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Ayer me trajo flores.

Hoy es un día especial para


mí, aunque muchas veces me haya insultado y me haya
dicho que no me quiere y no haya sido muy detallista
conmigo.
Todo al principio era muy bonito, poco a poco se
empezó a desmoronar por circunstancias de la vida. Pero
bueno, a pesar de todo, hoy me ha traído un ramito de
flores. El alcohol le transformó y sus noches de juerga y
lujuria terminaron por romper nuestro amor. El lunes
vino muy tarde, borracho y por no tener la cena hecha
me pegó un tortazo, me insultó y dijo que maldecía el día que me había
conocido. El martes fue mucho peor, pero yo sé que tiene su corazón,
porque si no estuviera arrepentido no me hubiese traído un ramo de
flores. Es difícil ocultar el dolor.
Teníamos un día bueno y tres malos. Cada vez las palizas eran más
frecuentes y cada vez me costaba más soportarlo. Es muy duro llevar a
mis niños al colegio y tener que ir tapada hasta el cuello para esconder los
moratones. Ya no sabía lo que sentía, si amor o temor, pero yo sé que él
siente algo por mí, porque si no, no me hubiese traído flores. Yo soy una
mujer muy optimista e ilusionada, pero la verdad es que estaba viviendo
un infierno. Era muy duro de aguantar.
Ayer vino muy borracho y quería hacer el amor. Yo me negué porque
estaba harta de que siempre viniera así y al negarme me pegó un tortazo,
me arrastró de los pelos por el suelo, me pegó patadas, me llamó”puta“y
dijo que si vivía era porque él quería. Le supliqué llorando que por favor
parara, pero estaba loco. Me agarró por el pecho y me atenazó con sus
manos el cuello, empezó a apretar y apretar muy fuerte.
Si yo no hubiese ocultado mi sufrimiento, si
hubiera pedido consejo y tenido el valor
suficiente para ir a denunciarlo, hoy no hubiera
tenido un ramo de flores en mi entierro.

Rafael Hernández Hernández


Coral Crespo Vázquez

13
Elche
Alma de mujer serena labios con besos de fuego,

eres luz, flor y sonrisa, dulces como una canción.

de corazón tan risueño De mirada soñadora,

y suave cual es la brisa. ves los luceros y estrellas,

Manos blancas que acarician, las rosas, las amapolas

que arropan en noche fría y haces las cosas más bellas.

que curan las mil heridas Eres fuente de aguaviva,

y dan pan con alegría. eres remanso y consuelo,

Tienes labios para el ruego, eres lo más exquisito

abiertos siempre al perdón, que puso Dios en el cielo.

Alicia
En especial para Karmele

Costurera del otoño

Llega flotando en el aire el bosquejo del otoño.

Seda de hojas amarilla, extensa tela, telaraña de tupidos hilos.

En trazo de nubes grises y cielo estrellado

se esboza el diseño de un vestido en oro templado.

Con destreza de fina aguja hilvana al bies el viento.

Escote de días cortos, mangas de dulce abrigo.

Angosta cintura de ramas secas y de árboles caídos.

Costuras que ciñen y abrazan el tiempo.

En tardes de pliegues de enagua, que crujen hueco en cascada de río.

Tijera que rasga fría los finos hilos de lluvia.

Se alarga la noche en la falda negra.

Se acorta el talle al pespuntear el día.

Ribeteo de amaneceres azules, remate de atardeceres.

Cose con mano diestra la poesía en el otoño tardío.

Alicia Gómez Güeneche 02 – 11 – 10

14
Cuando yo tenía catorce años mi
madre murió. Desde esa fecha mi vida
cambió por completo, pues nos quedamos en
casa con mi padre, mi abuelo, una tía mía,
hermana de mi padre que estaba soltera y
yo.

Por aquellas fechas mi padre era


todavía joven y, claro, le gustaba irse de
fiesta y yo me tenía que quedar con la
hacienda. En casa tenía que cuidar de los
animales para poder ir a trabajar. Fueron tres
o cuatro años muy malos, pues el único calor
que tenía era el de mi abuela y el de mi tía
María.

