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Problemas y Tendencias de la Literatura Hispanoamericana I, 2007 1

1) Yaocuícatl
Selección de poesía Náhuatl.
Desde donde se en medio de la llanura,
posan las águilas el polvo se alza cual si fuera humo,
se enreda y da vueltas,
Desde donde se posan las águilas, con sartales floridos de muerte.
desde donde se yerguen los jaguares,
el sol es invocado. ¡Oh príncipes chichimecas!
¡No temas corazón mío!
Como un escudo que baja, En medio de la llanura,
ahí se va poniendo el sol. mi corazón quiere
En México está cayendo la noche, la muerte a filo de obsidiana.
la guerra merodea por todas partes,
¡oh Dador de la vida!, Sólo esto quiere mi corazón:
se acerca la guerra. la muerte en la guerra...

Orgullosa de sí misma
se levanta la cuidad de México-Tenochtitlan. Haciendo círculos de jade
Aquí nadie teme la muerte en la guerra.
Ésta es nuestra gloria. Haciendo círculos de jade está tendida la ciudad,
Éste es tu mandato. irradiando rayos de luz cual pluma de quetzal está
aquí México:
¡Oh Dador de la vida! junto a ella son llevados en barcas los príncipes:
Ténganlo presente, oh príncipes, sobre ellos se extiende una florida niebla.
no lo olviden.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan? ¡Es tu casa, Dador de la vida, reinas tú aquí:
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...? en Anáhuac se oyen tus cantos:
sobre los hombres se extienden!
Con nuestras flechas,
Con nuestros escudos, Aquí están en México los sauces blancos,
está existiendo la ciudad aquí las blancas espadañas:
¡México-Tenochtitlan subsiste!. tú, cual garza azul extiendes tus alas volando,
tú las abres y embelleces a tus siervos.

Hacen estrépito los cascabeles Él revuelve la hoguera,


da su palabra de mando
Hacen estrépito los cascabeles, hacia los cuatro rumbos del universo.
el polvo se alza cual si fuera humo: !Hay aurora de guerra en la ciudad!
Recibe deleite el Dador de la vida.

Las flores del escudo abren sus corolas, Canto de guerra. Canto de Motecuzoma
se extiende la gloria,
se enlaza en la tierra. Dentro del gran lago fuiste creado,
Tú, Motecuzomatzin, en Méjico
¡Hay muerte aquí entre flores, y reinas en Tenochtitlan.
en medio de la llanura!
Junto a la guerra, Aquí es donde las Águilas se pierden,
al dar principio la guerra, tu casa de joyeles, cual sol brilla;
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¡es aquí, la mansión de nuestro padre! oh príncipe, tú, hijo mío, Tlacahuepantzin,
y tú, Ixtlilcuechahuac. ¡Con florida muerte se
Vinisteis a vivir aquí en la medianía fueron,
de una gran llanura de agua. allá la merecieron!
Por brevísimo tiempo viene a tejerse
la nobleza de las Águilas, de los Príncipes: En el cielo la aurora se levanta:
Ixtlilcuechahuac en manos de Tlacuiyztin. múltiples aves hacen estrépito.
¡Se han convertido en aves color de fuego,
Es aquí como el sitio en que se adquiere gloria, se han convertido en aves color de oro!
donde alcanza renombre la nobleza:
¡Vino a tenderse el polvo, amarillea! Hay orfandad para la greda y la pluma.
Habéis de morir embriagados de flores,
¡Esforzaos, oh amigos, oh mi señor Motecuzma!
los que osamos ir allá donde se logra la gloria, ¡Se han convertido en aves color de fuego,
donde se alcanza la calidad de príncipe, se han convertido en aves color de oro!
donde solamente se merece la florida muerte!

Vive vuestro renombre, vuestra fama,


2) Teocuícatl
obra el Dios de la dualidad.
¡Es un puro jade!...! El inventor de los hombres,
el espejo que hace aparecer las cosas.

