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INICIACION

A LA PESCA

SUBMARINA
Índice:
1. EL EQUIPO DE UN PESCASUB
1.1. Las Gafas
1.2. El Tubo
1.3. Las Aletas
1.4. El Traje
1.5. Los Guantes
1.6. Los Escarpines
1.7. El Fusil o Arpón
1.8. El Cuchillo
1.9. El Pinchapeces o pasapeces
1.10. El Cinturón y el lastre
1.11. La Boya
1.12. La Linterna
1.13. Los cuidados del equipo

2. TECNICAS DE PESCA
2.1. La pesca a profundidad
2.2. La pesca a la espera
2.3. La pesca al agujero
2.4. La pesca a la caída
2.5. La pesca en pareja
2.6. La pesca a poca profundidad

3. UN POCO DE TEORIA
3.1. ¿Qué es la apnea?
3.2. Adaptaciones espontáneas del organismo
3.3. La compensación
3.4. El sincope por apnea prolongada
3.5. El riesgo de sincope en la apnea profunda
3.6. Los riesgos de la hiperventilación
3.7. La técnica de la inmersión en apnea
3.8. Contraindicaciones para la practica de la apnea

4. LA SEGURIDAD
4.1. Indispensable
4.2. Decálogo del pescador submarino
4.3. Tipos de accidentes mas frecuentes

5. ANIMALES PELIGROSOS
5.1. Animales urticantes
5.2. Animales mordedores
5.3. Animales punzantes
5.4. Otros peligros

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1. EL EQUIPO DE UN PESCASUB
Resulta que un buen día decides que quieres empezar a hacer pesca submarina, a lo cual
te animo. Pues bien, entonces llamas a ese amigo tuyo que sabes que lo practica, y le
preguntas... oye tío, ¿qué es lo que tengo que comprar?, él, de muy buena fe, te suelta:
Cómprate un chicle de 5mm, un apache de 90, unas aletas de carbono con pala
intercambiable, una mascara con efecto espejo y una boya con lastre. Tú piensas que tienen
que ver los indios en todo esto y que si el chicle puede ser sin azúcar por lo de las caries.
Total, que te quedas como estabas o peor, así que intentaremos orientarte un poco
contándote más o menos que es cada cosa y para que sirve.
Como es fácil de imaginar, de cada uno de los componentes citados podemos encontrar en el
mercado muchas variedades, entre las cuales debemos elegir la que más se ajuste a nuestras
necesidades.

1.1. LAS GAFAS

A la hora de escoger una máscara hemos de tener en cuenta las


siguientes premisas:

Deben de tener un volumen reducido, pero sin llegar a sentirnos


incómodos con ellas. Esto es por que a la hora de sumergirnos podremos compensar el
aplastamiento de la máscara contra la cara más fácilmente, simplemente soltando un poco de
aire por las narices.
El campo de visión debe de ser el máximo posible en relación con el volumen de la
máscara, quiere esto decir que tenga poco volumen interior pero un buen campo de visión.
Con esto evitaremos mareos por falta de visión.

1.2. EL TUBO

Sobre esto no hay mucho escrito, simplemente decir que para la pesca es
mejor que sea ancho y no muy largo para facilitar la ventilación y elástico
para que se doble fácilmente cuando toquemos con él el techo de las cuevas.
En cuanto a la boquilla decir que las hay de caucho y de silicona, dando estas
ultimas mejor resultado por tener mejor tacto y sabor.

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1.3. LAS ALETAS

Aquí conviene detenerse y reflexionar, pues unas aletas incomodas pueden


resultar insoportables, así que mucho ojo a estos pequeños consejos.
Lo que no admite discusión ninguna es el tamaño, tratándose de pesca
submarina no hay dudas, la pala ha de ser larga. En cuanto a la dureza de la
pala, a elección de cada uno, pero teniendo en cuenta que unas aletas duras
aprovechan mucho mejor el esfuerzo de los músculos pero requieren unas
buenas piernas. Podemos optar por unas algo más blandas, que aunque las
primeras veces puedes pillar un hartón de aletear, acabas por acostumbrarte a
ellas.
En cuanto al calzo existen dos modalidades, de zapato o de ajustar al pie
mediante correas. Yo no tengo dudas, aletas de zapato siempre, ya que las de
correa ajustable desaprovechan gran parte del esfuerzo.
En cuestión de materiales decir que están proliferando las fabricadas en fibra de carbono,
que si bien son mejores, también son muy caras y frágiles.
A la hora de escoger tus aletas, además de lo expuesto, deberás tener en cuenta que han de
ser por lo menos un par de números mas de lo que calzas, es decir, que si calzases un 42, has
de coger unas del 44, ya que se ponen con un escarpín debajo, que son una especie de calzos
de neopreno.

1.4. EL TRAJE

El traje es una de las elecciones más difíciles que hemos de hacer, a esto
debemos sumarle que es el componente más caro de nuestro equipo básico.
El traje es parte del equipo básico.
Bueno, una buena forma de escoger el traje que hemos de llevar es atendiendo
a nuestro nivel de pesca.
Si acabas de empezar, no estarás muchas horas seguidas en el agua, pues
bien, el traje más recomendable para este nivel es un biforrado de nylon. Entre
las ventajas de este traje están su extremada resistencia y su facilidad para
ponérselo, como inconvenientes encontramos su poca elasticidad y que no
ofrece un buen aislamiento térmico, pero como no estarás mucho tiempo en el agua, es
bastante recomendable. El grosor del neopreno mas recomendable y universal es el de 5mm,
pero eso ya depende de lo friolero que seas, si bien en el Mediterráneo en pleno verano te
parecerá mucho y optarías por un 3mm, y en el Cantábrico en invierno te parecerá poco y te
inclinarías por un 7mm.
Para un nivel medio lo más recomendable es un traje de exterior forrado de nylon e
interior microporoso, entre las ventajas está la de un mayor aislamiento térmico y una mayor
elasticidad, pero por el contrario, deberás ponértelo siempre con agua jabonosa y con
cuidado, pues puedes rasgarlo incluso con las uñas, aunque es bastante resistente.
Para nivel avanzado, puedes utilizar perfectamente el del nivel medio, pero quizás
prefieras uno con exterior liso, más conocidos como chicles, que son los mas
hidrodinámicos y los que mejor guardan el calor, además son ideales para pescar en
embarcación, pues entre desplazamiento y desplazamiento se secan muy pronto ya que el
neopreno liso no retiene agua. En cuanto a las desventajas he de decir que has de ser
extremadamente cauto a la hora de ponértelo, ya que son muy frágiles, y hacerlo siempre
con abundante agua jabonosa. Este tipo de traje !!!NO ES RECOMENDABLE PARA
PRINCIPIANTES!!!

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1.5. LOS GUANTES

Siempre es aconsejable llevar guantes, ya que protegerán


nuestras manos de las agresiones propias del medio y del material.
El tipo de guante a elegir dependerá de la temperatura del agua,
aconsejándose los 3mm para el invierno y unos simples guantes de
goma para el verano.

1.6. LOS ESCARPINES

Los escarpines por su parte son elementos indispensables ya que


deben llevarse siempre junto a las aletas. El pescador tiene a su
disposición dos tipos de escarpines: con suela de neopreno o con
suela recauchutada, éstos últimos son los más adecuados si se tiene
pensado caminar por las rocas.

1.7. EL FUSIL O ARPÓN

Para elegir un fusil que se ajuste a nuestras necesidades es conveniente


atender a ciertos criterios como: que estilo de pesca vamos a practicar, donde
lo practicaremos, cual es nuestro nivel de pesca, etc...
Pero claro, hablar de estilos de pesca, que se supone que estás empezando,
es como empezar la casa por el tejado, así que en la sección de técnicas de
pesca comprobarás mas adelante que existen varios estilos, pues bien.
Para el llamado pesca al agujero hace falta un fusil que sea manejable, pues
debemos introducirlo en cuevas, para estos menesteres se encuentra el fusil de
65cm que a decir verdad es un fusil específico para este tipo de pesca en
grietas de difícil acceso. También está el de 75cm que combina potencia y
manejabilidad, siendo este más utilizado que el de 65cm.
Para la pesca a la espera se utilizan fusiles de 90cm en adelante, siendo este
el fusil más polivalente que existe, ya que dependiendo en que cuevas, se
puede utilizar también para pescar al agujero, donde la profundidad de la
grieta exija una mayor potencia.
El de 100cm está prácticamente pensado para la pesca a la espera y la pesca
a la caída, sobre todo cuando el agua no esté muy limpia, combinando este
fusil potencia y precisión.
De 100cm en adelante son fusiles pensados para la pesca a la espera en
aguas limpias.

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La potencia en un fusil la dan las gomas que este
lleve. Debemos pensar que gomas elegir, pues de esto
dependerá a veces el nivel de éxito obtenido en cada
disparo. Unas gomas con poca potencia nos podrían hacer perder una pieza por llevar la
varilla poca velocidad, pero son más fáciles de cargar y mejores para la pesca al agujero.
Unas gomas muy potentes nos aseguran una mayor eficacia en el tiro, pero por el contrario
dificultan la carga y menoscaba la precisión debido a las vibraciones que se producen,
además las varillas ven reducida su vida ya que se achatarían frecuentemente.

Existen otro tipo de fusiles, son los oleoneumáticos, que funcionan con aire comprimido,
pero son poco utilizados.

1.8. EL CUCHILLO

Este artilugio puede que lo consideres como secundario, pero créeme,


darías cualquier cosa por uno si alguna vez lo necesitases por un apuro.
Los hay de muchos tipos, yo recomiendo que sea lo más pequeño
posible, pero sin pasarse, no vayas a llevar la navaja de un llavero.
Para situarlo lo más aconsejable es que lo lleves en la pierna a la altura
de la pantorrilla y por la parte de adentro.

1.9. EL PINCHAPECES O PASAPECES

Y... ¿qué sería de nosotros sin el pinchapeces?, Está claro que es


para transportar lo que pesquemos.
Recuerda que en el caso de utilizar un pinchapeces con un extremo en
punta podemos aprovechar éste para rematar al pez.

