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LA GRAN ESTRATEGIA DE DIOS:

VOLVIENDO A LAS RAICES


.

LA IDENTIDAD DE LA IGLESIA

Existen tres puntos claves adonde Elohím quería llevar a la Iglesia y son: su
Identidad ("¿Quién soy?"), su Posición ("¿Cuál es mi lugar?"), y cuál es la
Civilización adecuada para los creyentes. Trataremos a continuación de estos tres
temas.
Para entender lo que Elohím tenía preparado para la Iglesia, tenemos que
entender un concepto fundamental. Si fallamos en ver ésto desde el punto de vista
de Elohím, como efectivamente hemos fallado hasta hoy, nunca vamos a poder
distinguir la verdad de Dios del mar de engaño que, como un mar de tinta negra,
nos tiene sumergidos el diablo.
Dios dividió a la humanidad, a los seres humanos, en dos grandes categorías: en
judíos, y góim ("gentiles/idólatras/paganos"). El Diccionario Larousse de la
Lengua Española, pág. 525 define a "gentil" así: "adjetivo, idólatra o pagano,
etc." Matitiáhu/"Mt." 18:17, por ejemplo, dice: "Si no lo oyere a ellos, dílo a la
Iglesia, y si no oyere a la Iglesia, ténle por gentil y publicano".
La clave está en el monoteísmo. Como dijo un escritor cristiano: "Un judío es
monoteísta de nacimiento, y se le tiene que mal enseñar para que se convierta en
idólatra. En cambio, los góim ("gentiles/idólatras/paganos") son politeístas
(adoradores de muchos dioses") de nacimiento y se les tiene que enseñar a ser
monoteístas".
Esta es la clave de la Gran Estrategia de Dios: Hacer que todo el mundo venga al
Dios de Israel (y al Mesías de Israel en estos últimos 2.000 años). Entonces, si
queremos saber cuál es la identidad y la auto-identidad de la Iglesia, cómo se
tiene que ver la Iglesia a sí misma, podemos citar algunos versículos y tratar de
comprenderlos.
Iojanán/"Jn." 10:16 dice: "También tengo otras ovejas que no son de éste redil. A
aquellas también debo traer; y oirán mi voz y habrá un rebaño y un pastor".
Debemos prestar mucha atención a lo que el Rabino Ieshúa nos está diciendo
aquí: que hay un rebaño: éste; y que El debe traer ovejas a éste redil, no llevarlas
a un redil "cristiano". Ahora bien, ¿cuál es éste redil a donde hay otras ovejas que
El debe traer? Existe sólo una respuesta: ¿Desde qué área geográfica estaba
hablando Ieshúa cuando hizo esta pregunta retórica? Estaba en Israel. Lo que El
dijo era que debía traer a las otras ovejas, a los gentiles idólatras adentro del redil
de Israel, al único redil monoteísta en todo el mundo, no que debía tomar sus
ovejas judías y llevarlas a un redil gentil, como muchos creen y enseñan hoy en
día!
Otros versículos nos hablan también de la identidad y de la auto-identidad de la
Iglesia. En Fil. 3:3 está escrito: "Porque nosotros somos la circuncisíón, los que
adoramos a Elohím en espíritu, y nos gloriamos en Mesías Ieshúa y no nos
gloriamos en la carne". ¿Qué nos está diciendo el Rabino Shául? ¿Quién es la
circuncisión, según el Rabino Shául? Los judíos. Y quienes son los que son
considerados judíos, de acuerdo con el Rabino Shául? Primero, los que adoran a
Elohím, Dios Padre. Segundo, "los que se regocijan en Mesías Ieshúa". Ahora
bien, los judíos en la carne no pueden ser de quien Shául está hablando porque
nunca se "regocijaron en Mesías Ieshúa " ni lo hacen aun hoy en día! Podemos
ver entonces, que lo que Iojanán/"Jn." 10:16 y Fil. 3:3 están diciendo es que los
creyentes que vienen al único Dios verdadero, al Elohím de Israel y al Mesías de
Israel, se vuelven judíos por fe y entran a formar parte del redil de Israel. Otro
versículo es el de Ef. 2:11-12: "Por tanto, acordáos de que en otro tiempo,
vosotros los gentiles (Shául les está diciendo que ahora ya no son más gentiles)
en cuanto a la carne, érais (tiempo pasado, ya no más) llamados incircuncisión
por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo (ya no
más) estábais sin Mesías, alejados de la ciudadanía de Israel, y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Elohím en el mundo". El Rabino Shául
les está hablando muy claramente a los gentiles. Les dice que ya no son más
gentiles. Que antes, estaban sin Dios y sin Mesías. Y que antes, estaban alejados
de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos, pero que ahora, dejaron de ser
gentiles, y pasaron a formar parte de la ciudadanía de Israel. ¿Y cómo se llama a
los ciudadanos de Israel? Israelíes, judíos! En 1 Co. 12:2 habla peyorativamente
de los gentiles: "Sabéis que cuando érais (tiempo pasado) gentiles, (eso significa
que habían sido gentiles pero que ya no lo eran) se os extraviaba llevándoos,
como se os llevaba, a los ídolos mudos".Estos son versículos muy claros para ver
la verdad. ("El que lea, entienda").
