c10 Cultura EL COMERCIO lunes 30 de mayo del 2011
enTReLÍNEAS
En el jardín de los niños
el árbol del tesoro
Autor Alonso Cueto
Editorial Planeta Junior
Nacionalidad Peruana
Se trata de la primera incursión
que el galardonado escritor pe-
ruano Alonso Cueto hace en el
género de la literatura infantil.
Editado por Planeta, “El ár-
bol del tesoro” es una tierna re-
flexión sobre los lazos que el ser
humano debería tener con la na-
turaleza. También es una fábula
que busca mostrar los beneficios
a los que podemos acceder cuan-
do hacemos lo correcto, aunque,
a primera vista, nuestra actitud
parezca poco pragmática.
La historia está protagoniza-
da por Esteban y Fernanda, dos
niños que viven junto con su ma-
dre en una huerta cerca de un
lejano pueblo serrano. Los apu-
ros económicos acechan a la fa-
milia, que se halla desprotegida
después de la muerte del padre.
De todas formas, los niños han
aprendido a encontrar la paz
debajo de un gentil y gigantesco
árbol que se alza a pocos metros
de su casa.
LeTRaVIVA
Poesía reunida de Magda Portal
Ricardo González Vigil
Si hay un hito en la poesía peruana
de mujeres, ese es la aparición de
Magda Portal (Barranco, 1900-
1989), quien publicó su primer poe-
ma en 1920 y en 1923 fue laureada
en los Juegos Florales de la Uni-
versidad Nacional Mayor de San
Marcos.
Lo percibió inmediatamente La-
dislao F. Meza, comentando dicho
galardón sanmarquino; no dudó en
colocarla junto al trío más importan-
te de la poesía femenina hispano-
americana de las primeras déca-
das del siglo XX: Delmira Agustini,
Juana de Ibarbourou y Gabriela
Mistral (“Magda Portal, laureada”,
en “Mundial”, Lima, 17 agosto de
1923).
Y la consagración definitiva vi-
no pronto, a cargo de la voz auto-
La vida de los pequeños toma-
rá un rumbo inesperado cuando
la madre ordene a Esteban cor-
tar el árbol para vender sus restos
como leña en el mercado. ¿Podrá
el niño echar abajo el árbol que lo
cobijó de las maldades del mun-
do a cambio de dinero?
rizada de José Carlos Mariátegui,
en un artículo de 1926 recogido en
“7 ensayos de interpretación de la
realidad peruana” (1928), en el que
sostenía que ella daba inicio a la
poesía femenina contemporánea
en el Perú.
Añádase que, en lo tocante a
la poesía vanguardista, Portal es la
voz femenina más descollante no
solo del Perú, sino de toda Hispa-
noamérica. Lo cual tornaba cla-
moroso el vacío bibliográfico, sin
una edición de toda su producción
poética.
Esa impostergable tarea ha si-
do asumida por el estudioso que
con mayor tesón se ha dedicado a
investigar su trayectoria vital y lite-
raria: Daniel R. Reedy. Primero nos
entregó una pormenorizada bio-
grafía: “Magda Portal, la pasiona-
ria peruana (Biografía intelectual)”
Cuando la historia está a
punto de llegar a un triste y pre-
visible final, los niños verán re-
compensada su fidelidad al ár-
bol recibiendo de la naturaleza
un premio mayor al dinero que
pensaban recibir. Además de una
valiosa enseñanza.
(2000). Y, ahora, el sustancioso
volumen “Obra poética completa”,
publicado por la casa editorial más
indicada: Fondo de Cultura Econó-
mica, ya que Portal en 1961 inau-
guró la agencia de dicha editorial en
el Perú, desempeñándose como
su primera directora (le sucedió en
el cargo otra poeta capital: Blanca
Varela).
Reedy ha reconstruido el primer
poemario (“Ánima absorta”, 1920-
1924). En 1927, en México, “Mag-
da destruyó el manuscrito como
acto simbólico de separación de su
vida creativa del pasado y una nue-
va orientación hacia la política” (p.