1.10. EL CINTURON Y EL LASTRE

Lo primero que piensas cuando alguien te dice que se mete en el


mar con 10kg de plomo en la cintura, es que está para que lo encierren,
claro que también seria lo que él pensó hasta que probo a meterse sin
ellos y con un traje de neopreno. La sensación es la de ser una boya,
vamos, que no te hundes aunque te fuese la vida en ello.
Bueno, un poco más en serio, el cinturón de lastre se utiliza para
compensar la flotabilidad de tu traje de neopreno, y la cantidad de
plomo a poner va en medida de tu peso, la razón viene a ser de 1kg de
plomo por cada 10kg de peso corporal. Luego una vez en el agua comprobarás si te faltan o
por el contrario te sobran. ¿Que como saberlo? Pues con un pequeño truco casero, una vez
metido en el agua, si llevas el peso correcto, el agua ha de llegarte hasta los ojos, y a los
pocos segundos deberás hundirte muy lentamente, pero insisto que esta es mi teoría.
Hay dos tipos de cinturones, los de nylon y los de goma, siendo estos últimos más
recomendados, ya que se ajustan mejor al cuerpo y las piezas de plomo se mueven menos en
el cinturón. Otra parte muy importante es el cierre o hebilla, esta ha de ser de apertura fácil
para que en caso de apuro podamos quitárnoslo fácilmente.

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1.11. LA BOYA

Es tan útil como obligatoria. La hay básicamente de dos tipos, de


balón y de torpedo, siendo esta última la más utilizada. Está provista
de varios enganches donde se puede llevar el pinchapeces, la linterna,
un fusil de repuesto, etc…

1.12. LA LINTERNA

Usada en la pesca al agujero, debe tener gran potencia y el foco


muy concentrado para poder iluminar aun cuando haya arena u otras
partículas en suspensión.

1.13. LOS CUIDADOS DEL EQUIPO

Si ya te has comprado un equipo de pesca submarina supongo que te has gastado una
¿pasta? en él. Pues bien, si resulta que en dos meses se te estropea, no sé tu, pero yo me
daría cabezazos contra una pared.
Para evitarlo, estate atento a estos pequeños consejos sobre como mantenerlo en buen
estado.

- Traje
Seguramente la parte del equipo más cara. Para un correcto mantenimiento del mismo, es
necesario lavarlo con agua dulce después de cada uso, ya que el agua salada es muy
corrosiva. Para su secado, dejarlo colgado a la sombra y en zona bien ventilada. Nunca
dejarlo expuesto al sol. Esto has de hacerlo siempre. Es muy típico llevarlo a rajatabla los
dos primeros meses, después la bolsa del equipo permanecerá en la misma posición y sin
abrir varios días, hasta que te decidas a deshacerla y te encuentres tu traje completamente
plegado y prácticamente inservible.
Es importante también que si no se va a utilizar en un periodo de tiempo más o menos largo,
se cuelgue de una percha, para así evitar la formación de pliegues.

- Aletas
Sus cuidados pasan por aclararlas con agua dulce después de cada uso, por la misma razón
que el traje. También conviene guardarlas en sitios donde no queden dobladas para así evitar
que se deformen. No dejarlas al sol mucho tiempo.

- Máscara
Aclarar con agua dulce después de cada uso, ya que la goma de la gafa se estropea
rápidamente debido al salitre. Limpiar muy bien estos restos que se adhieren a la goma. La
señal más inequívoca de la presencia de salitre es una especie de arenilla de color
blanquecino sobre la goma de la máscara. Guardar en lugar seco y donde no se deforme, si
va a ser por un periodo largo de tiempo, aplicarle polvos de talco.

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- Fusil
Comprobar antes de cada uso el estado de las gomas, ya que si están deterioradas, pueden
provocar un accidente.
Después de cada uso aclarar con agua dulce, sobre todo las gomas, ya que son la parte del
mismo más sensible a la acción corrosiva del salitre.
Comprobar la aparición de oxido, sobre todo en el obús, para evitar esto conviene untarlo
con un poco de vaselina.

El resto de componentes, no requieren un cuidado muy selectivo, únicamente revisar su


estado y sobre todo, aclarar con agua dulce después de cada uso.

Recuerda, un material bien cuidado durará mucho más tiempo y rendirá mucho más.

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2. TÉCNICAS DE PESCA
La pesca submarina, al contrario de otros deportes que siempre disponen de un terreno de
juego con unas características inalterables, es una actividad que se desarrolla en un medio
muy cambiante, en unas condiciones muy variables y hasta incluso, a veces, imprevisibles.
Esto hace que no se pueda plantear de una forma exclusiva la práctica de este deporte.

La estación del año, la fecha, la hora, la corriente, la visibilidad, la temperatura, el buen o


mal tiempo, la zona de pesca, cualquiera de estos factores y muchos más inciden directa o
indirectamente, con más o menos intensidad, en lo que es el entorno físico, el medio en el
que el submarinista deberá desenvolverse.

Para cada situación concreta, podríamos establecer un tipo de pesca concreto, pero dada la
complejidad de factores que pueden provocar y de hecho provocan tantas y tan variadas
situaciones ambientales, el buen submarinista deberá ser sumamente versátil y poseer una
buena dosis de capacidad de adaptación a estas diferentes situaciones en las que vaya a
encontrarse.

2.1. LA PESCA A PROFUNDIDAD

La pesca muy profunda (a 30 o más metros) no es muy practicada debido a que es un tipo
de pesca en la que es imprescindible conocer y dominar sus leyes para sobrevivir.

Se practica en zonas como Mallorca, costa norte del Mediterráneo, estos lugares son más
adecuados para ello ya que el agua es más cálida y clara y el pescado se desplaza a más
profundidad.

- LOS 3 AMIGOS DEL PROFUNDISTA: el agua clara, cálida y la ausencia de corriente.

- SUS 3 ENEMIGOS: todo lo contrario, el agua fría, sucia y la corriente. En el agua sucia la
piedra se descubre en el último momento. El agua fría impide que los músculos se relajen; el
pescador cuando está rígido es menos hidrodinámico. La corriente impide prepararse
adecuadamente y descender en vertical.

Para a los que los peligros de esta disciplina les parezcan tan solo un reto a superar, ahí
van una serie de consejos que te ayudarán a convertirte en un buen profundista.

- Las condiciones físicas, el control de la técnica y la preparación psicológica son los tres
principios de la pesca profunda.

- Resulta muy ventajoso aprender con un compañero en el que confíes plenamente.

- Debes proceder por etapas. Cuando uno empieza a sentirse más o menos cómodo a una
profundidad, hay que mantenerse a ese nivel durante cierto tiempo antes de pensar en
aumentar la profundidad. La práctica es el único camino que existe para adaptarse a este tipo
de pesca tan exigente.

- Debemos de repetir y perfeccionar los movimientos hasta que se convierta en un


automatismo.

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- Es importante el entrenamiento para conseguir una buena forma física, imprescindible en
esta modalidad. Para esto, la piscina y la bicicleta constituyen una buena base de
entrenamiento.
En piscina practicar la apnea dinámica, efectuando largos con aletas seguidos de cortos
tiempos de recuperación nadando en superficie.
La bicicleta es un buen método para conseguir unas buenas piernas ya que en el momento
crítico del final de la apnea te harán mucha falta.

- Una buena gestión del aire te ayudará a ganar algunos metros. Todo comienza por una
buena ventilación en la superficie, sobre esto hay mucho escrito, pero para mí, lo más
aconsejable es hacerlo boca abajo y con el tubo en la boca. En esta primera fase debes
intentar espirar adecuadamente, cuando se empieza por la mañana en frío, debe darse
prioridad a este gesto para reciclar lo mejor posible el aire residual de los pulmones.
La segunda fase pasa por efectuar 5 ó 6 movimientos respiratorios profundos; la inspiración
debe empezar a la altura del abdomen, lo más abajo posible, y acabarse a la altura del tórax,
lo más arriba posible, siendo la espiración lenta. Con la última respiración intentaremos
relajarnos lo máximo posible para sumergirnos.

- Un buen golpe de riñón constituye también una forma de ganar profundidad

- Una vez en el fondo has de tener en mente tu objetivo, si no es así, podríamos intentar
hacer más de la cuenta, disparar al pez, sacarlo,.. ¡peligro!

- En el momento de la subida no debes obsesionarte con la superficie aunque sientas que


vas justo de aire. Los aleteos han de ser lentos y constantes, evita mirar hacia arriba
excesivamente, y no aceleres cuando estés cerca de la superficie.

- Cuando estés arriba, entre apnea y apnea, recupérate inspirando sin el tubo, con la cabeza
fuera del agua y sopla, en el agua, el aire por la boca, te recuperarás más rápido.

Finalmente, no olvides que en la pesca, en esta modalidad en especial, es imprescindible


mucha prudencia y ser consciente de los riesgos que se corren.

2.2. LA PESCA A LA ESPERA

Consiste básicamente en jugar con la curiosidad de los peces e intentar que se acerquen lo
más posible para poder dispararles.
Uno de los primeros errores que se cometen es el de decir que las esperas se realizan en el
fondo. Si bien esto es lo más común; puede ocurrir que se realice en media agua, o en casos
más raros, desde la superficie.

Puede que alguna vez hayas intentado quedarte inmóvil en el fondo por que hayas oído
hablar a alguien de esta técnica. Supongo que con solo diez segundos de mirar hacia los
lados y no ver ni un triste pez en 20 m a la redonda se acabe tu paciencia y hayas desechado
por completo esta modalidad, ¿no? Si no es así, puede que algún pez despistado haya
sentido curiosidad y merodease a tu alrededor a unos 5 m de ti, y tu, con los pulmones
pidiendo auxilio y maldiciendo el poco atrevimiento del dichoso pez optases por la subida,
con la consiguiente carcajada del bicho. Bueno, pues eso es una pequeña introducción a la
pesca a la espera, que como has podido comprobar, es bastante dificultosa.

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Seguramente el poco éxito de tus primeros pinitos en esta modalidad tenga como culpable a
una serie de errores que desde aquí intentaremos ayudarte a subsanar.
Esta técnica exige una buena forma física que te proporcionará una mejor apnea y una buena
dosis de autocontrol.

- Has de elegir con antelación el lugar donde realizarás la espera y controlar la ventilación
siempre en función de la profundidad. El descenso es una parte fundamental, ha de ser lo
más silencioso posible, y, en los últimos metros dejaremos de mover las aletas dejándonos
caer de forma similar a una hoja de un árbol. Momentos antes de posarnos sobre el lugar
deseado tendremos el fusil en posición y apuntando al lugar elegido.

- Para que el 'aterrizaje' sea lo más silencioso posible, tendremos en consideración la


cantidad de lastre a utilizar, ya que si utilizamos demasiado en vez de posarnos
prácticamente caeremos, con los consiguientes ruidos que esto provocaría, pero si utilizamos
poco, será bastante difícil permanecer quietos en el fondo y estos movimientos podrán
mermar nuestras reservas de aire.

