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CRONOLOGIA
667 a.C. Se funda la Antigua ciudad de Bizancio (futura
Constantinopla).
730-787
813-843 d.C. Controversias iconoclastas resultan en la pérdida de la
mayoría de los territorios italianos del Imperio junto con algunos
territorios en el sur.
1. Origen
2. Historia temprana
3. La época de Justiniano
4. La querella iconoclasta
5. La política exterior
6. La política religiosa
7. La decadencia del Imperio (1056-1261)
8. La caída de Constantinopla
9. Bibliografía
Origen
Con la creación del sólido bizantino, Constantino I inició una reforma monetaria que permitió estabilizar la
economía del Imperio Romano que se encontraba en crisis, lo que indudablemente logró, transformándose en
la base de la economía del Imperio Bizantino o Imperio Romano de Oriente. El sólido mantuvo un valor
constante en Occidente hasta el siglo IX, utilizándose en Oriente hasta el siglo XI como moneda de cambio en
el comercio internacional.
Su prestigio se basaba en la permanencia de su peso y su pureza. Los primeros sólidos (solidii) llevaban la
imagen del emperador Constantino I en el anverso o cara principal y alguna alegoría pagana romana en el
reverso, la que fue reemplazada luego de la legalización del cristianismo en el Imperio Romano (313) por una
imagen de la cruz griega o un ángel.
Durante el reinado del emperador Justiniano II (685-695 y 705-711) las imágenes de los emperadores fueron
acuñadas en el reverso, quedando una representación de Cristo en la cara principal. Entre los años 691 y 692
el califa omeya Abd al-Malik ibn Marwan acuñó una moneda llamada dinar, que tenía las mismas
características de pureza y peso del sólido bizantino, agudizando el conflicto político, religioso y militar
existente entre el imperio Bizantino y el califato Omeya. Si bien el conflicto entre ambos poderes continuó, el
año 697 el califa dispuso que el dinar llevara acuñada en ambas caras, versos del Corán.
El sólido fue discontinuado por el emperador Alejo Comneno (1081-1118) y reemplazado por una nueva
moneda de mayor pureza llamada hyperpyron.
2
En el año 324 Constantino I el Grande vence al coemperador romano Licinio (Flavio Valerio Licinio
Liciniano 250-325), transformándose en el hombre más poderoso del Imperio Romano.
En ese contexto decidió convertir a la ciudad de Bizancio en la capital del Imperio, comenzando trabajos para
que gozaba de una envidiable situación estratégica y estaba situada en
el nudo de las más importantes rutas comerciales del Mediterráneo
oriental.
embellecer, recrear y proteger la ciudad. Para ello utilizó más de cuarenta mil trabajadores, mayormente
esclavos godos.
Después de 6 años de trabajos, hacia el 11 de mayo de 330, y aún sin finalizar las obras (se terminaron en el
336), Constantino inauguró la ciudad mediante los ritos tradicionales, que duraron 40 días. La ciudad
entonces contaba con unos 30.000 habitantes. Un siglo más tarde alcanzo los 500.000.
La ciudad fue renombrada como Nueva Roma, aunque popularmente se la denominaba Constantinopla, y
fue reconstruida a semejanza de Roma, con catorce regiones, foro, capitolio y senado, y su territorio sería
considerado suelo itálico (libre de impuestos). Al Igual que la capital itálica, tenía siete colinas.
Constantino no destruyó los templos existentes, ya que no persiguió a los paganos, es más, construyó nuevos
templos para paganos y cristianos, especialmente influido por estos últimos. Tal es así que durante su
gobierno se abolió la crucifixión, las luchas entre gladiadores, el divorcio y se mantuvo una mayor austeridad
sexual, según las costumbres cristianas. Además construyó iglesias como la de Santa Sofía y Santa Irene y la
iglesia-mausoleo de los Santos Apóstoles, donde fue enterrado el emperador. Pese a todo este apoyo al
cristianismo, Constantino jamás se declaró cristiano, solo lo llegó a ser en el lecho de muerte y bautizado por
un obispo arriano, Eusebio de Nicomedia.
Nueva Roma fue embellecida a costa de otras ciudades del imperio, que fueron saqueadas en sus mejores
obras, trasladadas a la nueva capital del imperio. En el foro se colocó una columna donde se emplazó una
estatua de Apolo, a la que Constantino hizo quitar la cabeza para colocar una réplica de la suya. Se
transladaron esculturas, columnas, mosaicos, obeliscos, desde Alejandría, Éfeso y sobre todo desde Atenas.
