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FACULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA DE PSICOLOGÍA
TESINA:
ILACIONES
ENTRE LAS TEORÍAS Y LAS TÉCNICAS
SISTÉMICAS Y PSICODRAMÁTICAS
ALUMNA:
VERÓNICA LORENA ZAMMITTO
MATRÍCULA Nº 14539/6
TUTOR:
LIC. CARLOS ALBERTO MARANO
AÑO: 2001
1
Índice
Extracto 1
1. Introducción 2
2. Teoría y técnicas sistémicas 5
2.1. El marco teórico 5
2.2. Desarrollos teóricos y técnicas sistémicas 11
2.2.1. La terapia familiar sistémica 11
2.2.2. La familia como un sistema abierto 12
2.2.3. Las técnicas 21
3. Teoría y técnicas psicodramáticas 27
3.1. Marco teórico del psicodrama 27
3.2. Desarrollos teóricos y técnicas psicodramáticas 32
3.2.1. El psicodrama 32
3.2.2. La escena 36
3.2.3. Los momentos del psicodrama 37
3.2.4. Técnicas psicodramáticas 38
4. Las interrelaciones 41
4.1. Puntos de coincidencia 43
4.1.1. Mapa y escenario 43
4.1.2. La familia 44
4.1.3. Sistema-escena 45
4.1.4. Causalidad circular y “aquí y ahora” 45
4.1.5. Verbal-digital y corporal-analógico 46
4.1.6. Espontaneidad y cambio 2 46
4.1.7. La acción 47
4.1.8. Cibernética de segundo orden 49
4.1.9. El espacio 50
4.1.10. Visión ecológica 50
4.1.11. El presente 51
2
4.1.12. Rol del terapeuta 52
4.1.13. Yo-auxiliares-Coterapeutas 52
4.1.14. Escenificación y dramatización 52
4.2. Complementariedades 53
5. Conclusiones 57
Bibliografía 59
3
Extracto
El presente trabajo se propone desarrollar las interrelaciones entre las teorías y las
técnicas sistémicas y psicodramáticas. Para lo cual, primeramente, se incluye una
revisión bibliográfica donde se desarrollan los marcos teóricos, los cuerpos
conceptuales y las técnicas de dichas corrientes. Luego, se fundamenta la importancia
de abordar un tema que desprenda información para una futura integración teórica.
También se describen las formulaciones de diferentes autores sobre las razones
otorgadas a la poca referencia y desarrollo de interrelaciones entre ambas teorías (como
López Barberá, Población Knappe y Farmer), y sus consideraciones sobre los puntos de
coincidencia entre dichas corrientes. La autora del presente trabajo intenta establecer
nuevas aportaciones sobre el tema, desarrollando acercamientos entre conceptos (tal
como la preeminencia del presente) y técnicas (la escenificación-dramatización).
Asimismo se desarrollan complementariedades que se podrían establecer entre las
teorías y técnicas sistémicas y psicodramáticas.
4
1. Introducción
5
• Establecer posibles complementariedades entre las ya mencionadas
técnicas y teorías.
Se quisiera comenzar invitando al lector a que lea las siguientes extracciones de textos
de autores representativos de cada corriente e intente descifrar quién correspondería a
cuál teoría:
El título del presente trabajo alude a las “Ilaciones”, una definición de la palabra Ilación
extraída de un diccionario1 corresponde a: “Relación o dependencia que guardan ciertas
cosas respecto de otras”. Esta palabra sintetiza el espíritu de la tesina, encontrar las
relaciones, los puntos de coincidencia, entre dos corrientes psicológicas, a saber, la
sistémica y el psicodrama.
1
Diccionario enciclopédico Pequeño Larousse en color. (1985). Larousse. Madrid.
6
las teorías y las técnicas de ambas corrientes se develarán las interrelaciones, las
puntadas, que se fueron encontrando entre ambas, y la última parte estará deparada a las
conclusiones.
7
2. Teoría y técnicas sistémicas
2.1. El Marco Teórico
2
Según Kuhn, en “La estructura de las revoluciones científicas”, un paradigma “es un modelo o patrón
aceptado (...) para una mayor articulación y especificación, en condiciones nuevas o más rigurosas”, esta
nueva visión de la realidad redefine los conceptos de los objetos de estudio y por ende sus relaciones.
8
es reinante cuando no se consideran las totalidades ni las relaciones. 3º) El último
aspecto es el técnico, ya que se promueven nuevos conceptos y definiciones (por
ejemplo, totalidad, organización, poder, información).
L. Von Bertalanffy diferencia entre sistemas abiertos y cerrados, siendo los primeros
sistemas vivos, que intercambian materia, energía e información con el medio,
pudiéndose establecer un equilibrio dinámico ya que a pesar de este intercambio se
mantienen condiciones relativamente uniformes, además son tendientes a una mayor
heterogeneidad y organización. Los sistemas cerrados no poseen intercambio con el
medio, por lo cual el fin está determinado por las condiciones iniciales.
Von Bertalanffy toma y define diferentes conceptos, tal como el principio de
equifinalidad, el cual explica que desde diferentes posiciones iniciales y recorriendo
diferentes caminos se puede obtener un mismo resultado final (descartándose la
causalidad). La entropía mide la energía de un sistema; cuando es positiva la energía se
va liquidando, ya que el sistema no es capaz de producirla, cuando es negativa la
energía la produce el propio sistema y se mantiene en desarrollo constante.
En el campo de la lógica encontramos a Bertrand Russel, quien ha desarrollado la
“Teoría de los tipos lógicos”, ésta desarrolla un salto de la lógica tradicional,
proponiendo una serie de proposiciones que establecen relaciones entre objetos. Russel
explica que cada vez que mencionamos un objeto estamos estableciendo relaciones con
otros objetos, por ejemplo cuando le atribuimos una característica al objeto tipo “A”
estamos, además, marcando una relación de comparación con los otros objetos tipo “A”.
La teoría de los tipos lógicos toma a un conjunto de “cosas” ligadas entre ellas por una
característica común, y las denomina miembros, en tanto a su totalidad, clase. Este
autor propone una discontinuidad entre clase y miembro, por lo cual la clase no puede
ser miembro de sí misma, ni un miembro puede representar a la clase; clase y miembro
pertenecen a distintos tipos de abstracción. En el lenguaje cotidiano se suele prestar a
confusiones entre los distintos tipos de niveles lógicos, porque existen palabras que
pueden tener varias acepciones, por lo cual si no hay un contexto que profundice a cual
de sus acepciones se refiere se puede confundir de miembro, otro inconveniente es que
9
se suele utilizar una misma palabra para designar a miembro y clase, lo cual también
tiende a complicar el significado, produciéndose paradojas.
Gregory Bateson era fundamentalmente un antropólogo pero sus aportes traspasaron
los límites entre disciplinas. Hizo mucho hincapié en la relevancia del contexto, es
decir una mirada ecológica, ya que para poder entender un determinado fenómeno es
necesario no aislarlo de su contexto. Realiza múltiples investigaciones, entre ellas se
desprende, la teoría del doble vínculo: Bateson formó parte del grupo de Palo Alto, el
cual tomó la Teoría de los Tipos Lógicos, y a partir de ésta desarrollan, en el año 1956,
una teoría sobre la concepción de la esquizofrenia (la teoría del doble vínculo).
Tomando dicha enfermedad como un trastorno comunicacional (comunicación
paradojal), en el cual no se respeta la discontinuidad entre miembro y clase, y se
confunden los dos niveles.
La cibernética proviene etimológicamente del griego y significa “el arte de gobernar”.
La cibernética se aboca básicamente a cómo se regulan los sistemas. El devenir de la
cibernética ha hecho que se la pueda dividir en diferentes etapas históricas:
Cibernética de primer orden:
Primera cibernética: El biólogo C. Bernard, en 1932, utiliza el concepto de
medio interno para referirse a un organismo como sistema, imposibilitando considerar
una parte sin las otras, por lo cual su dinámica no correspondía a la causalidad lineal.
W. Cannon acuña el término de homeostasis para describir una red de interacciones
recíprocas que permite que un medio interno se mantenga en un equilibrio dinámico.
N. Wiener utiliza el principio de retroalimentación o feedback. Este autor estudiaba la
conducta de tiro de los cañones antiaéreos para poder optimizar el alcance del objetivo,
siendo dicho principio una de las bases de su teoría. El feedback hace referencia a un
mecanismo que reintroduce en el sistema los resultados de su desempeño; pasando así
de un procedimiento lineal a uno circular.
En esta etapa los mecanismos que provocan la corrección de la desviación (feedback
negativo) tuvieron predominancia, ya que mantenían la organización, evitando de tal
manera la destrucción del sistema.
10
Segunda cibernética: Magoroh Maruyana (quien bautizó esta segunda etapa)
argumentó que todo ser viviente necesita de dos procesos para poder sobrevivir,
“morfostasis”: mantiene la constancia de un sistema a través de procesos de feedback
negativo; y “morfogénesis”: tendiente a la desviación (feedback positivo) de un sistema.
Este autor explica que en cada situación dichos procesos se complementan,
equilibrándose mutuamente.
En el campo de la física, Ilya Prigogine ha realizado trabajos sobre el orden a partir de
la fluctuación, explicando que la desviación y la desorganización no son
indefectiblemente destructivas; además, pueden generar un salto cualitativo hacia una
nueva organización.
En esta etapa los procesos que favorecen el cambio (feedback positivo, la amplificación
de la desviación) son reivindicados, considerándoselos como esenciales para la
evolución de los sistemas vivos.
Cibernética de segundo orden:
La denominación de esta etapa deviene de un congreso llevado a cabo en 1972, en el
cual Margaret Mead (presidenta de la Asociación Norteamericana de Cibernética)
pronuncia un discurso titulado “Cibernética de la cibernética”; H. Von Foerster sugiere
modificarlo por “cibernética de segundo orden” o “cibernética de los sistemas
observantes”, distinguiéndose de la cibernética de primer orden, enraizada como
cibernética de los sistemas observados.
