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Batalla de San Fernando de Omoa

La Batalla de San Fernando de Omoa se desarrolló a finales de 1779, y tuvo como resultado
la captura británica de la Fortaleza de San Fernando (actual Honduras). Esta acción precipitó la
entrada de España en la denominada Revolución americana.

Esta fue la única batalla librada en la historia de esta fortaleza: los británicos atacaron y
conquistaron la fortaleza, pero en menos de dos meses el ejército español recibió refuerzos y los
británicos rindieron el fuerte. A la vista de los acontecimientos, el Rey Carlos III declaró la
guerra al Reino de Gran Bretaña, reemplazando su plan original de mediar en los desórdenes
sociales británicos en América.

Desarrollo

En septiembre de 1779 el Capitán John Lutrell partió de Jamaica con seis barcos para auxiliar a
Belice, finalmente optó por tomar la fortaleza y el puerto de San Fernando de Omoa.

El Fuerte de San Fernando, como uno de los baluartes españoles más importantes del Caribe,
era un fantástico botín de guerra. Las condiciones climáticas y salubres en el puerto de Omoa
(Actualmente Puerto Cortés) eran tan extremas que dos Capitanes Generales de Guatemala
murieron de infecciones contraídas durante visitas de rutina. El lugar llegó a ser conocido como
hospital para las tropas españolas (aclimatadas), pero se convirtió en cementerio para las tropas
británicas (no aclimatadas). Tras el ataque y rendición de la fortaleza en 1779, los soldados de
la guarnición fueron hechos prisioneros y enviados a Jamaica, donde tres supervivientes
estuvieron hasta 1781. El resto de la guarnición española, dos oficiales y cuarenta soldados, se
ahogaron durante el huracán que destruyó el puerto de Savanna-la-Mar y sumergió la ciudad
jamaicana.

Durante el ataque de 1779 la comunidad entera, de más de 200 casas, fue supuestamente
incendiada hasta los cimientos, así como muchos de los edificios del exterior de la fortaleza.
El Mapa de Martínez, fechado el 6 de febrero de 1780 ubica una fragata británica hundida
durante la batalla.

La victoria duró poco, porque en noviembre de ese mismo año, y tras la llegada de refuerzos, el
Fuerte de San Fernando de Omoa, protegido por una reducida guarnición británica, fue
recapturado por el Capitán General y Presidente de la Audiencia de Guatemala, Matías de
Gálvez.2

Restos arqueológicos

El Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), encontró en la boca de la Laguna de


Centeno, frente a la Fortaleza de San Fernando de Omoa, pequeños cañones, ánforas, enormes
montículos y tinas con bandas de hierro, entre otras piezas.

Según las investigaciones, los restos podrían ser parte de al menos siete barcos ingleses
hundidos en el lugar. Los buques habrían sido utilizados para el transporte de mercancías hacia
Europa o de esclavos negros de Jamaica a Honduras.

Este hallazgo es importante porque podría proporcionar más información sobre la construcción
de la Fortaleza de San Fernando y las luchas entre españoles e ingleses por el control de la
misma a finales de 1779.3

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_San_Fernando_de_Omoa"
Categorías: Campaña del Golfo de México (1778 a 1782) | Historia colonial de Honduras |
Batallas de España del siglo XVIII | Batallas del Reino Unido | Batallas del siglo XVIII

Encuentran vestigios de barcos y piezas arqueológicas en fondo del mar hondureño


Martes 7 de septiembre del 2004
TEGUCIGALPA, Honduras EFE
Autoridades del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) informaron hoy, martes,
del hallazgo de piezas arqueológicas coloniales en el fondo del mar Caribe.
El director del IHAH, Juan Alberto Durón, dijo a periodistas que los vestigios han sido
encontrados en la boca de la Laguna de Centeno, frente a la Fortaleza de San Fernando de
Omoa (Caribe), construida por los españoles en la segunda mitad del siglo XVIII.
Informó de que en el lugar se han encontrado pequeños cañones, ánforas, enormes montículos y
tinas con bandas de hierro, entre otras piezas.
Según las investigaciones, los restos podrían ser parte de al menos siete barcos de colonizadores
españoles o piratas ingleses hundidos en el lugar.
El funcionario dijo que los vestigios no habían sido localizados hasta ahora porque estaban
cubiertos de un manglar, que ha ido cediendo con el paso de los años para dejar al descubierto
el tesoro arqueológico.
Los buques habrían sido utilizados para el transporte de mercancías hacia Europa o de esclavos
negros de Jamaica a Honduras, explicó.