¡Es un puro jade


un ancho plumaje ¿Eres tú verdadero?...
tu corazón, tu palabra,
oh, padre nuestro!
¡Tu compadeces al hombre, ¿Eres tú verdadero (tienes raíz)?
Tu lo ves con piedad!... Sólo quien todas las cosas domina,
¡Sólo por un brevísimo instante el Dador de la Vida.
Está junto a ti y a tu lado! ¿Es esto verdad?
¿Acaso no lo es, como dicen?
Preciosas cual jade brotan ¡Que nuestros corazones
Tus flores, oh por quien todo vive; no tengan tormento!
Cual perfumadas flores se perfeccionan, Todo lo que es verdadero
Cual azules guacamayas abren sus corolas... (lo que tiene raíz)
¡Sólo por un brevísimo instante dicen que no es verdadero
Está junto a ti y a tu lado! (que no tiene raíz)
El Dador de la Vida
sólo se muestra arbitrario.
¡Que nuestros corazón
El dios de la dualidad
no tengan tormento!
Porque él es el Dador de la Vida.
En el lugar del mundo,
en el lugar del mando gobernamos:
es el mando de mi señor principal.
Espejo que hace aparecer las cosas.
Ya van, ya están preparados.
Embriágate, embriágate,
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Percibo lo secreto Como una flor,


(Como una pintura nos iremos nos iremos secando
borrando) aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
¡Oh, tú con flores
nos iremos acabando
pintas las cosas,
nos vamos a su casa.
Dador de la vida:
Se acerco aquí,
con cantos tú
hace giros la tristeza
las metes en tinta,
de los que en su interior viven...
las matizas de colores:
a todo lo que ha de vivir en la tierra!
Medítenlo señores,
Luego queda rota
águilas y jaguares,
la orden de águilas y jaguares:
aunque fueran de jade,
¡Sólo en tu pintura
aunque fueran de oro
hemos vivido aquí en la tierra!
también allá irán,
al lugar de los descarnados.
En esta forma tachas e invalidas
Tendremos que desaparecer,
la sociedad, la hermandad,
nadie habrá de quedar.
la confederación de príncipes.
Metes en tinta (matizas de colores)
a todo lo que ha de vivir en la tierra.
Solamente él
Aun en estado precioso,
en caja de jade Solamente él,
pueden hallarse ocultos los príncipes: el Dador de la vida.
de modo igual somos, somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres, Vana sabiduría tenía yo,
todos habremos de irnos, ¿acaso alguien no lo sabía?
todos habremos de morir en la tierra. ¿Acaso alguien no?
No tenía yo contento al lado de la gente.
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh Ustedes señores! Realidades preciosas haces llover,
Así somos, de ti proviene tu felicidad,
somos mortales, ¡Dador de la vida!
de cuatro en cuatro nosotros los hombres, Olorosas flores, flores preciosas,
todos habremos de irnos, con ansia yo las deseaba,
todos habremos de morir en la tierra... vana sabiduría tenía yo...

Nadie en jade,
nadie en oro se convertirá: Las flores y los cantos
en la tierra quedará guardado. (¿He de irme?)
Todos nos iremos
allá, de igual modo.
Nadie quedará, Del interior del cielo vienen
conjuntamente habrá de perecer, las bellas flores, los bellos cantos.
nosotros iremos así a su casa. Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los echa a perder,
Como una pintura a no ser los del príncipe chichimeca
nos iremos borrando. Tecayehuatzin.
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¡Con los de él, alégrense!. 3) Xochicuícatl

La amistad es lluvia de flores preciosas. Nos ataviamos, nos enriquecemos...


Blancas vedijas de plumas de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas: Nos ataviamos, nos enriquecemos
en las ramas de los árboles, con flores, con cantos:
bajo ellas andan y liban ésas son las flores de la primavera:
los señores y los nobles. ¡con ellas nos adornamos aquí en la tierra!