Shául les está diciendo de nuevo, que antes eran gentiles/idólatras, pero que ya no
lo son. Y que antes eran llevados a los ídolos mudos. Tenemos que ceñirnos a la
Escritura, no a las enseñanzas humanas que no concuerden con ella. En estos
versículos y en algunos más que vamos a proporcionar enseguida, vemos este
cambio de que hablábamos antes: de idólatra a hebreo, de hebreo a judío, de judío
a israelí. El Rabino Shául les dice en Ef. 2:11 que recién vimos, que estaban (en
tiempo pasado) "alejados de la ciudadanía de Israel". Ahora ya están en el último
paso, el ser israelí. De modo que cuando un creyente dice: "No, yo no soy judío,
yo soy gentil" estamos usando equivocadamente la palabra. Gentil es el idólatra.
En Ro. 2:28-29 existe un par de versículos que, de nuevo, definen quién es judío.
¿Quiere usted saber quién es judío? "Pues no es judío el que lo es exteriormente,
ni es la circuncisión la que se hace en la carne, sino que es judío el que lo es en
lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en el espíritu, la alabanza de la
cual no viene de los hombres, sino de Elohím".
¿Quién es judío, entonces? Cualquiera que tenga su corazón circuncidado, es
decir, todos los creyentes que hayan sido cambiados interiormente en sus
corazones por el Espíritu Santo, se vuelve judío por fe. Esto no lo afirmamos
nosotros, ni para establecer una nueva doctrina, ni para "judaizar". Lo dicen
claramente las Escrituras mismas. Así como ellas mismas, también, hablan
claramente en forma peyorativa de los gentiles, enfatizando esta división entre
judíos (alabadores de Iahvéh) y los góim idólatras. En 1 Ts. 1:9 está escrito:
"Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibísteis, y
cómo os convertísteis de los ídolos a Elohím, para ser del Elohím vivo y
verdadero". Los góim, los idólatras gentiles son los que de nacimiento adoran y le
"rezan" a estatuitas, imágenes y estampitas, contrastando con los judíos (iehudím)
que, como dijimos, son los alabadores de Iahvéh. En resumen, lo que conocemos
como "Cristianismo" es Judaísmo Mesiánico (con la llegada del Mesías Ieshúa)
prometido al Pueblo Escogido, a Israel, un Judaísmo Mesiánico.
La semántica, es decir, las palabras usadas aquí son esenciales. Cuando decimos
"Cristianismo" estamos estamos agrandando este abismo semántico entre el
"Cristianismo" y el Judaísmo, cuando en realidad, no debería haber--y no la hay--
ninguna separación en el fondo entre ambos. Lo que conocemos como
Cristianismo es el recibimiento del Espíritu Santo en el Aposento Alto en el
Monte Tzión de la mujer llamada Israel, la esposa de Iahvéh, y el consiguiente
nuevo nacimiento (Jn.3:3-5) de esa mujer judía en el espíritu. Ese espíritu nacido
de nuevo de la judía esposa de Iahvéh, es lo que conocemos como "la Iglesia"! No
que no tenemos que perder de vista jamás, es que la Iglesia es la misma mujer
colectiva judía, Israel, sólo que nacida de nuevo! La palabra Cristianismo es una
traducción al español de la palabra griega, que es una traducción, a su vez, de la
palabra hebrea, Meshiajiút, Mesianismo. La palabra Mesías es una palabra en
español derivada de la palabra hebrea Meshíaj, que significa "untar con aceite
para para un puesto" según el DHIBI. Por ejemplo, en Veikráh/Y llamó/"Ex."
