunque sea un personaje, para mí
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MADRE: No sé, era música guapachosa, tenía carácter alegre… Era música
grupera, así le dicen…
PADRASTRO: No te vayas por las ramas. Ve al…
MADRE: No me estés fastidiando.
PADRASTRO: Queremos que nos cuentes, es todo. De verdad.
MADRE: No tengo nada más qué decir. Ya no quiero hablar.
PADRASTRO: ¿Ya, no?
AGENTE: Me gusta cómo se viste. Me gusta la forma…
MADRE: Oiga…
AGENTE: Me gusta su mirada, hay algo en ella…
PADRASTRO: Lo sabía, había algo de tortillera en esa amiga que te da las pastillas.
AGENTE: …la forma en que mira, hay algo de libertad en su mirada. ¿Ven?, otra vez la
libertad.
MADRE: Eso lo digo, eso lo digo…
AGENTE: …la forma en que ama…
MADRE: Eso… eso…
AGENTE: Me gusta cómo enfrenta las situaciones, no tiene miedo…
MADRE: ¡Un momento! ¡Eso que usted hace…!
PADRASTRO: Lo sabía, ese costal ni siquiera se ponía desodorante…
MADRE: ¡Eso que hace es ilegal! Dijo que el cuestionario, dijo que el
cuestionario iba a ser… dijo que iba a ser…
DOCTOR: ¿Confidencial?
MADRE: Sí, esa madre. Eso dijo. Eso fue lo que dijo.
AGENTE: Perdón, lo había olvidado.
MADRE: Si escribí eso… si escribí eso…
PADRASTRO: Es porque te gusta el tamal aguado.
MADRE: Fue porque la admiro. Sólo por eso. Es como si tu, es como si tu…
PADRASTRO: No quieras cambiar las cosas. Las cosas son como son, lo sabemos.
Es muy extraño que no me hayas cumplido en tanto tiempo. Es muy
extraño.
MADRE: ¿Qué dijiste?
PADRASTRO: Es la mar de extraño.
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MADRE: Esas cosas pasan en realidad. Sólo que no has abierto los ojos.
DOCTOR: Así de simple. ¿Hacia dónde vas? En las frases más simples se resume
el significado de todo. Puedes no sé, ¿trabajabas en una empacadora?
¿Qué hacías ahí? ¿Eras conciente de lo afortunado que podías ser? ¿O
sólo pesaba el dolor, la maldita rutina? ¿En qué pensabas?
PADRASTRO: Pues…
DOCTOR: …no me vas a dejar mentir, te has dejado llevar por las
preocupaciones más banales. El dinero para los útiles, el gasto… El
paso del tiempo ante el televisor… el mete-saca al ritmo de los
promocionales nocturnos…
MADRE: Oígame, eso que dice…
DOCTOR: …señora, por favor…
MADRE: No, espérese…
DOCTOR: Sólo esto…
MADRE: No, ya sé de qué se tratan estas cosas, sólo les falta una botella para
comenzar a hablar mierdas y decirse que se quieren…
PADRASTRO: Está tratando de decirme algo…
MADRE: Te está lavando el cerebro…
DOCTOR: Lo que hay arriba de esos pensamientos es el instinto por sobrevivir,
tú bien sabes de esas cosas, tratas de sacar lo mejor de ti todos los
días, ¿para qué? Para dos o tres salarios mínimos, ¿eso vale la pena?
Por eso es necesario fijar los ojos en otro lugar…
PADRASTRO: ¿En dónde?
DOCTOR: En donde nadie pose la mirada, en lugares que sean exclusivamente
tuyos, y se puede comenzar en el rubro de las pendejadas: los
atardeceres, la música, la mirada de alguien y de ahí pasar a cosas más
trascendentales, como ¿hacia dónde voy? o ¿qué carajos es lo que quiero?
¿ves? Sólo así se vive realmente. ¿Hacia dónde vas?
PADRASTRO: No lo sé…
DOCTOR: Piénsalo bien…
PADRASTRO: Es que…
DOCTOR: Sólo piensa un poco…
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PADRASTRO: No sé, no sé. Esas líneas de corriente tienen alta tensión, no hay hacia
dónde ir.
