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BAUTISMO EN ARREPENTIMIENTO, Marcos 1:4

Muchas personas tienen la idea de que arrepentirse es estar triste, lamentarse y llorar, pero la Biblia muestra que no es as, sino que dichos sentimientos pueden ser manifestaciones de arrepentimiento.
La palabra arrepentimiento se traduce del griego metanoia que significa: Cambio de mente y cambio de parecer , lo que muestra que arrepentirse es cambiar de mente y, por lo tanto, de forma de pensar; es cuando por la ministracin del Espritu Santo, comprendemos que somos pecadores y necesitamos de Dios (Jn. 16:8).

Es la primera faceta del bauti smo que vive el creyente para llegar al Seor, porque nos muestra nuestra condicin pecaminosa, en la que siendo enemigos de Dios, envi a su Hijo Jess para que se entregara en holocausto por nuestros pecados (Lc. 3:3; Hch. 13:24; 19:4; Mt. 3:11; Lc. 5:32). Este bautismo tambin acta en el cristiano cuando el pecado lo alcanza. El arrepentimiento es un proceso constante. Veamos algunas de sus caractersticas:
A. Arrepentirse, Hch 3:19, 26:20 Cuando llegamos al Seor hay transgresiones, pecados e iniquidades de las que debemos arrepentirnos y pedirle al Seor que nos perdone, limpie y libere, por ejemplo: Actos de impureza (2 Co. 12:21), inmoralidad sexual (2 Co. 12:21; Ap. 9:21), libertinaje (2 Co. 12:21), malas obras (Ap. 16:9-11), homicidios (Ap. 9:21), hechiceras (Ap. 9:21), robos (Ap. 9:21), etc.

Despus del arrepentimiento debe haber conversin, es decir cambiar de actitudes (Hch. 3:19, 26:20), por eso cuando Juan el Bautista vea que los fariseos se bautizaban, les confrontaba y les indicaba que deban producir frutos dignos de arrepentimiento (Mt. 3:8) . www.escuelasbiblicas.org Escuelas Bblicas B. Produce perdn de pecados, Mr. 1:4 El arrepentimiento produce perdn de todos los pecados que la persona ha cometido, el perdn no se obtiene no por buens obras, sino por la gracia de Dios obtenida por medio de Jesucristo. Nadie puede ser perdonado de sus pecados sino se ha arrepentido de ellos y pedido perdn al Seor.
C. Sin arrepentimiento hay condenacin, Lc. 13:3, 5