Llegó un día en que le dije a mi padre


que yo quería irme a Oñate donde estaban
mis otros dos hermanos. Él se enfadó mucho
pero yo ya estaba decidido a marcharme.

Allí en Oñate, la vida no fue nada fácil:


a los dos o tres días de llegar mi hermano
Juan, el mayor de los tres hermanos, me
metió en la fábrica donde trabajaban ellos.
Desde aquella fecha yo me las tuve que
apañar solo. Bueno, entonces allí, al menos,
tenía el calor de ellos y el de mi cuñada que
era la mujer de mi hermano mayor.

Allí empezó mi vida por mi cuenta,


entonces había que trabajar duro para poder
salir adelante.

ANTONIO- FR-22T

El arte de la sonrisa
En uno de sus libros José Luis Martín Descalzo hace esta confesión: "Si debiera pedir a Dios un don,
solamente le rogaría el arte supremo de la sonrisa". Se ha escrito que la sonrisa es una especie de
sacramento de Dios, un signo que de alguna forma transparenta a Dios. Los cristianos tenemos sobrados
motivos para prestar a los demás el generoso servicio de la sonrisa.

¿Sabía usted que... se han clasificado hasta 180 tipos de risa, desde la irónica o la tímida hasta la
ridícula y que es conveniente reírnos dos o tres veces al día, por lo menos?

Antonia Martínez

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¡Hola compañeros!
Me llamo Naveed . Soy de Pakistán y vivo en Vitoria. Tengo 24 años.
Pakistán es mi querida patria e importante país en el mundo. La gente es muy inteligente y
trabajadora, se ayudan unos a otros en sus acciones.
Los pakistaníes amamos a todas las naciones del mundo porque todos los humanos son creados por
Dios, y éste es un mandato de Alá: “Amad a los humanos del mundo”.
Pakistán tiene casi los cien millones de habitantes. La mayoría de la gente es musulmana y creen en el
Islam. Además, hay unos tres millones que creen en otras religiones. Pero todos dicen que son una única
nación, Pakistán.
Su capital es una ciudad famosa, Islamabad. La cual está construida al estilo moderno. Es muy
limpia y bella.
Tenemos lagos, montañas, ríos y muchos canales y selvas.
Las regiones de las montañas son hermosas. Nuestras tierras producen muchas cosas. El primero y
más importante es el algodón. Además del trigo, arroz, maíz, garbanzos y muchos vegetales. Nuestra
tierra, también, nos da numerosas frutas y muy sabrosas de nuestros árboles frutales, como plátanos,
higos, nueces, naranjas…
Estos son algunos de los recuerdos que tengo de Pakistán y quiero compartir con vosotros.

Autor: Naveed Abid


Círculo Sansomendi. C 1

Las Fiestas en Marruecos:

Las fiestas religiosas siguen el calendario


musulmán (el calendario lunar) que se desplaza
cada año entre 12 y 13 días como Ramadán, fiesta
del cordero. Otras fiestas, siguen el calendario
normal, como Europa, por ejemplo las fiestas de
Navidad y el Día del Trabajador, etc.

La danza forma parte de la fiesta se


desarrolla más bien con discreción. La más
interesante es la danza circular, conocida como
ahidous, proviene de una tradición antigua. En la
cual hombres y mujeres codo con codo, hombro
con hombro forman círculos flexibles y
ondulantes a ritmo del bendir. Se baila en fiestas,
en el verano, tras la cosecha… hombres con
escopetas y caballos.

Fiesta Emilchil : Es una fiesta anual en Rachidia. Se trata de una fiesta


popular, donde se conocen las parejas y se celebran bodas multitudinarias y
gratuitas, participando así en las fiestas de la cuidad.

Autor: Seghir, Nouredine Boda Marroquí


Círculo Francia Castellano 2

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“La amistad”

La amistad es una planta que debemos cultivar,


fortalecida en cariño y con lágrimas regar.