- Bien, una vez apostados en el lugar que hayamos escogido, solo cabe esperar que la
curiosidad del pez le lleve a acercarse lo suficiente a nosotros. Lo que este se aproxime irá,
casi siempre, en función de la perfección de nuestra espera, ya que si no permanecemos lo
suficientemente inmóviles, éste no se acercara a nosotros, sino que se mantendrá a una
distancia prudencial y acabará por irse, por lo que debemos ser lo más discretos posible
permaneciendo muy quietos.

- Una vez que logres evitar ruidos e inmovilizarte bien, ya solo depende del pez, que si bien
hay unos más desconfiados que otros, no siempre se acercarán lo suficiente. En el caso de
que el pez se acerque, conviene conocer la reacción de cada pez y nunca precipitarnos en el
momento del disparo, cosa que se consigue con la experiencia y el autocontrol.

- Puede que tu espera no sea todo lo fructífera que pretendías y no se acerque ninguna presa.
En este caso, procede a realizar una serie de ruidos que puedan atraer la atención de algún
pez que esté merodeando por allí. Puedes hacerlos golpeando la culata del fusil con alguna
piedra, pero sin pasarse de fuerza, que no es plan de deshacer la culata contra la roca, unos
simples golpecitos bastarán. También puedes frotar arena con los dedos o hacer ruidos
guturales con la garganta, sobre esto hay infinidad de teorías, haz uno u otro y dependiendo
del éxito que tengas con ellos escoge tú mismo.

- Otro pequeño consejo es saber que hay ciertos peces que son sensibles a la mirada de su
cazador, por lo que a veces es aconsejable cambiar la vista y no mirarlo fijamente,
(acuérdate de mirar a la hora de disparar, que si no va a ser difícil que le aciertes) o también
puedes tenerlos entrecerrados. Hay unas gafas con efecto espejo que disimulan la mirada del
pescador, pero reducen sensiblemente la entrada de luz.

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2.3. LA PESCA AL AGUJERO

Este es un tipo de pesca que básicamente consiste en inspeccionar las piedras del fondo en
busca de una grieta donde pudiera haber un pescado guarecido.
A priori puede parecer algo muy sencillo, pero hay que tener en cuenta numerosos factores
de los que dependerá nuestro éxito, como por ejemplo saber que piedras son las buenas, ya
que no es plan peinar el océano, pues a la vigésimo quinta vez que bajes y subas sin nada
más que algas liadas en el fusil, recogerás los bártulos y te iras a la pescadería más cercana,
que ahí además puedes escogerlos.

CUANDO UTILIZAR ESTA TÉCNICA


- La primera condición y la más importante es que no esté la mar muy movida y no haya
mucha corriente, pues podrías acabar por entrar de cabeza a la grieta a hacerle una visita al
pez.
- La segunda es que no haya mucha mar de fondo, pues en estas condiciones el pescado
aprovecha para alimentarse de los sedimentos en suspensión y no estará encuevado.

¿CUÁL ES LA PIEDRA BUENA?


- Uno de los factores más importantes, y que determinará tu éxito, es el de reconocer cuáles
son buenas piedras y cuáles no, ya que esto podría ahorrarte numerosas bajadas inútiles.
Pues bien, es como encontrar oro, vamos, que la experiencia y el conocimiento de la zona
serán tus mejores aliados. Siento desilusionarte si es que esperabas que te dijese que solo
hay peces en las piedras cuadradas o algo así, pero es que tras largas horas de lectura e
investigación sobre el tema (exagerando un pelín…) casi todos coinciden en que es cuestión
de instinto, y como el instinto es proporcional a la experiencia, pues nada, deduce tu
mismo....

COMO ACTUAR ANTE UN AGUJERO


- Otro de los factores clave es la forma correcta de acercarse a una grieta, ya que si pruebas a
hacerlo de cualquier manera comprobarás que fácilmente saldrás sin nada en tu varilla.
Bueno, pues pon atención a lo siguiente para que eso no te ocurra:

El objetivo que debes perseguir es que el pez no huya o que se esconda en lo más
recóndito de su guarida. Lo más coherente (aunque no siempre), es ser lo más discreto
posible. Evita hacer ruidos, o movimientos que puedan alertar al pez. En los últimos metros
utiliza la inercia que tengas para no hacer ruidos con las aletas, y sobre todo calcula bien la
llegada, no sea que entres tú por la grieta.
Una vez que hayas llegado a ella, lo más común es mirarla, o bien desde un lado, o desde
arriba, quedando boca abajo, que es lo más recomendado, pero no lo más fácil, ya que esta
postura puede producir una pequeña desorientación, sobre todo las primeras veces.
Cuando intentes mirar la grieta notaras que lo ves todo negro, tardarás unos segundos en
que tu visión se acomode a la escasa iluminación, tiempo en el cual el pez ya te habrá visto,
pero tranquilo, casi todo en esta vida tiene solución, y la de este problema pasa por fijar la
vista en un punto oscuro del fondo durante el descenso, esto te ayudará a reducir el tiempo
de aclimatación a la escasez de luz.
Otro recurso es la linterna, pero con esto has de ser extremadamente cauto ya que prueba
a estar a oscuras y pegarte un fogonazo directamente a los ojos con una bombilla halógena
(ni se te ocurra hacerlo...) y sentirás algo parecido a lo que siente el pez en ese momento.

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QUE MATERIAL UTILIZAR
- Una buena elección del material a utilizar para esta modalidad de pesca será realmente
importante. Sin duda alguna lo que debes de escoger bien es el fusil, ya que intentar disparar
al interior de una grieta con un fusil de un metro no es nada recomendable, aunque sobre
gustos ya se dice que no hay nada escrito. Desde mi humilde experiencia te aconsejo algo
más manejable como por ejemplo un 75, denominado 'rey de la pesca al agujero'. Un fusil
más corto es ya algo especial para esta pesca, y si estás empezando no es plan de comprarse
5 fusiles distintos para las diferentes modalidades, así que con un 75 irás bien equipado.

Ya delante de la grieta y localizado el pez, posiblemente tengas que efectuar el disparo


retrayendo el brazo y presionando el gatillo con el dedo pulgar para no perder la presa de
vista, pues bien, ten mucho cuidado de no acercar la cara al fusil, o recibirás la caricia de las
gomas en tu rostro, lo que no resulta nada agradable. Sírvete de las piernas y la mano libre
para fijarte bien a la piedra antes de disparar.

2.4. LA PESCA A LA CAIDA

Esta técnica consiste, básicamente, en caer hacia un pez con la intención de dispararle.
Esto puede parecer muy fácil, ya que solo consiste en ver un pez desde la superficie,
descender, apuntar y disparar. Nada más lejos de la realidad, yo lo comparo a llevar los pies
atados e intentar coger a alguien que va en moto, ya que medirse con un pez en aguas libres
roza el arte.
La captura de un pez a la caída es fruto de una serie de movimientos realizados con máxima
perfección, en la que cualquier fallo supone la pérdida casi segura de la pieza perseguida.

Todo empieza con una buena capacidad de observación, pues el agua no siempre ofrece
una buena visibilidad, seguido de una buena capacidad de reacción y un buen golpe de riñón
que nos permita movernos de manera eficaz. Este punto es clave, ya que la capacidad de
detección de los peces es muy alta, pues, además de la vista, poseen lo que se llama la línea
lateral (capaz de detectar cambios de presión producidos por nuestro movimiento, lo que le
pondría en alerta con la consiguiente huida). Esto hay que tratar de evitarlo, a no ser que una
de tus aficiones sea la de asustar pececitos, en cuyo caso te recomiendo que visites algún
acuario....

El golpe de riñón deberá ser lo más discreto posible cuanta menor sea la profundidad a la
que se encuentre la presa. Los ruidos innecesarios pueden desencadenar fracaso tras fracaso.
Cuanto más cerca nos encontremos de la presa percibirán con más claridad los
desplazamientos de agua que provoquemos y, por consiguiente, se pondrán en actitud de
alerta, distinta en cada pez. Por esta razón, hay que intentar producir la mínima cantidad de
vibraciones, lo que conseguiremos siendo lo más hidrodinámicos posible. Para ello es muy
importante la postura adoptada durante el descenso, el brazo que porta el fusil ha de ir
estirado y sobre el mismo eje que el resto del cuerpo, ya que si lo llevásemos encogido en el
momento del disparo tendríamos que estirarlo, movimiento suficiente para alertar al pez. Si
no puedes compensar sin pinzar la nariz te aconsejo que lleves desde el inicio la mano en la
nariz para reducir los movimientos. No conviene utilizar mucho lastre ya que con ello
llevaríamos mucha velocidad, lo cual crearía más vibraciones.

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QUE MATERIAL UTILIZAR
- En cuanto al material a utilizar, lo más aconsejable son los fusiles largos, ya que
normalmente el disparo se efectuará a una cierta distancia. También es aconsejable utilizar
un carrete montado en el fusil para las piezas grandes. Por lo que se refiere al traje, uno de
exterior liso te haría ganar en acuaticidad, pero tampoco es algo determinante.

2.5. LA PESCA EN PAREJA

Esta demostradísimo que esta modalidad de pesca traduce muchos de los accidentes más
comunes en meras anécdotas con final feliz, y que de habernos encontrado solos hubieran
tenido fatales consecuencias. El que se haya dedicado a la pesca en solitario seguro que
alguna vez hubiese deseado tener a alguien a su lado que le sacase de un apuro en una
situación crítica. Desde hace algún tiempo la práctica de la pesca en pareja es mucho más
común entre los nuevos pescasub y dejan atrás los días del pescador solitario y bohemio
receloso de revelar sus secretos.

Tienes que tomar conciencia de que el deporte que has escogido o estás a punto de
escoger, es un deporte denominado de alto riesgo, y no es un calificativo sin fundamentos,
todo lo contrario, se lo ha ganado con el paso del tiempo. Pero hay que romper una lanza a
su favor diciendo que la prudencia reduce considerablemente ese factor de riesgo, pues si se
intenta bajar a 40 m sin haber superado nunca los 15 estamos cometiendo una imprudencia,
y lo más probable es que tengamos un accidente fatal. Es muy importante practicar la pesca
en pareja cuando nos estemos iniciando en este deporte, y lo más recomendable es hacerlo
con alguien más experimentado y que conozca bien la zona por donde nos vayamos a
mover.