Constantino no reparó en gasto, quería levantar una capital universal.
La ciudad contaba con un hipódromo, construido en tiempos de Septimio Severo (año 203), que podía albergar
más de 50.000 personas y era la sede de las fiestas populares y de homenaje a los generales victoriosos del
imperio. Sus tribunas también fueron testigo de tribunales donde se dirimían los casos más relevantes. Hoy en
día, el hipódromo sólo es una plaza del centro de la ciudad (Estambul), donde se conservan los dos obeliscos
que se encontraban en el centro de la pista, uno de ellos perteneciente al faraón egipcio Thutmose III.
También se dio gran importancia a la cultura. Constantino creó la primera universidad del mundo al fundar, en
el 340, la Universidad de Constantinopla, aunque luego fuera reformada por el emperador Teodosio II en el
425. En ella se enseñaba gramática, retórica, derecho, filosofía, matemática, astronomía y medicina; también
gramática latina, gramática griega, retórica latina y retórica griega. La universidad constaba de grandes
salones de conferencia, donde enseñaban sus 31 profesores.
Al morir Constantino, la fragmentación del Imperio Romano era un hecho. Sin embargo, esto no se produciría
hasta la muerte de uno de sus sucesores: Teodosio, en el año 395, quien dividió en dos el Imperio y cedió el
mando de la parte occidental, con sede en Roma, a su hijo Honorio; y la parte Oriental, con sede en
Constantinopla, a su otro hijo Arcadio, dando comienzo al Imperio Bizantino que, a diferencia de la parte
occidental cuya decadencia fue cada vez mayor, se mantuvo en pie hasta el año 1453.
Constantinopla en tiempos de Justiniano
Historia temprana
En época del emperador Justiniano (527-565) se construyó la iglesia cristiana de Santa Sofía, donde sus
arquitectos tuvieron que colocar una cúpula sobre un edificio rectangular. Tan complejo fue esto que la
primera cúpula se derrumbó; la segunda es la que hoy se puede ver en el edificio. Justiniano también
construyó la Iglesia de los santos Sergio y Baco, entre los años 527 y 536.
Durante el gobierno del emperador Heraclio (610-641) se creó la Academia Patriarcal de Teología, que luego
fuera organizada también como universidad.
murallas de Constantinopla, haciendo de ella una ciudad inexpugnable
(de hecho, no sería conquistada por tropas extranjeras hasta 1204), y
logró evitar la invasión de los hunos mediante el pago tributos hasta
que, tras la muerte de Atila, en 453, se disgregaron y dejaron de
representar un peligro. Por su parte, Zenón (474-491) evitó la invasión
del ostrogodo Teodorico, dirigiéndolo hacia Italia.
Son muy pocos los datos que pueden permitirnos calcular la población del Imperio Bizantino. Se
estima que a finales del siglo IV la población total del Imperio Romano de Oriente era de unos 25
millones, repartidos en un área de aproximadamente 1.600.000 km². Hacia el siglo IX, sin
embargo, tras la pérdida de las provincias de Siria, Egipto y Palestina y la crisis de población del
siglo VI, habitarían el Imperio alrededor de 13 millones de personas en un territorio de 745.000
km²
La época de Justiniano
Antecedentes
Por otra parte se necesitaba una obra más general que enseñara los
principios del derecho a los jóvenes aprendices de derecho y
Triboniano junto Teófilo y Doroteo formaron un sistema de derecho
muy compendiado con el nombre de Instituta. En esta obra se habían
de presentar los primeros principios de la ciencia y consultar a la
práctica moderna. También se tuvo en cuenta Institutas de Gajus y las
nuevas constituciones de Justiniano.
Contenido
Influencia e importancia
Se llama pues Corpus Iuris Civilis a la reunión de las leyes romanas,
formada bajo el reinado y según las órdenes del emperador Justiniano.
Se puede destacar el mérito histórico, legal y filosófico de esta
colección de leyes o cuerpo de Derecho Romano. Es una de esas obras
en la que los legisladores posteriores a su publicación durante los trece
siglos posteriores tuvieron como fuente, utilizando sus decisiones y
preceptos.
