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Claro, su vida no tenía mucho de aquellas dos cosas. Como desearía haber
podido darle otra vida. Una mejor. La vida que se merecía donde nadie le
hubiera hecho daño por cosas que no podía evitar. Donde la gente pudiera
verlo en toda esa belleza con que lo veo y supiera que alma tan gentil tiene.
No es ese monstruo al que le temen. Tan solo es un muchacho que necesita un
buen hogar y padres que lo amen a pesar de sus anormalidades.
Puedo haberle fallado antes, pero juré que no le fallaría de nuevo. Aquí
conoce la paz y la felicidad. Aquí, haré lo que mas pueda por mantenerlo
lejos del mundo que no puede entenderlo ni soportarlo. Mientras tomaba las
manzanas, me recordó a una ardilla que salta de árbol en árbol recogiendo
su tesoro. Era un muchacho tan apuesto. En mi corazón sé que él y Styxx son
gemelos, y aún mientras lo veo, me estremece sus diferencias. Acheron se
movía de manera más elegante. De manera fluida. Era más delgado, su pelo un
poco más dorado y sus músculos más definidos. Su piel más suave. Y esos
ojos… Eran encantadores y aterradores.
1
-Crees que padre vendrá a visitarnos pronto?- preguntó mientras se
recostaba de lado, viéndome masticar mi manzana. Podía sentir que me
probaba para ver si mentía. Sus plateados, ojos de remolino eran tan
abrumadores cada vez que ponía esa mirada tan penetrante. Con razón su tío
lo golpeaba por mirar a la gente. Era tan desconcertante y hasta aterrador
el estar bajo tal escrutinio. Pero no merecía ser golpeado por ago que no
podía evitar.
-Es esa la ternura del cariño verdadera del que hablas?- Preguntó con una
voz indecisa. –Esa de la gente que te ama, te toca sin pedirte nada a cambio?
-Si,- le respondí.
Y fue ahí que oí algo que hizo detener mi corazón. Pasos se acercaban. Sabía
que no debería haber tales sonidos en nuestro paraíso temporal. Los
sirvientes no vendrían a este lugar mientras los dos estuviéramos
recogiendo manzanas. Sabían que no debían molestar a la familia real. Solo
una persona vendría.
-Donde has estado?- exigió a la vez que daba un paso adelante. –Ya es mitad de
año y nadie te ha visto.
-Padre?- La voz entusiasmada de Acheron llenó mis oídos. Esta era la primera
vez que el joven lo había visto. Hasta ahora, Acheron no había tenido idea de
cómo lucía Padre.
2
Horrorizada, lo vi correr y abrazar a papá. A diferencia de Acheron, sabía que
bienvenida recibiría. Mis temores eran ciertos, Padre lo hizo a un lado
despiadadamente e hizo una mueca de repugnancia. Acheron frunció el ceño
confundido a la vez que me miraba pidiendo una explicación. No podía hablar.
Como podía decirle que le había mentido cuando todo lo que había querido
era hacer su vida mucho mejor?
Abrí mi boca para explicarle, pero fui distraída por la forma en que los
gemelos se estudiaban el uno al otro. Quedé atrapada por su curiosidad
mutua. Aunque cada uno sabía que el otro existía, jamás habían estado juntos
por más de una década. Ninguno de los dos recordaba lo que era verse e
interactuar el uno con el otro.
-Que haces?- Pregunté, sin poder comprender por que padre llamaría a los
guardias para ir por su propio hijo.
Padre se volteó hacia mí con una mirada llena de odio. –Has perdido la
cabeza, mujer? Por que mimarías a tal monstruo?
-Padre, por favor,- Acheron suplicó, cayendo de rodillas ante él. Puso sus
brazos alrededor de las piernas de Padre con sus ojos llenos de lágrimas. –
Por favor, no me envíes de vuelta. Haré lo que me pidas. Lo juro. Seré bueno.
No miraré a nadie. No le haré daño a nadie. Lo juro.
-No soy tu padre, gusano,- Padre dijo cruelmente a la vez que pateaba a
Acheron para alejarlo. Ahora se dirigió a mi con puro veneno. –Te dije, no
pertenece a esta familia.
-Es tu hijo,- dije a través de mis lágrimas de odio y frustración. –Como puedes
negarlo? Es tu rostro el que tiene. El rostro de Styxx. Como puedes amar a
uno y no al otro?
Padre se agachó y agarró la quijada de Acheron fuertemente con una mano.
Podía notar que sus dedos herían las mejillas de Acheron a la vez que lo
levantaba violentamente para que Acheron pudiera verme. –Esos no son mis
ojos. No son los ojos de un humano!
3
Padre empujó a Acheron a la vez que lo soltaba. Acheron quedó de pie sin
decir palabra alguna, sus ojos aturdidos ante la realidad del momento. Por
su rostro, podía saber que estaba reviviendo la pesadilla que había
experimentado en la Atlántida. Cada degradación.
Vi como se marchitaba ante mis ojos. Ya se había ido el chico que finalmente,
después de meses de coacciones cariñosas, había aprendido a sonreír y a
confiar, y en su lugar estaba la derrotada, sin esperanza cáscara que había
encontrado. Sus ojos estaban huecos, vacíos.
Con tan solo unas bruscas palabras, Padre había acabado con todas mis
semanas de cuidadoso abrigo. Le lance una mirada de odio a padre odiándolo
por lo que estaba hacienda. –Estes lo maltrata, Padre. Él…
Mi padre me abofeteó por esas palabras. –Es mi hermano del que hablas.
Como te atreves!
-Acheron?
Se negaba a mirarme.
Entonces me miró, sus ojos plateados atormentados. –Me hiciste creer que
me querían. Que valía la pena.
-Yo te quiero, Acheron. Y eres invaluable para este mundo. Eres invaluable
para mí.
Él negó con la cabeza. –Jamás debía salir de mi habitación sin escoltas. Akri
me castigará por haberme ido. Él…- Sus ojos se llenaron de terror a la vez
que el apretón de sus brazos aumentaba. No podía siquiera imaginarme lo que
le esperaba en la Atlántida.
4
Los caballos fueron traídos. Cuando Acheron dijo sus palabras, estas eran
un suave susurro y de un dolor que llegaba al corazón. –Hubiera querido
que me dejaras como estaba.