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Miguel A. Granada ELUMBRAL DELA MODERNIDAD Ese igidn y ciencia Herder lefda en el coloquio La dignité de Ihomme a la Renaissance (Université de Paris-Sorbonne, 1992). Una versin francesa mas reducida aparecié cen ls Actas de dicho coloquio, La dignité de Uhomme,édités par Pierre Mognard, Paris 1995, pp. 185-208, y el texto francés compl ‘Nouvelles de la Republique des Lettres, «De Erasmo a Bruno: cazay sa dad» apatecié en La Balsa de la Medusa, 23, 1992, p 4 «La cosmologia de Aristételes y su proyeccin teolbgica» se publi- les, Acerca del cielo, traduccién de M. A. Granada, Circulo de ‘én cosmolégica: de Copérnico a Descartes» fue re- para la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofia sin luz hasta el da de hoy. onolégicos, novedades cosmolégicas y expect escatol6gicas en la Europa del siglo xvi» ha aparecido en Rinascimento, 2 serie, XXXVII, 1997, pp. 357-435. «La reforma baconiana del saber: milenarismo cientificista, ma- gia, rabajo y superacién del escepticismo», se publicé en Teorema, XII, 1982, pp. 71-95. ‘Todos estos ensayos se reproducen sin modificaciones, salvo ano- taciones puntuales que persiguen precisar o completar algin punto. ‘Ocasionalmente hemos afiadido también algtin complemento biblio- grifico, pero hemos tratado sobre todo de aumentar las referencias in- termas de unos trabajos a otros, en la intencién de hacer més eficaz la lectura y mostrar la comiin problemitica a la que todos ellos respon- den, Hemos introducido también epigrafes internos en bastantes capi- tulos con el fin de hacer més transparente a una primera ojeads la pro- blemética objero de estudio. Introduccién QUE ES EL «RENACIMIENTO»? ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO, YELPERIODO 1. Qué es el eRenacimienton? Como conclusién de su introduccién a la més reciente y extensa presentacién de la historia de la filosofia renacentista los editores (ChB. Schmit, K. Skinner, E. Kessler) hacen explicita su renuncia a entrar a discutir y caracterizar de una forma rigurosa y precisa qué sea aquello que constituye -en el terreno de la Filosofia~ el objeto de su amplio volumen (968 paginas), esto es, el «Renacimiento»: sminar subrayando que, a pesar de ucilizar la palabra lara propésito del empleo de este érmino tan diseutido. A pesar de a enorme literatura existente en torno al sig- cs geogréficos del Renacimiento, rales cuestiones en la medida de lo posible! Con esta renuncia, en modo alguno infrecuente en la historiografia mis reciente, os editores ~autorizados investigadores en campos diver- fia renacentista~ vienen a considerar pricticamente inso- ido «problema del Renacimiento» ¢ incluso instil ¢ inrelevante, cuando no una pérdida de tiempo, su planteamiento y dis- 1. The Cambridge History of Renasance Philp, Carb duccién nuestra). 1988, p 5 (a 5 cusién, De esta forma vienen también a sancionar como plenamente 1930 por Johan Huizinga en un famoso «que se sostenia la necesidad de abandonar todo intento iar el Renacimiento ~xépoca de transicién de la Edad Me- dia a la época moderna» con una férmula tinica de conjunto y la ur- gencia de estudios sectoriales: Es necesario prescindir, en lo que al Renacimiento se refiere, de tuna formula simple capar de explicarlo todo, Debemos abrir los ojos a abigarrada multiplicidad de esta época | Renacimiento] una Seumimod phlo problemas que plant jo a modo de red para aprisionaren el E] Renacimiento serfa, movimi ga la suma de una serie de podria actualizarse cadas después de Huizinga, August Buck seftalaba explicitamente la valider del juicio del historiador holandés: Las tres décadas y media transcurridas desde entonces no han he- cho sino confirmar lo justificado dela advertencia de Huizinga. De ‘aunque, a diferencia de Huizinga, Buck no desespera de una posible ‘caracterizacién unitaria del Renacimiento, si bien es una tarca todavia del futuro: cesta opinién no significa, sin embargo, que se deba renunciar a considerar el Renacimiento como una época dotada de una fisono- ‘mia propia, Su interpretacién en ese sentido sigue siendo la tarea de Sin embargo, el ocuparse de historias especificas de di nacentistas» sin una clara y definida nocién de «Renacimiento», 0 caiando menos sin una explicta toma de conciencia de los problemas inherentes al mismo, tiene sus peligros. Como sefala Cesare Vaso, dia», «Renacimiento», ~acertados o desacertados— fruto de son conceptos puros nteresada y objet hiscoriogréfica que ~a toro pasado o cual lechuza de Mines decer~ trata de conocer «cientificamente> el pasado; ante tana dire influenza di prior esgenze di crater ieoogic,

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