Вы находитесь на странице: 1из 11

“El Principio de Complementariedad y

su importancia para el Derecho


Internacional Humanitario y el
Derecho Internacional de los Derechos
Humanos. Ámbito de aplicación en la
Corte Penal Internacional”.

Por: Felipe Asanza Miranda.


1. COMENTARIO SOBRE EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIEDAD:

El principio de complementariedad es de gran importancia para el desarrollo del


Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, ya que se basa en que los individuos o naciones podrán recurrir a la Corte
Penal Internacional una vez que se hayan agotado todos los recursos legales dentro de
las cortes nacionales (Art.1 del Estatuto de Roma: " la Corte será una institución
permanente, estará facultada para ejercer su jurisdicción sobre personas respecto de
los crímenes más graves de trascendencia internacional de conformidad con el presente
Estatuto y tendrá carácter complementario de las jurisdicciones penales nacionales")
existiendo una excepción considerada en el Art. 17 del mismo Estatuto el cual permite
que la CPI tenga jurisdicción sobre aquellos crímenes (genocidio, crímenes de guerra o
crímenes de lesa humanidad) cuando los Estados no pueden o no desean actuar por
cualquier motivo.

El Estatuto de Roma en su Art. 1 establece que la Corte Penal Internacional (CPI) ésta
facultada para ejercer jurisdicción sobre los crímenes más graves de trascendencia
internacional y que tendrá carácter complementario de las jurisdicciones penales
nacionales.

Los estados tienen la obligación primaria de enjuiciar por los crímenes internacionales
cubiertos por el Estatuto de Roma. Sin embargo, con mucha frecuencia no han cumplido
con esta obligación, permitiendo que quienes cometen genocidio, crímenes de guerra o
crímenes de lesa humanidad burlen la justicia totalmente. El fracaso de los estados en
juzgar y sancionar a los culpables de estos crímenes, fue la fuerza motivad ora para la
creación de la Corte Penal Internacional (CPI). Por lo tanto, el Estatuto de Roma le da a
la Corte jurisdicción sobre estos crímenes cuando los estados no pueden o no quieren
actuar. El principio de complementariedad protege la soberanía jurisdiccional de los
estados partes y libera a la CPI de sobrecarga de casos.

Este enfoque es la base de la jurisdicción de la CPI y del régimen de las investigaciones


y enjuiciamientos del Estatuto de Roma y es conocido como el "principio de
complementariedad".

En el Estatuto de Roma se hace referencia varias veces al principio de


complementariedad. Por ejemplo, el párrafo 4 del Preámbulo señala que "los crímenes
más graves de preocupación de la comunidad internacional deben ser enjuiciados a
través de medidas adoptadas en el ámbito nacional y mediante una mayor cooperación
internacional". El Párrafo 6 establece que "es deber de todo Estado ejercer su
jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales", mientras que el
párrafo 11 dice claramente que la CPI será complementaría a las jurisdicciones penales
nacionales.

El papel complementario de la CPI se evidencia con la creación de un mecanismo de


control previo de admisibilidad de la causa, cuando el fiscal decida iniciar una
investigación.

El artículo 17 del Estatuto señala que un caso será inadmisible ante la CPI: a) Si ya está
siendo investigado o enjuiciado por un estado que tenga jurisdicción sobre el mismo; b)
Si el asunto ha sido investigado por un estado que tenga jurisdicción y el estado ha
decidido no enjuiciar a la persona en cuestión; c) Si la persona ha sido ya enjuiciada por
la misma conducta; y, d) Si el asunto no es de gravedad suficiente.

Sin embargo, la CPI puede encontrar que el caso es admisible si el estado que ejerza su
jurisdicción no está dispuesto o no puede realmente llevar a cabo la investigación o
enjuiciamiento o si la decisión de no iniciar juicio resultó de su falta de voluntad o
incapacidad de iniciar juicio.