28:41 dice: "Y con ello vestirás a Aarón tu hermano (le está hablando a Moshé) y
a sus hijos con él y los ungirás y los consagrarás para que sean mis sacerdotes".
La palabra usada aquí para "ungirrás" es mashájta, derivado de Meshíaj, del verbo
masháj, "ungir con aceite".
El segundo punto que tiene que ver con la auto-identidad de la Iglesia se relaciona
con el engaño que el enemigo de Dios ha tenido éxito para introducir en la Iglesia
verdadera. El principal engaño que ha logrado contrabandear es un engaño
semántico, un problema de palabras, como decíamos. Si entendemos que no
existe ningún Cristianismo, sino que lo que existe es un Judaísmo que antes
estaba localizado en la minúscula tierra de Israel, y escrito en piedra, la Toráh, y
ahora existe un Judaísmo Mesiánico con el Rabino Ieshúa en toda la tierra, vamos
a entender claramente que el Cristianismo y el Judaísmo no se trata de dos
religiones opuestas y antagónicas, sino que son un sólo movimiento, un
continuum de Dios. El primero duró 2.000 años, el Judaísmo, y el segundo, que
cumplió otros 2.000 años, el Judaísmo Mesiánico. El diablo se ha encargado de
demonizar la palabra "judío" y la palabra "Mesías" de tal manera y con tanta
efectividad, que nadie quiere tener que ver con ninguno de los dos. El Diccionario
Larousse de la Lengua Española (DLLE), en la página 680, definiendo "Mesías"
dice: "confianza inmotivada o desmedida en un agente bienechor que se espera".
Esta es una definición peyorativa. Sin embargo, bajo la palabra "Cristo" en la pág.
326 (que significa exactamente igual que Mesías) dice: "el hijo de Dios hecho
hombre". No hay ninguna conotación peyorativa aquí. También sabemos que el
sustantivo "mesianismo" se usa para hablar mal de gente que tiene grandes
ambiciones. Un escritor norteamericano escribió un libro titulado: "La
Satanización de los Judíos", lo cual creemos que es un título exacto. La palabra
judío se ha satanizado en todos los idiomas. En español y en inglés tiene
connotaciones perversas. El diablo se ha encargado de inmortalizar la frase con la
cual se han asesinado a millones de judíos en todo el mundo: "los judíos mataron
a Cristo". ¿Es cierto eso? ¿Se puede matar a Dios? Aun los creyentes no
entendemos que Ieshúa el Mesías es el "cordero de Dios que quita los pecados del
mundo" a través de su sangre. El vino para morir como el Cordero de Pascua. Si
algo inesperado hubiera sucedido que hubiera impedido su muerte clavado en el
tronco de árbol (en griego dicen las Escrituras: stauron, tronco de árbol) el Plan
Eterno de Dios se hubiera arruinado totalmente! Ieshúa mismo dijo en
Matitiáhu/"Mt." 26:53-54: "Acaso piensas que no puedo ahora orar a Mi Padre y
que El no me daría más de doce legiones de ángeles?" (Una legión romana tenía
6.000 soldados). Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es
necesario que así se haga? Y estaba hablando de su propia muerte.
La satanización de los judíos fue el detonante que hizo que los padres de la
Iglesia, como Orígen, Crisóstomo ("san"), Eusebio, Cirilo, obispo de Alejandría,
Ambrosio, el arzobispo Agobardo, y más recientemente Martín Luther, fueron
furibundos antijudíos. El fundador del Protestantismo, Martín Luther, cuatro días
antes de su muerte el 14 de Febrero 1546, predicó su último sermón. Su tema?