8); es decir, versos anteriores a su
adhesión al vanguardismo y, en po-
lítica, al aprismo (fundado en Méxi-
co, como un frente revolucionario
antiimperialista).
Esos textos comenzó a difun-
abandonada
Casa
Autor Miguel Án-
gel Sanz Chung
Editorial Lustra
Nacionalidad
Peruana
tras el
vidrio
Autor Carlos Ro-
jas Olivos
Editorial Magreb
dirlos en revistas, bajo el seudóni-
mo de Tula Sovaina (no sabemos
por qué Reedy lo registra como
Tula Soavani), probablemente invi-
tando, irreverente, a la pronuncia-
ción tú-la-so-vaina (remedando la
confusión andina entre “so” y “su”),
donde el vocablo “vaina” juega
con el sentido de ‘molestia’ o, qui-
zás, ‘tontería’, connotando ade-
más el sexo femenino (semejante
a una funda o a la cáscara que
envuelve las simientes de algunas
plantas).
De otro lado, reproduce el se-
gundo poemario (según el manus-
crito publicado en 1929), “Vidrios
de amor”, en el que se percibe la
maduración artística de Portal
abordando el tema de la materni-
dad, tanto la suya (su embarazo y el
nacimiento de su hija) como la de su
propia madre.
Francisco Melgar Wong
Partida doble
Miguel Ángel Sanz Chung es un joven y notable
poeta peruano cuya breve obra se ha convertido en
una de las más prometedoras de los últimos años.
Su primer libro, “La voz de la manada”, fue editado
en el 2002 y fue seguido por los también excelentes
“Quién las hojas” y “Paciente 164”, del 2007 y 2009,
respectivamente.
Para no perder esta sana costumbre, Sanz Chung
acaba de volver a publicar, y en esta ocasión por par-
tida doble. Se trata de “La casa amarilla” y “Casa
abandonada”, dos poemarios unidos que acaba de
poner a la venta Lustra Editores y cuya lectura po-
ne en evidencia el buen oficio que este exiliado en
España posee. Vale la pena buscarlo en las librerías
locales.
Relatos al paso
Carlos Rojas Olivos empezó su trayectoria literaria
publicando poesía, allá por el 2007, tal como los
lectores de “Caída” (PTYX Editores) bien deben
recordar. Ahora, residente en Alemania gracias a
una beca en la Universidad de Marburgo, Rojas nos
envía un libro de relatos titulado “Tras el vidrio”.
Las historias que encontramos en el libro de Ro-
jas están escritas bajo la primacía de la acción. Aquí
no se encontrará esa prosa florida que a menudo
suele utilizarse para enmascarar la falta de ideas.
Al contrario, los diálogos son sucintos y precisos,
y logran un buen contrapunto con estas historias
gélidas, duras, que a menudo prefieren reírse de la
humanidad que conmoverse de la miseria en la que
se halla inmersa.
En esos poemas de 1923-1924
TíTulo
brota una escritura vanguardista
Obra poética completa que cuajará en el logrado poemario
auTor “Una esperanza y el mar” (1927),
Magda Portal que Reedy acoge en su totalidad.
Lo mismo que “Costa Sur”
ediTorial
(1945) y la parte nueva de “Cons-
Fondo de Cultura
tancia del ser” (1965), redondean-
Económica
do su meritoria faena con la prin-
cipal contribución de su compila-
ción: “Poesía interdicta”, cuarenta
poemas escritos en 1965-1988
(solo cinco fueron publicados en
diarios y revistas), donde Portal de-
puró su poesía comprometida con
el cambio revolucionario: “Tene-
mos que morir César Vallejo Alber-
to Hidalgo / sin terminar de hacer
lo que hay que hacer de todos mo-
dos / morir sin liberar el aire el cielo
el agua / los caminos / para que los
disfruten todos / los pueblos de la
tierra” (p. 380).