 Falta de decisión del Estado para enjuiciar:

El criterio de la falta de voluntad, establecido en el articulo 17(2) del Estatuto, se refiere


a lo siguiente: a) Si la decisión nacional esté dirigida a sustraer a la persona en cuestión
frente a la justicia; b) Que haya habido una demora injustificada en el juicio, que dadas
las circunstancias sea incompatible con la intención de hacer comparecer a la persona de
que se trate a la justicia; y, c) Que el procedimiento no esté siendo conducido de manera
independiente o imparcialmente, con pleno respeto de los derechos de la persona al
debido procedimiento legal y en forma compatible con la intención de someter al
acusado a la justicia.

Es importante señalar que la Corte se obliga a evaluar la posible falta de voluntad de los
sistemas nacionales de llevar a cabo procesos genuinos partiendo de criterios muy
estrictos. De ninguna manera puede hablarse de una Corte que arbitrariamente decida
que existe falta de voluntad por parte de un Estado.

Los procesos judiciales en cuestión deben ser conducidos de acuerdo a las normas de
debido proceso reconocidas por el derecho internacional. Si la Corte decidiera en un
caso concreto la falta de voluntad de un estado, tendría que demostrarlo, sustentándose
en normas tales como las contenidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, por ejemplo.

Los estados deben ser conscientes de que ciertas normas de procedimiento o de prueba,
que efectivamente impiden la debida investigación y enjuiciamiento de ciertos
crímenes, pueden conducir a que la CPI determine que el estado "no tiene la voluntad"
de entrar en acción.

 Incapacidad de un Estado para investigar o enjuiciar:

El artículo 17, párrafo (3) fija el criterio para determinar la "incapacidad." Establece
que, para determinar la incapacidad de un estado de iniciar juicio en un caso particular,
la CPI "examinará si el Estado, debido al colapso total o sustancial de su administración
nacional de justicia, no puede hacer comparecer al acusado, no dispone de las pruebas y
los testimonios necesarios o no está por otras razones en condiciones de llevar a cabo el
juicio".

Al decir "otras razones", se dejan un amplio margen de discrecionalidad a la Corte, que


es en definitiva quien va a determinar la admisibilidad o no del asunto.

Una de las razones podría ser, que el Estado respectivo no pueda ejercer su jurisdicción
porque no tiene incorporados los crímenes previstos en el Estatuto en su legislación
nacional. En una situación así, la Corte podría sin lugar a dudas declarase competente
para conocer el caso.

Bajo el principio de complementariedad, los estados partes que tienen la debida base
legal para enjuiciar crímenes de competencia de la CPI podrán ejercer su jurisdicción
nacional sobre los nacionales en lugar de tener que entregarlos a la CPI.

IMPORTANCIA DE LA DETENCION Y “ENTREGA" DE PERSONAS A LA


CORTE PENAL INTERNACIONAL:

La Corte Penal Internacional es una institución judicial, permanente, autónoma e


imparcial, creada en Julio de 1.998 mediante el Estatuto de Roma, a la que los Estados
parte han dotado de capacidad jurídica para investigar, juzgar y sancionar los crímenes
más graves de trascendencia internacional como son: el genocidio, los crímenes de lesa
humanidad y los crímenes de guerra, perfectamente definidos en el Estatuto y el de
agresión (aún no definido).
El Estatuto de Roma (ER) crea una nueva jurisdicción internacional, que es
complementaria a las jurisdicciones penales nacionales, esto es que la CPI interviene
únicamente cuando los Estados no actúan, y, opera sobre individuos, es decir que
considera a la persona humana como sujeto de derecho internacional y ya no
únicamente a los Estados.

Para poder cumplir con sus objetivos, y dado que la CPI no puede juzgar en ausencia,
no cuenta con un cuerpo policial propio, ni con centros penitenciarios, requiere de la
cooperación de los Estados en estos aspectos, lo que resulta esencial para sus fines.

