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Modales en la mesa

La comida o cena se rige por unas normas básicas que se


deben seguir si queremos presumir de ser personas
educadas y correctas.

MODALES EN LA MESA

Características Generales de una Comida o Cena

COMIDA DE ETIQUETA. Los dueños de casa se servirán


una porción que permita que no terminen antes que el
invitado.

En estos casos no se pasa la sal, la pimienta ni la


mantequilla unos a otros. Son los sirvientes los que hacen
todo el servicio.

Ningún invitado se sentará a la mesa con el cigarrillo


encendido; corresponde encenderlos en la sobremesa si se
colocan los ceniceros. Correspondientes.

En una comida de etiqueta no se rehúsa ningún plato, si no


es del gusto se sirve una cantidad mínima y no tiene
importancia que se deje intacta la pequeña cantidad
servida.

Cuando se acepta comer, se colocan el tenedor y el cuchillo


en la orilla derecha del plato, el tenedor con los dientes
hacia abajo (cuando uno o ambos han sido usados).

La cuchara de postre o el tenedor según lo que se use, o los


dos se colocan en el plato vacío, igual que en el caso
anterior, el tenedor quedará con los dientes hacia abajo. La
cuchara a la izquierda, el tenedor a la derecha o el cubierto
solo en el centro del plato. Lo mismo puede quedar el
tenedor y el cuchillo en el centro del plato.

Cuando el café no se toma en la mesa y los dueños de casa


invitan a pasar a otro recinto, los caballeros se ponen de pie
y en ese momento pueden disfrutar de un cigarrillo o de un
cigarro puro.

Reuniones en la casa de carácter semi-informal:

Generalmente para festejar un acontecimiento íntimo, a


todos nos gusta realizar reuniones que, aunque muy
costosas en estos momentos, suelen resultar muy
interesantes y fáciles de realizar cuando la dueña de casa
es habilidosa y capaz de conformar un menú que ella
prepare. Puede consistir en una cena tipo buffet donde los
invitados no pasen de ocho personas para que se sientan
cómodas en un ambiente de características comunes.

Los bocaditos se pueden colocar directamente en la mesa


lo mismo que los emparedados y otras especies que se
hayan preparado con antelación. Los invitados se sirven a
su gusto y los dueños de casa sólo sirven los vinos.

Pueden servirse también en mesitas con bandejas


preparadas para que todos puedan gustar los preparados.
Las invitaciones para una cena de este tipo se hacen
generalmente por teléfono, o personalmente, y los
invitados vienen con traje de calle. No es correcto llevar a
la cena o comida a otra persona, aunque sea familiar o un
amigo común; en todo caso se consulta a los dueños de la
casa, si se tratara de un huésped ocasional.

Cuando se fija una hora determinada, los dueños de casa


deben estar en la sala un poco antes, pues los invitados
deben llegar con antelación, permitiéndose un atraso de
quince minutos.

En las grandes cenas un atraso de media hora se tolera.


Cuando un invitado llega con atraso y ya están todos
sentados, debe aproximarse a la dueña de casa que no se
levantará de su asiento, a fin de ofrecerle disculpas y
justificar su retraso.

Si la cena es muy formal, los dueños de casa conducen a


los invitados a un lugar determinado; si es más íntima, deja
que se ubiquen a su voluntad.
Si hay un invitado que es el homenajeado, debe quedar a la
derecha del anfitrión y otro más anciano o mayor, a la
derecha de la dueña de la casa.

Para servir una cena semi-informal en la mesa debe tenerse


en cuenta un menú de acuerdo con la estación. Platos
condimentados: sopas, carnes al horno, pescados, dulces,
pasteles, café son apropiados para el invierno.

En verano el menú será más ligero a base de verduras,


carne, ensalada y como postre cremas heladas, masas, té o
bebidas frías.

Una cena formal cuenta siempre con un cóctel de


camarones o un antipasto variado. Sopa de crema o pasta,
un plato de pescado, carne o ave que se sirve con
ensalada, pastel y café.

Para la cena informal, también se puede tener una mesa


con un mantel sencillo, pero de buen gusto; también los
manteles individuales sirven en esta ocasión.

PRECEDENCIA: Veamos, primero, que significado tiene


este vocablo.