La amistad es una estrella que debemos alcanzar,


no con cohetes de locura sino en naves de lealtad.

La amistad es una rosa que se puede marchitar,


por usar la indiferencia o recibir y nunca dar.

La amistad es gota de agua que se nos puede secar,


si no le damos cuidados pronto se nos va a acabar.

La amistad es una joya rara, muy difícil de encontrar,


de un valor insospechado y dura como un metal.

La amistad es cosa extraña, es un canto a la verdad,


tiene letra de franqueza y música celestial.

La amistad es un tesoro, lo tienes que valorar,


porque si le haces daño, se te va y, nunca más lo volverás a encontrar.

Andresa Díaz ( Nanclares)

“Un paseo por la playa de Valencia”

Mis pisadas se hunden en la arena del mar,


la espuma blanca las cubre
y ya no las vemos más.

Han desaparecido junto a otras


en la gran inmensidad
esa que se esconde en silencio
arena, cielo y mar.

Mi mente se pierde a lo lejos


entre el cielo y el mar
y es entonces cuando comprendo
su total grandiosidad.

Mis héroes se hicieron patria


en aquel inmenso mar
y hoy mis pisadas se hunden
en esas olas del mar.

Andresa Díaz (Nanclares)

Miguel y Begoña

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¿Por qué eres así?
Nos das solo lo que quieres y lo que deseamos nosotros no te importa.
Por favor, míranos, estamos aquí.
Danos más tiempo.
Aunque somos invisibles para ti.
Somos parte de este mundo:
Somos de carne y hueso.
No podemos aguantar más tu dureza.
Eres injusta con nosotros.
Pero, ha llegado el momento de decir”NO” en voz alta.
Queremos salir a la luz.
Queremos vivir libres, sin cadenas.
Hemos sufrido mucho.
¡Hemos llorado tanto,
que ya no nos quedan lágrimas!
Siempre hemos estado solos y aislados en la sombra, con el corazón herido.
La tristeza era nuestra compañía.
Queremos liberarnos de tus restricciones.
Queremos tener derecho a un futuro lleno de felicidad, paz y amor, sin tristeza ni
odio.
Tú siempre has sido dura.
Por eso no podemos confiar en ti.
Porque no sigues un camino recto sino tortuoso.
Porque tomas mucho y nos das poco.
A menudo la felicidad llama a nuestras puertas.
Siempre nos engañas con máscaras falsas.
Con un sencillo parpadeo nos robas a un ser querido.
Destrozas nuestros corazones y nuestras almas y dejas nuestros cuerpos vacíos.
A veces suspiramos por el lejano horizonte y no es mas que un espejismo.
Estoy harta de ti, voy a ser como tú.
Jugaré tu juego y no caeré en tus trampas.
He aprendido a ser dura.
Tú quieres a la gente malvada.
Para ti la gente buena no existe.
No tiene sitio en tu círculo.
Nunca pensé que pudieras ser así “Malvada”.
Vamos a ponernos mano a mano.
Vamos a dibujar nuestro camino.
Un camino seguro: sin espinas ni obstáculos.
Vamos a dejar una huella especial de cada uno de nosotros.
Quedará como recuerdo para las nuevas generaciones.

SOUMIA
FR-C2-31M2

18
LOS OPTIMISTAS

Siempre encuentran palabras positivas para describir a los


demás.
No son rencorosos.
Nunca tienen envidia de lo que tienen los demás.

EL CREDO DE LOS OPTIMISTAS


Ser tan fuerte que nadie altere tu paz mental.
Transmitir salud, felicidad y prosperidad a cada
persona que conozcas.
Hacer sentir a todos tus amigos que tienen algo
especial.
Mirar el lado bueno de las cosas y hacer
realidad tu optimismo.
Pensar solo en lo mejor, trabajar solo para lo
mejor y esperar solo lo mejor.
Ser tan entusiasta con el éxito de los demás como lo eres con el tuyo.
Olvidar los errores del pasado y trabajar duro para los logros del futuro.
Estar siempre contento y tener una sonrisa para cada persona que te encuentres.
Invertir tanto tiempo en ser mejor persona que no tengas tiempo para criticar a los
demás.
Ser demasiado entendido para preocuparte, demasiado noble para enfadarte,
demasiado fuerte para temer a algo, y demasiado feliz para aceptar la presencia de
algún problema.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

La preocupación nunca roba su tristeza al mañana, solo le resta fortaleza al hoy.


