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Bienvenidos a San Francisco de la Montaña

San Francisco de la Montaña es un pueblo con una historia interesante.


Durante la colonia sirvió como punto de acceso a las minas ubicadas en las
montañas cercanas. De la época colonial data la famosa Iglesia de San
Francisco, la cual fue declarada como patrimonio histórico y actualmente está
en proceso de restauración.Como distrito, San Francisco está dividido en seis
corregimientos: San Francisco cabecera, Corral Falso, Los Hatillos, Remance,
San Juan y San José. Tiene una población de más de 10mil habitantes, quienes
se dedican a la agricultura, el comercio y la ganadería principalmente.

Además de la conocida iglesia, San Francisco posee otros atractivos turísticos


ya que se encuentra rodeado de caudalosos ríos y terrenos montañosos. Su
clima y su cercanía con Santiago de Veraguas lo hacen un lugar muy atractivo
para vacacionar.

Se cree que la fundación del pueblo de San Francisco de la Montaña fue en


1621, según los historiadores. También se dice que sus fundadores fueron Fray
Pedro Gaspar Rodríguez y Valderas, miembro de la orden de Santo Domingo.

Los habitantes de esta comunidad fueron en sus mayoría aborígenes que


durante el siglo XVII vivían en chozas de paja agrupadas al rededor de una
pequeño y rústico templo. La comunidad en general era pequeña, para el año
de 1691 contaba con sólo 50 personas.

Al pasar de los años San Francisco de la Montaña se ha convertido en una


pujante comunidad que no ha dejado atrás sus tradiciones y su fervor religioso.
Se localiza en un pequeño valle entre los ríos Gatú, Santa María, y la Honda, a
solo 16 kms. al norte de ciudad de Santiago.

Parroquia San Francisco de Asís

Es la parroquia del pueblo de San Francisco de la Montaña. Se estima que la


iglesia San Francisco de Asís, fue edificada en el año 1727, según el Padre
Fernández de Palomera Vidal.

Su arquitectura de tipo barroco, y mezcla el arte hispánico, porque sus


imágenes tienen rasgos autóctonos. “Es como si el arte hispánico se hubiera
vestido de indio en la iglesia San Francisco de la Montaña”, según el arquitecto
Samuel Gutiérrez.

Con la finalidad de preservar toda la majestuosidad que encierra este templo,


fue declarado Monumento Nacional en el año de 1937.
¿Cómo llegar?

Si usted viene en dirección de Panamá, al llegar a Santiago siga por la Vía


Interamericana, después de pasar el hotel Gran David se va a ubicar en un
cruce de calles, doble hacia la derecha, y recorra 16 kms. Una vez llegue al
pueblo, todas las entradas conducen cerca de la Iglesia.

En el centro geográfico de la República de Panamá, cintura del continente


americano, hay un pequeño valle en el que convergen varios ríos que nacen en
los puntos más altos de la Cordillera Central.

Para el visitante casual, es un modesto poblado de gente dedicada a los


trabajos del campo, con hermosos balnearios de nombres exóticos, una brisa
deliciosa que baja de las montañas y una iglesia antigua en la que reposan
más de cinco mil piezas talladas a mano en las maderas más preciosas de la
región y alojadas en los altares barrocos más antiguos del continente, algunos
pintados exquisitamente, otros forrados en láminas de oro.

Y es que San Francisco de la Montaña no es un sitio cualquiera. Lugar hermoso


de noches perfectas, donde la sabana se besa con la cordillera, fue construido
sobre una historia fascinante que no ha sido aún escrita.

Hace un par de siglos capital del Ducado de Veragua, San Francisco de la


Montaña fue fundado formalmente en 1621 por el sacerdote Gaspar Rodríguez
y Valderas, aunque la verdadera fecha de su origen se ha perdido para
siempre. Región muy rica en el oro codiciado por los españoles que se
acercaron al sitio en 1501 y que durante más de cien años fueron derrotados
una y otra vez en batallas que jamás serán contadas y de las que sólo quedan
los nombres legendarios que se han repetido por generaciones, como ese del
jamás vencido cacique Urracá.

Resultado del encuentro entre América y Europa, ubicado en la provincia en la


que nacieron algunas de las tradiciones que nos definen hoy como nación, San
Francisco de la Montaña conserva un rico legado indígena y español: altares
churriguerescos en la iglesia desde los que nos observan infinidad de rostros
indígenas tallados hace más de trescientos años; sofisticados quesos y
tradicionales postres en los que los frutos más autóctonos son mezclados de
forma original con las especias más exóticas; amplios ríos cuyas aguas todavía
llevan el oro que lavan de las montañas en las que nacen; y una historia que se
escucha, si se presta suficiente atención, en las formaciones rocosas en los
balnearios, en las esquinas dormidas del pueblo colonial, en el murmullo del
viento que pasa y deja una huella indeleble.
En marzo de 2010 nos hemos propuesto despertar ese legado cultural, ese
patrimonio de la humanidad, para inspirarnos con los artistas invitados de
todas partes y crear un mundo nuevo, uno soñado sobre esa rica historia,
construido con la diversidad, pintado con los colores de los días y las noches de
este valle hermoso y las buenas vibraciones de la música y la danza, todo
narrado al ritmo sensual de la poesía.