La epistemología tradicional se enorgullecía de ser aséptica a cualquier observador, ya
que la realidad existía independientemente de aquel; tornándose fundamental la
objetividad.
Para esta etapa se tornó necesario la inclusión del observador; ya que las observaciones
son relativas al observador que la realiza, además el acto mismo de observar influye al
objeto que se observa. Se tiene que tener en cuenta la observación del observador;
dándose lugar para la reflexión sobre el propio comportamiento.
11
En la teoría de la comunicación encontramos el modelo descrito por Claude Shannon y
Warren Weaver, el cual, en un principio, era lineal3 pero luego se le agregan nuevos
elementos para su enriquecimiento: el ruido, como la interferencia que ocurre en la
transmisión de un mensaje; la retroalimentación, extraído de la cibernética,
complejizando las comunicaciones entre personas, logrando así traspasar la linealidad
para llegar a la circularidad. También en este campo encontramos la obra “Teoría de la
comunicación Humana”, producto del grupo de Palo Alto, haciendo un aporte
invalorable, dotándose de la teoría general de los sistemas, la ingeniería de
comunicaciones y de la cibernética. Tal como figura en la introducción del libro:
“Este libro trata sobre los efectos pragmáticos (en la conducta) de la
comunicación humana y, en particular, sobre los trastornos de la
conducta. (...) La comunicación es una condición sine qua non de la
vida humana y el orden social. También es obvio que desde el
comienzo de su existencia, un ser humano participa en el complejo
proceso de adquirir las reglas de la comunicación, ignorando casi
por completo en qué consiste ese conjunto de reglas (...)”4
Los contenidos de este libro se desarrollarán más adelante.
Dentro de los desarrollos de la comunicación, se encuentra la Comunicación No Verbal,
que se dedica fundamentalmente al análisis de la comunicación a través de gestos,
vestimentas, posturas, olores (como realiza Knapp, en su libro “Comunicación no
verbal”); y la proxémica, siendo su gran exponente Edward T. Hall, que estudia la
utilización del espacio interpersonal, el cual va variando en diferentes culturas.
El biólogo chileno Humberto Maturana centra su atención en las operaciones
cognitivas de los seres vivos, de manera tal que para este autor no otorga mucha
relevancia al medio. El mayor peso está en la constitución biológica, ya que ésta
determinará el operar; por su lado el medio activará cambios dados previamente por
aquella. Tal es así que el término que acuñó, conjuntamente con Francisco Varela,
3
Constituido por seis elementos: fuente, encodificador, mensaje, canal, decodificador y receptor.
4
Watzlawick, Paul; Beavin Bavelas, Janet; Jackson, Don. (1995) Teoría de la comunicación humana.
Interacciones, patologías y paradojas. Herder. Barcelona. Pág. 17
12
“autopoiesis” se refiere a que: “los seres vivos (...) se constituyen y operan como
sistemas cerrados de producciones moleculares abiertos al flujo material y energético”5.
Otra noción importante es la de “acoplamiento estructural”, fundamental para que el
ser vivo sobreviva, “se refiere a la dinámica que hace posible que ser vivo y medio,
aunque sistemas determinados en su estructura, cambien estas estructuras de manera
coherente de modo que el ser vivo, mientras vive, genera conductas concordantes con el
medio”5. Maturana explica que el sistema nervioso no es capaz de distinguir entre
percepción e ilusión, esta condición constitutiva del ser vivo no le permite acceder a una
realidad que sea independiente al observador y a su observar.
El constructivismo da un vuelco muy destacado al suplir el término descubrimiento por
construcción o invención, de ello se desprende que no es forzoso una realidad
independiente, sino de cómo el observador da cuenta de su conocer. Este tipo de
pensamiento necesita de un sujeto activo, que este en permanente adaptación con su
medio. Con esta postura no se pretende desterrar la existencia de la realidad, sino que
se adhiere a la inexistencia de una representación acabada de la realidad.
Como se menciona al comienzo de este capítulo, este marco teórico es muy
heterogéneo, constituido por múltiples aportes. Pero a pesar de su diversidad, todos
convergen en la exploración de totalidades, en las relaciones entre las partes.
5
Jutorán, Sara: El proceso de las ideas sistémico-cibernéticas en Sistemas Familiares, Abril 1994, página
22.
13
2.2. Desarrollos teóricos y técnicas sistémicas
6
Hay casos en los cuales se incluye personas que no pertenecen al núcleo familiar o que no pertenecen a
la familia, pero que por la relación cercana con los miembros de la familia su presencia resulta relevante.
14
sugestión que puede realizar el pasado, pero reconocen el poderío del presente. Porque
el objetivo esta puesto en la modificación del presente, no en la interpretación del
pasado. En consecuencia las herramientas están enfocadas en modificar el presente y no
en interpretar el pasado
15
en un tubo de ensayo sellado. Los sistemas abiertos, por el contrario, intercambian
información, materiales y energía con el ambiente. Los sistemas abiertos poseen
características propias:
9 Propiedad de equifinalidad: se refiere a que los sistemas, a partir de diferentes
puntos de partida, pueden arribar a la misma meta a través de distintos caminos.
Los sistemas abiertos siempre están orientados y dirigidos hacia un objetivo. A
veces, en la terapia familiar cuando la familia se encuentra “estancada”, el
terapeuta debe re-dirigir a la familia por nuevos caminos o hacia un nuevo
objetivo.
9 Retroalimentación: También su utiliza su acepción en inglés “feedback”; este
concepto toma a la circularidad como modelo causal, en oposición al modelo de
causalidad lineal (causa efecto). En este caso, la causa proviene desde cada
uno de los componentes del sistema, y a la vez son consecuencia; por lo cual, no
posee ni principio ni fin, es por ello que no se puede considerar, dentro de este
marco teórico, mecanismos como: “es tu culpa, tu has provocado que...”. Hay
dos clases de feedback, el positivo y el negativo. El feedback negativo es un
mecanismo del sistema, el cual se utiliza para que la información recibida no
produzca cambios, disminuyendo la desviación de la producción del sistema,
manteniendo el statu quo, es decir la tendencia a permanecer igual a sí mismo;
gracias a este mecanismo el sistema puede mantener la homeostasis a través del
tiempo. El feedback positivo es un mecanismo, activado por la información
recibida, que se utiliza para activar los movimientos para el cambio y el
crecimiento, adaptándose a nuevas condiciones.
Cada familia atraviesa muchas y variadas situaciones; a veces, la familia debe
mantener su estructura para poder superar la situación inhóspita reinante, es
decir debe metabolizar la información para mantener el statu quo; en otras
ocasiones, debe realizar modificaciones a su manera de operar para, por ejemplo,
adaptarse a los cambios de la sociedad, es decir la información activa
mecanismos para que la familia cambie. Es por ello, que no se debe rotular al
16
cambio ni al no-cambio como “bueno” o “malo” (“sano” o “enfermo”), sino que
debe analizarse a razón del contexto de cada situación.
9 Totalidad: Alude a la no-sumatividad, al sistema como gestalt, como una
totalidad; el total no es la suma de las partes, sino que conforma un todo
coherente, con una cualidad distintiva; las partes se encuentran en una relación
tal que si una cambia provoca cambios tanto en las demás partes como al sistema
total. Una familia esta integrada por distintas personas y la presencia de cada
uno de ellos le otorga una caracterización propia, no es solamente “son tres
integrantes”; los acontecimientos que le sucedan a cada uno acarrearán
consecuencias al resto de la familia, por ejemplo, un padre que pierde su trabajo,
el humor de esta persona disminuirá, modificando su interacción con su cónyuge
e hijo, la cónyuge (que ahora tiene menos presupuesto) deberá cambiar sus
costumbres de compra y el hijo deberá cuidar más sus útiles porque no puede
disponer de varios repuestos. Más adelante desarrollaré el concepto de totalidad
cuando el terapeuta se integra al sistema familiar.
9 Entropía negativa: Como se explicó en el marco teórico, la entropía mide la
energía de un sistema; los sistemas abiertos poseen entropía negativa, es decir
que tienden a la menor probabilidad, al orden. Como la energía la produce el
propio sistema se mantiene en desarrollo constante.
9 Desarrollo: Los sistemas abiertos evolucionan; para lo cual se irán
diferenciando tanto entre las partes como entre los subsistemas, a través de, por
ejemplo: la aplicación de jerarquías, límites, interacciones, transacciones,
reglas, metas. La complejización del sistema provoca movimientos de
independencia.
El ciclo vital de la familia obliga a que el sistema familiar se vaya
complejizando, con la inclusión de nuevos miembros aumentan los subsistemas,
y por ende, las funciones que los miembros cumplirán. Esta nueva generación
de la familia, con el tiempo, buscará metas propias y tendrá interacciones
propias, realizando su camino hacia la independencia. Cuando se concrete la
17
unión con otra persona, constituirá el comienzo formal para un nuevo sistema
familiar.
7
Von Foerster, Heinz. (1991). Las semillas de la cibernética, obras escogidas. Gedisa. Barcelona.
18
familia y reconocer sus creencias o mitos familiares, ya que esto permitirá ganar tiempo
en el proceso de unión y acomodamiento a la familia y estimula a activar sentimientos
de afecto (ver técnica “joining”).
19
Dentro de la familia se suelen forman asociaciones entre los distintos miembros; se
denomina alianza a la asociación de dos o más miembros para realizar una tarea;
mientras que el término coalición se utiliza para designar a la asociación de dos o más
miembros en contra de un tercero.
Cuando la familia se presenta en un espacio terapéutico, el terapeuta deberá hacer un
relevamiento de las interacciones de la familia para conformar un diagnóstico
estructural. Es decir, el terapeuta observará la manera de interactuar de los miembros de
la familia, sus pautas, los límites, y hará intervenciones para precisar hipótesis, para
delinear el mapa familiar. Este dispositivo permite condensar información muy útil,
que le va a permitir la formulación de hipótesis (su verificación o contrastación) y la
fijación de objetivos terapéuticos.