Según el diccionario de la Lengua Española, Precedencia


(del verbo preceder, derivado a su vez del latín 'preacedere'
= ir delante o por delante) es:

"Preeminencia o preferencia en el lugar y asiento. Primacía,


superioridad..."

Esta definición nos dirige ya hacia su precisa significación


en el área del protocolo en general y en la específica del
protocolo de las mesas.

Pero antes, reflexionemos brevemente sobre la naturaleza


y el sentido del término protocolo, pues la precedencia
constituye su parte más esencial, de tal modo que sin la
previa precedencia el protocolo no es posible.

Para comenzar, podemos definir el protocolo, como el arte


de la determinación y el establecimiento de las formas más
idóneas para la eficaz ejecución de toda actividad humana,
sociable, oficial y relevante.

Vemos, pues, que los caracteres definitorios de esta


actividad son:

Su sociabilidad ha de ser realizada en la sociedad humana,


con la acción y la participación de dos o más personas.

Su oficialidad ha de ser una actividad oficial, es decir, que


sea consecuencia de la acción del estado, en cualquiera de
sus ámbitos o niveles. Ha de llevarse a cabo, por tanto, en
el seno de la estructura del estado.

Su relevancia ha de ser importante, pues una actividad


humana, que teniendo los dos caracteres anteriores no
alcance un mínimo nivel de relevancia, no puede ser objeto
del protocolo.

Como la acción objeto del protocolo ha de ser realizada por,


o con, la participación de dos o más personas, ello exige el
establecimiento de un orden en las mismas, previo a la
actividad que vayan a desarrollar, para que ésta sea eficaz,
es decir, implica la previa determinación de su precedencia.
En consecuencia, y desde la óptica del protocolo,
podemos definir ya la Precedencia como:

"El previo establecimiento de un orden entre las personas


que realizan o participan en una actividad que afecta al
protocolo, en función de su preeminencia, primacía, rango,
nivel o relevancia, en el seno de la estructura y de la
sociedad misma, que integran el estado, para obtener la
máxima eficacia de la mencionada actividad".

En esta definición aparecen ya las dos interpretaciones que


pueden darse de la Precedencia:

En sentido estricto: la ordenación de las personas, en virtud


de su nivel o rango oficial, estableciendo por norma legal,
tradición o uso.

En sentido amplio: la ordenación de las personas, en virtud


de su importancia real en la sociedad, soporte del estado.

A diferencia del primer tipo de precedencia, claro y preciso,


el segundo no lo es. Sin embargo, siempre, y más aún en el
tema de las mesas, por las razones que a continuación
expondremos, es esencial tenerlo en cuenta.

Hemos dicho que el objeto del protocolo y de la previa


precedencia es la eficacia de las actividades, actos o
ceremonias humanas antes descritas.

Pero para obtener esta eficacia, es necesaria la razonable y


precisa ordenación de los sujetos.
Es decir, que los objetos estén en su sitio.

Si estas personas tienen su sitio predeterminado en una


relación oficial, no hay problema. Sí lo hay cuando la
persona, por su importancia, aún teniendo un sitio
relevante en la sociedad, este sitio no está incluido en una
lista de precedencias.

Dicho de otro modo: existen dos colectivos de


personalidades:
Las que tienen su sitio establecido en una relación oficial u
oficiosa.

Las que, siendo importantes, no lo tienen.

Pues bien, cuando las personas de estos dos colectivos


coinciden en la ejecución de una actividad, ¿Qué se hace?

Muy sencillo: aplicar el denominado "peinado" o


"interpolación" de las personas, con su integración en una
precedencia única, aunque procedan de diferentes
colectivos.

La misma solución cuando se trata de personas que, aun


teniendo todas una precedencia definida, pertenecen a dos
o más grupos de naturaleza distinta, con precedencias
diferentes (por ejemplo: autoridades civiles y militares, o
autoridades civiles, militares y eclesiásticas), y estos grupos
no tienen como tales, en el acto en cuestión, un lugar
propio, separado y determinado.

Distribución de Puestos:

Los puestos se han de distribuir con antelación y anotarlo


en algún sitio.

Si se trata de una comida, cena o acontecimiento formal de


gran magnitud, se deberá utilizar una tarjeta para indicar a
los invitados sus puestos.

