Jugar es una actividad interesante para las personas de diferentes edades y
es una parte importante en la vida de los adolescentes. En la educación secundaria se pueden aprovechar diversos juegos para favorecer el aprendizaje de las matemáticas. Pero hay que estar atentos, pues si bien los juegos son situaciones que resultan divertidas e interesantes para los alumnos, no todos los juegos favorecen la construcción de conocimientos matemáticos.
Para aprovechar las posibilidades que ofrecen algunos juegos, el profesor
debe cuidar de no convertirlos simplemente en situaciones recreativas para pasar el rato y mucho menos para perder el tiempo. Cuando los estudiantes juegan se divierten, platican, discuten y hacen ruido, pero no hay que perder de vista el propósito que se persigue al plantear determinado juego, y así lograr hacer matemáticas de una manera agradable.
Algunos padres de familia y profesores se preocupan de que los estudiantes
jueguen durante la clase debido a que desconocen las ganancias que se obtienen, por ejemplo, el juego implica competencia, y en el afán de ganar los estudiantes tienden a ser autónomos, construyen sus propias estrategias y analizan cuidadosamente sus resultados. Los problemas que el profesor proponga por medio de los juegos deberán ser retos interesantes a partir de los cuales analicen lo que ocurre en la situación y encuentren la mejor estrategia para ganar, introduciendo o profundizando ciertas nociones.
Entre los materiales de apoyo para la educación primaria existen muchos
juegos que, con algunas adaptaciones, pueden utilizarse en la educación secundaria. Se recomienda consultar el libro Juega y aprende matemáticas que forma parte de la colección Libros del Rincón, que puede consultar en los Centros de Maestros.