El director del IHAH dijo a periodistas que las piezas encontradas "son únicas" y que se supone
forman parte de los restos de barcos hundidos frente a la Fortaleza de San Fernando de Omoa.
Agregó que este hallazgo es importante porque podría proporcionar más información sobre la
construcción de la Fortaleza de San Fernando y las luchas entre colonizadores españoles y
piratas ingleses, a finales de 1779, por su control.

Fortaleza de San Fernando de Omoa


Situado en la carretera a la ciudad, la Fortaleza de San Fernando de Omoa, o El Castillo, como la
llaman los lugareños, está abierto para recorridos diarios (tel.: 504/658-9167, 08 a.m.-4 p.m.
de lunes a vie, 9 am-5 pm Sábado y dom, 2 dólares EE.UU., las guías están disponibles por $ 5).
La entrada incluye una visita al adyacente Museo de Omoa, que no tiene más perspicaz
pequeñas exposiciones sobre la historia de la zona, una visión general de la fortaleza, y muestra
de armas antiguas y espadas.

Fortaleza de San Fernando de Omoa está experimentando la restauración gracias a un préstamo


del Banco Interamericano de Desarrollo, y los cañones excavados y municiones están en
exhibición dentro de sus muros. Las pequeñas poblaciones de tienda de souvenirs de cerámica
de buena calidad y joyas hechas de conchas de coco.

La costa caribeña de Honduras estaba escasamente poblada a lo largo de la época colonial, lo


que lo convierte en un blanco fácil para los ataques de los piratas, merodeadores indios
misquitos, y, más tarde, la Marina británica. A pesar de los ataques piratas comenzó sólo un par
de décadas después de que los españoles comenzaron a colonizar América Central, no fue hasta
el décimo octavo-siglo que las autoridades coloniales realizado serios esfuerzos para luchar
contra los merodeadores y fortalecer sus posiciones en la costa.

Ya en 1685, los españoles reconocen Omoa como un lugar ideal para un fuerte -
estratégicamente situado en una, protegido puerto profundo entre los asentamientos de Inglés
en Belice, las Islas de la Bahía y la Mosquitia. Sin embargo, las distracciones en otros lugares,
la falta de fondos, y la inercia burocrática se combinaron para retrasar la construcción de reales
hasta 1752, cuando Real ingeniero Luis Diez de Navarro llegó con un plan para un bastión
triangular masiva.

Los trabajos en el fuerte fue muy lento. Para empezar, no hay piedra adecuada en la zona, sino
que tuvo que ser cortada y transportada desde una distancia de 150 kilómetros de distancia.
Aún más grave era la falta de trabajadores, la enfermedad y el calor tuvo un saldo brutal de los
indios reclutados. Omoa fue conocido como el cementerio de Honduras entre los indios del
altiplano, y los hombres aptos huyeron de sus aldeas cuando se enteraron de que los
funcionarios coloniales venían en busca de trabajadores. Finalmente, la corona trajeron esclavos
negros hasta el final de la fortaleza.

Por último concluyó en 1773, el fuerte fue una vista intimidante. Dos de los tres lados de 60
metros de largo, mientras que la base con vistas al océano mide 25 metros. Las paredes eran de
6 metros de altura y 2 metros de espesor. El complejo se desbordó con 150 piezas de artillería y
fue rodeado por un foso. A pesar de su apariencia intimidante, el fuerte nunca fue
particularmente exitoso.

Un británico Misquitos fuerza combinada de casi 1.000 hombres, dirigidos por el comodoro John
Luttrell, que tomó en 1779, sólo seis años después de la construcción se había terminado.
Después de que la primera derrota desfavorable, el fuerte de Omoa cayó indistintamente a los
realistas españoles, las fuerzas de Francisco Morazán, y, más tarde, los soldados guatemaltecos.
Al parecer, más fácil entrar que salir de la fortaleza se convirtió finalmente en una prisión por el
gobierno de Honduras en 1853.

A pesar de su triste récord de la defensa, la fortaleza es visualmente impresionante, en cuclillas


ominosamente en el calor tropical de un kilómetro o menos del océano. El Caribe ha disminuido
en los años transcurridos desde su construcción, dejando en pie en medio de la fortaleza de los
campos y pantanos entre el Puerto Cortés carretera y la playa. Se está experimentando una
recuperación significativa, gracias a un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo
Interamericano.
Fortaleza de San Fernando

La Fortaleza de San Fernando se ubica en Omoa (Honduras).


Omoa fue un pueblo de indios en 1536, repartido por Pedro de
Alvarado a Luis del Puerto, pero a finales del siglo XVI se
despobló por completo. En 1752, fue refundado bajo el nombre
de Omoa, con la idea de construir una fortaleza y establecer un
puerto libre del peligro de corsarios en la costa norte de Honduras. La Fortaleza de San
Fernando de Omoa es, quizá, el lugar histórico más conocido de Omoa, y posiblemente, la
estructura de defensa colonial más importante en toda Centroamérica [cita requerida].