Su hermoso canto: Hasta ahora es feliz mi corazón:


un dorado pájaro cascabel, Oigo ese canto, veo una flor:
lo elevas muy hermoso. ¡que jamás se marchiten en la tierra!
Estás en un cercado de flores.
Sobre las ramas floridas cantas.
¿Eres tú acaso, un ave preciosa del Dador de la Las flores y los cantos
vida?
¿Acaso tú al dios has hablado? Del interior del cielo vienen
Tan pronto como viste la aurora, las bellas flores, los bellos cantos.
te has puesto a cantar. Los afea nuestro anhelo,
nuestra inventiva los hecha a perder,
Esfuércese, quiera las flores de mi escudo, a no ser los del príncipe chimeca Tecayehuatzin.
las flores del Dador de la vida. ¡Con los de él, alegraos!
¿Qué podrá hacer mi corazón?
En vano hemos llegado, La amistad es lluvia de flores preciosas.
en vano hemos brotado en la tierra. Blancas vedijas de pluma de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas:
¿He de irme como las flores que perecieron? en las ramas de los árboles,
¿Nada quedará de mi nombre? bajo ellas andan y liban
¿Nada de mi fama aquí en la tierra? los señores y los nobles.
¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón? Vuestro hermoso canto:
En vano hemos llegado, un dorado pájaro cascabel,
en vano hemos brotado en la tierra. lo eleváis muy hermoso.
Estáis en un cercado de flores.
Gocemos, oh amigos, Sobre las ramas floridas cantáis.
haya abrazos aquí. ¿Eres tú acaso, un ave preciosa del Dador de la
Ahora andamos sobre la tierra florida. vida?
Nadie hará terminar aquí ¿Acaso tú al dios haz hablado?
los flores y los cantos, Tan pronto como visteis la aurora,
ellos perdurarán en la casa del Dador de la vida. os habéis puesto a cantar.

Aquí en la tierra es la región de momento fugaz. Esfuércese, quiera mi corazón,


¿También es así en el lugar las flores del escudo.
donde de algún modo se vive? ¿Qué podrá hacer mi corazón?
¿Hay allá alegría, hay amistad? En vano hemos llegado,
¿O sólo aquí en la tierra hemos brotado en la tierra.
hemos venido a conocer nuestros rostros? ¿Sólo así he de irme
como las flores que perecieron?
¿Nada quedará de mi nombre?
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¿Nada de mi fama aquí en la tierra? alegras a las gentes.


¡Al menos flores, al menos cantos!
¿Qué podrá hacer mi corazón? Tú sólo repartes
En vano hemos llegado, flores que embriagan,
Hemos brotado en la tierra. flores preciosas.
Tú eres el cantor.
Gocemos, oh amigos, En el interior de la casa de la primavera,
haya abrazos aquí. alegras a las gentes.
Ahora andamos sobre la tierra florida.
Nadie hará terminar aquí
Las flores y los cantos, Con flores escribes
ellos perdurarán en la casa del Dador de la Vida. (Origen y Fin)