En el pintoresco poblado de San Francisco de La Montaña, en Veraguas, la


historia ha ido recobrando su esplendor y belleza originales, con la restauración
de los impresionantes retablos de 300 años de antigüedad, que reposan en la
iglesia colonial del sector.

Los altares mayor y de La Purísima Concepción fueron trabajados


minuciosamente, una pieza a la vez, por la experimentada y reconocida
restauradora mexicana Ángela Camargo.

Este es un grupo de retablos de madera con imágenes talladas y pintadas en el


año mil 700 aproximadamente, pero que a inicios de 2001 sufrieron severos
daños a consecuencia de la falta de cuidado de la empresa que realizaba
trabajos en esta iglesia.

Ahora se completó la segunda etapa de las restauraciones, pues en una


primera se trabajaron los altares de La Pasión, Las Ánimas del Purgatorio y de
San Antonio, los que fueron entregados el 29 de agosto de 2006.

Se han sumado más de 20 años después de la ultima intervención que


sufrieron estos retablos, pues la propia Ángela Camargo los trabajó entre 1979
y 1980, cuando los restauró y dejó recuperados para los moradores, que
asistían rutinariamente a misa o para los visitantes.

Anel Rodríguez, director general del Instituto Nacional de Cultura (Inac),


aseguró que esta obra de restauración se continuará desarrollando hasta que
la iglesia esté recuperada en su totalidad.

Para lo que dijo hay destinado aún para 2007 cien mil dólares y para 2008, 150
mil, lo que llevaría a culminar todos los trabajos de restauración y la
finalización de la obra.

Ya se han invertido 119 mil dólares en los trabajos de rehabilitación de la


estructura por la empresa Chava S.A. y 150 mil dólares en la primera etapa de
restauración.

Oscar Mario Brown, obispo de Veraguas, señaló que llegar a esta etapa ha
costado mucho, pero que aunque se quiere ver la iglesia terminada, es muy
importante lo que se está haciendo.
Ángela Camargo, restauradora, indicó que en febrero de 2008 se comenzarán
los trabajos de restauración del altar de la Virgen del Carmen y de los pilares
del área del presbiterio, lo querepresenta una tercera etapa.

Además explicó que hay un plan para proteger los frontispicios de los seis
retablos y colocar una baranda de respeto, para que la gente no pase.

Quedarían pendientes para una cuarta etapa tres altares, el púlpito con su
tornavoz y escaleras, la pila bautismal, dos pilas de agua bendita, San Juan
Bautista, la capilla bautismal y las cariátides.

HISTORIA. Hermosos retablos que recuerdan una época de oro.

La fecha de construcción, el fundador y los trabajadores en esta obra se


desconocen, pero se estima que se hizo en el siglo XVIII, por los españoles que
participaban de la colonización, donde se aplicó un arte barroco popular.

Según Camargo los trabajos en detalle de los retablos están marcados por la
influencia española, pero se nota que hubo participación de los indígenas.

Explicó que en los altares se refleja la influencia de varias culturas, "se muestra
lo tosco de las flores y decoraciones, pero a la vez la dulzura y finura de las
esculturas, lo que deja ver que tanto españoles como indígenas trabajaron uno
al lado del otro".

DETALLES

Los materiales para la restauración de los retablos fueron traídos al país desde
Florencia Italia, tratando de garantizar la calidad propia y la durabilidad de
estos retablos.Fueron escogidos por la restauradora mexicana, buscando a su
juicio lo mejor que exista en el mercado, "estos retablos liadísimos se lo
merecen"Todos los altares restaurados fueron desmontados completamente y
se trabajó por separado cada pieza, lo que implicó un detalle minucioso.El altar
mayor cuenta con 480 piezas, el de la Purísima 192, mientras que el de la
Pasión, Ánimas del Purgatorio y de San Antonio, tienen unas 120 piezas, todos
fueron desmontados y se les hizo una desinfección, consolidación,
reconstrucción, talla, ajuste, resanes, retoques pictóricos, aplicación de hoja de
oro y barniz final, para brindar la imagen que tienen en la actualidad.
Está conformado por sies corregimientos:

San Francisco

Corral Falso

Los Hatillos

Remance

San Juan

San José

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