En 1759 el rey Fernando VI de España autorizó la construcción del fuerte, la cual se terminó en
1775. Fue construido por los indígenas y algunos de los esclavos africanos, con el propósito de
defenderse de los piratas.

Es el fuerte más grande de toda Centroamérica y es el segundo mayor en toda América. Su área
es de 4.400 metros cuadrados. En la entrada se encuentra un gran escudo. En él se ubican 31
bóvedas, de las cuales una era la capilla. En las otras bóvedas estaban las cocinas, las oficinas
administrativas, donde se encontraba el polvorín y el armero. En la parte de arriba estaban los
cañones. Las paredes del fuerte tienen una forma de un semicírculo, o bien, de un arco y su
flecha. Las paredes tienen formas redondeadas para cubrir el impacto de las olas del mar. Las
casa de guardia, ubicadas en la parte de arriba, tienen un diseño barroco. Al lado de la fortaleza
se encuentra un área que en su día albergó viviendas, pero que tuvieron ser demolidas por
necesidades de material de construcción, y finalmente fue usada como cementerio.

Reseña histórica

En aquel tiempo fue tierra arenosa porque la tierra retenía demasiada agua cuando llovía, y
humedecía las paredes, desgastándolas y haciéndolas menos resistentes. Las paredes eran
hechas mayoritariamente por piedras y coral, para que fuesen bastante resistentes. Algunas de
las bóvedas tenían barrotes muy gruesos, porque un tiempo fue usado como prisión.

Durante la colonia fue el puerto más importante en la costa atlántica de Centroamérica, ya que
protegía del peligro al botín de plata y los pueblos de la costa, motivo por el cual fue atacada
muchas de veces por los piratas y corsarios que buscaban adueñarse de las riquezas que desde
las colonias se enviaba a España. Los caballos y caballeros subían a la parte de arriba, ya fuese
para entregar cargamentos, para mirar o para pelear.

Cuando fue construido, éste quedaba a unos pocos metros de distancia del mar, razón por la
cual fue atacado 3 veces por piratas. La primera vez fue por los ingleses, que la tomaron, fue la
primera y última vez que extranjeros tomaron posesión del fuerte. Después, fue peleado y
vuelto a recuperar por los españoles. La segunda vez, fue atacado por el pirata Luís, que era de
origen francés. A pesar de que no causó tanto daño, sí robo varias cosas de valor. La tercera vez
fue atacado por piratas, también, y esta vez, fue la de menos impacto.Pero, aún cuando la
amenaza de piratería había cesado. Y nuevamente, después de haber servido este propósito
como oficina central de gobierno local, el fuerte fue utilizado como una prisión por las
autoridades, y eventualmente fue abandonado por un buen tiempo.

Se dice que a algunos prisioneros se les condenaba a estar bajo una llave que tiraba una gota de
agua helada a la vez, y así, al prisionero condenado se le iba enfriando poco a poco el cerebro
hasta que éste quedaba congelado y moría[cita requerida]. Se dice también que les decían que el que
lograra quedar vivo después de todo esto, se le era perdonado y dejado libre. Uno de los
muchachos fue condenado a esta tortura y logró salvarse, poniéndose una moneda en el lugar
en el que caía la gota, y así logro salvarse de este castigo y que lo perdonaran [cita requerida].
Sin embargo, cuando le preguntaron a una señora que había vivido en el tiempo en el que este
castigo era dado, si ella había oído hablar de esta tortura, respondió que nunca había oído
hablar de tal cosa. Por lo que se dice, que posiblemente sólo es una leyenda o que lo decían a
los prisioneros para darles miedo.

Hoy el fuerte de San Fernando de Omoa es un monumento nacional abierto al público de lunes a
viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde, y sábados y domingos de 9 de la mañana a 5 de la
tarde. Al lado de éste, se encuentra un museo que cuenta con material acerca de la fortaleza,
una maqueta, armadura que usaban, etc.

Omoa

País
Honduras• Departamento Cortés
Población• Total (2006)
30,000 hab.

Omoa es un municipio de la República de Honduras que está localizada frente a las costas de
mar Caribe. Al oeste de este municipio se encuentra la República de Guatemala y al este; la
ciudad de Puerto Cortés. Las ciudades cercanas más grandes son: San Pedro Sula a 18. 4 millas
y Tegucigalpa la capital de Honduras a 128.3 millas. Omoa cuenta con aproximadamente unos
30,000 pobladores distribuidos entre más de 26 aldeas y 80 caseríos en una extensión de 382.8
km². El territorio es de 69 km de de ancho y 64 km de largo, rodeado por los ríos: Motagua,
Omoa, Tegucigalpita y Chiquito.