Por lo general, cuando la familia llega a consulta ha definido un problema que concierne
específicamente a uno de los miembros, a esta persona se la denominará Paciente
Identificado (PI) por su calidad de “cargar” con el problema, para el terapeuta sistémico
es el miembro de la familia que más expresa la problemática del sistema. En la teoría
sistémica, comúnmente se considera al PI como un mecanismo para que el sistema
pueda mantener su homeostasis y/o ser mantenido el PI por la homeostasis del sistema.
Durante la evolución de la terapia, en la familia deberían ir produciéndose
transformaciones en las disfuncionalidades de su estructura, estas transformaciones se
identificarán con el concepto de cambio. Para poder alcanzar el cambio se utilizan
diversas técnicas en función de los objetivos terapéuticos.
Dentro del marco sistémico, se encuentra la obra “Cambio” de Watzlawick, Weakland y
Fisch8, en la cual se aborda la temática de la persistencia y del cambio enfocados en las
problemáticas humanas. El marco de referencia se encuentra constituido por, la teoría
de los grupos (desarrollada por Évariste Galois, matemático) donde se plantean los
cambios que pueden suceder dentro de un sistema sin que este varíe y la teoría de los
tipos lógicos (ver marco teórico) que da cuenta de las relaciones entre miembros y clase,
y de las modificaciones que se producen al pasar a un nivel lógico superior.
8
Watzlawick, Paul; Weakland, John; Fisch, Richard. (1995). Cambio. Herder. Barcelona.
20
Se definen dos tipos de cambio:
9 Cambio 1: cambio que se produce en el sistema, sin que este se modifique.
9 Cambio 2: cambio que se produce en el sistema, y lo modifica al mismo.
Un claro ejemplo de cambio 1, puede ser un sistema de calefacción inteligente, este
tiene como norma mantener una temperatura de 25º c en el edificio, las personas que se
encuentran allí consideran que es una temperatura muy alta y deciden abrir ventanas
para que ingrese aire fresco, pero el sistema de calefacción inteligente detecta la
desregulación y aumenta la producción de calor para mantener los 25º c en las
instalaciones; se extrae del ejemplo que a pesar de los cambios realizados no hubo
modificación alguna (ya que la temperatura se mantenía). En cambio, si las personas se
ponen de acuerdo para modificar la norma del sistema de calefacción inteligente a 20º c,
no sería necesario abrir ventanas, ya que con la modificación de la norma es suficiente;
de aquí se extrae que el cambio producido modificó al sistema en sí mismo.
Frente a los problemas se puede estipular tres modalidades erróneas básicas:
1) Desacreditar la situación problemática. En esta postura suele suceder que se
niegue la existencia del problema, y si alguien intentara poner al descubierto la
situación conflictiva es probable que sea atacado. De esta manera, se cae en una
simplificación de la realidad.
2) Se intenta resolver el problema desde una práctica que resultaría ineficaz. Se
tiene la pretensión de poseer la solución. Así mismo, esta utopía se transforma
en un pseudoproblema, ya que nunca se podrá concretar, aunque las
consecuencias de sufrimiento serán vívidas.
3) Resolver el problema desde el nivel lógico incorrecto. Se presenta una paradoja,
y al intentar resolverla no se obtiene ninguna modificación, ya que hay un
impedimento lógico, se confunde entre miembro y clase; un ejemplo es el doble
vínculo.
Suele suceder que las personas resuelvan sus dificultades sin la ayuda de terapeutas ni
grandes esfuerzos, a esto se le denomina cambio espontáneo.
Un ejemplo en dicho libro explica que las personas allegadas a una persona deprimida
tratarán de animarla, esto es lo más usual y lo más cercano al sentido común. Pero sus
21
acciones harán que la persona deprimida se sienta aún peor, ya que tales acciones
exigen que la persona deprimida cambie de actitud, pero realmente hará que se sienta
ingrato frente a la ayuda. Todas las acciones tomadas apuntarán hacia lo mismo y tan
solo serán variantes de “más de lo mismo”.
Por lo general, el cambio 1 suele apoyarse en el sentido común; por el contrario el
cambio 2 se manifiesta extraño, imprevisto e incoherente, su aplicación va a estar
centrada en el “ahora y aquí” y a los efectos de la problemática (Watzlawick et. al.
1995).
Cuando se realiza un cambio 2, se produce una reestructuración; ésta consiste en
modificar el marco situacional (conceptual o emocional) de manera tal que la situación
se establezca con un nuevo sentido; es decir, los hechos no cambian, son exactamente
los mismos, pero su atribución es diferente. Por ejemplo, puede indicarse que un
miembro pertenece a otra clase, ya que la asignación de un miembro en una clase es
definida por las atribuciones que se formulan sobre él. Una vez que se logra cambiar de
percepción es difícil regresar a la explicación anterior, además la persona al conocer
ciertas reglas se encuentra libre de poder modificarlas.
Para poder realizar este cambio se debe seguir una serie de pasos: a) precisar el
problema objetivamente; b) relevar cuáles han sido las soluciones intentadas; c)
especificar el cambio deseado; d) elaborar y ejecutar un procedimiento de acción.
En el ya mencionado libro “Teoría de la comunicación humana” se encuentran
enumerados los axiomas de la comunicación, estos son propiedades básicas que posee la
comunicación, los cuales acarrean efectos entre los sujetos interactuantes:
1. “No es posible no comunicarse”: No existe el opuesto a conducta. Toda
conducta posee un mensaje, por ejemplo un silencio prolongado puede indicar
que la persona no desea entablar una conversación. Si se toma en cuenta que
toda conducta es comunicación, no hay no-comunicación.
2. “Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional tal es
que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación9”:
9
Metacomunicación: cuando la comunicación se utiliza para comunicar sobre la comunicación.
22
Toda comunicación posee dos aspectos: a) aspecto referencial, se refiere al
contenido de la comunicación; b) aspecto conativo, alude a cómo debe
entenderse el mensaje, y de allí se deriva (además del contexto) cómo debe
entenderse la relación entre los individuos.
3. “La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de
comunicación entre los comunicantes”: Al realizarse una puntuación de las
interacciones se organizan los hechos. En las conversaciones cotidianas se suele
compartir la puntuación, cuando esto no ocurre emergen conflictos en las
relaciones. Un muy buen ejemplo que brindan los autores es el siguiente: en una
pareja cuando discuten el hombre se retrae y la mujer regaña, cuando deben
explicar su postura el hombre comenta que se retrae porque su cónyuge lo
regaña, mientras que la mujer explica que lo regaña porque él se retrae. La
conclusión extraída es que dichos cónyuges no está de acuerdo en la puntuación
de los hechos.
4. “Los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente. El
lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa
pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que
el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la
definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones”: El hombre puede
comunicarse digitalmente, es decir a través de un complejo conjunto de signos
reglados, o analógicamente, donde se podría incluir toda comunicación no
verbal. Estas dos modalidades son complementarias entre sí; por lo general,
para lo referido al contenido del mensaje se utiliza el aspecto digital (ya que
posee mayor abstracción), mientras que para el aspecto relacional del mensaje se
emplea el modo analógico. El tratar de traducir de un aspecto a otro implicaría
una gran pérdida de información, debido a que un modo no cuenta con lo que
posee el otro.
5. “Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios,
según que estén basados en la igualdad o en la diferencia”: En las interacciones
los participantes pueden tener conductas que revelan un mismo rol o conductas
23
que implique inequidad, se les denominará interacción simétrica o
complementaria, respectivamente.
2.2.3. Las técnicas
La terapia familiar sistémica utiliza técnicas que modifican el contexto actual de los
pacientes, obteniendo como resultado modificaciones en sus posicionamientos, lo que
trae aparejado un cambio en la experiencia subjetiva de cada uno.
Se pueden plantear dos tipos básicos de técnicas: las técnicas directas y las técnicas
indirectas.
Las técnicas directas (basadas en la aceptación) comparten la cualidad de que el
terapeuta está dirigiendo al sistema terapéutico hacia los objetivos terapéuticos
a través de modificaciones (directas) de reglas o roles. Se pueden observar en
forma de consejos, indicaciones, direccionamientos de interacciones,
explicaciones, comentarios o tareas; a estas técnicas se espera que las interpreten
“al pie de la letra”, es decir literalmente.
Las técnicas indirectas o intervenciones paradójicas (basadas en el desafío)
tienden a implementar una acción contradictoria, es decir, se realiza una
intervención paradójica con la expectativa de obtener un efecto rebote. La
aplicación de las técnicas indirectas es delicada, porque las expectativas están
puestas en que la familia desafíe las instrucciones o que por hartazgo realice lo
opuesto. Peggy Papp basa el empleo de las paradojas en tres supuestos: “la
familia es un sistema autorregulador; el síntoma es un mecanismo de
autorregulación (...); el concepto de resistencia sistémica al cambio, que es
consecuencia de los dos anteriores”10. Es decir, como el síntoma regula un
aspecto disfuncional el sistema se mantiene regulado, pero si se eliminase una
parte del sistema se desregularía.
En ambos tipos de técnicas se apunta a los objetivos terapéuticos; por otra parte,
difieren en cómo se dirigirá el movimiento de cambio. Para discernir que tipo de
técnica se podría utilizar se debe tener en cuenta, principalmente, como es la estructura
10
Papp, Peggy. Capítulo 16 “Paradojas” en: Minuchin, Salvador y Fishman, H. Charles. (1985). Técnicas
de terapia familiar. Paidós. Barcelona. Pág. 242
24
familiar; es por eso que las técnicas indirectas son recomendables en estructuras rígidas,
en las cuales la familia tenderá a resistir la intervención.
Dentro de las técnicas directas se pueden encontrar:
Joining o Coparticipación: Se utiliza para la incorporación del terapeuta al
sistema consultante formando un nuevo sistema (sistema terapéutico). Este
acercamiento del terapeuta a la familia se puede realizar desde distintas
distancias, tales como: de compañerismo (o de igual a igual) donde se realiza
preponderantemente una charla social; de experto o autoridad o posición
distante, proponiendo una tarea o dando un diagnóstico; por debajo o one-down
donde se adopta una actitud de desconocimiento sobre el sistema familiar; de
rastreo o posición intermedia permitiendo que la familia se desenvuelva como lo
hace habitualmente o que relate su historia, el terapeuta se comporta como un
oyente activo, sin hacer ningún tipo de cuestionamiento, es decir tanteando
nuevas posibilidades, es una modalidad óptima para la recaudación de datos.