La orden de detención y entrega de personas involucradas en el acto de cometer


crímenes en contra de la humanidad, puede ser ordenada en cualquier momento, luego
de iniciada la etapa de investigación, por la Sala de cuestiones preliminares de la CPI, a
petición del Fiscal, si tras examinar la solicitud y las pruebas presentadas estuviere
convencida de que: a) Hay motivo razonable para creer que se ha cometido un crimen
de la competencia de la Corte; y, b) Si la detención parece necesaria para: asegurar que
la persona comparezca a juicio; asegurar que la persona no obstruya ni ponga en peligro
la investigación ni las actuaciones de la Corte o impedir que la persona siga cometiendo
ese crimen o un crimen conexo que sea de la competencia de la Corte y tenga su origen
en las mismas circunstancias.

El artículo 59.1 del Estatuto dispone que los Estados Partes cumplirán de inmediato
toda solicitud de detención y entrega formulada por la CPI contra un acusado que se
encuentre en su territorio. La Corte debe ayudar a los Estados a localizar al acusado
incluyendo en su solicitud la orden de detención, información que permita identificarlo
y los documentos necesarios para cumplir los requisitos nacionales del proceso de
entrega del país en cuestión. En virtud de los párrafos 2 y 7 del artículo 59, los
tribunales nacionales deben garantizar que se respetan los derechos del acusado y
entregar a éste tan pronto como sea posible.

Las prohibiciones nacionales de extradición, no tienen validez para la CPI como


especifica claramente el articulo 102 del Estatuto, que establece que "la entrega" de un
acusado a la CPI, es un procedimiento judicial completamente distinto de la extradición,
y al efecto puntualiza que: " Por "entrega" se entenderá la entrega de una persona por un
Estado a la Corte de conformidad con el presente Estatuto y por "extradición" se
entenderá la entrega de una persona por un Estado a otro Estado, de conformidad con lo
dispuesto en un tratado o convención o en el derecho interno".
Los Estados partes tienen la obligación de cumplir con lo solicitado, de acuerdo con el
procedimiento establecido en el derecho interno así lo establece muy claramente el Art.
99.1 del Estatuto.

Lo que no se permite son las causas de rechazo. La autoridad competente nacional, no


podrá examinar si la orden de detención fue dictada conforme o no a derecho y deberá
cumplirla de acuerdo con las exigencias del derecho interno de cada Estado.

Lo que si prevé el Estatuto es el aplazamiento de la orden de detención y entrega,


cuando se hubiere impugnado alegando cosa juzgada, en cuyo caso, el Estado requerido
celebrará consultas con la Corte sobre la admisibilidad de la causa, si la causa fuere
admisible, se cumplirá la solicitud de entrega, pero si está pendiente la resolución sobre
admisibilidad, se aplazará la solicitud de entrega.

El Estatuto prevé además, el tránsito de la persona entregada por otro país, el aterrizaje
forzoso y la detención provisional, para lo cual los estados deberían contar en sus
ordenamientos internos con los procedimientos adecuados a estas situaciones.

Como puede apreciarse, Los Estados parte, al haber ratificado el Estatuto de Roma
asumieron la responsabilidad de atender todas las solicitudes de cooperación formuladas
por la CPI asegurándose que en su derecho interno existan procedimientos aplicables a
todas las formas de Cooperación, como lo manda expresamente el Art. 88 del Estatuto.

El Ecuador ratificó el Estatuto de Roma mediante decreto ejecutivo No 2256 de 17 de


Enero del 2002, publicado en el Registro Oficial No 506 del mismo mes y año, por lo
tanto sus disposiciones son de aplicación obligatoria; sin embargo, aún no existe en su
derecho interno la normatividad aplicable a esta novedosa figura de "entrega" de
personas a la Corte Penal Internacional, que incluye tanto a ecuatorianos como a
extranjeros.

Si la entrega de personas a la CPI, es según el Estatuto de Roma una procedimiento


diferente a la extradición, este es un aspecto que debería precisarse en la nueva
Constitución, debiendo a su vez expedirse la normativa procesal correspondiente que
viabilice tal procedimiento, toda vez que la norma internacional, de manera reiterada se
remite a los ordenamientos jurídicos internos, esta forma de cooperación resulta para el
país ineludible e inaplazable, si no queremos que nuestro país se convierta en refugio y
paraíso de inmunidad para genocidas y delincuentes de lesa humanidad.