DOCTOR: Esta es una estación intermedia para mí, todavía me hace falta
descender a los infiernos, ¿no lo entiendes? Saliendo de aquí me
quitan mi licencia y me encierran por el asunto del paciente con el
corazón al aire. Me encierran en cualquier momento y estoy aquí,
aprendiendo de ustedes.
PADRASTRO: No entiendo.
MADRE: No entiende nada…
DOCTOR: Lo que para ti es el infierno es una estación para mí.
MADRE: Bonita estación.
PADRASTRO: No tiene sentido, usted se va a la cárcel… ¿qué de bueno tiene eso?
DOCTOR: ¿Qué de bueno tienen las heridas? ¿Qué de bueno tiene la ceguera o
la muerte de tu madre?; ¿qué de bueno tiene la devaluación, un
sarcoma de kaposi? Lo mismo. Lo mismo. No se trata de una
estúpida charla de superación personal, se trata de ser sensible a las
señales de tu destino…
AGENTE: ¿Y si no hay señales?
DOCTOR: ¿Qué dice?
AGENTE: ¿Y si no hay señales…?
Si lo único que aparece es basura en los ojos…
DOCTOR: Es por que la visión…
AGENTE: …es porque se trata de seres pequeños, sin destino, ni pasado, que
pasan por la vida como un pedo y se desvanecen en el aire. Deberían
estar agradecidos por formar parte de esto, de que los periódicos
hablen de un experimento de esta naturaleza; del encierro de una
familia disfuncional, como bien dijiste, de sus peleas, riñas y
pequeños conflictos en una sala abierta al público…
MADRE: Nos está humillando…
HIJO: ¿Ese es del Primer Libro del Clave…?
PIANISTA: Sí, es el segundo preludio, ¿te gusta?
HIJO: Sí, ¿por qué dejaste de tocar esa basura?
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PADRASTRO: No lo recuerdo…
MADRE: Se la pasa pensando en él…
PADRASTRO: Eso no es cierto, eso no es cierto…
MADRE: ¿En quién más piensas? Dinos en quien más piensas…
HIJO: ¿Conoces las Variaciones Goldberg?
PIANISTA: Sí, mira…
PADRASTRO: Pienso en… en ti…
MADRE: ¿Cuándo piensas en mí…?
DOCTOR: Señora, ¿nos permite?
MADRE: No, no puedo. Ahora no puedo.
HIJO: La primera vez que las escuché pude dormir profundamente…
PADRASTRO: Te pregunto cosas.
MADRE: ¿Cosas de qué o qué?
PADRASTRO: Cosas de la casa…
MADRE: En mí, en mí. ¿Cuándo putas me has preguntado cómo estoy?
PADRASTRO: Te lo pregunté una vez…
MADRE: ¿Cuándo…?
PIANISTA: ¿ No podías dormir?
HIJO: Nunca se me ha dado bien el sueño.
PADRASTRO: Una vez, acuérdate.
MADRE: No.
PADRASTRO: Una vez, tú lo sabes.
MADRE: No…
PADRASTRO: Llevabas días como adormilada. Te lo pregunté.
MADRE: No lo recuerdo…
DOCTOR: Es a lo que me refiero.
PADRASTRO: ¿De qué…?
DOCTOR: A estas discusiones… Tienes que abrir los ojos… Darte cuenta que el
mundo está afuera, esperándote…
PADRASTRO: ¿Quién me espera?
MADRE: El mundo, pendejo. A eso se refiere, a que no tienen sentido estas
discusiones porque afuera hay un mundo que te puede dar cosas que
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IV
HIJO: No lo puede decir, eso va contra las reglas. A todos nos dijeron que
eso era confidencial.
AGENTE: Sí, sí. Es cierto. Pero en tu caso es bastante delicado. El personaje
que elegiste no le va bien al mundo.
PADRASTRO: ¿Por qué?
MADRE: ¿Qué fue lo que dijiste? Exactamente, ¿qué…?
PADRASTRO: Te lo dije, nunca se sabe en…
MADRE: Dinos…
PADRASTRO: ¿…qué carajos piensas?
PIANISTA: Cuarta variación, escucha…
PADRASTRO: ¿Son los estudios?