Los judíos, exigiendo que fueran echados de toda Alemania. Un historiador
norteamericano, William Shirer escribió: "Es difícil entender el comportamiento
de muchos protestantes alemanes en los primeros años del Nazismo si uno no se
dá cuenta de dos cosas: la historia de Alemania y la influencia de Martín Luther.
El gran fundador del Protestantismo era un ardiente antisemita y un creyente
feroz en la obediencia politica. El quería que Alemania se deshaga de los judíos.
Un consejo que fue seguido al pie de la letra cuatro siglos más tarde por hitler,
goering y himmler. Luther empleó un lenguaje vulgar, ofensivo, lleno de malas
palabras sin igual en la historia alemana, con excepción de la época del
Nazismo. En ningún otro país, con excepción de la Rusia Zarista, los sacerdotes
se volvieron, por tradición tan completamente serviles a la autoridad política del
Estado". (Shirer, William, "The Rise and Fall of the Third Reich" (La
Ascención y Caída del Tercer Reich), pág. 294. Como dice el escritor Joel
Carmichael, autor de "La Satanización de los Judíos": "La conversión de los
judíos en monstruos apareció en Alemania en la segunda mitad del Siglo 15. La
identificación entre los judíos y el diablo fue establecida por una serie de
aproximaciones simbólicas y caricaturales, comenzando con los cuernos,
prosiguiendo con la cola, y terminando con un olor insidioso" (que se suponía
que, tanto los judíos como el diablo tienen en común, según los alemanes). Los
cuernos parecen haber estado basados en una mala traducción de la Biblia, a
través de un malentendido en la palabra que significa "rayos". Pero hasta el siglo
13 ninguna figura bíblica, ni siquiera los diablos de los evangelios tenían cuernos.
Alrededor del mismo tiempo, una nariz judía se puso de moda. La proyección
física del diablo coincidió con la figura de los judíos como seres poderosos y
maléficos. Todas las nociones acerca del diablo fueron absorbidas y proyectadas
en las leyendas acerca de los judíos, los cuernos, la cola, y el mal olor. Los judíos,
a través de la historia, siempre fueron los chivos expiatorios de todos los
problemas. Fueron expulsados de Inglaterra en 1290; de Francia, en 1306; fueron
masacrados en masse en Alemania y durante la Peste Negra en 1348; en 1391
comenzó una Guerra Santa contra los judíos que terminó con la expulsión de ellos
de España en 1492 y cuatro años más tarde de Portugal. Fueron expulsados de
Praga en 1400; de Viena en 1421; de Cologne, Alemania, en 1424; del Tirol,
Alemania, en 1493; de Provence, Francia, en 1498. Rusia no permitió la entrada
de judíos por la así llamada "herejía judaizante" que al final del Siglo 14 era
amenazante para los sacerdotes ortodoxos rusos en la Rusia del Zar. "Se tenía la
idea del judío no como de un ser humano, sino como de algo ocultamente
poderoso, una emanación del diablo, un asesino de Dios, un "matador de
Cristo", etc.etc. Por lo tanto, el judío no era humano, en realidad. En la
imaginación de la gente del pueblo, se lo asociaba con demonios, con las fuerzas
ocultas, brujas, magos y adivinos. Por un lado, se los veía a los judíos haciendo
tareas ordinarias, y por otro lado, se pensaba que llevaban a cabo actividades
secretamente camufladas, maléficas y poderosas. Había una doble visión acerca
de esto". Esta satanización de los judíos, como lo llama muy acertadamente
Carmichael, y la influencia extrema de los padres de la Iglesia, dió como
resultado que esta identidad de los gentiles que vienen al Dios de Israel y al
Mesías de Israel, esta auto-identidad de la Iglesia fuese totalmente deformada.