Sin embargo, apenas unos años después, entre 633 y 645, la fulgurante
expansión del Islam arrebata para siempre al Imperio, exhausto por la
guerra contra Persia, las provincias de Siria, Palestina y Egipto. A
mediados del siglo VII, las fronteras se estabilizaron. Los árabes
continuaron presionando, llegando incluso a amenazar la capital, pero la
superioridad naval bizantina, reforzada por su magníficas fortificaciones
navales y su monopolio del fuego griego un producto químico capaz de
arder bajo el agua, salvó a Bizancio.
La querella iconoclasta
Entre los años 726 y 843, el Imperio Bizantino fue desgarrado por las
luchas internas entre los iconoclastas, partidarios de la prohibición de
las imágenes religiosas, y los iconódulos, contrarios a dicha prohibición.
La iconoclasia se nos presenta como la arremetida de las tendencias
orientalizantes en contra no sólo del helenismo clásico y su aprecio por
la belleza artística, sino también de una profunda convicción de los
cristianos que ven en las imágenes (íconos) un medio para acercarse a
lo Trascendente. En efecto, el arte bizantino no tiene como fin el mero
goce estético, sensual, sino que debe producir una conmoción que eleve
el alma hacia Dios: "per visibilia ad invisibilia", de los visible y corpóreo,
hacia lo invisible e incorpóreo, decía el Pseudo Dionisio Areopagita. En la
defensa de la veneración de los íconos los bizantinos se jugaban, pues,
la Salvación de sus almas, y es ésto lo que explica la férrea disposición
que manifestaron al defender sus creencias. El triunfo de los iconodulos,
veneradores de imágenes, en 843 -la Fiesta de la Ortodoxia, verdadera
efeméride nacional bizantina-, marca también el triunfo del helenismo
cristianizado.
La política exterior
El gran enemigo occidental del Imperio durante esta etapa fue el estado
búlgaro. Convertido al cristianismo a mediados del siglo IX, Bulgaria
alcanzó su apogeo en tiempos del zar Simeón (893-927), educado en
Constantinopla. Desde 896 el Imperio estuvo obligado a pagar un tributo
a Bulgaria, y, en 913, Simeón estuvo a punto de atacar la capital. A la
muerte de este monarca, en 927, su reino comprendía buena parte de
Macedonia y de Tracia, junto con Serbia y Albania. El poder de Bulgaria
fue sin embargo declinando durante el siglo X, y, a principios del siglo
siguiente, Basilio II (976-1025), llamado Bulgaróctonos ("matador de
búlgaros") invadió Bulgaria y la anexionó al Imperio, dividiéndola en
cuatro temas.
La política religiosa
La caída de Constantinopla
En esta época, otro clan seminómada turco había migrado del norte de
Persia hacia el oeste y, tomando partido por los selyúcidas en una
batalla en Anatolia frente al Imperio Mongol, junto a ellos había vencido
a los mongoles. El sultán selyúcida, en agradecimiento, les concedió un
pequeño territorio montañoso en el noroeste del imperio, en las
proximidades del territorio bizantino. El estado selyúcida comenzaba
poco después a dividirse en pequeños emiratos que no reconocían el
poder selyúcida ni el mongol. Uno de estos sultanatos, el del clan turco
que habría ayudado a los selyúcidas, bajo el mando de un líder llamado
Osman I Gazi (que daría el nombre de la dinastía otomana u osmanlí)
sería el núcleo originario del futuro Imperio Otomano.
La caída de Constantinopla
Constantino XI y Mehmed II
En 1451 Murad II murió, siendo sucedido por su joven hijo Mehmed II.
Inicialmente, Mehmed ha prometido no violar el territorio bizantino. Esto
aumentó la confianza de Constantino que, en el mismo año, se sintió
seguro y suficiente para exigir el pago de una renta anual para la
manutención de un oscuro príncipe otomano, mantenido como rehén, en
Constantinopla. Furioso, más por el ultraje que por la amenaza a su
pariente en sí, Mehmed II ordenó los preparativos para un asedio
completo a la capital bizantina.
Preparativos
Malos presagios
El asalto final
El sitio de Constantinopla
Implicaciones
Esta página trata sobre ejército bizantino, es decir, el ejército del Imperio
Bizantino o Imperio Romano de Oriente. Comienza como una versión del
ejército romano, manteniendo unos niveles similares de disciplina, valor y
organización, y fue evolucionando hacia un ejército medieval basado en
caballería. Durante gran parte de la historia del Imperio fue la fuerza militar
más poderosa y efectiva de Europa.