Que tus pensamientos no se fijen en los días de tristeza, sino más bien en los que
te aporten Luz y Paz.
Dios nos dio los recuerdos para que pudiéramos tener rosas en Diciembre.
Al estar dispuestos a aceptar los cambios, permitimos a un Dios amante entrar en
nuestras vidas.

19
Aquel domingo por la mañana no tenía ningún plan marcado. Decidí ir al
Zoo, porque hacía mucho tiempo que no lo había visitado. De ninguna manera
podía imaginarme lo que me iba a suceder a lo largo del día.

Me preparé un pequeño bocata y una fruta para estar más tranquila y sin prisas. Salí
a la parada del BUS, llegó enseguida, por lo que apenas perdí nada de tiempo. Llegué al
parque. Saqué la entrada, me compré una bolsa de palomitas y me dirigí hacia el lugar en
el que se encuentran las aves tropicales. Es mi sitio preferido, me gusta contemplarlas,
admirar su colorido, sus vuelos y coqueteos, pero, sobro todo, me encanta escuchar su
alboroto.

Había mucha variedad de aves y esta mañana me parecía a mí que estaban sobre
manera contentas. Me llamó la atención el colibrí con su pico y cola tan largos y el color tan
chillón y el Ave del Paraíso, ¡qué linda! ¡Qué colores más vivos y qué cola tan fina y
elegante! El guacamayo, la cacatúa y el tucán de tamaño más grande, con sus picos
gruesos y retorcidos y de color muy excitante me dejaban maravillada.

¡AH! Y el pequeño canario inquieto y saltarín de sólo 14 cm., de los que 6


pertenecen a la cola. Su plumaje es de color amarillo vivo. Me llamó la atención
su canto, estuve escuchándole y observé 16 melodías diferentes, bueno no sé si
conté bien, porque estuve tratando de diferenciar los distintos trinos, era una
gozada. Volvía a repetir su canto y yo volvía a contar: uno, dos, tres ... once,
doce, trece, etc. Todos diferentes. Me entusiasmaba, me ensimismaba y me
equivocaba una y otra vez. Así que vuelta a contar: uno, dos,....

Mientras escuchaba atentamente me fije que un poco más aparte al lado de un verde
matorral se hallaba entre las aves gallináceas, el pavo real. Este sí que es bonito. Dicen
que mide 2,50 m. de longitud incluida la cola de hasta 1,50 m. Su plumaje es de color azul
metálico en la cabeza, donde ostenta un vistoso copete, el cuello y el pecho grisáceo con
rayas oscuras en las partes superiores y marrón oscuro el resto del cuerpo; la cola de gran
belleza está formada por plumas larguísimas y finas de intenso color verde, oceladas en los
extremos que pueden levantarse y extenderse en abanico hacía adelante durante las
exhibiciones nupciales.

Yo deseaba que extendiera su cola, cuánto tiempo estuve


esperando y nada, hasta que se acercó una pava coqueteando,
observé que era mucho más pequeña, no llegaba a medir 1 m. Su
plumaje era pardo mucho menos vistoso que el del pavo y el
copete de la cabeza muy pequeño. Yo creo que eran medio
novios porque nada más verla, el pavo extendió su cola en forma
de abanico y quedé fascinada por su belleza. Estuve no sé cuánto
tiempo contemplándolos hasta que se acabó el cortejo nupcial.
¡Qué suerte había tenido!

