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Pilar Lpez de Maturana a los 19 aos, poco antes de ingresar en el Monasterio de Brriz.
Al poco tiempo, la colegiala interna Pilar se haba captado las simpatas de hermanas y compaeras, y sus cualidades de carcter, inteligencia, formacin, sociabilidad, temperamento alegre, decidido y creativo la haban convertido en el centro de conversaciones y juegos.
Vocacin religiosa
Nuestra vida la habamos dado a Dios
Dos meses despus de su entrada en el colegio, el jesuita P. Olasagarre, dio Ejercicios Espirituales a las alumnas, y el encuentro de Pilar con Jesucristo fue tan fuerte, que le pidi a su madre ingresar como religiosa inmediatamente en el mismo Monasterio de Brriz. Su madre le dijo prudentemente que esperase hasta los 19 aos. El da de su cumpleaos, 25 de julio de 1902 sali del colegio, con la decisin de no ser jams sorda al llamamiento de Cristo, y ofrecer sus ilusiones a la Virgen de la Merced. Pero para realizar su vocacin tuvo que esperar un ao. Gemelas en todo, Leonor tambin haba sentido la llamada del Seor y las dos hermanas hablaban de su vocacin, como escribe Pilar: Pensaba yo venir a Brriz, y largamente tratbamos sobre si entraramos juntas. Pronto nos pusimos de acuerdo. Mira, -me dijo Leonor-, lo que ms me cuesta sacrificar es a ti. Puesto el mundo entero en una balanza y t en la otra pesara la tuya infinitamente ms, de modo que yo quiero darlo todo a Dios y el sacrificio ha de ser completo. Nos separaremos para siempre. Y aade: Cre que ya no importaba separarnos pues llevaba dentro de m todo el ser de Leonor que tan uno fue siempre conmigo. Una promesa solemne quisimos hacernos, o mejor dicho dos: no interrumpir la comunicacin que siempre habamos tenido y siquiera por carta dejar abiertos nuestros corazones la una para la otra, y, adems, recordar en los momentos difciles de nuestra vida que habamos dado a Dios el sacrificio mximo de nuestra separacin y que ya no habamos de negarle ningn otro, supuesto que todos los dems seran nada en su comparacin.
Pilar, Lola y Leonor, cuando las gemelas tenan 19 aos, antes de entrar al convento