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Las cifras de Poiré

Por Francisco Ortíz Bello


Columnista, Editorialista y Analista Político

El vocero presidencial en temas de seguridad, ha echado las campanas al vuelo


y se ha desbordado en declaraciones optimistas sobre la reducción de la
criminalidad en Juárez.

Durante la pasada visita del Presidente Calderón a esta ciudad, luego de una
reunión entre el Gobernador Cesar Duarte, el Alcalde Héctor Murguía, el
Secretario de Gobernación José Francisco Blake y el propio presidente
Calderón, además de los altos mandos de las corporaciones encargadas de la
seguridad y administración de justicia, tanto a nivel local como federal, el
Doctor Alejandro Poiré dijo a los medios ahí mismo, en las instalaciones del
aeropuerto, que los índices criminales habían reducido en un 60 por ciento.

Esta información, luego fue repetida por el Presidente Calderón en varios


momentos de sus diferentes discursos que pronunció, a lo largo de toda su
visita a esta frontera. Y no dudamos de que en las operaciones matemáticas que
haya hecho Poiré, al realizar una simple comparación entre números, hayan
sido los resultados correctos.

Sin embargo estas declaraciones, tanto las de Poiré como las de Calderón, de
inmediato tomaron los titulares de las ocho columnas en los medios de
circulación nacional, en los noticieros de televisión y radio, y en todos los
portales de Internet, incluso en los medios más importantes del mundo.

Y cómo no. Si por años -tres para ser precisos-, hemos sido espacio de noticia
de nota roja y se ha posicionado a esta ciudad, con base en la estadística
criminal, como la más peligrosa y violenta del país, cómo iba a ser nota que esta
ola de criminalidad ha disminuido.

Hasta ahí todo va bien y en este mismo espacio ya hemos comentado al


respecto, que es motivo de gusto y celebración que así estén las cosas en
materia de índices delictivos.
Sin embargo, al realizar un análisis más detallado sobre estas declaraciones y
su significado real, vale la pena hacer algunas observaciones al respecto.

Con datos obtenidos de los portales del Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, y de la Presidencia de la República
(http://www.presidencia.gob.mx/base-de-datos-de-fallecimientos/,
http://www.secretariadoejecutivosnsp.gob.mx/), los asesinatos ocurridos en
esta frontera del 2007 al 2010 suman en total 6,436.

Durante 2007 ocurrieron 136 asesinatos, con un promedio por día de .37, es
decir un asesinato cada tres días; en 2008 fueron 1,332 con un promedio por
día de 3.65; en 2009 fueron 2,230 con un promedio por día de 6 ejecuciones y
en 2010 llegamos a 2,738 con un promedio diario 7.5 asesinatos.

Hay que estar conscientes que estamos hablando de uno sólo de los índices de
criminalidad, los asesinatos violentos o más conocidos como ejecuciones, sin
tocar otros como el secuestro, la extorsión, el robo, etcétera.

Con estas cifras, las de los homicidios violentos, queda demostrado que nos
llevó tres años de crecimiento sostenido de este índice delictivo (de 2007 a
2008 se disparó más de un 900 por ciento, y de 2008 a 2010 más del 105 por
ciento), que ha contribuido a generar la percepción de extrema violencia y
criminalidad en la ciudad. Es decir, aun y cuando los resultados del trabajo y
coordinación de las autoridades, hoy sean positivos llevará un tiempo
restablecer los niveles de confianza y tranquilidad que teníamos antes.

Pero también me llaman poderosamente la atención las cifras que manejó


Poiré, y que después repitió el Presidente. Ellos compararon los resultados del
mes más violento en 2010, que fue octubre, con 304 asesinatos y lo
contrastaron contra marzo de este año, que tuvimos 183 y sí, la diferencia es de
un 66 por ciento menos en este año.

Pero cualquiera que sabe lo básico de estadística, índices y análisis de


resultados graficados, sabe que no puede considerar dentro de sus resultados
los valles y picos. Pico, es la parte más alta de una gráfica de resultados, y valle
es la parte más baja de esa gráfica.

Otra regla fundamental es comparar objetos iguales, es decir, en el caso del


tiempo y el número de homicidios sucedidos en él, no se puede utilizar un
fragmento de tiempo aleatorio, como en el caso hicieron los que participaron en
dicha reunión. Se graficaron 6 meses, de octubre de 2010 a marzo del 2011,
cuando lo más conveniente sería analizar años completos, como hicimos
párrafos arriba.

En lo que va del presente año, 145 días hasta el 25 de mayo, llevamos


contabilizados 942 asesinatos violentos, lo que nos da un promedio de 6.5 por
día, mismo que comparado con el de 2010, 7.5 por día, sí refleja una importante
reducción de un 15 por ciento, que ya es un excelente resultado pero muy lejos
del 60 por ciento que manejaron las autoridades federales.

Comprendo la urgencia de comunicar los buenos resultados, son incluso un


estímulo a la esperanza de los juarenses para ir recobrando paulatinamente
nuestra tranquilidad, pero de eso a exagerar las cifras con el fin, quizá, de
causar un mejor o mayor impacto en la sociedad, sinceramente creo que no era
necesario.

Ahora falta que esos mismos números positivos, esos mismos resultados a la
baja, nos los presenten en otros delitos que han sido de mayor impacto social.
Sin duda la extorsión, el secuestro y el robo de autos, son delitos que tienen
prácticamente aterrorizados a los juarenses y ahí es en donde también
queremos resultados, pero sin exagerar.

Hemos entrado en el camino de la recuperación, es cierto, pero es un camino


largo y complicado, casi como el mismo que nos trajo hasta aquí, así que no se
vale para nadie, ni sociedad ni gobierno, desmayar el ánimo ni atenuar el
esfuerzo.

fcortizb@gmail.com
Ciudad Juárez, Chihuahua
Mayo 26 del 2011

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