De nuevo llamó mi atención el sonido de unos trinos


melodiosos, me acerqué y vi un grupo de cardelinas o jilgueros,
tenían un plumaje muy vistoso de coloración negra, amarillo en el
dorso y blanco en el vientre con una mancha roja alrededor del
pico y la cabeza blanca. ¡Qué ilusión me hizo porque recordé que
de niña teníamos en mi casa una cardelina que cantaba muy bien,
la cazó mi abuelo con liga y vivió fácilmente en cautividad, la
verdad ahora pienso que es triste vivir prisionero en una jaula,
aunque
20 sea de oro.
Pero sobrepasó todo mi gozo e interés el escuchar al ruiseñor. El caso
es que se trata de una ave pequeña, tímida y solitaria, su plumaje de color
pardo intenso en la región dorsal y pardo blanquecino en la ventral con la
cola de color castaño pardusco, de unos 16 cm. de longitud, sin embargo
emite un bello canto, tanto de día como de noche.
Escuchando al ruiseñor recordé al pájaro espino. Este es un pájaro que canta una
sola vez en toda su vida; pero se trata del canto más dulce y emocionante que puede oírse
en la tierra.
Desde que abandona el nido, este pájaro comienza a buscar un espino, y no
descansa hasta dar con él. Se posa sobre sus punzantes ramas y se pone a cantar;
mientras canta, el mismo se va clavando en la espina más larga y puntiaguda, y, mientras
va muriendo, lentamente, un canto bellísimo acompaña su agonía. Es el canto supremo, el
más maravilloso, el precio de su existencia. El mundo guarda silencio para escucharlo y
Dios mismo lo contempla desde el cielo.

Absorta en estos pensamientos perdí la noción del tiempo, pues, he aquí que un
empleado del parque se me acercó y me avisó que era ya hora de cerrar. ¡No es posible! Ni
comí el bocadillo, ni la bolsa de palomitas que estaba intacta. ¿Qué me había sucedido?

De regreso a casa me sentía ágil, nueva, oxigenada, no sentía hambre ni sed, mi


espíritu superaba a la materia y estaba repleta, rebosante. Entonces recordé una leyenda
que había leído en la hoja del calendario del mes de agosto. Dice así:

Este era un Abad llamado Virila, del Monasterio de Leyre, en Navarra. Él pensaba
que tenía que ser aburrido toda una eternidad en el cielo, ¿qué iba a hacer tanto tiempo?

Un día de primavera salió de su Monasterio a pasear por la montaña y se quedó


extasiado escuchando el canto del ruiseñor.

Al regresar al Monasterio todo se le hacía raro y desconocido. Todo estaba


transformado. Con mano temblorosa llamó a la puerta, los religiosos le eran totalmente
desconocidos y a él nadie le recordaba. Creyó perder la razón y preguntó si no era ese el
Convento de Leyre.

- ¿Quién sois, que tan sorprendido os mostráis?- Le


preguntó el superior.
- Soy Virila, Abad de este Monasterio del que hace pocas
horas me ausenté para pasear por la montaña.

... En los viejos pergaminos del archivo constaba que hacía


unos 300 años, había tenido el Monasterio de Leire un Abad,
llamado Virila, del que se suponía que en una tarde de primavera
había sido devorado por las fieras.

Entonces el Santo comprendió que lo que él juzgó breves


momentos había durado siglos y si el solo canto de un ruiseñor le
produjo tal éxtasis, qué no sería la presencia de Dios por toda una
eternidad...

Y ahora yo me pregunto: Si no hubiera venido el empleado


del parque a avisarme que era la hora de cerrar, ¿Dónde estaría
yo a estas horas...?

