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Introduccin
La filosofa jnica, avanzando por un lado en el progreso de las ciencias naturales, se confundan en los medios y capacidades para conocer, y degeneraba en un escptismo moral completo, hasta negar la realidad ; los idealistas apartndose cada vez mas del naturaleza sensible requeran lo verdadero fuera de este mundo sensible que es el teatro de nuestras inmediatas indagaciones. Unas y otras escuelas se empeaban en luchas sin trminos, no llegando ni a un acuerdo ni a una demostracin de superioridad de cada teora. Los sofistas venan como resultado de las exageraciones de las escuelas y de particularismos en que cada una de ellas se encerraba. No crearon un sistema; lo dedujeron y se arrojaron a la corriente divulgando las dudas, los ataques y las paradojas, y con qu fsicos e idealistas se combatan: su elocuencia, y el convencimiento escptico que aparentaban, les dieron la simpata del pueblo artista. La escuela sofista presta un servicio en compensacin de los males que contribua a propagar; purifico el lenguaje, perfecciono las formas oratorias, hizo comprender la inmensa influencia de palabras sobre las muchedumbres, y exagerando el mal, la indiferencia, obligo a que se trabajara con ardor para encontrar los fundamentos de la verdad, del deber y de la justicia. En la poltica ejercieron los sofistas alguna influencia; aspiraban la unidad de la Grecia en una confederacin libre. Grecia decaa polticamente y socialmente, la tradicin estaba rota, descompuesta, caduca por todas las escuelas. Lo anti guo ya no inspiraba; urga pues encontrar un manantiales que rociaran la conciencia humana y fertilizaban el por venir. Entre ellos tenemos: Scrates, Platn y Aristteles.
Bibliografa
Valero Pujol Estudios sobre Historia de la Filosofa San Salvador, La concordia, calle del calvario 1883