Historia

Castillo de San Fernando.

En 1536 las autoridades españolas localizadas en


Guatemala necesitaban un lugar seguro y de fácil acceso
para el embarco y desembarco de mercadería entre
España y los puntos claves de Centroamérica. Fue por eso
que estos salieron en busca de un lugar seguro, el cual lo encontraron en Omoa. Fue así como
en 1752, fue fundado el puerto de Omoa bajo el nombre de Camoa, nombre que le duró al
municipio hasta 1795, cuando se le dio el nombre actual.

Luego de su fundación, Omoa se convirtió en un puerto no solamente seguro y de fácil acceso,


pero también un puerto muy importante por mucho tiempo. Sin embargo, esa importancia se
fue perdiendo por un par de razones: La destrucción del municipio en un par de oportunidades
por incendios, y finalmente la construcción de Puerto Cortés o Puerto Caballos como era llamada
en tiempos coloniales, al este y muy cercano a Omoa. Esto último, terminó por sellar la suerte
de Omoa, convirtiéndolo en un pequeño poblado de atracción meramente turístico o de
pescadores.

Economía Casa de Pescador en Omoa.

La economía de Omoa se mantiene primordialmente


activa, a base de la pesca de sus pobladores. En el
municipio se encuentran aproximadamente unos 600
pescadores nativos, que cuentan con unas 400
embarcaciones. Estos llegan a capturar unas 220 mil libras de
pescado.
Muchos de los pobladores del municipio de Omoa se dedican a la agricultura donde predominan
el cultivo de granos básicos: maíz, frijol y arroz. Mientras que otros habitantes, se dedican a la
ganadería. Actualmente es un municipio con mucha prosperidad pues se ha abierto el paso
fronterizo de Corinto que ayuda al comercio con Guatemala y ayudando a los pobladores del
sector, pero las comunidades de Potrerillos y Cuyamelito quedaron fuera del corredor de la
autopista (C5) que estuvo en proyecto por las últimas 3 décadas y finalmente conecta Puerto
Cortes con Puerto Barrios en Guatemala

Otras fuentes de ingreso; provienen del turismo que provee la atracción hacia la belleza natural
de Omoa por parte de los turistas, así como el interés que genera la fortaleza de San Fernando:
El más grande de la América Central y uno de los pocos en existencia en todo el continente
americano. Es muy común ver gente de todas partes del planeta cruzando por estas tierras pues
es un puente más corto para llegar a las principales ciudades turísticas de Honduras

La fortaleza de Omoa fue construida por los españoles entre 1759 hasta 1778. Esta reliquia
histórica tuvo como propósito primordial, protegerse de los piratas y asegurar que los
cargamentos de plata provenientes de las minas de San Miguel de Tegucigalpa salieran con
rumbo fijo hacia España.

Durante su construcción, la fortaleza de San Fernando les sirvió a las autoridades coloniales,
para liberar con buen suceso un par de batallas claves en contra de los mercenarios. No
obstante, esta no se terminó de construir hasta que los piratas, habían dejado de existir.

Luego de la independencia de Honduras en 1821, el fuerte fue utilizado como prisión por las
autoridades hondureñas, para después ser abandonado por un buen tiempo. Hoy en día el
‘castillo’ como es llamado comúnmente en Honduras, es considerado un monumento histórico
nacional y está abierto a los hondureños y turistas de todas partes.

Además de la fortaleza de San Fernando de Omoa, el turista puede disfrutar de la belleza natural
que rodea el lugar. Por un lado se encuentra la gran cordillera del Merendon copada de una
espesa exótica vegetación y fauna. Al frente se pueden apreciar las cálidas y tranquila playas de
blanca arena adornada de palmeras. En estas playas, muchos turistas disfrutan tanto de los
baños de mar, así como del buceo y otros deportes acuáticos.

Por todo lo anterior, Omoa se ha convertido en los últimos años, en una de las zonas de más
avance turístico en la república de Honduras. Los pueblos del municipio de Omoa son pocos
como Cuyamel que tiene una historia muy vieja sobre los campos de bananos (1930) sabe
mencionarse que el sector es más ganadero que agricultura pues en los últimos días las plagas
han matado muchas plantaciones de cacao y y esto ha traído más pobreza pues muchas
personas eran productores de muchas libras (Salvador López) de Potrerillos por ejemplo y
muchos más que tuvieron que adaptarse a otros cultivos para sacar a sus familias adelante.

El naranjo era otro de los productos del sector pues muchos del El Salvador llegaban a comprar
para la temporada sabe mencionarse que algunas personas de Cuyamelito y Potrerillos eran muy
mencionados por sus naranjales (los Enríquez, los Guardado, Don Miguel Alberto y el maestro
don Abilio Ortiz entre otros.

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