DOCTOR: Sí…
PADRASTRO: ¿Qué es lo que dicen?
DOCTOR: Lo que le adelanté, toda su familia está bien.
MADRE: ¿Entonces?
HIJO: Yo…
MADRE: Confía en mí…
HIJO: Ustedes no tienen por qué saberlo.
PADRASTRO: Extraterrestre, extraterrestre… ¿Por qué me siento así?
DOCTOR: Cosas que se imagina…
PADRASTRO: Las venas están duras.
MADRE: Dilo, de todas maneras…
HIJO: No tiene nombre.
MADRE: ¿Qué?
HIJO: No tiene nombre. Mi personaje favorito, no tiene nombre.
PADRASTRO: ¿Quién es entonces?
HIJO: No lo sé.
PADRASTRO: ¿Ya estuvo bien, no?
MADRE: No puede ser que nos tengas a todos así de preocupados.
HIJO: Pone bombas.
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Incidentes.
PADRASTRO: ¿En eso pensabas, verdad pendejo? En esas madres pensabas cuando
te quedabas viendo la ventana. En eso gastabas tus pensamientos. En
eso.
HIJO: Ustedes…
MADRE: ¿Clorato…?
DOCTOR: Esto sí me rebasa…
HIJO: Fueron ustedes.
DOCTOR: ¿A qué te dedicas?
HIJO: ¿Cómo que a qué…?
DOCTOR: Así de simple. ¿Por qué ha dejado de tocar?
PIANISTA: Esas no cotizan.
MADRE: No vuelva a tocar eso, por favor.
DOCTOR: Ahora que veo tus tomografías, déjame decirte que hay algo extraño.
MADRE: ¿En dónde? ¿Tiene un tumor?
DOCTOR: No lo sé. Habría que hacerle una biopsia, pero… lo que sí, es
probable que tenga problemas mentales. ¿Cómo puede ser que
admires a alguien así? Veme…
MADRE: ¿Por qué la encienden ahora?
VOZ DOCUMENTAL: Esta familia de mamíferos, los camélidos, caracterizada por la posesión
de almohadillas plantares, no llegaron precisamente de oriente, sino que sus
antepasados deberán ser buscados en Norteamérica desde donde, hacia finales de
la era terciaria, una rama emigró a Euroasia a través del estrecho de Bering.
DOCTOR: Apaguen ese maldito televisor.
AGENTE: Lo siento. Es parte del show.
MADRE: ¿Qué es eso?
PADRASTRO: La cuarta palabra era losa. Era losa.
DOCTOR: Te estoy preguntando.
HIJO: No sé.
DOCTOR: Pusiste en el cuestionario de afinidades del pensamiento que tu
personaje favorito es el loco ese que anda poniendo bombas por toda
la ciudad. Eso fue lo que pusiste.
HIJO: Sí, ellos me preguntaron.
38
¡Lo sabes!
HIJO: Sí.
DOCTOR: Dinos.
HIJO: ¿Aquí?
DOCTOR: Dilo.
HIJO: Mueles el clorato de potasio en un plato hondo…
MADRE: ¿Qué más? ¿Qué más?
HIJO: Cuidadosa y lentamente…
MADRE: Mira, si no continúas, te juro que tiro por la ventana ese maldito
videojuego que pediste.
AGENTE: Sería una lástima.
HIJO: …hasta que el clorato de potasio sea un polvo muy fino.
PADRASTRO: ¿Con qué curaste la leche del cubano?
MADRE: ¿Qué…?
PADRASTRO: Yo creo que fue curado de mierda de perro.
HIJO: Colocas el polvo en una bolsa de plástico…
AGENTE: ¿No estará coludido?
HIJO: Pones un derivado de petróleo, puede ser vaselina, en la bolsa de
plástico, manteniéndolos en los lados de la bolsa. Cierras la bolsa, y
pones los materiales juntos hasta que ninguna parte del clorato de
potasio quede sin estar húmeda por la vaselina. Si es necesario,
agregas un poco más de vaselina a la bolsa. El material deberá ser
usado en las próximas veinticuatro horas, o la mezcla reaccionará
reduciendo considerablemente la efectividad de la explosión.