Sin importan en que distancia se posicione el terapeuta deberá adoptar el
liderazgo en el sistema terapéutico.
Minuchin (1999), al referirse al método de formación del sistema terapéutico,
utiliza dos conceptos: unión, cuando toman preponderancia las acciones que
realiza el terapeuta para relacionarse con la familia; acomodación, cuando la
importancia esta en la adaptación, principalmente que el terapeuta establezca una
alianza con la familia, sin embargo, la acomodación debe ser por parte de la
familia también.
Pero esta técnica es ineficaz sin una actitud empática del terapeuta (no debe ser
una coparticipación forzada), así la familia se sentirá realmente comprendida,
para trabajar en nuevas posibilidades.
Escenificación: Cuando la familia llega a un espacio terapéutico tiende a
comentar y explicar cuales son sus problemas. Cuando comentan o responden
preguntas recortan la información desde su individualidad. Pero cuando se
propician las situaciones para que interactúen no pueden controlar sus acciones.
Se busca que la familia escenifique, en el momento, su cotidianeidad, de manera
25
tal que la estructura familiar aparece en la sesión. Se pide que los miembros de
la familia se transformen en actores. La riqueza que obtiene el terapeuta es la
apreciación de la comunicación verbal y la comunicación no verbal. Al trabajar
con esta técnica, como dice Minuchin y Fishman “el terapeuta puede intervenir
en el proceso, sea para aumentar su intensidad, prolongar la duración de la
interacción, hacer participar a otros miembros de la familia, indicar modos
diferentes de interacción e introducir sondeos experimentales”11, de esta manera
el terapeuta puede modificar temporalmente estructuras, coaliciones y/o
alianzas. Todo lo ocurrido representa información muy valiosa porque da cuenta
de la capacidad de cambio de la familia.
Por las características de esta técnica, se necesita que el terapeuta sea activo, y
que se desenvuelva con soltura, sobre todo frente a las eventuales situaciones
que se irán sucediendo. Los mencionados autores enumeran una serie de
ventajas sobre esta técnica: a) ayuda al fortalecimiento del sistema terapéutico,
el terapeuta no es un mero observador sino que participa con y tanto como la
familia; b) ayuda a cuestionar la realidad familiar, ampliándose el discurso, con
respecto al paciente identificado, a una situación que involucra a todos los
miembros de la familia; c) permite, más allá de escucharse unos a otros, probar
(cual laboratorio) nuevas situaciones; d) otorga la desvinculación necesaria al
terapeuta, es decir, al centrar los miembros de la familia la atención en una
escenificación, el terapeuta obtiene distancia, realzando su rol terapéutico.
Se distinguen tres movimientos en la técnica de escenificación:
9 Observación de las interacciones familiares espontáneas.
9 Organización de escenas en función de pautas transaccionales
disfuncionales.
9 Elaboración de nuevas y diferentes interacciones.
Reencuadramiento: La familia trae al espacio terapéutico su historia, es decir,
qué les ha sucedido y qué les sucede, su explicación de la realidad. Será labor
11
Minuchin, S. Y Fishman, H. Ch. (1985). Técnicas de terapia familiar. Paidós. Barcelona. Pág. 90
26
del terapeuta realizar un “encuadre terapéutico” para que la familia amplíe su
realidad trazada hacia su realidad disfuncional. Por lo cual, el encuadramiento
realizado por lo familia será factible a ampliaciones o modificaciones. Una
premisa a la que responde esta técnica es que, las interacciones están en función
de como se interpreta la realidad, por lo cual reencuadrando la realidad se
obtendrán nuevas interacciones entre los miembros de la familia, estos nuevos
movimientos en la estructura familiar modificarán su experiencia subjetiva sobre
sí mismos y sobre los demás.
Focalización: Cuando la atención se va a centrar en un aspecto en particular, es
decir que hay un foco donde se concentra la atención y no se dejará de lado la
temática hasta que se explore a fondo, sin importar los eventuales contenidos de
los mensajes que puedan producir los individuos. Esta técnica puede
complementarse con técnicas de resolución de problemas, para lo cual una vez
focalizado el problema se abordará con, por ejemplo, un brain-storming y se
intentará resolver la problemática.
Manipulación del espacio: La distribución espacial que adopta la familia en el
consultorio suele ser isomórfica a sus relaciones, es decir que la ubicación que
adoptan suele dejar entrever aislamientos, alianzas y coaliciones. Por ejemplo,
un matrimonio que viene con su hijo, se sientan de manera tal que el hijo queda
en medio de los padres (madre-hijo-padre), con esto podemos suponer que el
hijo ocupa un lugar que evita que los padres se acerquen y puedan resolver sus
diferencias; en un momento de la sesión se puede alentar a que la pareja hable
sobre su problema y se le pide al hijo que cambie de lugar con el padre,
obteniéndose una nueva distribución (madre-padre-hijo), la cual ayudaría a
darles mayor acercamiento y a evitar que el hijo quede involucrado en la
conversación. Esta técnica ayuda al trabajo con los límites.
Tareas: Las tareas son indicaciones que da el terapeuta a la familia sobre su
interacción; estas otorgan un contexto en el cual deberán desenvolverse. Por lo
general, las tareas se indican para circunscribir, fomentar o rever un área en
especial. Las tareas pueden ser tanto dentro de la sesión o fuera de ésta. Esta
27
técnica realza el rol de liderazgo del terapeuta, ya que es él quien imparte las
reglas. Dentro de la sesión el terapeuta puede indicar como deben dirigirse las
conversaciones, por ejemplo que los hermanos se dirijan entre ellos en vez de
utilizar a la madre como mediadora. Fuera de la sesión, la familia debe realizar
“tareas para el hogar”, se le asigna una tarea para realizar, en la cual,
obviamente, el terapeuta no estará presente físicamente. A través de esta
técnica, se direccionan las transacciones y la estructura familiar, ofreciendo
nuevas formas de interacción.
Dentro de las técnicas indirectas se pueden encontrar:
Redefinición: Se busca definir el problema pero desde una connotación positiva,
por lo cual cambia la óptica desde donde se ve al problema, lo cual es esencial
para la interacción familiar. Una vez redefinido positivamente, el terapeuta
sostendrá que tales interacciones son beneficiosas según la lógica familiar.
Prescripción: Consiste en prescribir, es decir, en dar instrucciones de realizar el
circuito de interacciones que ya venían realizando. Al poner en sobrerelieve el
ciclo que realizaban, pierde consistencia el poder del síntoma. Para aplicar esta
técnica debe quedar bien precisada la relación entre el síntoma y el sistema, y, a
su vez, la manera en que se retroalimentaban.
Restricción: Si a la familia se le han aplicado técnicas indirectas y reclama cierta
tendencia hacia el cambio, el terapeuta le comunica a la familia de los peligros
que debería enfrentar si cambiaran, las dificultades que se presentarían y los
avatares que surgirían; luego lentamente el terapeuta deja que la familia cambie
a pesar de las advertencias que les había realizado.
También suele denominarse como técnica de restricción a las indicaciones que
el terapeuta le da al paciente, con la intención de que realice la actividad
contraria a la que le provoca malestar, por ejemplo, a los hombres con problemas
de erección les indica que tienen prohibido mantener relaciones sexuales.
Coro griego: Esta técnica se puede realizar cuando las sesiones se realizan en
cámara Gesell; el grupo de profesionales, que se encuentran tras el espejo
unidireccional, envía mensajes o comentarios sobre las interacciones que se dan
28
a conocer en la sesión; los contenidos de los mensajes pueden ser muy variados
desde connotar favorablemente, por ejemplo, un hecho relatado, hasta las
posibles consecuencias que puede tener una determinada acción que acaba de
suceder. El terapeuta decide la postura que adoptará frente a los comentarios,
según la que considere más conveniente. Es preferente conferirle el máximo
grado de autoridad posible al grupo de profesionales.
29
3. Teoría y técnicas psicodramáticas
3.1. Marco teórico del psicodrama
El padre del psicodrama fue Jacob Levy Moreno, rumano nacido en 1892, médico,
persona con una vasta cultura y una importante impregnancia teatral, religiosa
(especialmente el jasidismo12) y filosófica (lo cual se puede observar a través de sus
obras), quien luego de residir en Viena emigra a Estados Unidos en 1925, donde
encuentra mayor aceptación a sus desarrollos, como seña de su avance se puede
mencionar las construcciones de teatros terapéuticos (como en Bacon Hill, Nueva York,
Washington y Harvard); Moreno funda, en 1942, la American Society of Group
Psychotherapy and Psychodrama13; es en aquel país donde fallece en mayo de 1974.
La mencionada pasión de Moreno por el teatro se puede comenzar a apreciar desde que
era un pequeño niño jugando con sus amigos a “Dios”, para luego seguir por diversos
lugares como plazas, jardines, teatros, hospitales, cárceles, calles y campamentos
militares.
12
El jasidismo es la corriente mística judía que apunta a un acercamiento de Dios a la actividad diaria, de
manera tal que se construye un vínculo más estrecho con él.
13
En inglés: Sociedad Americana de Psicoterapia de Grupo y Psicodrama.
30
sobre un argumento ya estipulado; por lo general, los personajes y los desenlaces se
reiteraban.
Moreno ha sido coetáneo de Freud, como así también han residido en la misma ciudad;
pero Moreno niega influencia alguna en sus desarrollos por parte del psicoanálisis, y ha
dejado constancia de que si se ha producido alguna “filtración” ha sido negativa, siendo
en todo caso el psicodrama el que ha realizado aportaciones al psicoanálisis.
14
En inglés: “Sociometría, un periódico de las relaciones interpersonales”.