El éxito de esta modalidad de pesca se basa más que en otra cosa en el grado de
compenetración que llegues a alcanzar con tu compañero. Pues bien, donde parece que
empieza la parte más fácil, es donde casi siempre más se complica, y es que encontrar un
compañero que se adapte a nosotros no es tan fácil como parece a priori. Encontrar un buen
compañero es un poco comparable a encontrar pareja sentimental, al principio todo es
idílico, pero seguro que pronto surgen discrepancias, que de no solucionarse, llevarán al
traste la relación. Un buen compañero de pesca se puede encontrar en cualquier sitio.

- Es importante que los horarios de ambos sean compatibles para que las horas de tiempo
libre sean mas o menos las mismas.

- Los primeros problemas suelen surgir por un mal reparto de los gastos que la pesca
conlleva, como son los desplazamientos, la gasolina de la embarcación, etc... Procurad que
sean lo más equitativos posible.

- Observar las costumbres del otro es importante, ya que se evitan molestias innecesarias.
Un caso típico es el de la pareja que en el tiempo que uno se equipa, el otro pudo haberlo
hecho 3 veces, y espera con nerviosismo e impaciencia diciéndole "venga tio, que nos
perdemos la marea".... un poco de paciencia por una parte y un poco mas de brío por la otra,
solucionará el problema.

- Dentro del agua es importante compartir los conocimientos sin guardarse nada, esto se
traducirá seguro en más piezas. Saber escuchar las críticas y los consejos es muy importante.

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- No distinguir las piezas que uno y otro hace, meterlas en el mismo pasador seria lo ideal.
Luego repartirlas equitativamente.

- Meterse juntos en el agua y luego separarse es engañarse a uno mismo, ir siempre juntos,
guardando una distancia prudencial, claro está. A su vez establecer una serie de señas
ayudará a compenetrarse mucho más.

- El grado de confianza ha de ser muy alto, porque recuerda que puede que en algún
momento tú compañero tenga que salvarte la vida...

2.6. LA PESCA A POCA PROFUNDIDAD

Como es lógico, esta modalidad de pesca es la que practicamos todos cuando nos
iniciamos en este deporte, pero no por esto es una modalidad exclusiva de los aprendices,
porque en muchas ocasiones los grandes especialistas también recurren a ella. Se han hecho
grandes pescadas y se han ganado importantes competiciones pescando a poca profundidad,
porque, como veremos a continuación, hay factores que aconsejan pescar a poca
profundidad en vez de hacerlo a mucha.

CUANDO UTILIZAR ESTA TÉCNICA


- Fecha: en invierno y por regla general en todas las zonas de agua fría se practica esta
modalidad de pesca más que otras debido a que el peso que supone llevar un traje de mucho
grosor desaconseja hacer inmersiones a mucho fondo. Además, en determinadas épocas del
año, el pescado suele estar en mayor abundancia a poco fondo. En las islas Baleares,
concretamente, durante los meses de invierno la modalidad de pesca más practicada, sin
ninguna duda, es ésta ya que por la temperatura del agua y por la mayor abundancia de
pesca a poco fondo resulta la más adecuada.

- Lugar: Hay zonas del litoral en las que es más conveniente practicar este tipo de pesca. En
la zona cantábrica, por poner un ejemplo característico, siempre se pesca a poca
profundidad, por la orilla. Resulta inútil buscar pesca a partir de una cierta profundidad
porque por cada pieza que se captura a mucha agua se puede coger mucha más a menos
profundidad.

- Además de la fecha y del lugar hay determinadas especies de peces cuyo hábitat se
encuentra siempre a poca profundidad, por tanto si se les quiere capturar se deberá recurrir a
este tipo de pesca.

- Visibilidad del agua: cuando el agua está turbia y, consecuentemente, hay poca visibilidad,
es preferible pescar a poca profundidad y ver bien el fondo del mar antes que pescar a
mucha profundidad y no ver ni distinguir nada.

- Corriente: En zonas con fuerte corriente se debe pescar a poca profundidad ya que nos
cansamos con mucha más facilidad y hacer inmersiones profundas supone un riesgo muy
peligroso.

Por lo tanto, cuando se dé alguna de las circunstancias anteriores o cuando el deportista no


se encuentre en las debidas buenas condiciones físicas y psíquicas, hay que pescar a poco
fondo.

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ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS
- Por regla general el pescado, a poco fondo, es desconfiado y huidizo. Se siente menos
seguro que el que se encuentra a mucha profundidad y suele esconderse muy bien. Por ello
el submarinista debe ser muy meticuloso y buscar con mucha paciencia y constancia en
todos los lugares en donde pueda haberse escondido alguna pieza. Es conveniente pescar
con orden y mirar bien todos los agujeros porque, a veces, en el que menos nos imaginamos
es posible que se haya escondido el pescado.

- Por último, un buen consejo: No intentes nunca ir a pescar a más profundidad de aquélla
en la que te encuentras realmente a gusto. La profundidad es una meta que hay que ir
consiguiendo gradualmente de forma natural, sin obligarnos a ello, porque si no lo hacemos
así podemos someternos a un grave riesgo. Además, los buenos pescadores se hacen en la
orilla, nunca en la profundidad. Aprendiendo a pescar bien a poca agua es como se llega a
ser un buen pescador. Los que han alterado el orden natural y lógico del aprendizaje y, a
costa de un gran riesgo, se han precipitado a ser profundistas, sin haber superado la
asignatura de pesca a poca agua, nunca llegan a ser unos completos y buenos pescadores.

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3. UN POCO DE TEORIA

3.1. ¿QUE ES LA APNEA?

Hay que tener claro que aunque parezca fácil contener la respiración y sumergirse, puede
ser peligroso hacer apnea sin el mínimo necesario de preparación teórica.

Desgraciadamente, la apnea se encuentra tan al alcance de la mano que parece un juego


de niños; sin embargo, las estadísticas sobre accidentes demuestran que esta disciplina,
practicada sin conocimiento de causa, resulta más peligrosa que la inmersión con aire
comprimido. Pero, ¿qué significa hacer apnea? El término apnea indica la suspensión
voluntaria de la respiración. Es posible hacer apnea en seco, es decir, conteniendo la
respiración fuera del agua, o bien en inmersión. En este segundo caso se utiliza la autonomía
individual para curiosear en el ambiente submarino. El metabolismo de nuestro cuerpo, es
decir, el conjunto de las transformaciones bioquímicas y energéticas que nos permiten vivir,
continúa también durante la apnea. Ello significa que incluso cuando contenemos la
respiración las células de los tejidos del cuerpo siguen quemando oxígeno (o2) y
produciendo anhídrido carbónico (co2). Estableciendo una analogía bastante tosca
podríamos considerar nuestro cuerpo un motor de explosión que funciona gracias al
carburante y al oxígeno y que, justamente como consecuencia de su funcionamiento, emite
gases de desecho. Hacer que un hombre permanezca en apnea es en cierto modo como poner
a funcionar el motor bajo una campana de vidrio: tarde o temprano es necesario retirar la
campana si no se quiere que el motor se detenga por la excesiva acumulación de gases de
desecho y por la falta del oxígeno necesario para la combustión. Ahora bien, por lo que se
refiere al cuerpo humano, la cantidad de oxígeno consumido y la de anhídrido carbónico
producida depende de las características físicas de cada individuo y de algunas condiciones
del entorno. Por ejemplo, si se está sometido a un trabajo físico pesado, a tensión o al frío, el
consumo de oxígeno y la producción de co2, experimentan un aumento respecto a los
valores normales. No obstante, para todos, después de un período de tiempo determinado,
surge la llamada hambre de aire, es decir, una irrefrenable necesidad de respirar.
Generalmente, el hambre de aire se advierte como un creciente estado de intolerancia,
acompañado a menudo de estímulos musculares en la zona del costado y del diafragma, las
conocidas contracciones diafragmáticas que son la señal de alarma que advierte que están a
punto de superarse los límites de la tolerancia física ante el estado de no recambio del aire
en los pulmones. Si la apnea se interrumpe pronto la sensación de opresión y los estímulos
diafragmáticos desaparecen de inmediato y la respiración se recupera a un ritmo
inicialmente más intenso de lo normal. Si, al contrario, se persevera en la apnea sin duda se
sufrirá una pérdida de conocimiento: el síncope por apnea prolongada. Por tanto, no es
difícil entender por qué no se debe exagerar la duración de las apneas. Interrumpir la apnea
cuando aparecen los estímulos diafragmáticos es una regla inaplazable para la seguridad de
todo submarinista, porque cualquier acción que no sea la suspensión de la apnea puede tener
consecuencias trágicas.

3.2.

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ADAPTACIONES ESPONTANEAS DEL ORGANISMO

Cada vez que se introduce la cabeza bajo el agua y con una voltereta se inicia una apnea,
el cuerpo humano reacciona con adaptaciones espontáneas a la entrada en el inhabitual
ambiente subacuático. Son adaptaciones espontáneas que el submarinista no percibe y que
no nos deben preocupar en absoluto; las menciono únicamente por deber de información. La
ralentización de la frecuencia de las contracciones cardíacas bradicardia, tan pronto como
una persona introduce la cabeza bajo el agua, es hoy en día un fenómeno muy conocido para
cualquier experto en medicina subacuática. Más reciente es el descubrimiento de anomalías
electrocardiográficas y de variaciones de la presión corporal, que experimenta primero un
descenso y luego un aumento lento pero constante. También se ha observado, en el curso de
análisis médicos, una variación temporal del PH de la sangre, pero como repito, si las
condiciones físicas de quien se sumerge son buenas, no hay razón para preocuparse. Una de
las adaptaciones del cuerpo humano tal vez más interesantes de subrayar, debida al aumento
de la presión hidrostática, es el llamado fenómeno de la compensación espontánea por parte
de la sangre (blondo shift). A medida que se desciende bajo el agua, la sangre afluye en
mayor cantidad a la circulación pulmonar (circulación menor) y este traslado de la sangre,
más abundante cuanto mayor es la profundidad alcanzada, sirve para compensar la
compresión de los pulmones y de la caja torácica. En definitiva, la sangre, que es un líquido
(y por tanto es incomprimible), va a irrigar de forma copiosa los pulmones para evitar su
aplastamiento por parte de la presión hidrostática.