La Hora:

Aunque se ruega a los invitados que lleguen con un poco de


antelación (tiempo para el APERITIVO); es incorrecto llegar
mucho antes de la hora fijada, y lo es más aun llegar con
retraso. No sólo es poco considerado hacer esperar a los
demás, sino que estos retrasos, dado que las cenas deben
estar cuidadosamente cronometradas, pueden provocar
problemas en la cocina.
Si por alguna razón, el retraso va a ser inevitable, debe
avisarse por teléfono a la anfitriona.

A veces, en lugar de esperar, la mejor solución para todos


es empezar.

Si se empieza a comer y un comensal sentado en un sitio


preferencial no llega (y no ha avisado), lo mejor es dejar su
servicio sin retirarlo de la mesa (siempre puede llegar).

Filosofía y Naturaleza de la Precedencia La primera Regla


de Oro consiste en aplicar la Precedencia con inteligente
flexibilidad, nunca con rigidez, porque la precedencia es
una guía, no debe ser un corsé.

No olvidemos que el establecimiento de la precedencia,


necesaria para la ordenación de los comensales, es un
medio para obtener la eficacia de la comida. No es un fin en
sí misma.

Hay quien la interpreta con la rigidez que hace pasar a un


director general (con precedencia establecida) por delante
de un gran financiero o industrial, de un excepcional
investigador, de un famoso escritor, periodista o artista
(que no la tienen), aunque estos sean realmente más
importantes que el citado director general. Esto es un error.

Y para terminar, he aquí la segunda Regla de Oro,


también esencial, en la interpretación y ambientación de la
precedencia.

Las personas a las que les pueda corresponder más de una


precedencia, por poseer al tiempo varios rangos o
dignidades (cada uno de los cuales con su precedencia
propia) han de ser ordenadas atendiendo la precedencia
que les corresponda según el objeto de la comida, aunque
queden situadas por debajo del lugar que ocuparían si se
las aplicase otra, superior, de las precedencias que gozan.

En la mesa los cubiertos se utilizan de fuera hacia dentro. Y


estarán colocados siguiendo el orden de los alimentos que
se servirán.

La ESENCIA de los buenos modales en la Mesa es ser tan


discreto como sea posible, y agarrar los CUBIERTOS de un
modo que no sea natural le hará parecer desmañado y
atraerá la atención hacia sus manos.

Incorrecciones Usuales:

Muchas personas suelen coger el utensilio apretando el


puño alrededor del cubierto (en particular cuando utilizan la
cuchara sopera).

Otro error consiste en sostener los cubiertos por la BASE


DEL MANGO, como se hace con los lápices y bolígrafos.

Hay quienes cortan mal las viandas al colocar el cuchillo y


el tenedor cortando en horizontal con el cuchillo, como si
estuviese tocando el "VIOLONCHELO".

La forma correcta de sujetar y utilizar los cubiertos:

Sujetar:

Inclinados en pequeño ángulo. Debe tomarlos con los dedos


pulgar, índice y corazón, dejando que el extremo del dedo
se apoye ligeramente en la palma de la mano, cerca de la
raíz de los dedos.

Sin embargo, cuando se lleva a la boca la CUCHARA


SOPERA, el mango lo sujetará también con estos tres
dedos, pero el extremo se apoyará sobre el índice
extendido para conservar nivelada la cuchara.

Manejar:

Hay dos maneras de manejar el cuchillo y el tenedor: al


estilo Europeo y al estilo Americano.

Estilo Europeo: El comensal no suelta los cubiertos en


ningún momento. Procede a cortar con el cuchillo la carne o
el alimento servido, normalmente un trocito cada vez y usa
el tenedor con la mano Izquierda, con las púas hacia abajo,
para pinchar el trozo y llevarlo a la boca.

Estilo Americano: Se distingue porque el comensal corta


primero unos cuantos bocados de alimento y deja después
el cuchillo cruzado justo enfrente del plato. El tenedor se
cambia entonces a la mano derecha. La mano izquierda se
apoya en la rodilla mientras se está usando el tenedor. Por
consiguiente, el comensal cambia estos cubiertos de una
mano a otra tantas veces como precise a lo largo de la
comida. ¡RECUERDE! que no debe cortar a un tiempo más
de tres trozos.

No se considera de BUENA ETIQUETA, cortar todo el


alimento en trocitos, en cuanto le sirven el plato.

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