Historia
Del mismo modo que el Imperio Bizantino fue una continuación del Imperio
Romano, el ejército bizantino evolucionó a partir del ejército romano. Éste
estaba compuesto de unas treinta legiones acuarteladas en las fronteras del
Imperio (Ver: Lista de legiones romanas, y se basaba en la fuerza de la
infantería.
Entre los siglos III y VII, entre los gobiernos de Diocleciano y de Heraclio,
tiene lugar una profunda reestructuración del ejército romano. Los cambios
más destacados son los siguientes:
En las guerras que el Imperio libra contra Persia a lo largo del mencionado
siglo, narradas en la obra de Amiano Marcelino, se pone de manifiesto la gran
importancia de la caballería. La batalla de Adrianópolis fue el último encuentro
armado en que intervinieron las legiones convencionales. Dos siglos después,
en el relato que hace Procopio de las guerras de Justiniano, las tropas
romanas son casi exclusivamente de caballería, siendo la infantería un mero
acompañaniento.
Los cinco primeros temas estaban en Asia Menor, y su misión principal era
contener la invasión árabe, que había despojado al Imperio de las provincias
de Siria y de Egipto. Eran los siguientes:
Las tropas de los temas estaban formados por los llamados stratiotas, que
servían al Imperio en el régimen denominado πρωνοια (pronóia): se les
concedía parcelas (stratiotika ktemata) que debían trabajar y, a cambio de
esto y una pequeña compensación monetaria, estaban ligados al ejército
durante toda su vida, e incluso transmitían esta obligación a sus hijos. Este
sistema permitía al Imperio formar un ejército fuerte basado en la población
autóctona, evitando tener que reclutar mercenarios.
En los siglos siguientes, para evitar el poder excesivo de los strategos debido
al gran tamaño de los temas, los emperadores León III, Teófilo y León VI
dividieron los temas en áreas más pequeñas. En el siglo X, bajo el reinado de
Constantino VII Porfirogéneta está documentada la existencia de 28 temas:
En Asia:
En Europa:
Armada
Composición
Catafractos
Armada
Los Tagmata
Los Tagmata (τάγματα, “batallones”) eran las fuerzas de élite del Imperio, y
estaban acantonadas en la capital y en sus alrededores, si bien en los últimos
tiempos fueron enviados algunos destacamentos a las provincias. Aunque
muchos de los cuerpos de ejército que los formaban se remontan a la época
protobizantina, sufrieron una importante reestructuración en tiempos de
Constantino V.
Todos ellos eran unidades de caballería formadas por entre 1.000 y 6.000
hombres (4.000 parece haber sido la cifra predominante).
Murallas de Constantinopla
Emperadores bizantinos
1. Es difícil determinar cuándo exactamente termina el Imperio Romano y comienza el
Imperio Bizantino. En 284, Diocleciano dividió el Imperio Romano en dos mitades.
oriental y occidental, con propósitos administrativos. Algunos historiadores señalan
como primer emperador bizantino a Constantino I, el primer emperador cristiano,
que mudó la capital imperial a Constantinopla. Otros señalan a Valente, al
considerar que la Batalla de Adrianópolis (378) es uno de los puntos históricos
distintivos frecuentemente utilizados para señalar el comienzo de la Edad Media.
Otros, a Arcadio, tratando a Teodosio I como último emperador de un Imperio
Romano unificado, o a Zenón, porque Rómulo Augústulo, último emperador de
Occidente, fue depuesto durante su reinado. Algunos datan el cambio tardíamente,
con Heraclio, que reemplazó el tradicional título romano de "Augusto" por el de
"Basileus" y dejó de usar el latín, imponiendo el griego como lengua oficial. Los
especialistas en numismática señalan los cambios producidos por Anastasio I en
498, al imponer el sistema griego de numeración. Por cierto, los bizantinos
continuaron llamando "Romano" a su imperio por más de un milenio.
2. Los agrupamientos dinásticos que aparecen en este artículo siguen la opinión más
generalizada entre los historiadores, pero otras fuentes pueden indicar
agrupamientos ligeramente distintos. De hecho, algunos de los agrupamientos son
convencionales, y no una "dinastía" en el sentido lato del término.
Dinastía Constantiniana
• Constantino I el Grande (272 - 337, emperador de 306 a 337)
• Constancio II (317 - 361, emperador de 337 a 361) - hijo de Constantino I
• Juliano el Apóstata (331 - 363, emperador de 361 a 363) - yerno de Constantino I,
cuñado y primo de Constancio II, nieto de Constancio I.