31
9 Aislamiento: alude al individuo que se encuentra totalmente
incomunicado; para que una persona llegue a adoptar una postura tal
debería sentir las relaciones como amenazantes, inseguras y poco
gratificantes.
9 Pareja: cuando se establece un vínculo recíproco.
9 Cadena: una sucesión de vínculos relacionados linealmente, es decir A se
conecta con B, B con C, C con D, y así sucesivamente; poseyendo todos
(excepto los ubicados en los puntos distales) dos opciones.
9 Triangular: Cuando tres individuos poseen relaciones recíprocas entre sí.
9 Círculo: Cuando hay cuatro o más individuos que tienen dos vínculos
recíprocos entre sí, por lo cual todos se encuentran interconectados entre
sí pero no de manera directa.
32
Otro concepto desarrollado por Moreno es tele (palabra que deviene del griego,
significa influencia a la distancia), el cual se refiere a una relación básica entre personas
o con respecto a objetos, con sentimiento y el reconocimiento de la situación del otro, es
decir sobre los aspectos reales de éstos (la utilización del término “real” no pretende
alcanzar la objetividad absoluta), y no meramente la proyección; con respecto a la
proyección, Moreno la considera como un aspecto patológico de la tele. La tele puede
ser positiva o negativa, ello dependerá del factor que se está experimentando.
33
sino también en la gente que oficiaba de público (entre ellos, Jorge). Una noche
Moreno invita al marido a subir al escenario, donde hicieron múltiples escenas en
diversas ocasiones. Después de meses, la pareja comenta el progreso que habían
obtenido en su relación y Moreno les comunica el proceso terapéutico no encuadrado
formalmente que conllevaron las sesiones.
Pero para llegar al psicodrama, Moreno recorrió un vasto desarrollo intelectual.
34
3.2. Desarrollos teóricos y técnicas psicodramáticas
3.2.1. El Psicodrama
Etimológicamente drama significa acción o una cosa hecha; por lo cual, cuando se dice
“psicodrama” se está diciendo “psique en acción”.
Se puede definir a los procedimientos dramáticos como prácticas complejas, para las
cuales se emplean técnicas dramáticas, que tienen una finalidad establecida, como así
también el rol que ocupara el coordinador. Las técnicas dramáticas son recursos
elementales que utilizan la coordinación y los miembros del grupo.
Es posible delinear tres principales tipos de procedimientos dramáticos:
9 El psicodrama
9 El sociodrama
9 El role-playing
Tanto el psicodrama como el sociodrama tienen finalidad terapéutica; en cambio, el
role-playing tiene una finalidad pedagógica, ya que apunta a que un determinado rol sea
entrenado para su mejor desempeño.
El psicodrama utiliza las técnicas dramáticas, además de verbales, como medio de
comunicación, de exploración, de elaboración, de expresión, de operación, etcétera, y es
llevado a cabo en su mayor frecuencia de manera grupal.
La dramatización es la representación de una situación significativa para aquel que la
relata; las representaciones pueden referirse a acontecimientos pasados, presentes o
expectativas futuras, asimismo pueden referirse a construcciones ficticias, las cuales
pueden aludir a diferentes temáticas, como por ejemplo, esperanzas, temores, deseos,
dudas, etcétera. La aplicación del psicodrama enriquece la labor psicoterapéutica dado
que permite ir más allá de lo verbal, tomándose en cuenta lo corporal, lo gestual, la
proxémica, entre otros, posibilitándose un mayor despliegue a través de distintos
factores.
El psicodrama posee tres pilares:
a. El aquí y ahora
35
b. La espontaneidad
c. La creatividad
a. El psicodrama se realiza en un momento y en un lugar precisos, su “aquí y
ahora” es cuando se lo lleva a cabo, asimismo se trata de determinar el tiempo y
el espacio de la escena que se irá a representar, su importancia se desprende en
función de poder contextuarlos en tiempo y espacio, en el sentido de una
aproximación a lo sucedido.
b. La espontaneidad (del latín, por libre voluntad o por propio impulso) es aquella
capacidad de poder dar respuestas adecuadas frente a situaciones novedosas y
elaborar nuevas respuestas frente a situaciones ya conocidas. Según Moreno
(1993) todos los seres humanos nacen con capacidad de espontaneidad, pero con
el tiempo esta capacidad tiende a no utilizarse y por lo tanto tiende a disminuir;
el psicodrama propone un medio para rescatar la espontaneidad. Con la
espontaneidad se apunta a producir “un cambio en la situación y que se perciba
una novedad”15. Moreno relaciona este detenimiento de la espontaneidad con la
conserva cultural, este último concepto se refiere a la elaboración acabada de
procesos, actos, obras, etcétera, los cuales poseen mayor aceptación que los aún
no finalizados; convirtiéndose la conserva cultural en el valor más alto. Como
resultado de los valores aceptados se prefiere lo ya producido en lugar de la
posibilidad de producción, lo cual tiende a que las personas no utilicen su
capacidad de espontaneidad. Se considera al libro como el arquetipo de la
conserva cultural.
c. Hay creatividad cuando, al emplear la capacidad de crear, se realizan
producciones (tanto cognoscitivas como pragmáticas).
Moreno ha desarrollado una teoría de los roles; definiendo al rol como aquella manera
de desenvolverse del individuo en una situación y momento específicos; según Moreno,
el rol deviene de un repertorio de posiciones adoptadas por el individuo en su infancia
15
Moreno, J. L. (1993). Psicodrama. Lumen-Hormé. Buenos Aires. Pág. 153
36
frente a las interacciones con los demás (es decir, que confluyen en el rol tanto
elementos individuales, sociales como culturales); el rol es la primera unidad
ordenadora y estructurante.
Moreno explica que primero se desarrollan los roles, después emerge el yo. A su vez,
se encuentran distintos tipos de roles que se desarrollan cronológicamente. En primera
instancia, se encuentran los roles psicosomáticos, aquellos que surgen de una necesidad
básica; como por ejemplo, de la alimentación se desarrolla el rol del ingeridor. Luego
están los roles sociales (producto de cada cultura) y los roles psicodramáticos (estos
roles devienen de los roles sociales, a los cuales se les suma la espontaneidad,
formulándose la mayor especificidad posible con respecto a roles). De la agrupación de
los roles dramáticos se forma el yo dramático, también sucede así con los roles sociales
de los se conforma el yo social.
Para cada rol existe su contrarrol, es decir un rol complementario. Así mismo, los roles
se concentran en tres tipos de clusters o agrupamientos: 1) complementario materno,
donde se agrupan aquellos relacionados a la dependencia e incorporación; 2)
complementario paterno, referidos a los roles enérgicos, de autoafirmación; 3) paridad,
aquí se encuentran los roles siméticos.
Cuando se propone realizar un psicodrama, como sostiene Martínez Bouquet (1977), se
le está señalando a la persona que “debe seguir un camino inverso al que con mucho
esfuerzo debió realizar en su infancia” ya que, como se mencionó, los roles van
surgiendo desde muy temprana edad, y en la psicodramatización se fomenta el
desarrollo de otros patrones, otras clases de funcionamiento en la situación, es decir,
otros roles.
Como corolario, una persona será “más sana”, en la medida que pueda adoptar una
gama más amplia roles.
La persona, señala Moreno, esta constituida por diferentes fuerzas: hereditarias,
espontáneas, sociales y ambientales.
La psicoterapia grupal es tomada por Moreno como un método, que posee un marco,
para tratar las relaciones interpersonales y los problemas psíquicos de los integrantes de
37
un grupo. Según sus desarrollos los miembros de un grupo son considerados como
agentes terapéuticos.
Las características propias del psicodrama posibilitan traspasar la comunicación verbal,
de manera tal que se permite integrar la comunicación no verbal, es decir, el contacto
corporal, la expresión facial, las posturas, etcétera; como así también la proxémica, lo
cual permite realizar una lectura de la distancia que van adoptando los individuos. Esto
facilita la comprensión de los vínculos y la sistematización de la acción. Además
permite establecer contacto con mayor prontitud y profundidad entre los diferentes
individuos participantes del psicodrama. Esta complementariedad de la acción y la
palabra facilita el despliegue del problema.
Hay diversos desarrollos con respecto a las diferentes modalidades de la aplicación del
psicodrama; por ejemplo, en lo concerniente a la cantidad de personas involucradas:
puede ser individual, de pareja, familiar o grupal. También es posible realizar una
circunscripción con respecto a alguna patología en especial, como por ejemplo el
trabajo con psicóticos, tal como describe Bernardo Kononovich en su obra “Psicodrama
comunitario con psicóticos”16. Otra variedad a considerar es con respecto al marco
teórico dentro del psicodrama, donde se pueden encuentrar como posibilidades las
corrientes teóricas moreniana o psicoanalítica; la distinción fundamental entre ambas es
que el psicodrama clásico o moreniano se focaliza en las tres fases o momentos (los
cuales serán desarrollados más adelante), siendo el principal momento la dramatización;
mientras que para la corriente psicodramática psicoanalítica el énfasis está puesto,
principalmente, en pesquisar fantasías inconcientes e interpretarlas. No obstante,
cualquiera sean las variantes que se adopten, el psicodrama aborda desde la escena,
explorando al sujeto y sus vínculos; es por ello que la dramatización va más allá de ser
un medio de expresión, hace que la escena pase a formar parte del grupo que la
desplegó.
El psicodrama, además de ser utilizado como una modalidad terapéutica, se emplea
como técnica dentro otras modalidades terapéuticas, ya que puede ser introducido
16
Kononovich, Bernardo. (1984). Psicodrama comunitario con psicóticos. Amorrortu. Buenos Aires.
38
fácilmente en sesión, aunque solamente suelan emplear técnicas verbales (Bostandjiev,
1998).
Con respecto al terapeuta (vale aclarar que el rol terapéutico puede ser desempeñado por
una o más personas17), Moreno considera que le corresponde considerar tanto aspecto
éticos como científicos, como por ejemplo la paridad entre los integrantes del grupo, el
simultaneo cuidado del individuo y del grupo, y la utilización de técnicas científicas.