Cuando despues del año 97 D.C. la Iglesia quedó en minoría y los gentiles
tomaron el poder hasta hoy en día, la Iglesia ha rechazado de plano todo lo que
sea de origen judío, aun las Escrituras, los conceptos mentales, las fiestas del
Señor mismas, llamándolas "fiestas de los judíos". En otras palabras, la identidad
de la Iglesia fue deformada: de una Iglesia judía originalmente, con un Rabino, el
Rabino Ieshúa a la cabeza, con doce apóstoles judíos y cerca de cuarenta
escritores judíos de la Sagrada Escritura. Una Iglesia, que, como dice el libro de
Romanos 9:4-5: "...de los cuales son la adopción, la gloria, los pactos (en griego
está en plural), la promulgación de la Toráh, los cultos y las promesas, de
quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Mesías, el cual es
Elohím sobre todas las cosas, Bendito sea por los siglos, amén". Esta Iglesia 100
por ciento judía, con dos mil años de historia judía detrás de ella, portadora de
adopción de la gloria del único Dios verdadero, portadora de la Toráh, del culto y
de los seis pactos y de la promesa de la llegada de Ieshúa el Mesías, Dios hecho
carne, esa misma Iglesia rechazó violentamente su pasado, sus raíces, sus
orígenes y se inventó una identidad y una auto-identidad totalmente artificial que
Dios jamás aprobó. El resultado de esta satanización de los judíos por parte de los
padres de la Iglesia y ese corte definitivo que se le dió a las raíces judías, de una
Iglesia que era en realidad judía también, entró la Iglesia de Babilonia a sustituir a
la verdadera Iglesia, como una maldición sobre ésta, de acuerdo con Gen. 12:3 y
con Judas 11, el "error de Balaam" (que es querer maldecir a Israel). Como dice
otro escritor: "El apartarse de las raíces judías significó un apartarse de la
observancia bíblica, tanto en doctrina, adoración y comportamiento. El vacío
resultante fue llenado rápidamente por prácticas religiosas adoptado de los
Templos paganos--edificios y mobiliarios lujosos--adoración ceremoniosa y
ritualística. La paganización incluyó el orar por los muertos, la creencia de un
"purgatorio" y la adoración de "santos", "vírgenes" y reliquias (de muertos)". La
reprensión de Ieshúa a los líderes de su época, ahora se aplicaba a los líderes de la
Iglesia: "Así habéis invalidado el mandamiento de Elohim por vuestra tradición".
Y en el vers. 9: "Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres".
La identidad de la Iglesia judía del Rabino Ieshúa se puede graficar con un
tríangulo, donde vemos al Padre en el vértice del ángulo, al Hijo y al Espíritu
Santo, en ese orden, así como está en la Palabra y tal cual dice el "Padrenuestro"
en Lucas 11. (Ver Diagrama 1).
Los Montanistas (seguidores de Montano) que en realidad eran como los
modernos Pentecostales, fueron tildados de "herejes" por la falsa iglesia
"kristiana" de Babilonia y asesinados y perseguidos. Por lo tanto, el Espíritu
Santo fue quitado del triángulo. A través de la demonización de los judíos, el
Padre, Iahvéh, el Rabino Ieshúa y los primeros cinco Pactos (el "Viejo
Testamento"), que constituyen el 78 por ciento del total de la "Biblia" (Escrituras)
también fueron quitadas de la iglesia. Lo que quedó fue "Jesús", el Dios Gentil.
El escenario estaba montado, entonces, para hacer el último pase mágico, a la
David Copperfield, que hizo el diablo, para sustituir a Jesús (ya no el Rabino
judío Ieshúa) por "la virgen y el niñito dios". Todos sabemos que un bebé no tiene
poder ni nada puede hacer. De modo que, ¿a quién le vamos a pedir algo, sino es
a su madre? Ese fue el engaño maestro de satán. "Conservar" a Jesús (de nombre)
mientras que en la práctica lo sustituía por su "madre", en realidad los sustituyó
por la "reina del cielo" mencionada en Ieremiáhu/"Jeremías" 7:18, la "deidad"
babilónica de Semiramis y su hijito/esposo Tammuz/Nimrod (Gén. 10:8 y 11:1-
9).
Al hacer esto, y con la oficialización de la iglesia de Babilonia como iglesia
oficial del Imperio Romano con el Emperador Constantino a la cabeza, la iglesia
de Babilonia pasó a sustituir a la Iglesia verdadera, a la Iglesia judía del Rabino
Ortodoxo judío Ieshúa el Mesías de Israel.
