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Ligadas a las festividades de carnaval, los chínelos son probablemente los


danzantes más populares y de mayor tradición en estas fiestas. Constituye una de
nuestras expresiones populares de mayor tradición.

Siguiendo el rítmico y contagioso compás de la tambora, los platillos y los


instrumentos de viento que componen la banda, los chinelos danzan
incansablemente ³el brinco´ por todo el pueblo contagiando a quienes se posen a
su lado. Van en un grupo compacto pero cada danzante, por separado, efectúa
saltos múltiples en diferentes posturas.

El chinelo está presente en muchos pueblos de Morelos como Yautepec, Oacalco,


Cualtlixco, Atlahuahuacán, Oaxtepec, Jojutla y Totolapan, así como en ciertas
poblaciones del estado de Puebla, localidades al sur de la ciudad de México y
lugares en el Estado de México; aunque es en el pueblo de Tepoztlán donde se
vive con mayor fervor y mas común encontrarlo. No obstante, se sabe que surgió
en el pueblo montañoso de Tlayacapan.

Unos de los significados sobre el origen de los chinelos afirma que los tlahuicas
fueron los últimos en llegar al Valle de México y después al paraíso soñado y esta
danza simula su peregrinación hasta encontrar el Tamoanchan así como los
brincos de gusto que daban por haberlo encontrado. Durante su peregrinación, los
aztecas tenían que cargar sobre la espalda el maíz y otras mercancías hasta
Tenochtitlan. Por ello para representarlos casi no movían la parte superior del
cuerpo y sí los pies y las caderas.

La segunda versión está asociada a la escandalosa conducta que asumieron los


conquistadores en Tlayacapan, quienes gustaban de comer y beber
exageradamente antes de la fiesta y abstinencia de cuaresma. Se celebraba la
fiesta de disfraces entre las clases adineradas de la colonia, no permitiéndose el
acceso a esta celebración al pueblo en general.

Para la segunda mitad del siglo XIX, por 1870, los españoles se reunían antes de
la cuaresma en elegantes bailes que estaban reservados únicamente para los
peninsulares.

Cansados de verse excluidos de las fiestas de Carnaval, un grupo de jóvenes


nativos del lugar, organizaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja
tapándose la cara con pedazos de manta y empezaron a gritar, a chiflar y a brincar
por las calles del pueblo, burlándose de los españoles, se les llamó huehuenchis,
palabra que significa ³viejos feos´ o ³gente que se viste con ropa vieja´.

Este modo de celebrar entre ellos tuvo gran éxito, tanto que al año siguiente se
organizó de nueva cuenta. Para representar a los españoles se les añadieron
barbas a las máscaras. Al año 1872 salieron nuevamente jóvenes a la calle,
acompañados de una banda de música de viento, disfrazados con una máscara
que tenía barba pronunciada y bigotes exagerados, así como ojos azules, en un
interés por ridiculizar al español y en venganza por las humillaciones que habían
recibido.

A medida que se hacía más popular la fiesta se ritualizaba y el personaje


evolucionaba gradualmente.
Se convirtió en una manera sutil y divertida de protestar, la gente entonces decidió
llevar a cabo su propia celebración, corno era usual, mezclando rituales
ancestrales con los de la nueva cultura importada, resultando eventos pagano-
religiosos según los señores.

La danza divertida, festiva, alegre sigue el ritmo de las notas jocosas de las
bandas musicales de pueblo; las danzas con su bullicio y colorido retumban al
igual que los cohetes que son lanzados en cada momento. Todo esto motiva a
realizar el famoso ³brinco del chinelo´ que es la danza tipica de estas festividades
de carnaval, un baile que ha logrado mantenerse con pocos cambios desde hace
más de un siglo, y que se ejecuta en varias ocasiones durante todo el año.
Sus vestidos están ricamente decorados con lentejuelas y chaquira de colores, así
como por su sombrero en forma de cono totalmente bordado y adornado con
perlas de fantasía; dejando en manifiesto su ascendencia árabe - española.

Las máscaras y las banderas de las comparsas simbolizan el espíritu del chinelo.
Su vestimenta tradicional incluye trajes largos y sueltos de terciopelo, una capa
bordada con diferentes motivos, a menudo en lentejuela y fantásticos tocados
adornados con toda clase de pedrería, lentejuela y plumas de aves. Además usan
mascaras de grandes cejas, barba puntiaguda y bigotes.
Cabe destacar que la vestimenta del Chinelo de Tlayacapan es diferente a la de
otros lugares como Tepoztlán o Yautepec, pues los Chinelos utilizan una túnica de
tela blanca con franjas azules en la parte baja y en el puño de la manga, así como
un pañuelo o paliacate y un sombrero en forma de cono, más bajo que el que se
usa en otros lugares, con adornos de chaquira, plumas y lentejuela.
Vale la pena una visita alguna de estas comunidades en las fechas de carnaval
para ver la amistosa competencia entre las diferentes comparsas de chinelos, que
ricamente ataviados, entregan su respectiva alegría contagiando a quienes se
encuentren rodeándole.

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