Antonia de EPA de Salvatierra


21
SALVATIERRA-AGURAIN 19-11-2000
Pantalón de pana El tratante con su cuento
Y blusón de tela morena, Y apretón de manos
eso llevaba mi padre daba .
cuando íbamos a la feria. Al final, con todo se quedaba.
Yo mi vestidito limpio Luego estaban los paisanos
con alpargatas nuevas. ¡Qué montones
En la cesta de sandías y melones
pollo y servilleta que a la feria habían llevado!
pues era día de fiesta. "¡Qué griterío!"
Los caballos engalanados Los niños en la pradera
esperaban nerviosos con su pantalón
pisar la lengua remendado y su
de la carretera. camisa de tela
En el camino gozosos de cebolla nueva.
se gritaban unos a otros: Al atardecer
-"¡Qué vamos a la feria!" volvían las carretas
El charlatán no paraba cargadas de alegría
de hablar:- "¡Si compra después de la feria
uno, le doy cuatro! de aquellos días.
-"¡Señora vendo barato!" Rosa Rodríguez
Zaramaga Grado II

22
Me voy con el mes de enero Y se alboroza septiembre
Cabalgando con los Magos, En romerías y cantos.
Pajaritas de las nieves Vámonos con san Francisco,
Hacen febrero más blanco. En octubre por los campos.
Lluvia de sangre y de agua Noviembre, las buganvillas
En marzo crucificado, Mueren y lloran los álamos.
Resucita a abril en flores Con su pañuelo de nieve
Y en cielos de azules altos. Diciembre despide el año.
A la Virgen y a las madres; Adiós ¡Tan bellos y breves
Llevo la flor de mayos. Los meses del calendario!
Huele a pan reciente junio Volveremos, sol y niebla,
Del santo de los milagros. A caminar doce pasos.
Lunas y estrellas de julio
Caminito de Santiago. Juan Antonio Fernández
Cuaja en frutos y asunciones Zaramaga Grado II
Agosto, por un milagro

Pensé que era A veces se porta mal.


Apenas una historia más. Nunca pensé que fuera
Una historia pasajera. No pensé Un sueño momentáneo.
Que fuera una gran trampa, No pensé que fuera a cambiar
Un golpe seguro. El sentimiento y que me iba a
Mordí el anzuelo, perder.
Me arriesgué, Me enamoré.
En una noche inolvidable Exageré más de la cuenta.
Fui hasta las nubes contigo. Mi corazón no piensa en eso
Bajé la guardia, A veces se aloca
Dejé pasar Yo pensé…
Y me perdí en tu camino.
Ahora es tarde para volver.
Juan Gabriel Lozano
Abusé, exageré,
Me pasé de la cuenta Zaramaga
Mi corazón no tiene juicio.

23
SONRÍE, SONRÍE

"Nadie envejece por el número de años que ha cumplido.


Envejecemos cuando desertamos de nuestros ideales" (Samuel
Ullman)
"La vejez empieza cuando uno empieza a preocuparse de
ella" (Albarracín Ramírez)
"No dejamos de reír porque nos hacemos viejos, sino
que nos hacemos viejos porque dejamos de reír"
"Un anciano es algo triste a no ser que su corazón sepa
cantar"
"Una persona solo envejece cuando en ella los lamentos
sustituyen a los sueños" (J. Barrí More)

PIROPOS
"Guapa ve por la sombra que los bombones al sol se
derriten"
"¿Ha salido el sol o es que has sonreído?”
Antonia Martínez
24
Por fin me había decidido y allí me
encontraba con un disfraz de ángel que hacía que me sintiera ridículo.
La sala de fiestas estaba a rebosar, sonaba música de
carnaval que hacía que mis pies se movieran solos.
De pronto la vi, era única, alta, esbelta, su cuerpo iba
enfundado en un traje de vampiresa que se ajustaba a sus caderas como un
guante. Tenía una melena negra que le caía en cascada sobre los hombros, la
cara se la cubría con una máscara plateada de la cual caían dos lágrimas que
parecían auténticas, esto le daba un aire de tristeza.
La máscara dejaba al descubierto una boca de labios muy
finos, maquillados de un color morado pálido.
Me armé de valor y me dirigí a ella.
-¿Bailas?- Pregunté. Oí su voz contestando como un susurro.
-Sí.
Deslicé mis brazos por su cintura de avispa. Ella se ciñó a mi
cuerpo con un abrazo vehemente. Nuestras manos se juntaron y noté que las
tenía gélidas.
Llevaríamos dos o tres pasos bailando cuando ella posó sus
labios sobre los míos y sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
Al momento empecé a temblar convulsivamente. Quise
desprenderme de ella pero su abrazo era mortal.
En ese preciso instante sentí a mi madre diciéndome -¿Qué
te pasa hijo? ¡Despierta, que hoy es carnaval!