Con flores escribes, Dador de la vida,


Aquí en la tierra es la región del momento fugaz.
con cantos das color,
¿También es así el lugar
con cantos sombreas
donde de algún modo se vive?
a los que han de vivir en la tierra.
¿Allá se alegra uno?
¿O sólo aquí en la tierra Después destruirás
Hemos venido a conocer nuestros rostros? a águilas y a jaguares:
sólo en tu libro de pinturas vivimos,
aquí sobre la tierra.
Xopan Cuícatl
(Canto de primavera) Con tinta negra borrarás
lo que fue la hermandad,
En la casa de las pinturas la comunidad, la nobleza.
comienza a cantar,
ensaya el canto, Tú sombreas a los que han de vivir en la tierra.
derrama flores,
alegra el canto.
Xon Ahuicayan
Resuena el canto, (Alégrense)
los cascabeles se hacen oir,
a ellos responden
nuestras sonajas floridas. Alégrense con las flores que embriagan,
Derrama flores, las que están en nuestras manos.
alegra el canto.
Que sean puestos ya
Sobre las flores canta los collares de flores.
el hermoso faisán,
su canto despliega Nuestras flores de tiempo de lluvia,
en el interior de las aguas. fragantes flores,
A él responden abren ya sus corolas.
varios pájaros rojos,
el hermoso pájaro rojo Por allí anda el ave,
bellamente canta. parlotea y canta,
viene a conocer la casa del dios.
Libro de pinturas es tu corazón,
has venido a cantar, Sólo con nuestras flores
haces resonar tus tambores, nos alegramos.
tú eres el cantor.
En el interior de la casa de la primavera,
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Sólo con nuestros cantos hacia allá son impelidas las gentes,
perece su tristeza. en el interior del cielo hay cantos tristes,
con ellos va uno a la región donde de algún modo
Oh Señores, con esto, se existe.
su disgusto se disipa.
Eras festejado,
Las inventa el Dador de la vida, divinas palabras hiciste,
las ha hecho descender a pesar de ellos has muerto.
el inventor de sí mismo, El que tiene compasión de los hombres, hace
flores placenteras, torcida invensión.
con esto su dolor se disipa.
Tú así lo hiciste.
¿Acaso no habló así un hombre?
4) Icnocuícatl
El que persiste, llega a cansarse.
A nadie más forjará el Dador de la vida.
¡Día de llanto, día de lágrimas!
¡Ay de mí!...
Tu corazón está triste.
¿Por segunda vez habrán de venir los señores?
¡Ay de mí:
Sólo recuerdo a Izcóatl,
sea así!
por ello la tristeza invade mi corazón.
No tengo dicha en la tierra
¿Es que ya estaba cansado,
aquí.
venció acaso la fatiga al Dueño de la casa,
al Dador de la vida?
¡Ah, de igual modo nací,
A nadie hace él resistente sobre la tierra.
de igual modo fui hecho hombre!
¿Adónde tendremos que ir?
¡Ah, sólo el desamparo
Por ello la tristeza invade mi corazón.
he venido a conocer
aquí en el mundo habitado!
Continúa la partida de gentes,
todos se van.
¡Que haya aún trato mutuo
Los príncipes, los señores, los nobles
aquí, oh amigos míos:
nos dejaron huérfanos.
solamente aquí en la tierra!
¡Sientan tristeza, oh ustedes señores!
Mañana o pasado,
¿Acaso vuelve alguien,
como lo quiera el corazón
acaso alguien regresa
de aquel por quien todo vive,
de la región de los descarnados?
nos hemos de ir a su casa,
¿Vendrán a hacernos saber algo
¡oh amigos, démonos gusto!
Moteuczomatzin, Nezahualcoyotzin,
Totoquihauatzin?
Nos dejaron huérfanos,
Canto de Axayácatl, señor de México
¡sientan tristeza, oh ustedes señores!
(Ycuic Axayacatzin, Mexico
Tlatohuani)
¿Por dónde anda mi corazón?
Yo Axayácatl, los busco,
nos abandonó Tezozomoctli,
por eso yo a solas doy salida a mi pena.
Ha bajado aquí la muerte florida,
A la gente del pueblo, a las ciudades,
se acerca ya aquí,
que vinieron a gobernar los señores,
en la Región del color rojo la inventaron
las han dejado huérfanas.
quienes antes estuvieron con nosotros.
¿Habrá acaso calma?
Va elevándose el llanto,
¿Acaso habrán de volver?
Problemas y Tendencias de la Literatura Hispanoamericana I, 2007 7

¿Quién acerca de esto pudiera hacerme saber? jamás volveré a salir sobre la tierra,
Por eso yo a solas doy salida a mi pena. yo ya me voy, ya me voy a su casa.

