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Elche
Alma de mujer serena labios con besos de fuego,
Alicia
En especial para Karmele
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Cuando yo tenía catorce años mi
madre murió. Desde esa fecha mi vida
cambió por completo, pues nos quedamos en
casa con mi padre, mi abuelo, una tía mía,
hermana de mi padre que estaba soltera y
yo.
ANTONIO- FR-22T
El arte de la sonrisa
En uno de sus libros José Luis Martín Descalzo hace esta confesión: "Si debiera pedir a Dios un don,
solamente le rogaría el arte supremo de la sonrisa". Se ha escrito que la sonrisa es una especie de
sacramento de Dios, un signo que de alguna forma transparenta a Dios. Los cristianos tenemos sobrados
motivos para prestar a los demás el generoso servicio de la sonrisa.
¿Sabía usted que... se han clasificado hasta 180 tipos de risa, desde la irónica o la tímida hasta la
ridícula y que es conveniente reírnos dos o tres veces al día, por lo menos?
Antonia Martínez
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¡Hola compañeros!
Me llamo Naveed . Soy de Pakistán y vivo en Vitoria. Tengo 24 años.
Pakistán es mi querida patria e importante país en el mundo. La gente es muy inteligente y
trabajadora, se ayudan unos a otros en sus acciones.
Los pakistaníes amamos a todas las naciones del mundo porque todos los humanos son creados por
Dios, y éste es un mandato de Alá: “Amad a los humanos del mundo”.
Pakistán tiene casi los cien millones de habitantes. La mayoría de la gente es musulmana y creen en el
Islam. Además, hay unos tres millones que creen en otras religiones. Pero todos dicen que son una única
nación, Pakistán.
Su capital es una ciudad famosa, Islamabad. La cual está construida al estilo moderno. Es muy
limpia y bella.
Tenemos lagos, montañas, ríos y muchos canales y selvas.
Las regiones de las montañas son hermosas. Nuestras tierras producen muchas cosas. El primero y
más importante es el algodón. Además del trigo, arroz, maíz, garbanzos y muchos vegetales. Nuestra
tierra, también, nos da numerosas frutas y muy sabrosas de nuestros árboles frutales, como plátanos,
higos, nueces, naranjas…
Estos son algunos de los recuerdos que tengo de Pakistán y quiero compartir con vosotros.
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“La amistad”
Miguel y Begoña
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¿Por qué eres así?
Nos das solo lo que quieres y lo que deseamos nosotros no te importa.
Por favor, míranos, estamos aquí.
Danos más tiempo.
Aunque somos invisibles para ti.
Somos parte de este mundo:
Somos de carne y hueso.
No podemos aguantar más tu dureza.
Eres injusta con nosotros.
Pero, ha llegado el momento de decir”NO” en voz alta.
Queremos salir a la luz.
Queremos vivir libres, sin cadenas.
Hemos sufrido mucho.
¡Hemos llorado tanto,
que ya no nos quedan lágrimas!
Siempre hemos estado solos y aislados en la sombra, con el corazón herido.
La tristeza era nuestra compañía.
Queremos liberarnos de tus restricciones.
Queremos tener derecho a un futuro lleno de felicidad, paz y amor, sin tristeza ni
odio.
Tú siempre has sido dura.
Por eso no podemos confiar en ti.
Porque no sigues un camino recto sino tortuoso.
Porque tomas mucho y nos das poco.
A menudo la felicidad llama a nuestras puertas.
Siempre nos engañas con máscaras falsas.
Con un sencillo parpadeo nos robas a un ser querido.
Destrozas nuestros corazones y nuestras almas y dejas nuestros cuerpos vacíos.
A veces suspiramos por el lejano horizonte y no es mas que un espejismo.
Estoy harta de ti, voy a ser como tú.
Jugaré tu juego y no caeré en tus trampas.
He aprendido a ser dura.
Tú quieres a la gente malvada.
Para ti la gente buena no existe.
No tiene sitio en tu círculo.
Nunca pensé que pudieras ser así “Malvada”.
Vamos a ponernos mano a mano.
Vamos a dibujar nuestro camino.
Un camino seguro: sin espinas ni obstáculos.
Vamos a dejar una huella especial de cada uno de nosotros.
Quedará como recuerdo para las nuevas generaciones.
SOUMIA
FR-C2-31M2
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LOS OPTIMISTAS
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Aquel domingo por la mañana no tenía ningún plan marcado. Decidí ir al
Zoo, porque hacía mucho tiempo que no lo había visitado. De ninguna manera
podía imaginarme lo que me iba a suceder a lo largo del día.
Me preparé un pequeño bocata y una fruta para estar más tranquila y sin prisas. Salí
a la parada del BUS, llegó enseguida, por lo que apenas perdí nada de tiempo. Llegué al
parque. Saqué la entrada, me compré una bolsa de palomitas y me dirigí hacia el lugar en
el que se encuentran las aves tropicales. Es mi sitio preferido, me gusta contemplarlas,
admirar su colorido, sus vuelos y coqueteos, pero, sobro todo, me encanta escuchar su
alboroto.
Había mucha variedad de aves y esta mañana me parecía a mí que estaban sobre
manera contentas. Me llamó la atención el colibrí con su pico y cola tan largos y el color tan
chillón y el Ave del Paraíso, ¡qué linda! ¡Qué colores más vivos y qué cola tan fina y
elegante! El guacamayo, la cacatúa y el tucán de tamaño más grande, con sus picos
gruesos y retorcidos y de color muy excitante me dejaban maravillada.