3.3. LA COMPENSACION
Casi todo el mundo compensa, pero pocos -a excepción de los submarinistas- conocen la
mecánica exacta de esta operación. En funicular, en una carretera de montaña o en avión,
comer un caramelo para destaparse las orejas es realizar una compensación. En efecto,
compensar significa restablecer el equilibrio entre la presión externa (ambiente) y la interna
de la membrana timpánica (cavidad del oído medio). Sabemos que al movernos bajo el agua
nos sometemos a la presión hidrostática que actúa en todas las partes de nuestro cuerpo y
que dicha presión aumenta proporcionalmente a la profundidad. Como es lógico, la
membrana timpánica no constituye una excepción. A medida que se desciende, en la pared
externa del tímpano se ejerce una presión cada vez mayor que lo dobla hacia dentro. Para
evitar que sea desgarrado por la presión hidrostática, el hombre ha aprendido a introducir
aire en el oído medio para compensar la diferencia de presión y volver a situar la membrana
en condiciones de equilibrio. Esta maniobra se llama precisamente compensación forzada.
La compensación es posible gracias a las trompas de Eustaquio, dos conductos (uno por
cada oído) que comunican la cavidad del oído medio con la zona nasofaríngea y por tanto
con los pulmones. Pero estas trompas, que tienen las paredes revestidas de mucosa similar a
la nasal, no se presentan casi nunca abiertas naturalmente al paso del aire. De ahí la
necesidad de efectuar una maniobra para que el aire pueda pasar de los pulmones al oído.

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Los métodos más comunes de compensación forzada son tres:
- Deglución.
- La maniobra de Valsalva.
- El método Marcante-Odaglia.

La simple deglución, la natural contracción de la garganta que se produce cada vez que se
traga saliva o un bocado, provoca una compensación casi natural del oído sin necesidad de
taparse la nariz. Sin embargo, muchas veces esta maniobra resulta poco eficaz, sobre todo
para las personas que tienen trompas particularmente estrechas.
La maniobra tal vez más conocida toma su nombre del médico Antonio María Valsalva,
quien a comienzos del S. XVIII inventó un método para tratar la otitis purulenta: perforaba
el tímpano del paciente, le hacía reclinar la cabeza hacia abajo y efectuar un gran esfuerzo
respiratorio con nariz y boca muy apretadas. Por reacción la materia malsana era expulsada
del oído. Perforación del tímpano aparte (lógicamente), el submarinista que compensa
utilizando la maniobra llamada de Valsalva se tapa la nariz y, tratando de espirar con la boca
cerrada, crea una sobrepresión intratorácica que repercute a través de las trompas hasta el
oído medio, compensando así la presión que ejerce el agua en la cara externa del tímpano.
Aunque es muy fácil de realizar, esta maniobra es desaconsejada por la mayoría de los
médicos porque su efecto contrarresta la compensación espontánea de la sangre en la
circulación menor, es decir, hacia los pulmones (blood shift). Como hemos visto en el
apartado anterior, durante el descenso en profundidad la sangre, que es un tejido líquido y
por tanto incomprimible, afluye a los pulmones para equilibrar el aumento de presión que se
ejerce desde el exterior sobre la caja torácica. Así pues, provocar artificialmente una
sobrepresión pulmonar se opone al fenómeno de defensa natural puesto en práctica por el
organismo. Ésta es la razón de que la maniobra de Valsalva esté tan controvertida, sobre
todo en los casos de apnea efectuada a gran profundidad.
En cambio, sin contraindicaciones y de óptima eficacia es la maniobra de compensación
inventada por el binomio Marcante-Odaglia, un método que todo el mundo debería aprender
bien. En este caso se trata de hacer presión con la lengua hacia atrás, en forma de pistón,
contra el paladar blando, llenando la faringe y comprimiendo con la nariz tapada el aire de
esa zona en el oído medio. Así, resulta posible crear una presión de 2/10 de atmósfera sin
utilizar el aire de los pulmones. Las ventajas de esta maniobra son numerosas: como he
dicho se evita una alteración cardiocirculatoria, empleando además una parte reducida de los
músculos; por otra parte, la ejecución es rápida y puede tener lugar con los pulmones
semivacíos o incluso en condiciones de máxima espiración.

3.4. EL SÍNCOPE POR APNEA PROLONGADA


El síncope por apnea prolongada es la causa de muerte más frecuente en los accidentes
sufridos por submarinistas expertos. Por tanto, será conveniente guardar la información
proporcionada en estas líneas y a ser posible desempolvarla de vez en cuando, ya que tener
en cuenta los peligros sin duda ayuda a la seguridad de la inmersión. Como ya hemos visto,
durante la apnea las células del organismo siguen produciendo anhídrido carbónico (co2) y
consumiendo oxígeno (o2). La sangre transporta el co2 hacia los pulmones y aquí, mediante
los intercambios alveolares, la sangre debería enriquecerse nuevamente en oxígeno, pero
éste disminuye por efecto de la interrupción de la respiración. El aumento del porcentaje de
co2 en los pulmones determina el hambre de aire que da origen casi siempre a los estímulos
diafragmáticos: el diafragma comienza a contraerse tratando de volver a mezclar el aire
contenido en los pulmones y de utilizar también el oxígeno de las zonas respiratorias
muertas como la tráquea. Si no se reanuda la respiración surge el síncope.

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Un síncope por apnea prolongada se manifiesta como una súbita pérdida de conocimiento
con interrupción de la respiración y, en los casos más graves, suspensión cardiocirculatoria.
Todo ello se debe al descenso del porcentaje (y por tanto de la presión parcial) del oxígeno
en la sangre arterial. En la fase inicial de un síncope por apnea prolongada el centro bulbar
de la espiración se bloquea, de forma que el individuo no espira mientras pierde el
conocimiento. En efecto, la mandíbula inferior permanece contraída contra la superior y
los labios están apretados. Este estado es favorable a efectos de una recuperación y de
inmediatas operaciones de reanimación del submarinista que ha sufrido el síncope. Pero se
tiene que hacer rápidamente porque las células cerebrales sólo pueden permanecer unos
pocos minutos sin aprovisionamiento de oxígeno. En efecto, cuatro o cinco minutos de
anoxia pueden ocasionar daños irreversibles en las células nerviosas. Cuando las
condiciones del submarinista no se ven complicadas por otros factores, tras una primera fase
de bloqueo de los centros bulbares la respiración puede reanudarse de forma espontánea con
actos arrítmicos y de elevada frecuencia. Ésta es la segunda fase del síncope, la de la
recuperación inconsciente. Es obvio que si el submarinista, en este momento, no se ha
recuperado todavía, sufrirá un anega miento de las vías respiratorias, que se hace completo
con la aparición de la tercera y definitiva fase del síncope: la del relajamiento muscular. Por
lo que hemos dicho en estas pocas líneas resulta claro que nunca se debe practicar la apnea
en solitario, puesto que en la desgraciada eventualidad de síncope la ayuda de un compañero
debe llegar en escasos minutos.

3.5. EL RIESGO DE SÍNCOPE EN LA APNEA PROFUNDA


Hacer apnea en profundidad es diferente que sumergirse en pocos metros de agua, dado
que cuando la presión hidrostática se hace relevante intervienen algunos factores que
modifican la fisiología del organismo humano. En efecto, cuando un submarinista se somete
en apnea a una presión elevada (sinónimo de elevada profundidad) su tórax disminuye de
volumen porque los pulmones están llenos en su mayor parte de aire, el cual, por su
naturaleza de gas, es comprimible. Por ello, al disminuir el volumen aumenta la presión del
aire dentro de los pulmones y por tanto la presión parcial del oxígeno contenido en el aire de
los pulmones. Esto significa (según la ley de Henry) que puede pasar a la sangre una
cantidad mayor de oxígeno y durante más tiempo respecto a la que pasaría estando en la
superficie. Así pues, la duración de la apnea en profundidad aumenta por una mayor
disponibilidad de oxígeno utilizable. Sin embargo, hemos de rendir cuentas al subir a la
superficie, cuando el tórax recupera el volumen original. En efecto, al aumentar el volumen
pulmonar se produce una súbita caída de la presión del aire y por tanto de la presión parcial
del oxígeno que hay en los pulmones. Ello hace que se pueda descender repentinamente por
debajo del límite mínimo de oxígeno necesario para el funcionamiento regular del cuerpo
humano. Se produce así el síncope anóxico. Algunas veces el desequilibrio creado puede
incluso invertir el curso del oxígeno, que pasa de la sangre al aire alveolar y deja en anorexia
los tejidos nerviosos. En estos casos el submarinista cae en síncope al final de la apnea, en el
momento en que se está acercando a la superficie para emerger. En ciertas ocasiones ha
ocurrido incluso que el submarinista, después de haber prolongado excesivamente una apnea
en profundidad, ha perdido el sentido precisamente al emerger con la cabeza ya fuera del
agua, en el momento de espirar el aire que tenía en los pulmones. Ello se debe a que la
última caída de presión debida a la espiración ha acabado de romper el equilibrio físico que
ya había llegado al punto crítico. En casos similares la intervención del compañero de
inmersión es de vital importancia, porque el submarinista que ha perdido el sentido en la
fase espiratoria tiende a hundirse y por tanto no tendría posibilidades de salvación sin la
ayuda de otro submarinista. Además de insistir en que quien practica la apnea nunca debe
sumergirse solo, el razonamiento anterior sugiere no llevar demasiado lejos las apneas en

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profundidad, aunque se esté gozando de un tranquilo estado de bienestar físico, puesto que
se podrían superar los límites sin darse cuenta. Además, a lo largo de toda la duración de
una apnea, nunca hay que descargar aire, ni siquiera en los últimos metros del ascenso,
porque la caída de la presión parcial del oxígeno podría procurarnos la pérdida del
conocimiento. Recordemos además que el cansancio durante la apnea acelera el consumo
del oxígeno disponible y por tanto reduce la autonomía; lo mismo ocurre con el frío. Por
último, la hiperventilación aumenta considerablemente el riesgo de síncope como
consecuencia de una apnea profunda, pero éste es el tema que analizamos de forma detallada
en el siguiente apartado.