No dinástico
Dinastía Valentiniana-Teodosiana
• Valente (328-378, emperador de 364 a 378) - hermano del Emperador de Occidente
Valentiniano I
• Teodosio I el Grande (346-395, emperador de 379 a 395) - casado con una sobrina
de Valente
• Arcadio (377-408, emperador de 395 a 408) - hijo de Teodosio I
• Teodosio II (401-450, emperador de 408 a 450) - hijo de Arcadio
• Marciano (392-457, emperador de 450 a 457) - yerno de Arcadio, cuñado de
Teodosio II
Dinastía de León
• León I el Grande (401-474, emperador de 457 a 474)
• León II (467-474, emperador en 474) - nieto de León I
• Zenón I Tarasio (425-491, emperador de 474 a 491) - yerno de León I, primer
esposo de Ariadne, padre de León II
• Basilisco (emperador de 475 a 476) - Emperador rival, cuñado de León I
• Anastasio I Isáurico (430-518, emperador de 491 a 518) - yerno de León I,
segundo esposo de Ariadne
Dinastía Justiniana
• Justino I el Grande (450-527, emperador de 518 a 527)
• Justiniano I el Grande (482-565, emperador de 527 a 565) - sobrino de Justino I
• Justino II (520-578, emperador de 565 a 578) - sobrino de Justiniano I
• Tiberio II Constantino (540-582, emperador de 578 a 582) - suegro de un sobrino
nieto de Justino I, adoptado por Justino II en 574
• Mauricio Tiberio (539-602, emperador de 582 a 602) - yerno de Tiberio II
No dinástico [editar]
No dinásticos
Restauración
No dinásticos
Dinastía Isáurica
• León III el Isáurico (675-741, emperador de 717 a 741)
• Constantino V Copronymus ("el del nombre de excremento") (718-745, emperador
en 741) - hijo de León III
• Artabasdo (emperador rival, de 741 a 743) - yerno de León III, cuñado de
Constantino V
• Constantino V Copronymus - reinstaurado, de 743 a 775
• León IV el Jázaro (750-780, emperador de 775 a 780) - hijo de Constantino V
• Constantino VI el Cegado (771-797, emperador de 780 a 797) - hijo de León IV
• Irene la Ateniense (755-803, emperatriz de 797 a 802) - esposa de León IV, madre
de Constantino VI
No dinásticos
Dinastía Amoriana
• Miguel II el Tartamudo o el Amoriano (770-829, emperador de 820 a 829) - yerno
de Constantino VI
• Teófilo (813-842, emperador de 829 a 842) - hijo de Miguel II
• Miguel III el Beodo (840-867, emperador de 842 a 867 - hijo de Teófilo
Dinastía Macedonia
• Basilio I el Macedonio (811-886, emperador de 867 a 886) - se casó con la viuda de
Miguel III
• León VI el Sabio (866-912, emperador de 886 a 912) - se lo supone hijo de Basilio
I, aunque probablemente fuera hijo de Miguel III
• Alejandro III (870-913, emperador de 912 a 913 - hijo de Basilio I
• Constantino VII Porfirogeneta ("el nacido púrpura") (905-959, emperador de 913
a 959) - hijo de León VI
• Romano I Lecapeno (co-emperador) (870-948, coemperador de 920 a 944) -
suegro de Constantino VII
• Romano II Porfirogeneta (939-963, emperador de 959 a 963) - hijo de Constantino
VII
• Nicéforo II Focas (912-969, emperador de 963 a 969) - se casó con la viuda de
Romano II; padrastro de Basilio II y Constantino VIII
• Juan I Tzimisces (925-976, emperador de 969 a 976) - cuñado de Romano II
• Basilio II Bulgaróctono ("el matador de búlgaros") (958-1025, emperador de 976 a
1025) - hijo de Romano II
• Constantino VIII Porfirogeneta (960-1028, emperador de 1025 a 1028) - hijo de
Romano II, hermano de Basilio II
• Romano III Argiro (968-1034, emperador de 1028 a 1034 - yerno de Constantino
VIII, primer esposo de Zoe
• Miguel IV el Paflagonio (1010-1041, emperador de 1034 a 1041 - casado con la
viuda de Romano III, segundo esposo de Zoe
• Miguel V el Calafate (1015-1042, emperador de 1041 a 1042 - primo de Miguel IV
• Zoe Porfirogeneta, (978-1050, regenta de 1028 a 1050) - hija de Constantino VIII
• Constantino IX Monómaco (1000-1055, emperador de 1042 a 1055 - casado con la
viuda de Miguel IV (tercer esposo de Zoe)
• Teodora Porfirogeneta (980-1056, emperatriz de 1055 a 1056) - hija de
Constantino VIII, hermana de Zoe
No dinástico
Dinastía Ducas-Comneno
• Isaac I Comneno (1007-1060, emperador de 1057 a 1059) - derrocó a Miguel VI
• Constantino X Ducas (1006-1067, emperador de 1059 a 1067) - sucedió a Isaac I a
la renuncia de éste.