Mientras escuchaba atentamente me fije que un poco más aparte al lado de un verde
matorral se hallaba entre las aves gallináceas, el pavo real. Este sí que es bonito. Dicen
que mide 2,50 m. de longitud incluida la cola de hasta 1,50 m. Su plumaje es de color azul
metálico en la cabeza, donde ostenta un vistoso copete, el cuello y el pecho grisáceo con
rayas oscuras en las partes superiores y marrón oscuro el resto del cuerpo; la cola de gran
belleza está formada por plumas larguísimas y finas de intenso color verde, oceladas en los
extremos que pueden levantarse y extenderse en abanico hacía adelante durante las
exhibiciones nupciales.
Absorta en estos pensamientos perdí la noción del tiempo, pues, he aquí que un
empleado del parque se me acercó y me avisó que era ya hora de cerrar. ¡No es posible! Ni
comí el bocadillo, ni la bolsa de palomitas que estaba intacta. ¿Qué me había sucedido?
Este era un Abad llamado Virila, del Monasterio de Leyre, en Navarra. Él pensaba
que tenía que ser aburrido toda una eternidad en el cielo, ¿qué iba a hacer tanto tiempo?
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Me voy con el mes de enero Y se alboroza septiembre
Cabalgando con los Magos, En romerías y cantos.
Pajaritas de las nieves Vámonos con san Francisco,
Hacen febrero más blanco. En octubre por los campos.
Lluvia de sangre y de agua Noviembre, las buganvillas
En marzo crucificado, Mueren y lloran los álamos.
Resucita a abril en flores Con su pañuelo de nieve
Y en cielos de azules altos. Diciembre despide el año.
A la Virgen y a las madres; Adiós ¡Tan bellos y breves
Llevo la flor de mayos. Los meses del calendario!
Huele a pan reciente junio Volveremos, sol y niebla,
Del santo de los milagros. A caminar doce pasos.
Lunas y estrellas de julio
Caminito de Santiago. Juan Antonio Fernández
Cuaja en frutos y asunciones Zaramaga Grado II
Agosto, por un milagro
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SONRÍE, SONRÍE
PIROPOS
"Guapa ve por la sombra que los bombones al sol se
derriten"
"¿Ha salido el sol o es que has sonreído?”
Antonia Martínez
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Por fin me había decidido y allí me
encontraba con un disfraz de ángel que hacía que me sintiera ridículo.
La sala de fiestas estaba a rebosar, sonaba música de
carnaval que hacía que mis pies se movieran solos.
De pronto la vi, era única, alta, esbelta, su cuerpo iba
enfundado en un traje de vampiresa que se ajustaba a sus caderas como un
guante. Tenía una melena negra que le caía en cascada sobre los hombros, la
cara se la cubría con una máscara plateada de la cual caían dos lágrimas que
parecían auténticas, esto le daba un aire de tristeza.
La máscara dejaba al descubierto una boca de labios muy
finos, maquillados de un color morado pálido.
Me armé de valor y me dirigí a ella.
-¿Bailas?- Pregunté. Oí su voz contestando como un susurro.
-Sí.
Deslicé mis brazos por su cintura de avispa. Ella se ciñó a mi
cuerpo con un abrazo vehemente. Nuestras manos se juntaron y noté que las
tenía gélidas.
Llevaríamos dos o tres pasos bailando cuando ella posó sus
labios sobre los míos y sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
Al momento empecé a temblar convulsivamente. Quise
desprenderme de ella pero su abrazo era mortal.
En ese preciso instante sentí a mi madre diciéndome -¿Qué
te pasa hijo? ¡Despierta, que hoy es carnaval!
Rosa Rodríguez
Zaramaga Grado II
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La cultura del trabajo
Santiago
MARISOL TOBILLAS
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Francisco es un galleguito, Todo cuanto tú te comas.
Natural de Pontevedra Como el hambre era grande
Se fue en busca de trabajo Mandó sacar un conejo,
Y le ocurren unas tragedias.
Dos kilos de salchichón
De Santander a León,
De Burgos hasta Pamplona Y dos docenas de huevos.
Decepcionado y cansado De vino no digo nada
Llegó hasta Barcelona. Cuatro litros se bebió
Cuando entró en Cataluña Después café, copa y puro
Le dio un desmayo de hambre Para hacer la digestión.
Y las nobles catalanas Cuando terminó de comer
Fueron todas a auxiliarle.
Se ponen a hacer la cuenta
Una le dio dos galletas,
Y entre todo se sumaban
Otra lechuga y pimientos,
Diez mil quinientas pesetas.
Otra un caldo sin grasa
-“¡Carallo!”- Dijo el gallego
Que es un buen alimento.
-Yo me encuentro sin un cuarto
Con estos ricos manjares
Pero no se apure usted
Pronto se restableció
Pronto vendrán a pagarlo.
Y de provincia en provincia
Me ha dicho un estudiante:
Hasta llegar a Aragón.
-“¡Sube a comer a esa fonda
Al entrar en Zaragoza,
Yo te pago del menú
Otro caso le ocurrió
Todo cuanto tú te comas!”
Se puso a pedir limosna
Al oír estas palabras
a un estudiante burlón.
Cogió el maître una silla
Sube, sube galleguito
-“¡Carallo!” -Dijo el gallego
Sube a comer a esa fonda
Me ha roto las costillas.
Yo te pago del menú
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