3.6. LOS RIESGOS DE LA HIPERVENTILACIÓN


La hiperventilación es bastante arriesgada y hoy en día se desaconseja en la mayoría de
los cursos de adiestramiento subacuático, o al menos se desaconseja prolongarla más allá de
algunos actos respiratorios. Veamos en qué consiste.
Hiperventilarse significa respirar varias veces consecutivas a pulmones llenos, es decir,
aumentar voluntariamente los litros de aire respirados en la unidad de tiempo. Recurren a
ella a menudo tanto los principiantes como los expertos para mejorar sus prestaciones en
apnea, pero es arriesgada porque puede llevar al síncope anóxico sin que aparezca el hambre
de aire y los estímulos diafragmáticos que constituyen nuestras señales de alarma. La
hiperventilación enriquece la sangre en oxígeno en una proporción mínima, pero baja
considerablemente el índice de co2; por ello debe considerarse una descarbonización más
que una oxigenación. Como la acumulación de co2 es el resorte que hace saltar los estímulos
para la respiración, hiperventilarse retrasa las contracciones diafragmáticas. En definitiva se
obtiene sólo un retraso en la aparición de los estímulos para respirar, pero una verdadera
prolongación de la apnea. Una recomendación que no hay que olvidar es, por tanto, la de no
prolongar la hiperventilación durante más de 4 o 5 actos respiratorios. Existe el riesgo de
caer en síncope anóxico al final de la apnea sin ni siquiera darse cuenta. También se
desaconsejan absolutamente las respiraciones forzadas contra resistencia, por ejemplo
ventilarse de forma violenta a través de un tubo de pequeño diámetro, lo cual fuerza la
afluencia de la sangre a los pulmones y expone al deportista a un edema pulmonar con
riesgos gravísimos.

3.7. LA TÉCNICA DE LA INMERSIÓN EN APNEA


No describiré el correcto estilo de un submarinista porque considero que la mejor forma
de aprenderlo es practicar en el agua bajo la mirada de un instructor. Como planteamiento
general debemos tener en cuenta que un buen submarinista siempre debe economizar sus
energías, sin cansarse nunca en exceso; ha de moverse de la forma más hidrodinámica
posible con un ritmo de las aletas amplio y eficaz, con las piernas estiradas y sin doblar
demasiado la rodilla. Un buen submarinista se desliza por el agua con natural elegancia, sin
salpicar demasiado y controlando constantemente sus movimientos. Pero veamos qué se
debe hacer para sumergirse en apnea. La voltereta es el movimiento con que el submarinista
entra en el mundo sumergido; una vez acabada la voltereta, el tubo respirador ya no es de
ninguna utilidad y por tanto es conveniente que el submarinista escupa el bocado. Retirar el
bocado de la boca es útil porque, en caso de síncope la boca permanece cerrada durante un
tiempo y la ausencia de la boca del tubo elimina una posible vía de agua hacia los pulmones,
se evitan las molestas vibraciones del tubo, se impide que el tubo respirador se atasque en
las rocas y ensanche la máscara y no se desperdician energías para vaciarlo al emerger.
Apenas se ha terminado la voltereta y escupido la boca del tubo respirador es conveniente
efectuar la maniobra de compensación para restablecer el equilibrio de presión en el

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tímpano. En el fondo el submarinista se desplaza moviendo las aletas, pero también
utilizando las manos para aprovechar asideros y apoyos. Se desaconseja fatigarse y
esforzarse en trabajos pesados cuando se practica la apnea en el fondo, así como aventurarse
en apnea en grutas y sinuosidades donde podríamos quedar atrapados o golpearnos la
cabeza. Al aparecer la primera contracción diafragmática (o, para quien no las advierta, a la
primera manifestación de hambre de aire, sollozo o deseo espasmódico de tragar) es
necesario iniciar el ascenso sin dilación. Es absolutamente irracional pasar más tiempo en el
fondo después de tales señales de alarma, pues se corre el riesgo de perder el conocimiento.
Para ascender se mueven las aletas de forma amplia y regular, en los últimos metros para
ahorrar oxígeno es conveniente dejar de mover las aletas, aprovechando el impulso natural
de flotación. Si hemos apurado la apnea, al ascender es conveniente recuperar el aire que
hay en la máscara, inspirándolo por la nariz. No se debe nunca descargar aire durante la
apnea ni en la fase de ascenso. Si se tiene la impresión de haber apurado la apnea, es
conveniente desenganchar los lastres. Una vez se ha emergido hay que dejar que la
respiración vuelva a un ritmo normal antes de emprender otra apnea. Como regla general
nunca se debe estar solo; si los submarinistas son dos, por turno, mientras uno está en apnea,
el otro debe vigilarlo desde la superficie para estar dispuesto a intervenir en cualquier
momento en ayuda de su compañero. Además, siempre es mejor disponer de una barca de
apoyo si se está lejos de la orilla. Asimismo, es importante (además de estar prescrito por la
ley) que la persona que está practicando la apnea se ate el cuerpo a una boya señalizadora
que pueda permitir localizarlo y recuperarlo en caso de malestar. Si el cordel de la boya se
enreda en el fondo el submarinista debe poder cortarlo al instante con un cuchillo afilado
que siempre deberá llevar consigo. Como ya hemos dicho, se desaconseja hiperventilarse
durante más de 4 o 5 actos respiratorios antes de emprender la apnea. Por último, es
conveniente recordar también la importancia de protegerse adecuadamente del frío con un
traje flexible y que permita una respiración natural sin oprimir garganta y tórax; también es
aconsejable, en el caso de inmersiones en mares tropicales, protegerse con un traje ligero del
contacto con animales urticantes y en especial del conocido y difundido coral de fuego.

3.8. CONTRAINDICACIONES PARA LA PRÁCTICA DE LA APNEA:


Ya hemos visto que para hacer apnea es necesario contar con una sana constitución física
y que se recomienda someterse anualmente a una minuciosa visita de control; veamos ahora
cuáles son las situaciones contraindicadas para la práctica de este deporte. Ante todo, hay
que dejar a un lado los excesos de cualquier naturaleza: excesos alimentarios, de bebidas
alcohólicas, de fatiga y de tensión. Ello no significa que el apneísta deba entrar en el agua
con el estómago vacío, al contrario, debe nutrirse, pero no de forma exagerada y a ser
posible con alimentos energéticos y fáciles de digerir, respetando siempre la pausa de unas
tres horas para la digestión. En la dieta del submarinista se aconseja la inclusión de miel,
mermelada, azúcar y pan. Está absolutamente desaconsejado excederse en el consumo de
bebidas alcohólicas antes de la inmersión, incluso la noche anterior. Igualmente
contraindicado resulta apurar las apneas cuando se está cansado o bien cuando se sale de un
período de particular tensión o se ha hecho uso de analgésicos, calmantes, somníferos,
excitantes o drogas. También el humo de cigarrillo está contraindicado para el apneísta. Si
se desaconseja sumergirse cuando no se está en perfecta forma, sería de inconscientes
introducirse en el agua con una enfermedad por enfriamiento en curso (o durante la
convalecencia). En efecto, ello podría provocar inmediatos daños en el oído e inflamaciones
de las distintas mucosas, acompañadas de náuseas y mareos. Recuérdese por último que
nunca hay que practicar la apnea después de una inmersión con botellas de aire
comprimido.

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La apnea se divide básicamente en seis grandes categorías, que son las siguientes:

APNEA ESTÁTICA
- La apnea estática consiste en medir el tiempo que el participante puede permanecer bajo el
agua habiendo inhalado aire normal.

APNEA DINÁMICA
- En esta categoría se mide la máxima distancia que se puede recorrer bajo el agua. Una
submodalidad es realizar el recorrido con aletas o sin aletas. Es una modalidad muy poco
conocida, y no tiene la importancia y los seguidores de otras.

APNEA LIBRE
- Consiste en realizar el descenso sin aletas impulsándose mediante una cuerda para
descender y ascender. Tampoco es una modalidad muy conocida.

PESO CONSTANTE
- Consiste en alcanzar la máxima profundidad posible con la única ayuda motora de las
aletas y con un lastre fijo. Es decir, debes subir con el mismo peso con el que se inició la
inmersión. Debido a esto, los deportistas suelen utilizar muy poco lastre, lo que dificulta
enormemente el descenso, sobre todo durante los primeros metros. En esta categoría hay que
tener muy presente la profundidad y sus múltiples consecuencias, que suponen un gran
aumento en la dificultad. Los trajes de neopreno usados tienen una gran flotabilidad, ya que
este material es, básicamente, goma con celdillas estancas de aire. El aumento de la presión
es muy rápido (a los 10 metros pasa de 1 a 2 atmósferas y desde allí 1 atmósfera más por
cada 10 metros), por lo que a una cierta profundidad el aire de las celdillas se comprime,
perdiendo su flotabilidad positiva, así como también sucede con el aire y otros gases que
contienen los pulmones y otras cavidades internas. En resumen, durante los veinte primeros
metros se gasta una enorme cantidad de aire para lograr descender, así como también resulta
muy costoso ascender hasta alcanzar una flotabilidad aceptable. Por esta y otras razones, se
considera al peso constante la modalidad más competitiva y difícil. Se suele realizar la
inmersión siguiendo la trayectoria de un cable tenso en cuyo extremo se encuentra una
pequeña placa metálica indicando la profundidad.

PESO VARIABLE
- En esta modalidad se permite descender con un peso diferente al del ascenso. Es posible
dejar en el fondo un total de treinta kilos, para conseguir realizar un descenso más rápido y
una subida a superficie más fácil, aunque siempre con la única ayuda de las aletas. Aquí
cobra una especial importancia la adaptación al medio y a la profundidad, que constituye el
principal problema a batir.

NO LIMITS
- Esta es, sin duda, la más espectacular, peligrosa y controvertida de las modalidades. El
nombre mismo explica las reglas a seguir: sin limites, todo vale con tal de alcanzar la
máxima profundidad en una sola inspiración de aire normal. El apneista puede bajar con la
cantidad de peso que desee y subir libre de tal peso. Además están permitidos globos
hinchables que le suban a gran velocidad. El lastre suele tener forma de una pesada barra
metálica en la que los deportistas se pueden sujetar fácilmente y que baja por un cable que
llega a grandes profundidades. Basta con quitar el freno para comenzar el descenso, y una
vez abajo, inflan unos grandes globos que suben velozmente despidiendo aire con los
profundistas agarrados a ellos. El límite de velocidad en el ascenso y descenso sólo viene
marcado por la propia fisiología del apneista, y por la descompresión que hay que hacer

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cada pocos metros para que no se rompan los tímpanos. Esta modalidad, debido a las
grandes profundidades en las que se trabaja, conlleva grandes peligros que varias veces se
han cobrado victimas. Más aún existiendo una rivalidad como la de estos momentos entre
Pipín y Pelizzan, que ya han pasado a formar parte de la leyenda subacuática. Estos dos
deportistas, apoyados por un sólido y numeroso equipo de profesionales y medios,
mantienen una gran rivalidad que provoca un libro de records más que actualizado, sobre
todo en estas tres últimas categorías. También hay consecuencias muy negativas, como la
muerte de dos de los buceadores de seguridad de Pipín, provocada por las dificultades del
submarinismo con bombonas a gran profundidad, que también lleva a pensar que no serán
las últimas tragedias. En el último récord de Pipín, a la máxima profundidad le esperaba un
submarino en lugar de un buceador. Debido a estos accidentes, Pelizzari anunció en 1996
que no continuaría en la modalidad no limits.

