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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E. “Ezequiel Zamora”
El Arenal, Edo. Mérida

EL IDEAL DE
BOLÍVAR:
“UN SUEÑO QUE
SIGUE VIVO”
Elaborado por:
Gerardo Peña
El Alfarero de las Republicas.
Bolívar fue un alfarero de Repúblicas,
creador de la Gran Colombia
(Venezuela, Nueva Granada y Ecuador),
de las Repúblicas del Perú y Bolivia.
Pero sobretodo lo fue de la Libertad de
los pueblos Latinoamericanos. Bolívar
es el único hombre del mundo a quien
en vida se le ha dado el título honorable
de Libertador, no sólo por el pueblo, sino
legalmente. Para Simón, que amaba y
sentía afición hacia la gloria, ser
Libertador era el título más honroso en
el mundo. 
Quien fue Simón Bolívar.
Fue un excepcional militar, estadista y
filósofo, entre muchos otros adjetivos.
Pero Simón fue sobretodo un idealista,
un soñador. Un hombre con un corazón
demasiado grande para este mundo, un
hombre que ofreció su vida para
construir naciones duraderas, para
sembrar la educación de los pueblos,
para ver germinar las nuevas potencias
mundiales, para sacar de la pobreza al
campesino, para dar libertad al esclavo,
para construir una Latinoamérica llena
de prosperidad.
El Ideal de Bolívar
Simón fue un idealista. Deseaba en lo
más profundo de su ser la unión de
todos los países americanos, aunque
estaba consciente de que esto era
imposible. Sin embargo, anhelaba que
las repúblicas formaran una Liga, una
especie de congreso de todos los
países Latinoamericanos desde
México hasta la Argentina. Quería un
Poder Moral que velara por las
buenas costumbres y por la buena
educación de los niños. Soñó con
Colombia, la gran nación formada por
las provincias de Venezuela, Nueva
Granada y Quito.
Fantaseó con la libertad de indios y
esclavos. Ninguno de estos proyectos duró
demasiado, a pesar de lo revolucionarios e
innovadores que eran. De hecho, el Poder
Moral nunca llegó a plasmarse en una
constitución hasta ahora. Bolívar fue
idealista, pero también visionario, y sabía
que planteaba estas propuestas porque
eran fundamentales para la consolidación
de repúblicas fuertes y duraderas. Bolívar
quería mucho a su patria, pero tenía una
visión continental, como nadie la tuvo en
su época. Estaba consciente que en la
unión está la fuerza, y fue su consigna de
vida. Lamentablemente, nadie lo quiso oír,
todos se cerraron en sus intereses, en sus
tierras, en su licor, en sus privilegios, y
resolvieron deshacerse de Simón.
Construir Repúblicas no es fácil, y
menos llevar la Libertad a los
pueblos. La independencia de
Venezuela costó sacrificar las
valiosas vidas del Generalísimo
Francisco de Miranda y Manuel
Piar; así como perder muchísimas
otras en los campos de Batalla:
Ricaurte, Girardot, Cedeño,
Anzoátegui, Plaza; atravesar las
más adversas condiciones naturales
desde los eternos ríos de los llanos
apureños en época de lluvia, hasta
los más empinados suelos y fríos
parajes de la cordillera andina.
El Libertador amaba la Libertad y la
igualdad, principios russonianos que
entraron en vigencia con la
Revolución Francesa, y muy
conversados con su maestro
fraternal, Simón Rodríguez. También
era fiel seguidor de Montesquieu
(Pensador político de la Ilustración,
siglo XVIII), y por eso concordaba
con él acerca del sufragio universal,
libertad de culto, libertad de
expresión y, sobretodo, la división de
los poderes. Y también, como
Montesquieu, Bolívar sentía profunda
admiración por la constitución inglesa
y por la Monarquía de aquel país.
A partir de aquí, Bolívar edificó
la constitución ideal para
Venezuela, la que hizo frente al
Congreso Constituyente de
Angostura, en 1819, justamente
para echar a la basura la
irrealista carta magna que se
había hecho en 1811. Y ésta
constitución robusta que se
aprobó, fue la que de verdad le
sirvió a la República, aunque no
se admitieran algunas
recomendaciones del Libertador,
como el Poder Moral y la libertad
de los esclavos. Aún así, la
nueva ley era ya una gran
victoria bolivariana.
Para construir esas Repúblicas fuertes,
Bolívar quería mantener una sólida
economía basada en la agricultura. Por ello,
en su agenda estaba presente repartir las
tierras de los terratenientes a los
campesinos. Pero aquí se enfrenta Bolívar
contra la oligarquía criolla, la misma que
para mantener sus privilegios no quiso
aprobar la liberación de los esclavos. Los
intereses de los oligarcas eran muy fuertes
así como su poder, y poco a poco éstos se
fueron distanciando del Libertador.
Santander pasó a ser un estorbo y luego un
conspirador contra Colombia. Páez fue
convencido y forma parte del movimiento
separatista de La Cosiata. Pronto, Bolívar
pierde el respaldo de los que hasta hace
poco era sus amigos. Atentan contra su
vida, sin éxito.
Asesinan al Mariscal Sucre en
Berruecos. Con ello, Bolívar
queda destrozado ante la
pérdida de su discípulo y
sucesor. A partir de allí, Simón
ya no será nadie y morirá
abandonado en Santa Marta.
Las Repúblicas que tanto se
había empeñado por hacer
fuertes y duraderas, se
separarían (Como el caso de la
Gran Colombia), y entrarían en
épocas de oscuridad, guerra y
muerte. Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú, Bolivia y
Panamá vivirán una historia
amarga de la cual todavía no se
recuperan.

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