• Romano IV Diógenes (1032-1072, co-emperador de Miguel VII entre 1067 y 1071)
– casado con la viuda de Constantino X, Eudocia Macrembolitissa
• Miguel VII Ducas Parapinakios (1050-1090, emperador de 1067 a 1078) – hijo de
Constantino X
• Nicéforo III Botaniates (1001-1081, emperador de 1078 a 1081) – casado con la
viuda de Miguel VII
• Alejo I Comneno (1057-1118, emperador de 1081 a 1118) - sobrino de Isaac I;
casado con una sobrina nieta de Constantino X.
• Juan II Comneno (1087-1143, emperador de 1118 a 1143) – hijo de Alejo I
• Manuel I Comneno (1118-1180, emperador de 1143 a 1180) – hijo de Juan II
• Alejo II Comneno (1169-1183, emperador de 1180 a 1183) – hijo de Manuel I
• Andrónico I Comneno (1118-1185, emperador de 1183 a 1185) – nieto de Alejo I,
sobrino de Juan II, primo hermano de Alejo II, casado con la viuda de Alejo II.
Dinastía Ángelo
• Isaac II Ángelo (1156-1204, emperador de 1185 a 1195) – tataranieto de Alejo I
• Alejo III Ángelo (1153-1211, emperador de 1195 a 1203) – hermano de Isaac II
• Isaac II Ángelo (co-emperador de 1203 a 1204) - reinstaurado en 1203 como
coemperador de Alejo IV
• Alejo IV Ángelo (1182-1204, emperador de 1203 a 1204) – hijo de Isaac II
• Nicolás Kanabos (emperador en 1204 por 11 dias)
• Alejo V Ducas Murzuflo ("el de las cejas pobladas") (1140-1204, emperador en
1204) – yerno de Alejo III
Dinastía Paleólogo
• Miguel VIII Paleólogo (1224-1282, emperador de 1259 a 1282 en Nicea y desde
1261 en Constantinopla) - bisnieto de Alejo III
• Andrónico II Paleólogo (1258-1332, emperador de 1282 a 1328; co-emperador:
Miguel (IX) Paleólogo en 1294-1320) - hijo de Miguel VIII
• Andrónico III Paleólogo (1296-1341, emperador de 1328 a 1341) - nieto de
Andrónico II
• Juan V Paleólogo (1332-1391, emperador, 1ª parte del reinado de 1341 a 1347) -
hijo de Andrónico III, depuesto por Juan VI
• Juan VI Cantacuzeno (1295-1383, co-emperador desde 1341, reinado de 1347 a
1354) - suegro de Juan V
• Juan V Paleólogo (restaurado emperador, 2ª parte del reinado de 1354 a 1376) -
depuesto por Andrónico IV
• Andrónico IV Paleólogo (1348-1385, emperador de 1376 a 1379) - hijo de Juan V
• Juan V Paleólogo (restaurado emperador, 3ª parte del reinado de 1379 a 1390)
• Juan VII Paleólogo (1370-1408, emperador en 1390) - hijo de Andrónico IV
• Juan V Paleólogo (restaurado emperador, 4ª parte del reinado de 1390 a 1391)
• Manuel II Paleólogo (1350-1425, emperador de 1391 a 1425) - hijo de Juan V
• Juan VIII Paleólogo (1392-1448, emperador de 1425 a 1448) - hijo de Manuel II
• Constantino XI Paleólogo (1405-1453, emperador de 1448 a 1453) - último
emperador bizantino.
Titulares
• Demetrio Paleólogo (1453-1460)
• Tomás Paleólogo (1460-1465)
• Andrés Paleólogo (1465-1502)
Bibliografía:
Maier Franz Georg, "Historia universal siglo XXI: volumen 13", Siglo XXI,
1991
Justiniano y Belisario a su derecha en San Vital (Ravena)