Además, las diversas organizaciones que promocionan y organizan las actividades


apneísticas no han homologado el no limits, ya que no estaban dispuestas a afrontar el
peligro consiguiente, y lo han declarado actividad experimental. De hecho, ambos
deportistas están siendo estudiados a fondo por especialistas, ya que su adaptación al medio
acuático es algo nuevo para ellos, y teóricamente es imposible alcanzar tales profundidades.
Científicos de Cuba, la Unión Soviética, y América, así como la universidad de Búfalo les
estudian, comprobando con sorpresa que en muchas características superan a algunos
mamíferos marinos.

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4. LA SEGURIDAD
No olvidemos que la pesca submarina entraña numerosos peligros, y que la mejor
manera de acabar una jornada de pesca es con un feliz regreso a casa.

El aumento creciente de las actividades subacuáticas aumenta también los accidentes.


Para disminuir el factor de riesgo hay que conocer el medio y las propias posibilidades y
limitaciones. El medio acuático, ya de por sí extraño y hostil para el hombre, lo es mas
cuanta mayor profundidad se alcanza. Pero no se debe menospreciar el peligro en aguas
superficiales. Los desplazamientos se tornan lentos y dificultosos por lo que requieren un
esfuerzo y por lo tanto un consumo de oxígeno, así que economiza los movimientos y antes
de efectuarlos ten en mente donde quieres llegar.

El ojo humano, además, no está preparado para ver bien bajo el agua, pero esto se
solventa con gafas de buceo. Sin embargo, las imágenes que percibe el ojo no son reales: los
objetos aparecen una tercera parte mayor de lo que son y una cuarta parte más próximos, la
superficie está algo mas lejos de lo que te parece, tenlo en cuenta
Recuerda que la experiencia solo reduce la posibilidad de accidente, no la anula, por lo que
nadie esta libre de sufrir percances, así que en todo momento has de ser cauto, y nunca
confiado.

4.1. ES INDISPENSABLE

- Gozar de buena salud cardiopulmonar.

- No padecer obesidad.

- Poseer buen sentido del equilibrio y de la orientación.

- Poseer una buena coordinación de movimientos.

- Poseer un alto concepto de la disciplina y el compañerismo.

4.2. DECÁLOGO DEL PESCADOR SUBMARINO:

- Señaliza bien tu posición mediante una boya, que además de recomendado es obligatorio,
aunque te acompañe un barquero. Piensa que en días de mala mar es fácil que pierda de vista
tu posición, con la boya facilitarías en gran medida que te localice.

- Infórmate sobre el estado de la mar, si no lo ves claro no te metas. También es entretenido


tirar la caña, y si no, mañana puede ser un buen día.

- Evita en lo posible pescar solo, sobre todo si eres novato, una buena compañía no solo
evita accidentes, si no que aumenta la posibilidad de una buena pescada. No te separes de tu
compañero, no vale de nada entrar juntos al agua si luego os separáis una vez dentro.

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- No tengas prisa en tus progresos si te estás iniciando en este deporte, es preferible dominar
antes la técnica en lugares poco profundos, luego si es necesario aumenta la profundidad.
Haz válido el refrán, no por mucho madrugar amanece mas temprano.

- No te extralimites, no subas justo de aire, pues cualquier contratiempo (un enganchón.....


etc.) puede ser causa de un accidente. Se han dado casos de síncopes una vez en la
superficie.

- Al menor síntoma de cansancio opta por concluir la jornada, pues si no lo haces además
de rendir mucho menos te expondrías a un accidente innecesario. Recuerda; una retirada a
tiempo es siempre una victoria.

- Sé prudente con tus posibles capturas, hay ciertas especies (morenas, congrios... etc.) que
no dudarían a la hora de merendarse un trozo de tu neopreno, o en su defecto de tu dedo...

- Debido al defecto de visión bajo el agua, los objetos aparecen más grandes de lo que son,
por esta razón la entrada a una cueva o a una grieta puede resultar más pequeña de lo
apreciado y podrías quedarte atascado. Las que por su profundidad o aspecto inaccesible no
te inspiren confianza es mejor dejarlas, no merece la pena arriesgarse.

- Ten verdadero cuidado con el fusil. A la hora de cargarlo, cuando retires las manos de las
gomas, recuerda que no debes apartar demasiado las gomas de la varilla, ya que podrías
hacer salir las ojivas de la muesca y recibir la caricia de las gomas en los dedos. Por último,
cuando salgas del agua, no dispares el arma sin objetivo, ya que podrías hacerte daño (por
rebote de la varilla) y sobre todo herir a la gente que tengas a tu alrededor. Descárgalo en el
agua sujetando las gomas como para cargarlo, tensa las gomas para sacar las ojivas de la
muesca de la varilla y estira los brazos, controlando el regreso de las gomas a su posición de
origen.

- Enfermedades como la gripe o el catarro no son compatibles con la pesca submarina, ya


que, entre otras razones, la imposibilidad o dificultad para compensar, pueden originar
accidentes, así que si te encuentras enfermo, es preferible quedarse en tierra.

4.3. TIPOS DE ACCIDENTES MÁS FRECUENTES:

Dicen los grandes estrategas militares que la mejor forma de vencer a un rival está basada
en su conocimiento, así que con este fin te invitamos a leer este artículo que tata de los
accidentes mas frecuentes en la pesca submarina, todos ellos fácilmente evitables con una
buena información.

HIDROCUCIÓN.
- El principal cambio al iniciar el baño es el térmico. La temperatura del agua es como
mínimo de tres o cuatro grados menor en superficie en los meses cálidos. Esto desencadena
una continua pérdida de calor que obliga al organismo a espaciar los latidos del corazón para
ahorrar oxígeno, produciéndose además la constricción de los vasos cutáneos para retardar
la perdida calórica.
El estado de conmoción al contacto con el agua, mas fría que el cuerpo, se conoce como
síncope termodiferencial o hidrocución, más comúnmente llamado corte de digestión: La
sangre, por dilatación brusca de los vasos sanguíneos viscerales, provoca un déficit en el
corazón, que tiene contracciones en vacío, lo que disminuye la irrigación cerebral y la

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perdida parcial o total de la conciencia. Como consecuencia el nadador cae al fondo como
un plomo.
En verano, miles de personas bucean equipadas solo con gafas, tubo y aletas a
profundidades que no superan los 20 metros y por un tiempo inferior a 1 minuto. Contra lo
que pueda parecer, este tipo de buceo constituye un reto a la fisiología del organismo.

EFECTO DEL ANHÍDRIDO CARBÓNICO.


- Durante el tiempo de apnea tus pulmones están incomunicados con el medio externo pero
la circulación sanguínea no se detiene. Al no oxigenarse la sangre, aumenta la
concentración de anhídrido carbónico en los tejidos, con lo que tus funciones metabólicas
están mermadas. También el sistema nervioso resulta afectado.

EL SÍNCOPE.
- También conocido como mal de los 7 metros. Este tipo de accidente se produce por un
defecto de oxigenación del cerebro, lo que ocasiona una pérdida de consciencia que permite
que el cuerpo gestione de manera más económica el aire disponible. Pero superado un
tiempo (no superior a 4 minutos) sin respirar, se producen lesiones irreparables en los tejidos
cerebrales.
El sobrenombre de mal de los 7 metros le viene por que dicho accidente se produce en los
últimos metros de ascenso, incluso a veces en la superficie. El fenómeno que lo produce es
el siguiente: la sangre absorbe el oxígeno que hay en los pulmones debido a una diferencia
de presión, pero a medida que descendemos los pulmones se comprimen por efecto de la
presión, por lo que la sangre absorbe el oxígeno de estos más fácilmente, produciendo un
falso estado de bienestar, como si tuviéramos suficiente aire. Pero a medida que ascendemos
los pulmones van recuperando su volumen original, por lo que el oxígeno que hay en ellos
disminuye de presión, efecto que dificulta su asimilación por parte de la sangre, incluso en
la superficie la presión del oxígeno se podría igualar con la de la sangre, echo que
imposibilitaría la asimilación suficiente de oxígeno, produciéndose así el síncope.
Una maniobra que favorece la aparición del síncope es la llamada hiperventilación,
consistente en realizar inspiraciones rápidas y profundas. Esto hace disminuir la cantidad de
co2 en los pulmones sin aumentar prácticamente la de o2, burlando así nuestras alarmas
fisiológicas (basadas en la cantidad de co2 en los pulmones) que nos dicen que hay que
respirar, además de aumentar las pulsaciones, lo que resulta contraproducente.
Por lo tanto, la ventilación correcta antes de una apnea consiste en realizar una serie de
inspiraciones lentas y profundas, lo que nos ayudará a relajarnos, lo cual resulta
indispensable para realizar una buena apnea.

NARCOSIS DEL BUCEO.


- A nivel del mar el aire está compuesto principalmente de un 78% de nitrógeno, con una
presión parcial de 593 mm de Hg., y de un 21% de Oxígeno con una presión parcial de 160
mm de Hg. Al respirar aire a mayor presión total lo que aumenta las presiones parciales, los
gases se disuelven más en la sangre y tejidos, y pueden llegar a concentraciones tóxicas.
A 35 metros de profundidad el nitrógeno puede producir la narcosis del buceo, llamada así
por los síntomas similares a un estado narcótico, como embotamiento, euforia, depresión y
disminución de la capacidad motora. En el caso del oxígeno, si se respira puro a una presión
de 3000 mm de Hg., en pocos minutos aparecen convulsiones generalizadas y pérdida de
consciencia.

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ACCIDENTES DE DESCOMPRESIÓN.
- Más propios del buceo con botellas, y bastante atípicos en buceo a pulmón libre.
1) Accidente por descompresión.
El más conocido y temido es el accidente por descompresión, que puede ocurrir cuando se
realiza un ascenso rápido. Para que la respiración pueda ser posible bajo el agua, el aire
inspirado debe tener igual presión que la que soporta la superficie del cuerpo. Esto hace que
el Nitrógeno se disuelva en los tejidos. Al ascender bruscamente, la presión que actúa sobre
el cuerpo se reduce rápidamente, pero como la del aire comprimido es la misma, el exceso
de Nitrógeno se libera en forma de burbujas en los tejidos, produciéndose varios tipos de
síntomas. Los más importantes son cefaleas, dolores articulares, vértigos, inconsciencia,
trastornos de la coagulación, picores y erupciones cutáneas. Para solucionarlo hay que
introducir al buceador en una cámara de descompresión.
2) Enfisemas y neumotórax.
Otro accidente también frecuente es el conocido como sobreexpansión pulmonar. A medida
que el buceador asciende de las profundidades, disminuye la presión y el aire de los
pulmones aumenta su volumen. Si no se exhala mediante espiraciones prolongadas, se
rompen los alvéolos pulmonares y se originan enfisemas o neumotórax graves.