AGENTE: Yo fui como ustedes. Estaba rodeado por los mismos cables y ese
letrero que dice alta tensión. Pero un día decidí salirme.
MADRE: Está jugando.
PADRASTRO: No se puede. Dice alta tensión. Si dice eso, significa que cualquiera de
nosotros al intentar largarse, se rostizaría. Aunque no es mala idea si
comenzamos por el hijo. No sería mala idea.
MADRE: Lo dice para seguir jugando con nosotros. Lo dice, como todo lo que
dice. Su negocio es la mentira.
AGENTE: No había pianista.
HIJO: Eso es una ventaja…
AGENTE: Pero en su lugar, había un cura que no dejaba de hablar. Como yo no
daba réplica alguna, comenzó a fastidiarme, hasta que encontró un
extraño placer en cada función.
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MADRE: Voy a llorar. No sabes qué ganas tengo de llorar por tan hermoso
discurso. No se me olvida que por tu güeva de leer unas cuántas
hojas, hemos tenido que soportarnos en público, hemos tenido que
lidiar con esa corbata café, con esa música y con la historia de los
camellos en el mundo.
PADRASTRO: Pero aprendiste cosas, ¿no?
MADRE: Sí, que la grasa la acumulan en sus putas jorobas. Eso aprendí.
Aprendí que los pianistas apestan y que sería bueno volar en pedazos
con una bomba o con el cloro gas que utilizaron en la guerra… Eso
aprendí…
PADRASTRO: Enséñeme.
AGENTE: ¿Por qué? Yo no voy a salir. Lo que sí me gustaría recordar es que no
hay adónde ir, si es que deciden salir.
PADRASTRO: ¿A qué se refiere?
MADRE: Se los dije. Está jugando.
AGENTE: ¿Adónde van a ir?
MADRE: A casa. ¿Adónde más?
AGENTE: ¿Cuál?
MADRE: La nuestra.
AGENTE: Si cancelan el contrato pierden la casa…
PADRASTRO: ¿La que nos dieron?
AGENTE: Sí, esa hermosa construcción de doscientos metros cuadrados con
tres niveles, el patio, las cuatro recámaras, los dos estudios, el tapete
de la entrada, el cuadro de naturaleza muerta, las cortinas blancas, los
cuatro televisores Sony de 28 pulgadas, la pantalla plana, el abrelatas,
la cava, la vitrina, la mesa comedor, la banca de madera tallada del
jardín, la colección de cuatrocientos DVDs de las películas más
exitosas de todos los tiempos, la licuadora, las colecciones de
telenovelas, la tabla para rallar cebolla o jitomate, la sala de juegos con
la colección de Xbox más completa del país, la colección de
pornografía, las cremas para la piel, las toallas del baño, la tina, el
cuarto de espejos, la vista desde el ventanal del estudio de arriba
donde se puede apreciar el bosque, Cablevisión, la conexión a
Internet, el cuarto de lavado y secado, el Volvo, la pequeña terraza
que da al jardín, los geranios y alcatraces del jardín, los llaveros…
entre otras cosas.
MADRE: ¿Entonces?
PADRASTRO: No sé.
MADRE: Esto es lo más complicado del mundo…
HIJO: Vámonos de aquí…
MADRE: ¿Y todas nuestras comodidades? ¿Dejaría la colección de juegos? ¿Y
los días de esparcimiento? Apenas nos hemos acomodado, por eso el
maldito dolor. Acuérdate cuando vivíamos en esa azotea. Al principio
nos quejamos de las goteras, de lo frío que era el lugar, pero nos
acostumbramos. Al final uno se acostumbra. Lo que sí podemos
dejar de hacer, es precisamente… hacernos mierda…
PADRASTRO: Qué fácil es decirlo, recuerda que nuestro negocio no es hablar por
hablar. No podemos.
MADRE: Pero podemos lidiar con la palabras, inventar algo que quisiéramos
ser. Son palabras, palabras en las que puedo ser quien yo quiera ser.
Palabras en las que tu hijo realmente sea quien quiere ser, sin esas
ganas de esconderse bajo la mesa.
HIJO: ¿Puedo ser terrorista?