LA POSICION DE LA IGLESIA
¿Cuál es la posición de la Iglesia dentro de la Gran Estrategia de Dios? ¿Dónde
debe colocarse la Iglesia para estar en la Voluntad de Dios? El libro de Romanos
11:17-18 nos señala esta posición en que Dios quiere que la Iglesia esté, aun
cuando ésta jamás se ha colocado en ese lugar, después del primer Siglo.
"Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo agrios
(Griego="que crece afuera de la Casa de Israel"), has sido injertado en lugar de
ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te
jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a tí".
¿Qué significa este versículo de Ro. 11:17? Significa, como dijimos, el lugar en
que la Iglesia debería haberse colocado: como parte del árbol judío de Romanos
11, injertada en el árbol judío, donde la raíz son los patriarcas (Avra´ham, Itzják,
Ia´akov y el tronco y algunas de las ramas es el Pueblo Judío durante los
siguientes 2.000 años, siendo las demás ramas superiores la Iglesia. Es importante
entender por qué Elohím le dió a la Iglesia ésa posición y no otra. Por qué no le
dijo: "Tú, colócate aquí, donde Yo te voy a plantar. Serás un árbol aparte del que
está plantado dentro de la Casa de Israel, aparte del árbol judío". (Esta es la
concepción más generalizada en la Iglesia de lo que Dios quiere, aunque es una
concepción equivocada).
La razón está claramente explicada, por lo menos en Griego: los gentiles son una
clase de árbol de olivo, agrios, que crece afuera de la Casa de Israel. ¿Cuál es el
motivo por el cual Elohím no les asignó un árbol gentil, aparte? Hay otros que,
inclusive, creen que el árbol dentro de la Casa de Israel se ha secado hace muchos
siglos y que los judíos que aceptan al Mesías tienen que injertarse en un árbol
imaginario gentil ¿Por qué, el Señor ha hecho que los gentiles de nacimiento
tengan que venir a injertarse en un árbol judío? La respuesta ya la hemos visto
cuando hablamos de la identidad: la respuesta tiene que ver con el origen
monoteísta del judío. Si usted se vá a la casa de un judío religioso a vivir por un
tiempo, usted vá a compartir su monoteísmo con él. A través de su cercanía con
él, va a empezar a amar y a apreciar al único Dios verdadero. Por el contrario, si
usted se va a vivir a la casa de un idólatra, tarde o temprano, va a adquirir por lo
menos algunas de las costumbres o maneras de pensar de los idólatras y al tiempo
se va a estar arrodillando delante de "santitos", reliquias y estampitas y estatuitas
"paganas", porque usted está viviendo con él, compartiendo su casa y sus
constumbres. Ese es el motivo por el que Dios le dijo a los gentiles que se injerten
en la Iglesia, cosa que la Iglesia jamás aceptó. El versículo está allí. Es 100 por
ciento bíblico que los gentiles tienen que venir a vivir a la Casa de Israel. Y es
totalmente anti-bíblico el que son los judíos que se "convierten" al Dios de Israel
y al Mesías de Israel los que tienen que venir y compartir las costumbres idólatras
y paganas de los gentiles. Si usted vive con un gentil cristiano, que todavía no ha
vuelto a las raíces originales de la Iglesia, usted terminará indefectiblemente
festejando, por ejemplo, la Navidad con el cristiano. Una Navidad que, por otro
lado, es totalmente anti-bíblica y pagana. No importa que sea muy popular, no
importa que sea una "tradición muy arraigada", sigue siendo totalmente anti-
bíblica. Es por eso, que el Señor injertó a las ramas gentiles en el árbol judío.
