El SNA es una subdivisión de la porción eferente del sistema nervioso
periférico.
El sistema nervioso autónomo (SNA) controla las funciones
involuntarias o neurovegetativas. Los efectores que responden a la regulación autónoma son el músculo cardíaco, el músculo liso y las glándulas. Estos efectores forman parte de los órganos viscerales (órganos localizados en cavidades corporales) y de los vasos sanguíneos.
Las funciones del SNA pueden clasificarse en 3 categorías:
mantenimiento homeostático de las condiciones del organismo, coordinación de las respuestas durante el ejercicio, el estrés o los estados patológicos y ayuda al sistema endocrino en la regulación de la reproducción. EL SNA CONSTA DE DOS PARTES CUYAS ACCIONES SUELEN SER CONTRAPUESTAS
Siguiendo criterios autonómicos, neuroquímicos, farmacológicos y
funcionales, el SNA puede dividirse en dos partes: el simpático y el parasimpático. Una tercera parte, sin embargo, sería el sistema nervioso entérico, que se relaciona fundamentalmente con los reflejos entéricos.
Las funciones del Simpático y del parasimpático se pueden resumir de
la siguiente manera: a.- Generalmente se produce un predominio del simpático en situaciones límite o de emergencia, mientras que b.- El parasimpático predomina durante el restablecimiento de las condiciones de normalidad , almacenamiento de reservas y eliminación de desechos.