ATROPELLOS.
- El atropello es uno de los mayores peligros de la pesca submarina.
Lo producen tanto barcos como motos de agua, sobre todo en días de mala mar con olas. Por
eso es importante señalizar bien la posición por medio de una boya de color llamativo.
También es importante no situarnos en zonas de mucho tráfico, como las cercanas a puertos
o alquiler de motos de agua, así como vigilar que no vengan embarcaciones en nuestra
dirección, sobre todo veleros, peligrosos por ser extremadamente silenciosos.

LA PESCA SUBMARINA, ASÍ COMO EL SUBMARINISMO, ES UN DEPORTE QUE REQUIERE UN


MÍNIMO DE CONDICIONES FÍSICAS, PERO LO QUE EVITA LOS ACCIDENTES ES EL SENTIDO COMÚN
Y LA PRUDENCIA.

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5. ANIMALES PELIGROSOS
¡Cuidadín con lo que te puedes encontrar ahí abajo! Voy a relatarte a "grosso" modo algunos
de los peligros que te esperan acechantes una vez que tus aletas desaparezcan bajo la
superficie. Te mostrarte algunos de los inquilinos marinos que te pueden hacer "pupita":

5.1. ANIMALES URTICANTES:

CELENTÉREOS
Dícese del animal de simetría radiada cuyo cuerpo...... me imagino que esto te interesará
más bien poco, así que te contaré que es lo que te puede hacer. Los dividiremos en dos tipos,
anémonas y medusas.
- Anémonas
Pólipo de colores brillantes, que vive fijo sobre las rocas marinas; su cuerpo, blando y
contráctil, tiene en su extremo superior la boca, rodeada de varias filas de tentáculos, que
extendidos, hacen que se parezca a una flor. Posee baterías de células urticantes,
especialmente en los tentáculos; algunas especies pueden disparar filamentos recubiertos
de estas células urticantes. Así que mejor ni acercarse a ellas. Se localizan sobre todo en
grutas y grietas de las rocas.

- Medusas
Celentéreo cuya forma se asemeja a una sombrilla. Nada por medio de contracciones y
a veces se deja llevar por la corriente. Poseen tentáculos, en número de 4 o múltiplo de 4,
que penden de la umbela (capuchón). Posee células urticantes. Su sola visión, créeme,
produce repelús; así que no hará falta decirte que evites tocarlas en todo momento, ya que
producen lesiones en la piel de diversa índole.
En el caso de que tu curiosidad te haya llevado a tocarla, y sientas su "caricia", debes de
tratar la zona afectada con alcohol de 90º y pomadas antiestamínicas. Puedes
encontrártelas en todos los mares.

5.2. ANIMALES MORDEDORES:

MORENA
- Uff!, que decirte de este "amiguito". Parecido a una anguila, de 1 metro aproximadamente
de longitud; cabeza de hocico prolongado y dientes fuertes y puntiagudos; cuerpo casi
cilíndrico, amarillento y viscoso al tacto. Su actitud extremadamente hostil si se le ataca,
unido al carácter venenoso de su mordedura, la hace ser bastante temida, así que mucho
cuidado. Debido a su gran resistencia vital, no te sorprendas si después de varias horas de
ser pescada le hechas mano y ella te hecha el diente. Mejor remátala para no llevar
sorpresas.

CONGRIO
- De 1 a 2 metros de largo, cuerpo gris oscuro y casi cilíndrico, dientes muy afilados, y
debido a que no suele "lavárselos" a menudo, su mordedura puede producir infecciones nada
agradables. Vive casi siempre en cuevas, grietas y barcos hundidos, menos cuando migra a
aguas más profundas para reproducirse.

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PEZ ESPADA
- Si te digo que es un teleósteo, no te dirá gran cosa, pero si te digo que puede medir hasta 4
metros y pesar unos 350 Kg., te harás una idea más clara. De piel áspera, de color negro por
el lomo y blanca por el vientre; cabeza apuntada con la mandíbula superior en forma de
espada de dos cortes como de 1 metro de larga. Es tan poderoso como fiero, hasta el punto
de que se ensaña con los bancos de peces, a los que ataca con su espada hasta que mata a
gran número de ellos. Su mordedura puede resultar mortal, pero si eres de los que pesca
cerquita de la costa no te preocupes, por que este ejemplar vive en aguas libres.
Como dato, decir que se han registrado ataques de este pez a cascos de barcos..... ¿Que haría
contigo?

BARRACUDA
- Pez marino de cuerpo alargado y fino, parecido al Lucio. Habita en aguas cálidas de todo
el mundo, y atención ¡es más peligrosa que el Tiburón! ¿Necesitas saber más?

TIBURÓN
- Pez marino del suborden de los escualos, de cuerpo fusiforme y hendiduras branquiales
laterales. La boca está situada en la parte baja de la cabeza, arqueada en forma de medialuna
y provista de varias filas de dientes cortantes. Todos son depredadores y viven lejos de la
costa. Algunos alcanzan la no menos que increíble longitud de 20 metros (imagínate 5
coches puestos uno detrás de otro) y llegan a pesar 20 toneladas.
Hay mucha controversia sobre su agresividad, habiéndose registrado un sinfín de ataques a
personas, aunque gran parte de los que se les atribuye, han de achacárselos a las barracudas
y otros peces óseos.

¿Pero quien estaría tranquilo si se encontrase uno?, si alguna vez te encuentras en esta
situación, además de rezar si eres creyente, has de tener en cuenta los siguientes consejos:
- Ante todo, y en la medida de lo posible, mantén la serenidad. (Que fácil decirlo ¿eh?)
- Intenta no darle la espalda, mantenlo siempre de cara y no lo pierdas de vista.
- Busca una roca para cubrirte la espalda
- No le demuestres que estas aterrado, él lo notaria (huelen la adrenalina)
- El momento crítico es el de subir a la superficie, es donde se registran muchos de los
ataques. Has de hacerlo con movimientos lentos.
- Si estás acompañado, juntar las espaldas y ascender en esa posición.

5.3. ANIMALES PUNZANTES:

ERIZOS DE MAR
- Animal equinodermo, de cuerpo hemisférico protegido por un dermoesqueleto calizo
formado por placas poligonales y cubierto de espinas articuladas. ¡¡Todo esto es un erizo de
mar!! Viven en las zonas rocosas en agujeros que ellos mismos agrandan.
Pues bien, lo malo de este animal es que las púas se rompen con facilidad, de modo que si
lo pisases por accidente, la púa se te quedaría clavada, lo cual resulta bastante doloroso.

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CEFALÓPODOS
- Dícese de los moluscos marinos que tienen el manto en forma de saco por cuya abertura
sale la cabeza y que está rodeada de tentáculos largos a propósito para la natación y
provistos de ventosas; segregan un líquido negruzco que enturbia el agua con objeto de
ocultarse.
Supongo que con estos datos te irás situando, pero sino, decir que se refiere a los calamares,
sepias y pulpos, pudiendo estos últimos morder por medio de su pico.

PEZ ESCORPIÓN
- De color rojizo, con cabeza muy grande en relación con el tamaño de su cuerpo y cubierta
de espinas punzantes cuya picadura va acompañada de gran dolor debido a su veneno, que
es de gran actividad.

RAYA
- Pez selacio del suborden de los ráyidos, muy abundante en los mares españoles, cuyo
cuerpo tiene la forma de un disco romboidal y puede alcanzar 1 metro de longitud. Cuentan
con potentes aguijones por los que segregan veneno.
Descansan en fondos arenosos, a veces enterradas, hasta que su presa está suficientemente
cerca. Se conocen 6 familias y unas 150 especies, de las cuales la única realmente peligrosa
para el hombre es la plastinaca.
Dentro de estas 150 se encuentra una especie llamada Pez torpedo, que al contrario de lo que
parezca, no explota ni dispara, sino que emite descargas de energía que pueden llegar a ser
de 220 voltios, imagínate el cosquilleo.

5.4. OTROS PELIGROS

DESPOJOS CREADOS POR EL HOMBRE


- Me refiero a artilugios utilizados en la pesca que se "pierden" en el fondo y que resultan
extremadamente peligrosos para el pescador submarino; tales son redes y aparejos de pesca.
Su peligrosidad estriba en que suelen ser prácticamente inapreciables hasta que te enganchas
con ellos. Se encuentran generalmente en bajos rocosos.
Imagínate ir un poco justito de aire y engancharte en una red de pesca, menudo aprieto. Si te
encuentras solo (primer error), no trates de salir porque seguro te enredarás más, intenta
buscar el enganche para quitártela. Un artilugio indispensable y que te podrá sacar del
aprieto es el cuchillo.

NAVEGACIÓN EN SUPERFICIE
- El atropello es uno de los mayores peligros de la pesca submarina.
Lo producen tanto barcos como motos de agua, sobre todo en días de mala mar con olas. Por
eso es importante señalizar bien la posición por medio de una boya de color llamativo.
También es importante no situarnos en zonas de mucho tráfico, como las cercanas a puertos
o alquiler de motos de agua, así como vigilar que no vengan embarcaciones en nuestra
dirección, sobre todo veleros, peligrosos por ser extremadamente silenciosos.

CORRIENTES
- Las corrientes marinas pueden surgir a raíz de alguno de estos tres elementos:
- Por la diferencia de la densidad de las aguas, por el viento (la menos peligrosa ya que
sólo afectará a la parte superficial del mar) y por las mareas.
Si durante una apnea nos sobreviene una corriente, no deberemos intentar hacerle frente, lo
más adecuado será "cortarla" e iniciar el ascenso diagonalmente.

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CUEVAS Y GRIETAS
- Debido al defecto de visión bajo el agua, los objetos aparecen más grandes de lo que son,
por esta razón la entrada a una cueva o a una grieta puede resultar más pequeña de lo
apreciado y podrías quedarte atascado. Las que por su profundidad o aspecto inaccesible no
te inspiren confianza es mejor dejarlas, no merece la pena arriesgarse.

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