3.2.2. La escena
17
Sin embargo, en el presente trabajo por cuestión de practicidad se utilizará en su modalidad singular.
39
9 Escenario: Alude al lugar donde se realiza la escena; originariamente se
utilizaban tarimas y distintos tipos de escenarios complejos, en donde había una
delimitación espacial muy marcada con respecto al uso de cada parte del recinto
donde se llevaba a cabo la dramatización; aunque hoy en día con fijar un espacio
para que se realice la dramatización es suficiente, sin que sea necesario cambiar
de habitación, por ejemplo, con sólo correr a un costado el mobiliario dejando
una parte del lugar libre. Este espacio en donde se desarrolla la escena
constituye el espacio dramático. Su representación de la realidad le otorga su
carácter de “como si”.
Para poder desplegar un psicodrama se tiene que atravesar por tres fases o momentos:
I. Caldeamiento o Warming up (también se lo puede traducir como
atemperación): Esta primera fase tiene como objetivo aclimatar al grupo, es
decir, los diferentes individuos se irán desprendiendo de los lazos con la realidad
para pasar a un nivel superior de espontaneidad, con el fin de obtener una
participación adecuada (entiéndase espontánea) en la dramatización y un mayor
compromiso con la tarea; con estas características se puede decir que hay
intensidad dramática. Los sujetos irán “dejando la realidad” para ir
adentrándose al “como si” dramático. Pueden haber dos tipos de caldeamiento:
uno general y otro específico; en el caldeamiento general, tan sólo se apuntará a
que las personas vayan desprendiéndose de la realidad, aumenten su
espontaneidad y puedan penetrar a cualquier temática; en cambio, el
caldeamiento específico se emplea cuando ya se conoce que ambientación
tendrá la escena, por lo cual además de lograr una mayor espontaneidad de los
sujetos, también se irá describiendo cómo es el lugar, qué personajes hay, cómo
están vestidos, qué hacen, cómo se sienten, qué hora es, etcétera.
Es primordial una buena labor del director en esta fase (quien también realiza el
proceso de caldeamiento), ya que de ella dependerá la calidad de creatividad en
la escenificación.
40
II. Dramatización o representación propiamente dicha: En esta fase se
despliega la escena; se jugarán los diversos roles y se aplicarán las diferentes
técnicas.
III. Sharing o Compartir: La denominación de esta fase se debe a que todos los
integrantes del grupo comparten sus propios sentimientos, vivencias o
pensamientos que fueron suscitados durante la dramatización, incluyendo tanto a
quienes dramatizaron como aquellos que oficiaron de público. En esta
“repercusión emocional” se tiende a desalentar todos aquellos comentarios que
quieran realizar un análisis intelectualizado.
18
Por ejemplo, la técnica del doble corresponde a la matriz de identidad total, la técnica de espejo
corresponde a la matriz de identidad total diferenciada.
41
tiempo presente las sensaciones y pensamientos que la han atravesado, pero no
han sido expresadas en la dramatización, es decir en el discurso explícito.
Doble: Un yo-auxiliar se ubica junto al protagonista (adoptando su misma
postura y movimientos) y expresa en voz alta pensamientos, sensaciones o
sentimientos que este último no dice, pero que a entender del doble le están
ocurriendo; para lograr ello debe “colocarse” en el lugar del protagonista como
si le estuviera ocurriendo a sí mismo. Es decir, complementa lo que va
sucediendo en la escena con lo que el protagonista se estaría reservando (por
distintos motivos) para sí.
Espejo: Un yo-auxiliar pasa a tomar el rol del protagonista, este último sale del
escenario y se convierte público de la dramatización. El yo-auxiliar deberá ser
lo más fidedigno posible con la representación; ya que, el objetivo de la
aplicación de esta técnica es que el protagonista reconozca su comportamiento.
Dramatización prolongada: Se les solicita a los pacientes que creen un personaje,
luego deben interactuar entre ellos espontáneamente. El objetivo es la creación
de nuevas situaciones, que dan pie a nuevas interacciones, en contraposición a la
fijación en algún rol.
Exploración de conductas repetitivas o estereotipadas: Aunque esta técnica tiene
objetivo terapéutico, se cruza en algún punto con lo pedagógico; ya que se toma
una situación en la cual el paciente ha fracasado o sufrido malestar y que deberá
enfrentar nuevamente; como por ejemplo, una entrevista laboral.
Concretización: Se recorta un aspecto de un personaje de manera tal que se
desdobla en un personaje más.
Maximización: Se potencia un aspecto de un personaje, sin llegar a que a ese
aspecto se le dé un personaje propio.
Aunque las técnicas dramáticas precisan llevarse a cabo en grupos para su mejor
funcionamiento, también es posible su empleo en el psicodrama individual. Una de las
particularidades de la aplicación de las técnicas psicodramáticas es que la participación
emocional del sujeto frecuenta ser mayor; otro de los enriquecimientos que otorga la
42
aplicación de las técnicas psicodramáticas es la posibilidad de trabajar simultáneamente
con aspectos verbales y no verbales.
Carlos Martínez Bouquet (1977) es contundente en su postura sobre las técnicas
dramáticas: “La utilización de técnicas dramáticas permite acelerar el proceso
terapéutico: nuevos recursos técnicos, mayor movilización, diversidad de tácticas,
posibilidad de poner de manifiesto y modificar defensas que se aprovechan de las
técnicas verbales y traban la evolución del paciente.”19
19
Martínez Bouquet, Carlos. (1977). Fundamentos para una teoría del psicodrama. Siglo Veintiuno
Editores. México D.F. Pág. 73
43
4. Las interrelaciones
44
integración se intenta arribar a mejores conceptos, con respecto a los que se
utilizaron como base. Villegas20 ha realizado un subclasificación:
9 Integración asimilativa: Consiste en redefinir conceptos de una
determinada teoría en función de la terminología de otra.
9 Integración acomodativa: Se busca concordar conceptos de diferentes
teorías. Un buen ejemplo de este tipo de integración es el enfoque que
realiza el Dr. Héctor Fernández Álvarez21 (1996), integrando más de dos
corrientes (partiendo de la teoría cognitiva) y contemplando varias
facetas del hombre (emocionales, interpersonales, pragmáticas, entre
otras); su trabajo conlleva una reelaboración conceptual que integra (en
un nivel superior) diferentes procedimientos.
Diferentes factores estimulan el avance hacia una integración psicoterapéutica, como
por ejemplo: falta de resultados con los procedimientos que se vienen utilizando, la
necesidad de flexibilización teórica y técnica acorde al caso particular, la maduración
científica; es por ello, que se hace más hincapié en la integración teórica.
20
Citado en el libro de Feixas y Miró (1993) Aproximaciones a la psicoterapia. Paidos. Barcelona.
21
Fernández Álvarez, Héctor. (1996). Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia. Paidós.
Buenos Aires.
El Dr. Fernández Álvarez es profesor titular de la cátedra de Métodos y técnicas psicoterapéuticas de la
Universidad de Belgrano.
45
Farmer (1995) comenta como considera la relación entre la aplicación de la teoría
sistémica y psicodramática de la siguiente manera: “Dirigir un psicodrama es análogo a
efectuar una terapia sistémica en un marco de referencia más general. Sin usar el
mismo lenguaje, el psicodrama ha demostrado utilizar principios sistémicos22”.
Otros autores (como T. Compernolle, 1981) reconocen expresamente a los textos de J.
Moreno como innovadores a lo que luego se denominó terapia familiar sistémica,
enarbolando el hito realizado al incluir en el espacio terapéutico a la amante del marido
de una paciente (transcurría el año 1937); también rescatan que Moreno consideraba que
las relaciones interpersonales producen influencias, por lo tanto, es a través de ellas que
se podría obtener mejorías.
López Barberá y Población Knappe (1997) consideran que entre los desarrollos
psicodramáticos y sistémicos hay un isomorfismo; esta afirmación la ejemplifican de la
siguiente manera: “Leyendo un trabajo cualquiera sobre sistémica nosotros (...) leemos
simultáneamente en psicodrama, como cuando conocemos bien otro idioma y nos
damos cuenta que lo estamos traduciendo automáticamente al castellano23”
22
Farmer, Chris. (1995). Psychodrama and Systemic Therapy. Karnac. London. Pág. 102. La traducción
es propia.
23
López Barberá, Elisa. Población Knappe, Pablo. (1997). Op. cit. Pág. 16
46
ambientación que posee (lugar, momento, mobiliario, personas, la distribución de los
mismos, etc.), es decir, el espacio dramático.
En la teoría sistémica se emplea el concepto de mapa para aludir a la descripción sobre
las relaciones interpersonales del sujeto.
En ninguno de los dos conceptos antedichos se pretende suplir la realidad; en el
psicodrama no se ostenta a que la persona dramatizada sea la verdadera persona; con
respecto a la teoría sistémica, se encuentra la lapidaria frase: “el mapa no es el
territorio”. La característica que comparten ambos términos es la abstracción de hechos
de la realidad, y que se emplean como herramientas que facilitan el trabajo
psicoterapéutico.
Ambas teorías poseen elementos que les permiten realizar descripciones de la realidad,
sin caer en el error de pretender aprehender la realidad en su totalidad.
4.1.2. La familia
La teoría sistémica tiene su mayor aplicación en el marco familiar; para los teóricos de
esta corriente la familia es una gran preocupación, también lo fue para Moreno, quien se
ha preocupado por el individuo inserto en su ámbito (en su átomo social), siendo su
aspiración tratarlo en su medio natural. Moreno comentaba que algún día en los
hogares se podría realizar psicodrama, ayudando a erradicar las situaciones conflictivas
familiares. Asimismo Moreno llevó a cabo la terapia “de un triángulo Matrimonial”,
del cual participaron los cónyuges y la amante del hombre. Es bastante frecuente que en
las sesiones psicodramáticas se aborden escenas en las cuales se dramatiza a la familia
del protagonista.