EJEMPLOS:
El 2 de Agosto de 2002, el Congreso Estadounidense aprobó la acta: American
Servicemembers' Protection Act la cual prohíbe la extradición de cualquier persona
relacionada con el gobierno o una de sus agencias y hasta de los civiles a la Corte Penal
Internacional junto a la prohibición de los agentes del Tribunal a realizar
investigaciones dentro del territorio Estadounidense y la suspensión de ayuda militar a
los países que formen parte en la Corte.

Esto es un signo claro del desapruebo de los Estados Unidos al principio de


complementariedad de la corte ya que están protegiendo sus propios intereses y los de
sus aliados para evitar ser juzgados por sus crímenes de guerra recientes.

De una forma bastante hipócrita, apoyan el proceso de este mismo tribunal en el caso de
Darfur, Sudán, lo cual crea una vez más una situación de injusticia dentro del Derecho
Internacional en el cual la voluntad de los más fuertes siempre prima y se obliga a los
Estados menos prominentes a acatarse a las normas internacionales bajo amenaza de
pena mientras que los primeros infractores de aquel son los que se rehúsan a reconocer
estas mismas normas.

Esto le quita importancia y prestigio a la Corte Penal Internacional dificultando su tarea


de promover justicia alrededor del mundo.

2. La protección de los Derechos Humanos de Segunda Generación (Derechos


Sociales, Económicos y Sociales) en el sistema jurídico de Estonia
consagrado en la Constitución de 1920:

En el capítulo 2 de la Constitución de Estonia de 1920 se enumeran los derechos y


libertades fundamentales que rigen en la República de Estonia. El capítulo está formado
por 48 artículos en los que se establece el marco de protección de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales.

Conforme al artículo 11 de la Constitución, los derechos y libertades sólo pueden


restringirse de conformidad con la Constitución y las restricciones han de ser las
necesarias en una sociedad democrática y no deberán desfigurar la índole de los
derechos y libertades restringidos. En varios artículos del capítulo 2 de la Constitución
se dispone que los derechos y libertades que se garantizan en ellos sólo podrán
restringirse en los casos previstos en la ley y de conformidad con el procedimiento que
establezca.

Este es el caso del inciso segundo del artículo 20 que habla sobre la inviolabilidad de la
persona, el numeral primero del artículo 21 que menciona el derecho del sospechoso de
un delito a notificar a sus más allegados su privación de libertad, el artículo 26
(inviolabilidad de la vida privada o familiar), párrafos 1 y 2 del artículo 32
(inviolabilidad de la propiedad), artículo 33 (inviolabilidad del domicilio, bienes
muebles e inmuebles o lugar de trabajo), artículo 34 (libertad de circulación),
artículo 35 (derecho a salir de Estonia), artículo 43 (confidencialidad de la
correspondencia), artículo 44 (obtención de información de las instituciones públicas),
artículo 45 (libertad de expresión), artículo 47 (derecho de reunión), artículo 48
(derecho de asociación).

También en otros artículos de la Constitución se dispone que podrá hacerse


excepciones fundadas en la ley al ejercicio de los derechos y libertades fundamentales.

Conforme al artículo 130 de la Constitución, cuando esté vigente el estado de excepción


o de guerra, podrán restringirse los derechos y libertades de la persona e imponérsele
deberes en interés de la seguridad nacional y el orden público, en las condiciones y
conforme al procedimiento dispuestos por la ley. No se restringirán los derechos y
libertades fundamentales previstos en la Constitución (el derecho a la ciudadanía por
nacimiento, la igualdad de las personas, el derecho a la vida, etc.).

Comentario:

En la Constitución de Estonia de 1920 hay un avance en el Constitucionalismo Social,


ya que los derechos de Segunda Generación o Derechos Económicos, Sociales y
Culturales tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar económico, el
acceso al trabajo, la educación y a la cultura, de tal forma que asegure el desarrollo de
los ciudadanos de Estonia y de su pueblo.

