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Unidad Patrocinante: Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de

Occidente(ITESO) - Universidad Jesuita de Guadalajara


País patrocinante:
México

DATOS DEL DOCUMENTO


Título: IGNACIO LO SABÍA. LA PEDAGOGÍA JESUITA Y LAS CORRIENTES
EDUCATIVAS ACTUALES.
Autor (es): METTS, Ralph
Lugar de edición: Jalisco-México Editorial: ITESO
Año: 1999
Número de páginas: 254 Págs.

ANÁLISIS DEL DOCUMENTO


PALABRAS CLAVES: PEDAGOGÍA IGNACIANA, PARADIGMA PEDAGÓGICO,
EXPERIENCIA, EJERCICIOS ESPIRITUALES, VALORES, EXPERIENCIA RELIGIOSA,
APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

DESCRIPCIÓN : El texto plantea que la investigación educativa actual ha ido


haciendo planteamientos acerca del aprendizaje humano que coinciden con
discernimientos fundamentales de Ignacio de Loyola, que a su vez se expresan
tanto en los principios como en la metodología de los Ejercicios Espirituales. De ahí
que básicamente se intenta responder dos preguntas: ¿Qué aspectos de la
concepción ignaciana del aprendizaje del siglo XVI se encuentran vigentes en la
psicología educativa y en la teoría del aprendizaje del siglo XX? Y ¿Cómo puede
relacionarse la metodología de los ejercicios espirituales con los marcos
metodológicos de esos mismos enfoques? Esto, a la luz de la intención expresa de
formar jóvenes para ser hombres y mujeres para los demás. 44 Referencias
bibliográficas

Resumen: El autor comienza por exponer (prelección) la terminología ignaciana,


particularmente la de los ejercicios espirituales, y la terminología educativa. Luego
explica algunos aspectos metodológicos como los siguientes: la participación de la
totalidad de la persona en el aprendizaje (mente, cuerpo, corazón y alma); la
aplicación del paradigma: contexto-experiencia-reflexión-acción-evaluación; la
selección y preparación del tema (noche anterior); la disposición del estado mental
para abordar la tarea (oración preparatoria); la visualización del lugar físico
correspondiente al tema (composición de lugar); la determinación el propósito
(gracia demandada); los temas en si mismos (en el marco del principio y
fundamento); la ejercitación de la memoria (repetición), el entendimiento y la
voluntad (imaginación y sensaciones que se experimentan en la oración:
meditación, contemplación y aplicación de los sentidos); el diálogo con el maestro
(coloquio); el cierre de la experiencia; y la revisión del proceso.
Como complemento a la aplicación de la metodología, se formulan
recomendaciones (anotaciones) como por ejemplo: valorar el aprendizaje como
búsqueda de la verdad en ambiente de libertad; interés personal por cada
alumnos; velar por lo intelectual, afectivo, moral y espiritual; y hacer bien más que
rápido y a la ligera.
A continuación se van elaborando coincidencias de la pedagogía ignaciana con
estudios acerca de: el funcionamiento del cerebro (Hart, 1987 y Caine, 1994); los
tipos de memoria espacial y clasificadora (O´Keefe y Nadel, 1978); el
procesamiento de los hemisferios izquierdo y derecho; los estilos de aprendizaje:
visual, auditivo, corporal cinestésico (integración de todos los sentidos en
movimiento físico y emocional) y auditivo digital (diálogo interno); las inteligencias
múltiples: verbal lingüística, rítmica musical, lógica matemática, visual espacial,
corporal cinestésica, interpersonal e intrapersonal (Gardner,1985); las habilidades
del pensamiento de orden superior; las comunidades Atlas en base a la experiencia
y al mundo real en términos de hábitos de la mente, el corazón y el trabajo (Bellah
y otros, 1987); y las dimensiones del aprendizaje: actitudes y percepciones
positivas respecto al aprendizaje, adquisición e integración del conocimiento,
expansión y afinación del conocimiento, uso significativo del conocimiento y hábitos
productivos de la mente (Marzano, 1993).
Luego se analizan las semejanzas y las diferencias de estos enfoques con las
anotaciones de los ejercicios espirituales y la estructura de la oración ignaciana.
Posterior a este análisis se plantean experiencias de enseñanza y de trabajo de
aula en las queda clara la síntesis del propósito fundamental del texto: demostrar
las coincidencias existentes entre los avances de la psicología educativa y la
espiritualidad ignaciana recogida en los ejercicios espirituales, y dejar abierta la
posibilidad de aplicar su método como paradigma educativo.
Para finalizar, se hace una distinción entre la educación jesuítica y la ignaciana. La
jesuítica, se entiende como la transmitida en sistemas educativos dirigidos por la
Compañía de Jesús, y la ignaciana, como la expresamente derivada de los principios
y metodología de los ejercicios espirituales con aplicación en el aula. Concluye que la
pedagogía ignaciana no puede ser comprendida sin su creador y sin su puesta en
acción. La experiencia, el contexto, la reflexión, la acción y la evaluación funcionan
inseparables y el autor alerta al respecto.

Analista: Ana Guinand Fecha: marzo 2003

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