Rosa Rodríguez

Zaramaga Grado II

25
La cultura del trabajo

Comenzó joven e ilusionado.


Durante cuarenta años, cumplió como el mejor.
Llevó la labor a casa una y mil veces.
Ocupó puestos de responsabilidad.
Se creyó imprescindible.
Llegó a decir que en el trabajo estaba como en casa.
Dejó lo mejor de su vida.
Se jubiló.
Aguantó una fría despedida.
Comprobó que el edificio no se agrietaba.
Volvió, para visitar a los compañeros.
-¿Adónde va?, ¿con quién quiere estar?, ¿tiene cita?
No pasó de la recepción.
Si hubiese dado menos, no se habría decepcionado tanto.

Santiago

DOS CON SUERTE

Son las siete y media de la mañana, todavía es de noche. Está lloviendo,


el semáforo está en rojo y paro; a la izquierda, en la acera, un hombre alto de
pelo cano y gesto amable está parado, esperando. Camina cinco pasos, se para
otra vez, mira hacia atrás y sonríe dulcemente.
Entonces lo veo, es un perro grande, muy viejito, camina con esfuerzo, yo
diría que con dolor. Es consciente de que su dueño tiene que esperarle, pero
no puede acelerar el paso. Si por él fuese no saldría esta mañana, pero a su
dueño le gusta este paseo y si él no lo acompañase igual el hombre ni saldría.
Lleva la cabeza baja mirando al suelo, parece que se avergonzara de no
ser el perro que era antes , ya no se para en las farolas, hace tiempo que sus
viejos amigos no dejan allí sus charcos. ¿Qué habrá sido de ellos?
Pienso en la suerte que tienen los dos: El perro por tener a alguien
dispuesto a adaptar su paso al de él, el hombre porque tiene a alguien
dispuesto a acompañarle, cueste lo que cueste.

MARISOL TOBILLAS

26
Francisco es un galleguito, Todo cuanto tú te comas.
Natural de Pontevedra Como el hambre era grande
Se fue en busca de trabajo Mandó sacar un conejo,
Y le ocurren unas tragedias.
Dos kilos de salchichón
De Santander a León,
De Burgos hasta Pamplona Y dos docenas de huevos.
Decepcionado y cansado De vino no digo nada
Llegó hasta Barcelona. Cuatro litros se bebió
Cuando entró en Cataluña Después café, copa y puro
Le dio un desmayo de hambre Para hacer la digestión.
Y las nobles catalanas Cuando terminó de comer
Fueron todas a auxiliarle.
Se ponen a hacer la cuenta
Una le dio dos galletas,
Y entre todo se sumaban
Otra lechuga y pimientos,
Diez mil quinientas pesetas.
Otra un caldo sin grasa
-“¡Carallo!”- Dijo el gallego
Que es un buen alimento.
-Yo me encuentro sin un cuarto
Con estos ricos manjares
Pero no se apure usted
Pronto se restableció
Pronto vendrán a pagarlo.
Y de provincia en provincia
Me ha dicho un estudiante:
Hasta llegar a Aragón.
-“¡Sube a comer a esa fonda
Al entrar en Zaragoza,
Yo te pago del menú
Otro caso le ocurrió
Todo cuanto tú te comas!”
Se puso a pedir limosna
Al oír estas palabras
a un estudiante burlón.
Cogió el maître una silla
Sube, sube galleguito
-“¡Carallo!” -Dijo el gallego
Sube a comer a esa fonda
Me ha roto las costillas.
Yo te pago del menú

Vicente Evolet EPA Zaramaga Grado II

27

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