Por otro lado, la segunda parte del versículo es igualmente claro. "Has sido hecho
participante de la raíz y de la rica savia del olivo; no te jactes contra las ramas,
y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a tí". ¿Qué significa
esto? Que el alimento espiritual del gentil tiene que venir de la raiz judía y de la
savia del olivo, que es la Toráh y los comentarios y métodos de interpretación
judíos, quienes nos llevan 2.000 años de ventaja interpretando el 78 por ciento de
la Escritura--que nosotros ya no consideramos que tenga la misma autoridad que
tiene el "N.T." y por lo tanto ya no leemos. Que el alimento espiritual del
creyente gentil tiene que venir de la raíz, que son los patriarcas, de la civilización,
la cultura, costumbres, música y festividades bíblicas, idioma, modos de adorar y
de comportarse en la vida diaria, que forman el tronco y la savia del árbol de
Romanos 11, ya que son las únicas que están santificadas por 2.000 años de
bendición de Elohím. No estamos hablando, claro, de la salvación. Por favor,
tome en cuenta de un estilo de vida, no estamos hablando de la salvación del
espíritu, que, como todos sabemos, es por fe en el Mesías Ieshúa. Estamos
hablando del largo camino diario después de la salvación del espíritu, de la
salvación del alma. Podemos comparar el caminar de un creyente, con una
tranquera, un caminito estrecho que va desde la tranquera, al lado de la carretera
hasta la casa, al fondo del paisaje.
Este es un ejemplo para explicar mejor que podemos comparar la salvación con la
tranquera. Cuando usted acepta al Mesías Ieshúa como su Señor y Salvador,
traspasó la tranquera, ya no está fuera de la casa, ya está dentro del terreno de la
casa, pero sin embargo, puede estar a dos kilómetros de distancia de la casa;
todavía no ha llegado a la casa, le faltan caminar dos kilómetros todavía para
llegar. De modo que, la salvación es la tranquera. Pero cuando hablábamos de
civilización, de cultura, de modo de pensar y de adorar, no estábamos hablando
de la tranquera. Usted y yo ya pasamos la tranquera--pero todavía no estamos en
la casa. ¿Cómo tiene que caminar ese caminito estrecho para llegar a la casa?
Esos dos kilómetros se deben caminar, según Ro. 11:17 injertados en el árbol de
Ro 11:17. ¿Por qué? Porque ese injerto nos va a dar el sustento del estilo de vida,
de la cultura, del modo de pensar judío, que es muy diferente a la cultura, al
modo de pensar, a las costumbres, a la manera de razonar y a la religión y
filosofía gentil. Debemos entender algo muy importante: que tanto el Señor como
los 40 escritores de las Sagradas Escrituras escribieron de una manera totalmente
opuesta a la manera en que el Mundo Occidental piensa y escribe. El Señor y los
escritores de las Escrituras escribieron de una manera sintética, llena de paradojas
(aparentes contradicciones), concreta, analógica (que vé semejanzas entre las
cosas), no raciocinadora, es decir, que no necesita basarse totalmente en la razón
y en los datos. Las Escrituras fueron pensadas por una Mente y escritas por
escritores que postergan los juicios, de una manera intuitiva, muchas veces dá
saltos de comprensión basados en corazonadas y muchas imágenes visuales.
También es totalizadora; vé las cosas en conjunto. Este es, en síntesis, el
pensamiento judío, que en realidad, es el tipo de pensamiento del Señor, un tipo
de pensamiento dialéctico.
En cambio, la modalidad Greco-Romana y Occidental es exactamente antagónica.
Es muy verbal, analítica, simbólica, soluciona todo paso a paso. Por ejemplo, usa
un dibujo para representar algo. Lleva cuenta del tiempo, ordena las cosas en
sucesión: comienza por lo primero, sigue por lo segundo, etc. Es totalmente
racional, extrayendo conclusiones basándose en la razón, los datos. Es digital, es
decir, está basada en síes-noes; usa números; es totalmente lógica, es decir, extrae
conclusiones basándose en la lógica: una cosa le sigue a la otra en un orden lógico
y lineal, piensa en función de ideas encadenadas, es decir, que un pensamiento le
sigue a otro y ésto lleva a una conclusión. Estos dos tipos de pensamiento son
irreconciliables. Es por eso que Elohím en Su sabiduría infinita, injertó a los
gentiles en el árbol judío, para que se alimentaran de esa savia, de esa modalidad
de pensamiento, y no de la manera y modalidad de pensamiento gentil, que es
como acabamos de decir, diferente y opuesta.
Es decir, la posición en que Dios colocó a los gentiles, es para su beneficio, es
para su crecimiento espiritual y mental y es para que crezcan dentro de esa
modalidad de pensamiento, que es la única que va a hacer que las Escrituras sean
comprensibles.

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