Los autores López Barberá y Población Knappe (1997) también destacan el interés de
Moreno por la familia, ellos reproducen el siguiente texto de Moreno: “La estructura
dinámica de la familia no se ha valorado hasta ahora sino desde el punto de vista del
47
individuo, como es habitual en psicoanálisis. No se ha tenido en cuenta el punto de
vista del grupo total”24.
4.1.3. Sistema-escena
López Barberá y Población Knappe (1997) encuentran otro punto de coincidencia, más
precisamente entre los conceptos de escena y de sistema. Para explicar tal interrelación,
dichos autores toman, por un lado, la definición de escena a la que se refiere como “un
entramado vincular interroles”25, por otro lado, aluden al concepto de sistema
concerniente a un “complejo de elementos interactuantes”26. A través de estas
definiciones consideran que ambos conceptos poseen un isomorfismo entre sí, por lo
cual equiparan a una escena como a un sistema, lo que posibilita una acepción más
amplia al término de escena. Esta nueva significación de sistema-escena es utilizada
como una herramienta que accede al conocimiento y a la representación de las
relaciones interpersonales y comunicacionales de los pacientes.
24
López Barberá, Elisa. Población Knappe, Pablo. (1997). La escultura y otras técnicas psicodramáticas
aplicadas en psicoterapia. Paidós. Barcelona. Pág. 25
25
López Barberá, Elisa. Población Knappe, Pablo. (1997) Op. Cit. pág. 39
26
López Barberá, Elisa. Población Knappe, Pablo. (1997) Op. Cit. pág. 39
27
Walrond Skinner, Sue. (1978). Terapia familiar. Crea. Buenos Aires. Pág. 33
48
Cuando en el psicodrama se constituye una escena, además de la situación y los datos
aportados por el protagonista, se incorporan ideas, comportamientos y percepciones del
resto del grupo, lo cual influye en el protagonista, que a su vez repercutirá en los demás
miembros y así sucesivamente (Farmer, 1995), es decir durante el momento en que se
lleva a cabo la dramatización (aquí y ahora) simultáneamente hay un continuo proceso
de causalidad circular; debido a esta modalidad de causalidad, el feedback es incesante,
el conocimiento de cuales son los efectos de los pensamientos, acciones que, por
ejemplo, el protagonista lleva a cabo, permitirá que se activen diferentes mecanismos
(lo cual dependerá si es feedback negativo o positivo), ya éste que no puede no afectarse
de dicha información; será tarea del director llevar a cabo la puntuación de hechos y
desentrañar el proceso de feedback.
49
Con respecto a los dos conceptos, se pretende mayor flexibilización por parte de los
pacientes-sistemas. Las conductas “más de lo mismo” no contribuyen a la
flexibilización, por el contrario refuerzan los parámetros dentro de los cuales el sistema
se desenvuelve, impidiendo realizar un cambio en el comportamiento.
Moreno ya reconocía la cualidad de reestructuración que posee la espontaneidad, es por
ello que escribió: “Se debe a la operación de un factor e (espontaneidad) que pueda
producirse un cambio en la situación y que se perciba una novedad”28. Además
consideraba que tipo de sistema podía llevar a cabo un cambio, tal como lo consideran
los teóricos sistémicos (sistemas abiertos), Moreno lo dice con estas palabras: “La
categoría del momento sólo tiene significado en un universo abierto, esto es, en un
universo en el que tienen lugar el cambio y la novedad. En un universo cerrado, por el
contrario, no hay momento, y con su ausencia no hay crecimiento, espontaneidad, ni
creatividad”29.
Cuando se produce la espontaneidad, el paciente atraviesa un proceso catártico, luego
del cual la situación dramatizada tiene un nuevo significado, es decir se reestructura.
Cuando el sistema lleva a cabo un cambio 2, también, se produce una reestructuración.
Es decir, ambos conceptos arriban a la reestructuración, otorgando flexibilidad al
sistema, dando un salto que les permite superar la situación problemática.
4.1.7. La acción
Otra de las bisagras entre el psicodrama y la sistémica es la acción.
Si se recuerda, la etimología del psicodrama es “psique en acción”.
El protagonismo que tiene la acción en el psicodrama se contrapone al acting out
patológico (lo cual era tomado como resistencia); en la acción se pueden mostrar ciertos
elementos que perturban al paciente, los cuales de otra manera no podrían ser tratados.
Las representaciones pueden ser utilizadas de manera muy beneficiosa dentro de un
marco de seguridad y con terapeutas capacitados, teniendo así un acting out terapéutico
y controlado, de tal manera se evita que ocurra un acting out “irracional” en la vida
28
Moreno, Jacob. (1993). Psicodrama. Lumen-Hormé. Buenos Aires. Pág. 153
29
Moreno, Jacob. (1993). Psicodrama. Lumen-Hormé. Buenos Aires. Pág. 152
50
misma30. Asimismo, la puesta en juego del cuerpo colabora a que no se utilice la
palabra como defensa, ya que el movimiento es algo tan natural en el hombre que
muchas veces no se repara en ello. Además, suele ocurrir que las palabras no pueden
expresar todo lo que se desea, es por ello que la combinación con lo corporal ayuda a la
riqueza del mensaje.
Desde la teoría sistémica se encuentra la obra de Watzlawick et. al.: Teoría de la
comunicación humana, para la edición en castellano, pero el título original es
Pragmatics of human communication siendo una traducción más adecuada (y
representativa) “Pragmáticas de la comunicación humana”. En uno de sus capítulos, se
postula que cualquier conducta (acción) es comunicación y una de las propiedades
básicas de la conducta es que no existe lo antagónico de conducta, es por ello que una
persona permanentemente lleva a cabo conductas, las cuales poseen un valor de
mensaje, de comunicación. A esto se refiere el axioma: “no es posible no
comunicarse”. También se consideran dos niveles que tiene toda comunicación, el
digital y el analógico. Otro autor, Salvador Minuchin (1999), define a la terapia
sistémica como una terapia de acción; también se toman varias de las técnicas que se
realizan como acciones, como las empleadas desde un primer momento en el proceso
terapéutico cuando se tiene que llevar a cabo la formación del sistema terapéutico.
Además, encontramos técnicas donde se precisan acciones específicas a realizar
mediante asignaciones de tareas, las cuales pueden ser desarrolladas durante la sesión o
fuera de ella (como “tareas para el hogar”), es muy común encontrar ejemplos de estas
tareas en libros de autores sistémicos.
Otro autor fundamental de la sistémica, Von Foerster, explica que el conocimiento es
inseparable de la acción.
Es posible extraer que en ambas teorías la acción es fundamental para el entendimiento
y el trabajo con los pacientes; se acepta la puesta del cuerpo, del cual se obtienen datos
fidedignos. Además, han cruzado la barrera de las psicoterapias que tan sólo utilizaban
la palabra como medio terapéutico, rechazantes de toda manifestación activa; han
30
Moreno Psicodrama, Lumen-Hormé, Buenos Aires, 1993, págs. xi-xiii
51
integrado la acción al proceso psicoterapéutico, el psicodrama desde la consideración
del acting out terapéutico y la teoría sistémica desde su consideración de la conducta
(acción) la cual es siempre comunicación y compuesta por una parte analógica, además
de la digital. Ambas modalidades, a través de la acción, instrumentan la reformulación
del contexto en el cual están insertos los pacientes.
Para mencionar otros autores fuera de las teorías que se vienen mencionando, el mismo
Piaget (desde la psicología genética), es quien postula (en Psicología del niño31) que
todas las personas admiten que previo al lenguaje existe una inteligencia, la cual es
esencialmente práctica. Una explicación breve y remitida al tema en cuestión sería: se
considera que la acción sensorio-motora se interioriza progresivamente, lo que va a dar
lugar a la función semiótica, donde se encuentra el pensamiento o sea la actividad
representativa abstracta, el lenguaje, el dibujo, la imagen mental, el juego simbólico e
imitación diferida.
31
Piaget, Jean. Inhelder, Bärbel. (1993). Psicología del niño. Morata. Madrid.
52
4.1.9. El espacio
En ambas teorías (psicodramática y sistémica) el concepto del espacio es relevante; en
la teoría del psicodrama es fundamental para llevar a cabo una escena, tanto para poder
demarcar el espacio dramático (es decir, el escenario), como para relevar el lugar en
donde se lleva a cabo la dramatización (es decir, el aquí); por su parte, en la teoría
sistémica tiene relevancia, tanto para la formulación de hipótesis, como en la misma
técnica de manipulación del espacio.
Más allá de la preeminencia que posee dicho concepto, es factible estipular una
“ilación”; se puede decir que, en un espacio terapéutico, cuando se utiliza la técnica de
manipulación del espacio para permitir que, por ejemplo, dos miembros puedan
interactuar sin ser molestados o interrumpidos por los demás, se estaría demarcando por
debajo de ellos un escenario, quedando el resto de los individuos en el lugar de público.
Minuchin (1999) ya había apreciado esta característica del espacio, pero sin realizar un
mayor detenimiento en su estrechamiento con el psicodrama: “El uso del espacio para
crear real proximidad y distancia, delimitar subgrupos (actores y observadores),
intensificar el afecto o potencializar la actuación de fantasías o papeles, es útil en
familias (...) Esto permite al terapeuta funcionar como el director de una obra teatral,
armando la puesta, creando un escenario, asignando una tarea y pidiéndole a los
miembros de la familia que funcionen dentro del nuevo marco que ha impuesto”32
Ambas teorías toman al espacio como un elemento eficaz, el cual está presente durante
todo el proceso psicoterapéutico, siendo su manipulación de utilidad, ya que permite
realizar intervenciones en función de la distribución espacial de los pacientes.
32
Minuchin, S. (1999). Familias y terapia familiar. Gedisa. Barcelona. Pág. 346
53
se considera al medio circundante de los pacientes al llevar a cabo el proceso
terapéutico; el psicodrama también toma en cuenta a las personas con respecto a sus
relaciones interpersonales, a los hechos significativos que les acontecen y los integra al
devenir terapéutico. Según relata Moreno mismo, en su único encuentro con Freud, le
dice: “... Usted ve a la gente en el ambiente artificial de su consultorio, yo la veo en la
calle y en su casa, en su contorno natural...”33
Hoy en día ambas corrientes trabajan, principalmente, en el ámbito del consultorio
(tanto público como privado) pero no por ello aíslan a quien se presenta al espacio
terapéutico, se apunta a considerar los factores circundantes; las dos teorías
mencionadas reconocen que las interacciones y los contextos en los cuales están insertos
los pacientes no pueden ser omitidos, un ejemplo de ello es la familia.
