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Los husos horarios son conceptos creados para manejar la diferencia de horarios que existe entre
distintas regiones del mundo por efecto de la rotación de la Tierra y el movimiento aparente del
sol, tomando como origen el meridiano 0 ó meridiano de Greenwich.
Los husos horarios responden a la Longitud de un lugar, dividiendo por lo tanto al orbe en 24
partes de 15 grados cada una. Estas fracciones constituyen los husos horarios. Sin embargo, el
primer reto que se planteó respecto a seguir estrictamente el límite marcado por las líneas
imaginarias de los meridianos como fronteras de las diferencias de horario fue que estos no
respetaban límites geopolíticos ni administrativos. Surge entonces el concepto de zona horaria.
Nuevamente se divide a la Tierra en 24 fracciones, pero estas no siguen una línea continua de polo
a polo, sino que presentan quiebres a fin de abarcar ciertos países, regiones ó territorios.
Sin embargo, como puede observarse en la imagen anterior, las zonas horarias a veces no
representan adecuadamente la hora de un lugar. Podemos ver por ejemplo el caso de china, que
solo tiene una zona horaria, ó de España, que tiene la misma hora que la eurozona, aunque por su
ubicación debería tener la misma hora que Gran Bretaña.
En el caso particular de México, las zonas horarias se rigen por lo que establece la Ley del Sistema
Horario de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice:
Artículo 2. Se reconoce para los Estados Unidos Mexicanos la aplicación y vigencia de los husos
horarios 90 grados, 105 grados y 120 grados oeste del meridiano de Greenwich y los horarios que
les corresponden conforme a su ubicación, aceptando los acuerdos tomados en la Conferencia
Internacional de Meridianos de 1884, que establece el meridiano cero.
No obstante, existe una ambigüedad conceptual en cuanto a la ubicación de los husos horarios,
puesto que, tal como lo señala la ley, estos se definen por un meridiano a cada 15 grados. Sin
embargo, no está claro si el meridiano definitorio marca el inicio del huso horario ó la mitad del
mismo.
Esta ambigüedad ha llevado a un problema para México, a raíz de su vecindad con los Estados
Unidos. Resulta que para los Estados Unidos, los husos horarios se definieron en el siglo XIX
tomando los meridianos definitorios como el centro del huso horario y tomaron esto como base
para crear sus cuatro zonas horarias.
120 105 90 75
Los Estados Unidos construyeron su sistema horario en base a los meridianos 75 grados, 90
grados, 105 grados y 120 grados, mismos que abarcan casi la totalidad de su territorio continental.
Posteriormente, se tomaron estos como centro de los husos horarios y no como origen de los
mismos, consiguiendo cubrir de ese modo la totalidad de su territorio continental.
120 105 90 75
Tras la segunda guerra mundial, esta concepción se adoptó como un estándar internacional,
estableciéndose el meridiano cero ó meridiano de Greenwich como centro del primer huso
horario. Sin embargo, aunque esto resulta de utilidad para la Unión Americana, ya que divide su
territorio en partes más o menos equivalentes, en el caso de México esta concepción resulta poco
eficiente.
Solo existen seis naciones en el mundo con más de un huso horario, Estados Unidos, Canadá,
Rusia, Australia, Brasil y México. De todas estas, México es el único país en donde sus husos
horarios no son proporcionales, es decir, que las fracciones en las que se divide el territorio
nacional en el caso de EEUU, Canadá, Rusia, Australia y Brasil, son más o menos iguales,
equilibradas. Sin embargo, en el caso de México, esta división resulta en un fraccionamiento
desproporcional entre el huso horario 90 grados, donde queda comprendida la mayor parte del
territorio, y los husos 105 grados y 120 grados.
Zona Noroeste Zona Pacífico Zona Centro
Baja California Baja California Sur Aguascalientes Morelos
Chihuahua Campeche Nuevo León
Nayarit Coahuila Oaxaca
Sinaloa Colima Puebla
Sonora Chiapas Querétaro
Distrito Federal Quintana Roo
Durango San Luis Potosí
Guanajuato Tabasco
Guerrero Tamaulipas
Hidalgo Tlaxcala
Jalisco Veracruz
Estado de México Yucatán
Michoacán Zacatecas
1.‐ Tiempo del centro = UTC (CNM) – N
2.‐ Tiempo del Pacífico = UTC (CNM) – (N+1)
3.‐ Tiempo del Noroeste = UTC (CNM) – (N+2)
Donde N es 6 horas para el horario de invierno y 5 horas para el horario de verano. El Horario de
verano se aplica del primer domingo de abril a las 02:00 hrs de la mañana al último domingo de
octubre a las 02:00 hrs de la mañana.