Sólo trabajo en vano,


Canto triste de Cuacuauhtzin gocen, gocen, amigos nuestros.
(Cuacuauhtzin icnocuicatl) ¿No hemos de tener alegría,
no hemos de conocer placer, amigos nuestros?
Flores con ansia mi corazón desea. Llevaré conmigo las bellas flores,
Que estén en mis manos. los bellos cantos.
Con cantos me aflijo, Jamás lo hago en el tiempo del verdor,
sólo ensayo cantos en la tierra. sólo soy mendigo aquí,
Yo, Cuacuauhtzin, sólo yo, Cuacuauhtzin.
con ansia deseo las flores, ¿No habremos de gozar,
que estén en mis manos, no habremos de conocer el placer, amigos
yo soy desdichado. nuestros?
Llevaré conmigo las bellas flores,
¿Adónde en verdad iremos los bellos cantos.
que nunca tengamos que morir?
Aunque fuera yo piedra preciosa,
aunque fuera oro, Los últimos días del sitio de Tenochtitlán
seré yo fundido, (Canto de angustia de la Conquista: la visión de
allá en el crisol seré perforado. los vencidos)
Sólo tengo mi vida,
yo, Cuacuauhtzin, soy desdichado.
Y todo esto pasó con nosotros.
Tu atabal de jades, Nosotros lo vimos,
tu caracol rojo y azul así los haces ya resonar, nosotros lo admiramos.
tú, Yoyontzin. Con esta lamentosa y triste suerte
Ya ha llegado, nos vimos angustiados.
ya se yergue el cantor.
Por poco tiempo alégrense, En los caminos yacen dardos rotos,
vengan a presentarse aquí los cabellos están esparcidos.
los que tienen triste el corazón. Destechadas están las casas,
Ya ha llegado, enrojecidos tienen sus muros.
ya se yergue el cantor.
Gusanos pululan por calles y plazas,
Deja abrir la corola a tu corazón, y en las paredes están salpicados los sesos.
deja que ande por las alturas. Rojas están las aguas, están como teñidas,
Tú me aborreces, y cuando las bebimos,
tú me destinas a la muerte. es como si bebiéramos agua de salitre.

Ya me voy a su casa, Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,


pereceré. y era nuestra herencia una red de agujeros.
Acaso por mí tú tengas que llorar, Con los escudos fue su resguardo, pero
por mí tú tengas que aflijirte, ni con escudos puede ser sostenida su soledad.
tú, amigo mío,
pero yo ya me voy, Hemos comido palos de colorín,
yo ya me voy a su casa. hemos masticado grama salitrosa,
Sólo esto dice mi corazón, piedras de adobe, lagartijas,
no volveré una vez más, ratones, tierra en polvo, gusanos...
Problemas y Tendencias de la Literatura Hispanoamericana I, 2007 8

ah, cuando fueron a ser puestos allá en


Comimos la carne apenas, Coyoacán...
sobre el fuego estaba puesta. La ruina de tenochcas y tlatelolcas
Cuando estaba cocida la carne,
de allí la arrebataban, Afánate, lucha, ¡oh Tlacatéccatl Temilotzin!:
en el mismo fuego, la comían. ya salen de sus naves los hombres de Castilla y los
de las chinampas.
Se nos puso precio.
Precio del joven, del sacerdote, ¡Es cercado por la guerra el tenochca;
del niño y de la doncella. es cercado por la guerra el tlatelolca!

Basta: de un pobre era el precio Ya viene a cerrar el paso el armero


sólo dos puñados de maíz, Coyohuehuetzin;
sólo diez tortas de mosco; ya salió por el gran camino del Tepeyac el
sólo era nuestro precio acolhua.
veinte tortas de grama salitrosa.
¡Es cercado por la guerra el tenochca;
Oro, jades, mantas ricas, es cercado por la guerra el tlatelolca!
plumajes de quetzal,
todo eso que es precioso, Ya se ennegrece el fuego;
en nada fue estimado... ardiendo revienta el tiro,
ya se ha difundio la niebla:

Se ha perdido el pueblo mexica ¡Han aprehendido a Cuauhtémoc!


¡Se extiende una brazada de príncipes mexicanos!

El llanto se extiende, las lágrimas gotean allá por ¡Es cercado por la guerra el tenochca;
Tlaltelolco. es cercado por la guerra el tlatelolca!
Por agua se fueron ya los mexicanos;
semejan mujeres; la huida es general.
¿Adónde vamos?, ¡Oh amigos! Luego ¿fue
verdad?
Ya abandonan la Ciudad de México:
el humo se está levantando; la neblina se está
extendiendo...
Con llanto se saludan el Huiznahuácatl
Motelhuihtzin,
el Tlailotlácatl Tlacotzin,
el Tlacatecuhtli Oquihtzin...
Lloren, amigos míos,
tengan entendido que con estos hechos,
hemos perdido la nación mexicana.
¡El agua se ha acedado, se acedó la comida!
Esto es lo que ha hecho el Dador de vida en
Tlatelolco.
Sin recatos son llevados Motelhuihtzin y
Tlacotzin.
Con cantos se animaban unos a otros en
Acachinanco,

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