Fl efecto Sokurov
Ficciones & Realidades
o la pregnancia de lo inmovil
>» Eseribe FABIO BENAVIDEZ
«Asegirate de haber agotado todo
Jo que se comunica por medio de
la inmovilidad y el silencio»
Robert Bresson
El primer encuentvo con Sokurov tue arasistira
la proyeccién de Mot! Syn (Madre e hijo, 1996)
‘en el Festival de cine de Mar del Plata: No sin
fascinacion frente a la reciente obra de este
‘autor desconacido para el piblico argentino en
ese momento.
recorrido que quiero sefalar viene a dar-
se, meses mas tarde, al ver en una revista espe~
cializada una fotografia del filmy, allen la des-
carnada pagina impresa, me impresiond ver ia
deformacién dptica de la imagen:' La anécdota
aparece al no reconocer en un primer momento
icha deformacién como perteneciente ala obra
Ingenua y desprevenidamente me pregunte por
qué habrian deformado la imagen al editar e!
articulo criticé que ilustrab. Observo otra ima-
gen mas, también deformads, y comprendo que
‘no habia una “intencién’ en losresponsables de
Director Cnemtogréfico dela Uiversdad del Cine. Realizador, Docetee investiador
ela carrera de Comunicacién Audiovisual dels Facultad de Bela Artes—UNLP
Profesor Tiar de Realzacion y Lenguale Audiovisual. Beato de Perfeccionamiento
lena Investigacion Cleifcay Tecnologia. Como director ha incusionado ene video
experimental el documenta. Ente su obra audiovisual: Descanso 1998. Senderos,
1998, Redes, 1998 Hombre bajando una escaler, 1998; E zanén, 2000 y Apuntes |
ara una restavracion, 2004 (Reazacion colet).
ia revista —que por otra parte no tenian por
costumbre deformar las imagenes con violen=
cia de un modo gratuito~. Lo que me confun-
dia era que esa deformacién parecia expresar
“algo" vinculado a esa caracteristica tan escu~
rridiza, tan extrafia € inefable del film.?
Recién entonces, unos minutos después de
haberme topado con la fotografia, es que co-
0.8 sospechar en la posibilidad de su rela~
ion estrevI Corr is peticula: Las-sensaciones
los recuerdos y el-pensamiento comenzaban a
aflorar en esa direccién —y no sin interjeccio-
nes, espasmos de risa entrecortada por Ia in
credulidad y el asombro ante la cada vez mas
evidente sefial de que no habian “trucado" la
imagen en la edicién grafica. No pude dejar de
leer el articulo para evacuar mis dudas, porque
no podia creer no recordar semejante grado de
deformacién éptica, semejante obviedad en la
estiizacién plastica de fo dimensién visual de
un film que me habia mareado al verlo.
El texto despejo mi incredulidad y nutrié mi
memoria para reflotar el film como representa-
cidn mental y acceder 3 las sensaciones y cuali-
ddades que la pelicula habian despertado en mi
tiempo atras? Ya no tenia esa incertidumbre, se
hrabian formado unas nuevas. Me encontraba
cembriagado por la ansiedad, la desazén y a sor
presa ante el hecho, Recriminar mi frigil memo-
tig no alcanzaba para satisfacer una explcacién.
Sin salir del asombro, me albergaba cierts
satisfaccién estética ante la suposicidn de i
posible evidenciar en el film no se antepone e!
recurso plastico como significacién de los he-
Kadi | estunios sopne cine ¥ anves svoiovisuates | aFabio BENAVIDEZ
chos sino que los mismos se constituyen a par-
tir de ese particular mecanismo de estlizacion
-y.comola obra entera est trabajada en su pues-
te en forma a través de ese recurso técnico, la
desviacién de la norma “es su forma, colocan-
do [a obra en un nivel de realidad de represen
tacién, -segiin R. Arnheim un tanto alejada de!
realismo.* Como el nivel de realidad se mantie-
ne, entonces fa deformacién de una imagen en
un mundo deformado es lo *normal’, esta na-
turalizada en esa propuesta, construyendo et
verosimil Por lo tanto, aunque aparezca evidente
a! principio, pasa @ un segundo plano a lo argo
Gel film. A tal punto no se eject
arbitrario ~antepuestoa Ia imagen para imbuirla
de un sentido directo u abvio (0 unico}— que
pasa casi desapercibido. En todo caso no es lo
primero que vino 2 Ia mente al recordar el fim,
aunque lo que uno recuerda es, sila atmésfera
enrarecida de las imagenes, pero no su téenice,
Sin embargo, en le fotografia de la revista —
bianco y negro estatica, descarnada, solitaria,
desprovsta de todo el film, resalta ef recurso. Es
‘an explicit que parece mentira que n0 Io recor:
dara de inmeviato, Mi mayor preocupacion, en
tonces, -y admiracién y curiosidad por la puesta
‘ie! director motivadora de este racconto
indagatoro, fue precisamente tratar de compren-
der cmo era posibie que no recordara el recurso
vllegara a dudar, @considerarlo ajeno al film sien-
Go que, paraddjicamente, uno de ios elementos
fundamentales desu propuesta estetica esl tra-
bajo a partir de fa deformacién dptica de la ima-
‘gen visual, ero no esl nico elemento que con-
forma las cualidades estéticas dela pelicula,
4Cémo la forma del film puede crearse a
pattir de, y a su vez albergar armoniosamente
tal deformacién hasta hacerta casi invisible?
Estd claro que Madre hijo no es in “ese tra
tamiento de la imagen, pero no es lo que predomi
1a, est integrado a una forma que presenta cierta
‘opacidad, reconociendo un tratamiento fuerte de
tos aspectosplsticos dela imagen (como podemos
bservar en cuanto al uso cromético), pero cuya
formulaciin conforma un mundo poetico que ese
{que queda como universo narrado. Aungue el fim
10 podria tener exstencia sin la deformacién que
verimos abordand, no resalta, porque és soidaria.
ale forma del fim. Consideramos que la clave pue-