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¿De qué transformación estamos hablando en plena revolución creada por las tecnologías de la
información, cuando el conocimiento se está convirtiendo en el factor clave del éxito y las empresas
se enfrentan a la complejidad y la inestabilidad?
Se están desarrollando modelos de funcionamiento con capacidad para responder a los retos
actuales, estos se denominan “Modelos de Transformación empresarial”.
Esto modelos están enfocados a realizar funciones que le ofrecerán a las empresas una mejor
ventaja y beneficios dentro de su ámbito, como por ejemplo:
Permiten evaluar los progresos de la empresa y dar prioridad a las acciones de diferentes
actividades en la cadena de valor con el fin de adaptar el modelo de la empresa e identificar las
funciones en las que residen las auténticas ventajas competitivas y poder concentrarse en ellas.
Consiste en mantener un sano equilibrio en todos los estamentos de la organización, dentro del
proceso de transformación corporativo, reemplazando el enfoque mecanicista por un enfoque
integral y orgánico que haga más competitivos los rasgos genéricos de la empresa.
El grado de interconectividad e integración verbal y escrita, marca la gran diferencia entre la
empresa moderna y la empresa conformada sobre las bases de una sociedad industrial.
En la empresa moderna se habla de la era de la informática y de la era del conocimiento, y así, por
ejemplo, en una entidad bancaria la toma oportuna de decisiones se fundamenta en la disponibilidad
de información (era de la informática) y en el conocimiento del cliente (era del conocimiento).
El modelo biológico de transformación empresarial adoptado por Gouillart y Kelly, ofrece un
instrumento de diagnóstico organizacional que se conjuga con la reformulación, la reestructuración,
la revitalización, y la renovación. Es un enfoque integral que conjuga elementos críticos para el
desarrollo moderno de la organización.
Otro, es el nombrado Modelo "Biasca", que basa su fundamento en que el cambio debe ser
profundo, intencional, planificado, producto de un diagnóstico serio y acorde a cada caso.
En América Latina, según Biasca "somos grandes proponentes de ideas, somos muy creativos, pero
no tenemos la paciencia, la disciplina para la concreción de proyectos. Hay problemas de que
muchas empresas son familiares y muchas empresas son muy pequeñas". Hace falta decidirse,
atreverse a hacer los cambios profundos, al nivel que sea menester y por convicción, no sólo como
producto de una crisis que se veía venir y a la que no se le prestó atención oportunamente porque se
cayó en la monotonía, en el dejarse estar aunque se supiera que con tan sólo esforzarse por cambiar
un poco en algunos aspectos se podría lograr mejores ventas, mejor calidad de productos o
servicios, mejor imagen y, por ende, mayor productividad y dividendos.