Además, consideramos que la puesta en vigencia de los mismos es fundamental para el


desarrollo del respeto a la dignidad del ser humano, a su libertad y a la vigencia de la
democracia, y para la generación de un Estado de Derecho que sólo es posible si existen
las condiciones económicas, sociales y culturales que garanticen el desarrollo de todos
los ciudadanos.
Por otra parte, lo característico de los Derechos Sociales en esta Constitución es que
consisten en prestaciones y servicios a cargo del Estado de Estonia a los particulares, en
provecho de determinados sectores de la población. Tienden a dotar a las personas de
escasos recursos de un mínimo de seguridad económica y a preservarlas de una eventual
privación material grave que pueda poner en peligro su dignidad, su libertad, su salud,
su integridad y acaso su vida.

Es por ello, que la legislación social de Estonia recogida en esta Constitución es de gran
importancia para el restablecimiento de una “igualdad económica” y con ello se trata de
hacer una justicia compensatoria a favor de los que menos tienen en la vida social; es
decir: los trabajadores, los campesinos, los inquilinos, los consumidores, los niños, los
ancianos, etc., destinada a mejorar la suerte de los postergados.

Es conveniente también mencionar, que los Derechos Sociales consagrados en esta


Constitución, no se limitan a proteger a los ciudadanos de Estonia respecto del poder
estatal, sino que les ofrecen su ayuda frente a la opresión económica proveniente de las
fuerzas sociales aventajadas en la distribución de la riqueza. Esto hace ver, que la
legislación social contenida en esta Constitución de 1920 de Estonia es de gran
importancia y tiene un avance caracterizado por la dimensión del derecho que mira a
todos los ciudadanos sin excluir ni discriminar.

En materia laboral, el Estado de Estonia no sólo que no guarda neutralidad, sino que ha
tomado decididamente a su cargo la protección de los intereses de los trabajadores, que
constituyen según esta Constitución; la parte más débil de las relaciones laborales.

Finalmente, es importante decir que esta Constitución agudiza la cuestión social y


consagra los siguientes derechos como exigibles y de total garantía y cumplimiento por
parte del Estado de Estonia que se declara de Derecho y que responde a la voluntad
general de toda la sociedad de Estonia:

 Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de


los derechos económicos, sociales y culturales
 Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias
 Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses
 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a
su familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y los
servicios sociales necesarios
 Toda persona tiene derecho a la salud física y mental
 Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y
asistencia especiales
 Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades
 La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita

 BIBLIOGRAFÍA:

En libros:

 Kennedy, Paul – EL PARLAMENTO DE LA HUMANIDAD (Edit.


Debate), Bogotá, 2007.

 T. Halajczuk, Bohdan; Moya Domínguez, Teresa – DERECHO


INTERNACIONAL PÚBLICO (Edit. Ediar), Buenos Aires, 1999.

 Publicación de las Naciones Unidas – ACNUDH: LOS DERECHOS


HUMANOS DE SEGUNDA GENERACIÓN, ENFOQUE E
IMPORTANCIA PARA EL MUNDO MODERNO (Edit. Naciones
Unidas), Nueva York, 2003.

 Publicación de las Naciones Unidas – EL ABC DE LAS NACIONES


UNIDAS (Edit. Naciones Unidas), Nueva York, 2000.

 Publicación de las Naciones Unidas – LA CORTE PENAL


INTERNACIONAL Y SU FUNCIONABILIDAD:
ALTERNATIVAS EN LA JURISDICCIÓN PENAL
INTERNACIONAL (Edit. Naciones Unidas), Nueva York, 2006.
 Saltos, Gioconda – MANUAL DE DERECHO INTERNACIONAL
PÚBLICO (Edit. Corporación de Estudios y Publicaciones), Quito,
2008.

En Internet:

 Autor: Dra. Marcia Hurtado Ordoñez – Especialista en Justicia


Penal Internacional, ARTICULO EN REVISTA JUDICIAL,
en:
http://www.derechoecuador.com/index.php?option=com_content
&task=view&id=4654&Itemid=130

 Constitución de Estonia de 1920, en: www.unirioja.org

Вам также может понравиться