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Por Rocío Gaia / EFE REPORTAJES, actualizado: 14/02/2011

Así bailamos, así somos


La forma en una persona se mueve al son de la música revela algunos rasgos de su
personalidad. Además, determinados pasos pueden hacer al hombre especialmente atractivo
para la mujer y viceversa.

Campeonato de baile de salón europeo.

Cuando mueve su cuerpo al compás de la música, ¿comienza a sacudir la cabeza de forma


un tanto exagerada y sus movimientos tienden a la brusquedad? ¿de qué manera balancea
sus manos cuando baila siguiendo el ritmo de una melodía? ¿sus movimientos se parecen a
los de un robot controlado por impulsos repentinos, o a los de un junco mecido por el
viento?.      

“Dígame como baila y le diremos si es una persona extrovertida, neurótica o simpática,  y


también si puede resultarle atractivo a las personas del sexo opuesto”. Este podría ser el
resumen de las conclusiones de dos recientes investigaciones, que desvelan que esta
actividad, el baile, puede reflejar distintos aspectos de la forma de ser, pensar y actuar de un
individuo.

También se han desvelado algunos de los efectos terapéuticos del baile. Por ejemplo, se
sabe que danzar puede ayudar a mejorar el estado de los niños con hiperactividad o con
tendencias autodestructivas y depresivas, y también a prevenir las  enfermedades cardíacas
y a mejorar la psicomotricidad en la gente mayor, además de combatir el sobrepeso.
No obstante se ignoraba que el baile pudiera ser un indicador de la personalidad o incluso
del grado de atracción sexual de quien mueve su anatomía al ritmo de un tango, un vals,
una bachata o cualquier otra melodía que invite a “mover el esqueleto”.

Un equipo de investigadores, de la Universidad de Jyvaskyla, en Finlandia, dirigidos por el


doctor Geoff Luck, han estudiado los movimientos de baile de 60 voluntarios seleccionados
entre 900 personas sin formación académica de danza.

Los participantes en el estudio habían sido sometidos antes a un test de personalidad, que
había revelado quienes eran extrovertidos o tímidos y cuáles tenían facetas neuróticas.

Los expertos fineses solicitaron a los voluntarios que bailaran de forma espontánea,
“haciendo los que le pedía el cuerpo” una treintena de piezas musicales de diferentes
estilos: rock, tecno, latino, jazz, funk y pop.

GESTOS Y SINCRONIZACIÓN.

Para descubrir si el carácter de cada participante era desvelado a través de sus movimientos
del baile, los científicos utilizaron una avanzada tecnología de captura de imágenes en
movimiento y cálculo mediante computadoras, que registró distintos parámetros del baile
como los gestos y la sincronización de movimientos.

Según el doctor Geoff Luck, se comprobó que “la música provoca fuertes emociones en la
gente que se pueden expresar a través de sus movimientos corporales”.

La investigación de la Universidad de Jyvaskyla, a 270 kilómetros de Helsinki, encontró


que los bailarines extrovertidos no se quedan en un único lugar, sino que se desplazan por
la mayor parte de la pista de baile y realizan movimientos exagerados y enérgicos con los
brazos y la cabeza.

Por su parte, los danzarines neuróticos tienden a mover sus manos y sus pies de forma
brusca y breve, en tanto que los más simpáticos y agradables emplean estilos más suaves,
balanceando sus manos de un lado a otro, y los individuos de mente más abierta realizan
movimientos rítmicos hacia arriba y abajo.

Otro trabajo, de investigadores de la Universidad de Northumbria, en el Reino Unido, ha


analizado los movimientos de los varones mientras bailan, sobre todo aquellos que les
parecen más atractivos para las mujeres, con resultados sorprendentes.

Los expertos británicos solicitaron a varios jóvenes que bailasen siguiendo el sonido de
tambores de fondo mientras eran grabados desde distintos ángulos mediante doce cámaras
de video.

Después, procesaron mediante un ordenador las imágenes captadas, identificaron el tipo de


movimientos que realizaba más a menudo cada joven, y “cruzaron” la información obtenida
con los datos sobre las preferencias femeninas y en qué movimientos se fijan ellas al
valorar el desempeño masculino en la pista de baile.

Según el doctor Nick Neave, un psicólogo evolucionista coautor del estudio publicado en la
revista “Royal Society Journal Biology Letters”, "creíamos que las piernas y los hombros
son realmente importantes, pero le supera en importancia la gesticulación con las manos,
que es muy expresiva y da un grado de atracción muy importante entre las representantes
del género femenino”.

“Hemos comprobado que las mujeres se fijan más y consideran más atractivo al varón que
mueve mejor el torso, el cuello o la cabeza cuando baila, y no tanto en la rapidez de los
movimientos o en su variabilidad", concluye Neave.

http://estilodevida.latam.msn.com/articulo_efe.aspx?cp-documentid=27677744

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