4.1.11. El presente
Ambas teorías rescatan la importancia del presente, reconocen que el pasado de la
persona es importante, pero no le otorgan el poder suficiente como para eclipsar la
relevancia del presente, y es por ello que trabajan con técnicas que le permiten
intervenir en este, y no de manera tal que se interprete el pasado.
Uno de los tres pilares del psicodrama es el “aquí y ahora”; el “ahora” pone énfasis en el
momento en el cual esta sucediendo la dramatización: en el presente, aunque se realicen
diferentes escenas con distintas ubicaciones temporales (por ejemplo, pasado o futuro)
no se persigue “traer” ese momento.
Minuchin (1999)resalta el interés por el presente, ya que es en ese momento en donde
está la disfunción y las relaciones interpersonales que la acompañan. Cuando se le pide
a la familia que realice una escenificación, se le esta pidiendo que demuestre su
funcionamiento en ese momento, “ahora”. La modalidad de trabajo de la terapia
sistémica es centrada en las interacciones que acontecen en el presente y en función de
este se realizan las intervenciones técnicas.
33
Moreno, Jacob. (1993). Psicodrama. Lumen-Hormé. Buenos Aires. Pág. 27
54
4.1.12. Rol del terapeuta
Desde ambas teorías el rol del terapeuta es activo, vale decir, que permanentemente
debe estar dirigiendo el curso de la psicoterapia implementando técnicas y desde una
actitud de co-experimentador. En ambas corrientes el terapeuta pasa a formar parte de
un nuevo sistema conjuntamente con los pacientes, teniendo un amplio grado de
implicancia.
4.1.13. Yo-auxiliares-Coterapeutas
Los yo-auxiliares del psicodrama cooperan con el protagonista a través de funciones: a)
representando roles para poder llevar a cabo la escena; b) como agente terapéutico, es
decir ayudando al protagonista, “guiándolo” durante la situación dramatizada.
Para la teoría sistémica, cada uno de los pacientes desempeña el rol de “co-terapeutas”
con respecto a los demás.
Para ambos casos los integrantes del grupo actúan como herramientas que contribuyen
con el proceso psicoterapéutico. Las denominaciones son diferentes pero la esencia de
su valor terapéutico es la misma.
55
comprensión de vínculos y permite establecer contacto con mayor prontitud entre los
distintos pacientes.
Es notoria la similitud que se establece en este punto de llevar a escena situaciones de
los pacientes; en ambos casos los diferentes sujetos se transforman en actores,
representando roles activamente; como así también, los terapeutas oficiarán de
directores, interviniendo con técnicas en los momentos que aprecien adecuados. Desde
ambas perspectivas se efectúa una gran valoración de la comunicación no verbal-
lenguaje corporal, ya que contribuye con información y facilita el desarrollo del drama.
La teoría psicodramática cuenta con una denominación de los términos empleados más
explícitamente referidos al teatro que la teoría sistémica, aunque los teóricos sistémicos,
cuando desarrollan, argumentan y ejemplifican sus desarrollos emplean términos que se
encuentran en el cuerpo teórico del psicodrama (por ejemplo, actores, director, drama,
escenario).
4.2. Complementariedades:
Teniéndo en cuenta los conceptos desarrollados y las interrelaciones que se han podido
establecer, es factible elaborar las posibles complementariedades que se podrían
implementar en un proceso psicoterapéutico.
La familia, como todo sistema abierto, tiende a mantener su homeostasis; por lo cual
tenderá a mantener sus interacciones o a utilizar movimientos de cambio 1. Pero frente
a interrelaciones disfuncionales necesitarían ensayar nuevas posibilidades, considero
que el marco del “como si” del psicodrama ofrece un espacio contenedor para probar las
nuevas interacciones, además de explorarlas.
Pavlosky, Martínez Bouquet y Moccio (1979) consideran que con la aplicación del
psicodrama es posible explorar la manera en cómo el sistema va incorporando sus
pautas, debido a que es posible explorar la mediatización entre la sociedad, la familia y
el individuo a través del psicodrama. La utilización del psicodrama conjuntamente con
la teoría sistémica podría enriquecer significativamente la información que se obtiene;
ya que desde la teoría sistémica se podrían aprovechar conceptos y desarrollos (tales
56
como sistema, subsistemas, coalición, estructura familiar), los cuales serían plausibles
de reflejarse en las técnicas psicodramáticas. Por ejemplo, en la exploración de una
pauta transaccional disfuncional, se podría hacer hincapié en dramatizaciones de
escenas pasadas, en las cuales se decantarían las soluciones intentadas del sistema o
cambios 1.
Uno de los objetivos de un terapeuta sistémico sería flexibilizar la estructura familiar,
para ello deberá fomentar que los integrantes del sistema puedan realizar nuevos tipos
de interacciones; una manera de sondear y experimentar nuevas interacciones podría ser
a través del psicodrama, por ejemplo, se podría aplicar la técnica inversión de roles para
que los pacientes puedan explorar las repercusiones que poseen los roles que
desempeñan cotidianamente; la técnica del doble podría ser utilizada cuando se trabajan
secretos familiares, ya que el doble esta “autorizado” a decir aquello que el protagonista
está “obligado” a callar; también comentan dichos autores, que la aplicación del
psicodrama es favorable cuando se presentan problemas generacionales, ya que
dramatizando la conflictiva familiar se permitiría un acceso emocional y un camino a la
discusión abierta.
Las personas cuando discuten tienden a adoptar la causalidad lineal, explicando de tal
manera lo que les sucede, por ejemplo: “tú has hecho que llegáramos a esto”. Como se
ha comentado anteriormente, Watzlawick et. al. (1995) consideran la puntuación de la
secuencia de hechos como organizadora de las interacciones, pero cuando no se
acuerdan las puntuaciones acarrean conflictos interrelacionales. La persona A culpa a la
persona B por su conducta, sin reparar en que su propia conducta influye y es influida
por la conducta de B, para poder superar esta patología de la comunicación es necesario
que los individuos involucrados adquieran más información; una manera de lograrlo
podría ser aplicando la técnica de inversión de roles, ya que la persona A debe
“colocarse en los zapatos” de su interlocutor pudiendo esclarecer cuales son los datos
que la persona B toma en cuenta para realizar su conducta.
57
Es posible decir que tanto la terapéutica psicodramática como la sistémica trabajan con
grupos. Pero hay una diferencia radical en ello; por lo general, en el espacio
terapéutico psicodramático los pacientes son personas que no se conocían entre sí y
luego de la sesión no se frecuentan, consiste en lo que se denomina un grupo artificial,
conformado exclusivamente para un fin terapéutico; muy por el contrario, los pacientes
del espacio terapéutico sistémico, casi siempre, conforman una familia, es decir un
grupo natural, que cuenta con una prolongada relación entre ellos, y luego de la sesión
deben seguir conviviendo. Los pacientes en el psicodrama dramatizarán, más
frecuentemente, otros roles, mientras que los pacientes que concurren al espacio
terapéutico sistémico escenificarán, casi siempre, sus propios roles.
Por lo cual, el compromiso de los comentarios realizados es muy diferente en los dos
contextos grupales; por ejemplo, si en el grupo psicodramático se está tratando un tema
con respecto a la familia, es más probable que el paciente de este grupo realice
intervenciones más fácilmente que si estuviera en un espacio terapéutico sistémico, en
el cual su propia familia estaría allí (Farmer, 1995). Minuchin (1999) recomienda que,
a veces, resulta útil trabajar separadamente con algún subsistema, ya que la presencia de
todos los miembros produce inhibición en el desarrollo de algunos temas (por ejemplo,
secretos familiares).
Esta diferencia sustancial (ya considerada por Moreno. Compernolle, 1981) debe ser
tenida muy en cuenta, para el planeamiento de los objetivos terapéuticos, y también
cuando se debe evaluar qué se pretende con la instrumentación de una determinada
técnica, lo cual no quiere decir que una técnica utilizada en determinado marco no
pueda ser aplicada en otro, sino que justamente la utilización de sus conceptos y
técnicas pueden favorecer a un mejor desarrollo del proceso terapéutico. Por ejemplo,
el marco del “como si” psicodramático podría otorgarle un nuevo contexto a un
individuo para que se exprese frente a los demás miembros de su familia.
Farmer (1995) propone que dentro de un espacio terapéutico de marco sistémico el
psicodrama puede ayudar a clarificar la situación del paciente identificado; el
protagonista (rol desempeñado por el PI) y el resto de los miembros de la familia
pueden obtener mayor información sobre sus interacciones. Las dramatizaciones que se
58
lleven a cabo permitirían: vislumbrar cómo todos intervienen en el problema que se le
atribuye al paciente identificado, y considerar de qué manera se pueden plantear los
requerimientos necesarios para una posterior modificación del patrón de las relaciones
interpersonales.
59
5. Conclusiones
34
Extraído de Compernolle, Theo. (1981). “J. L. Moreno: An unrecognized pioneer of family therapy”.
Family Procees. volumen 20, página 331. La traducción es propia.
60
pretendido considerar al presente trabajo como exhaustivo de todas las posibles
“ilaciones”.
Además, los desarrollos aquí expuestos sientan las bases para elaborar futuros trabajos
orientados a realizar investigaciones con respecto a la integración teórica. Como se
mencionó, esta tendencia es la más considerada por el reciente movimiento integrador;
respondiendo, de tal manera, a las necesidades actuales de una psicología científica.
61
Bibliografía:
62
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Paidós. Barcelona.
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Relatos de esperanza y renovación. Paidós. Barcelona.
20. Moreno, Jacob. (1993). Psicodrama. Lumen-Hormé. Buenos Aires.
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63