Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Durante la pasada visita del Presidente Calderón a esta ciudad, luego de una
reunión entre el Gobernador Cesar Duarte, el Alcalde Héctor Murguía, el
Secretario de Gobernación José Francisco Blake y el propio presidente
Calderón, además de los altos mandos de las corporaciones encargadas de la
seguridad y administración de justicia, tanto a nivel local como federal, el
Doctor Alejandro Poiré dijo a los medios ahí mismo, en las instalaciones del
aeropuerto, que los índices criminales habían reducido en un 60 por ciento.
Sin embargo estas declaraciones, tanto las de Poiré como las de Calderón, de
inmediato tomaron los titulares de las ocho columnas en los medios de
circulación nacional, en los noticieros de televisión y radio, y en todos los
portales de Internet, incluso en los medios más importantes del mundo.
Y cómo no. Si por años -tres para ser precisos-, hemos sido espacio de noticia
de nota roja y se ha posicionado a esta ciudad, con base en la estadística
criminal, como la más peligrosa y violenta del país, cómo iba a ser nota que esta
ola de criminalidad ha disminuido.
Con datos obtenidos de los portales del Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, y de la Presidencia de la República
(http://www.presidencia.gob.mx/base-de-datos-de-fallecimientos/,
http://www.secretariadoejecutivosnsp.gob.mx/), los asesinatos ocurridos en
esta frontera del 2007 al 2010 suman en total 6,436.
Durante 2007 ocurrieron 136 asesinatos, con un promedio por día de .37, es
decir un asesinato cada tres días; en 2008 fueron 1,332 con un promedio por
día de 3.65; en 2009 fueron 2,230 con un promedio por día de 6 ejecuciones y
en 2010 llegamos a 2,738 con un promedio diario 7.5 asesinatos.
Hay que estar conscientes que estamos hablando de uno sólo de los índices de
criminalidad, los asesinatos violentos o más conocidos como ejecuciones, sin
tocar otros como el secuestro, la extorsión, el robo, etcétera.
Con estas cifras, las de los homicidios violentos, queda demostrado que nos
llevó tres años de crecimiento sostenido de este índice delictivo (de 2007 a
2008 se disparó más de un 900 por ciento, y de 2008 a 2010 más del 105 por
ciento), que ha contribuido a generar la percepción de extrema violencia y
criminalidad en la ciudad. Es decir, aun y cuando los resultados del trabajo y
coordinación de las autoridades, hoy sean positivos llevará un tiempo
restablecer los niveles de confianza y tranquilidad que teníamos antes.
Ahora falta que esos mismos números positivos, esos mismos resultados a la
baja, nos los presenten en otros delitos que han sido de mayor impacto social.
Sin duda la extorsión, el secuestro y el robo de autos, son delitos que tienen
prácticamente aterrorizados a los juarenses y ahí es en donde también
queremos resultados, pero sin exagerar.
fcortizb@gmail.com
Ciudad Juárez, Chihuahua
Mayo 26 del 2011