Esto nos lleva a preguntarnos sobre si estamos utilizando los horarios que más nos convienen
como nación. La desproporción entre las distintas zonas horarias de México sólo se explica por
razones político económicas, a fin de facilitar el comercio con los socios comerciales en
Norteamérica, los Estados Unidos y Canadá, por lo que las zonas horarias en México se sujetan a
las zonas horarias de la Unión Americana, inclusive aún existen bibliografías que refieren a las
zonas horarias de México con los nombres de las zonas horarias estadounidenses, citando el
horario del centro, de las montañas y del pacífico, cuando lo jurídicamente correcto son la zona
del centro, del pacífico y del noroeste, respectivamente. Esta adaptación incluye el cambio
estacional que tanto EEUU como Canadá realizan a raíz de su latitud.
No obstante, la zona horaria del centro, donde se halla la mayor parte del territorio nacional, se
encuentra mal trazada, puesto que no sigue una continuidad lógica, no emplea ningún criterio
racional, mezcla sin sentido de ordenamiento distintas concepciones y únicamente se presenta
como un arreglo de conveniencia donde los estados del norte se acomodan a los horarios de los
Estados Unidos, siendo el resto del país una zona que intenta integrarse con el resto de la región.
Ante esto, México tiene tres opciones para reestructurar sus horarios y aprovechar mejor la luz
solar, sin necesidad de recurrir al horario de verano, que funciona en algunas regiones del país
sólo por que el horario oficial que tienen es el incorrecto.
La primera opción es unificar un solo horario, tal como lo hacen la inmensa mayoría de los países
del mundo. ¿Para qué tener distintos horarios en un país que ocupa el lugar número 13 de las
naciones con mayor extensión territorial y de las cuales las primeras 12, solo cinco poseen dos o
más husos horarios? Eso significa que existen siete países más grandes que México que solo tienen
un huso horario. Quizá la respuesta se deba a la particular forma del territorio nacional que
atraviesa varios husos horarios, sin embargo, si ese fuera el caso, y ciertamente lo es, aún queda
por resolver la pregunta de cuál huso horario nos conviene más.
La segunda opción consiste en adoptar el concepto del meridiano definitorio como inicio del huso
horario y no como el centro del mismo. De ese modo, todo lo que se ubique al oeste del meridiano
90 grados y hasta el meridiano 105 grados sería el horario del centro. Las zonas del pacífico y del
noroeste se fusionarían en una sola zona horaria (del noroeste), quedaría sin efecto el huso
horario delimitado por el meridiano 120 y en cambio se formaría al este un nuevo huso horario
delimitado por el meridiano 75 grados, el cual regiría a la península de Yucatán.
La tercera opción resulta ser la más viable, al mismo
tiempo que responde a las necesidades de diferencia de
horario en el territorio nacional. Consiste simplemente
en respetar el huso horario que nos corresponde y que la
misma Ley establece como oficiales en el país.
1.‐ Tiempo del Centro = UTC‐7 (CNM) – (N)
2.‐ Tiempo del Noroeste = UTC‐8 (CNM) – (N+1)
3.‐ Tiempo del Sureste = UTC‐6 (CNM) – (N‐1)
Donde N es 7 horas para el horario de invierno
y 6 horas para el horario de verano.
Es casi seguro que debido a la predominancia de la actividad de los cruces fronterizos entre
México y Estados Unidos, las entidades de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila se integren al huso
horario UTC‐6 y que es el que actualmente los rige.
Cabe mencionar que en cuanto a la aplicación del horario de verano, este no tiene ya validez en su
aplicación, toda vez que el tiempo de luz solar varía en torno a las 12 horas, poco menos en
invierno y poco más en verano, sobre todo en latitudes comprendidas entre los trópicos. En estas
zonas donde la diferencia de variación no es significativa, la aplicación resulta irrelevante, más aún
cuando gracias a la iluminación artificial, el ser humano ha aumentado el número de horas de su
jornada a más de doce.
México se encuentra en el límite de la región tropical, con el Trópico de Cáncer atravesando su
territorio prácticamente por la mitad. En este sentido, el horario es muy útil para los estados del
norte, aunque no tanto para el resto del país. Sin embargo, la aplicación de este horario estacional
en todo el territorio responde a razones de practicidad, con un fundamento, nuevamente en la
unificación horaria con los Estados Unidos. Esto se evidencia en el caso de Sonora, cuya frontera es
con el estado de Arizona, el cual no aplica horario estacional y de ahí que Sonora sea el único
estado mexicano que no aplica el horario de verano.
No obstante, este cambio periódico no representa ni mayores ahorros de energía ni más luz solar
para las actividades. Es, cuando mucho, una molestia menor para la población que se queja de no
poder acostumbrarse a ese cambio. Esa resistencia es debida, sobre todo, a que en México el
efecto es poco significativo, que si ayuda en algo por nuestra ubicación geográfica, pero que por la
misma razón, no percibimos dicho efecto. En otras palabras, estamos a la mitad, ni demasiado
arriba como para que sea una necesidad ni demasiado abajo como para que nos perjudique. Si no
lo aplicáramos no pasaría nada y ahora que se aplica, tampoco pasa nada.
Finalmente, si aplicáramos correctamente el huso horario que nos corresponde corregiríamos
errores horarios en zonas como la ciudad de México, que tienen una hora oficial incorrecta.