MADRE: Puedes hablarnos de cómo fabricas bombas, mientras yo puedo ser
María García… Quizás…
PADRASTRO: ¿Y yo?
MADRE: Puedes entrevistar al Ratón, o tú mismo convertirte en él. Podemos
escribir las palabras que salgan de nuestros propios procesos
mentales y así, crear una telenovela por semana, para existir por las
noches. ¿Cómo ven?
VI
tener y debo decir que sobre él tengo grabadas las manos de Ramiro
Trejo Aspe…
VOZ DOCUMENTAL: Son los únicos ungulados (mamíferos con casco o pezuña) que se aparean
en posición reclinada. Las madres no liberan a sus crías de las envolturas
embrionarias, ni las lamen para secarlas, ni ingieren la placenta. A las pocas
horas de su nacimiento, las crías maman de pie, después de una breve búsqueda de
las mamas; es indudable que su instinto les lleva a buscarlas en un ángulo
aproximadamente intermedio entre la vertical y la horizontal.
HIJO: Me gusta la música del periodo barroco. Si ese pianista toca
ininterrumpidamente, es porque aquí damos lugar a todo tipo de
manifestaciones. A mí me gusta torturar perros y a él le gusta torturar
familias. Antes teníamos ganas de cortarle las manos. Un par de
veces, en otros tiempos, gustaba de interpretar el Clave Bien
Temperado. Pero eran otros tiempos…
PADRASTRO: Soy jugador de futbol profesional, mi padre es el famoso Ratón
Macías. Me concibió dentro de un vestidor, en el estadio más grande.
Estoy destinado al futbol, nunca he sido insensible a las señales…
VOZ DOCUMENTAL: En conjunto, todos los camélidos manifiestan los mismos esquemas
motores, que aparecen espontáneamente, unas veces inmediatamente después del
nacimiento (como sacudirse, estirarse, revolcarse, patalear) y otras veces por etapas
(como rascarse ellos mismos, mordisquear, patear el suelo y todas las formas de
comportamiento social). Aunque los dos grupos presentan diferentes actitudes de
amenaza, todos los camélidos muestran un comportamiento de ataque similar: se
abalanzan hacia el costado de su oponente, le muerden las patas, el cuello y la
garganta (también el cuerpo en el caso del Camelus), y presionan, a la vez, el
cuello hacia abajo.
DOCTOR: En los estudios, no lo quería decir, de verdad que no lo quería decir.
Ella padece un trastorno encefálico. Y es congénito. Tiene un
desarrollo anormal del sistema nervioso de gemación o germinación.
Las causas son principalmente dos: su estirpe y su exposición a
radiación durante el embarazo…
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MADRE: Puedo pasar horas en la tina, pues el éxtasis me llena los poros de la
piel.
PADRASTRO: El mundo se pone en pausa…
MADRE: Durante horas…
PADRASTRO: Durante horas…
MADRE: Después de hacerlo en incontables ocasiones, me gusta levantarme y
ver mi rostro, mi mirada feliz y hablamos de cómo será el futuro con
mi hombre apasionado.
PADRASTRO: Le digo que me acaba de comprar el Barcelona, y que tendremos que
mudarnos a lo que ella contesta:
MADRE: La felicidad no tiene fronteras…
VOZ DOCUMENTAL: Puede ocurrir que los dos animales que están luchando se estrangulen
uno a otro simultáneamente. Se conocen también curiosas tácticas de
aproximación para el ritual de apareamiento. Todos los estadios del
comportamiento durante la lucha están ya presentes en los juegos de los jóvenes,
que son muy vivos, particularmente en los camélidos del Nuevo Mundo. A
medida que los animales se hacen mayores, los juegos se van convirtiendo en
verdaderas luchas.
DOCTOR: Y el padre, ¿qué se puede decir de él? Es literalmente dulce. Excreta
grandes cantidades de azúcar en la orina. Esto se debe a los defectos
de sus tubos renales…
HIJO: La termita es una obra maestra. Se trata de una mezcla de
combustible oxidante que se usa para grandes cantidades de calor.
Esta crea una reacción exotérmica, la cual produce una temperatura
de 2200°C: la mitad de calor producido por un arma atómica, ¿no es
maravilloso…?
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VII