Alejandro Schmidt

MAMÁ

Quipu editorial
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©ALEJANDRO SCHMIDT
Publicado en papel por editorial recovecos-córdoba-
argentina-2007
1ª edición en PDF: Quipu editorial
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Ilustración de portada: “Madre e hijo”, Pablo Picasso.

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 Mamá

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alejandro schmidt

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Hembra que ha parido.
Hembra respecto de su hijo o hijos.
Causa, raíz u origen de donde proviene algo.
Alcantarilla o cloaca maestra.

Acepciones de la Real Academia de la Lengua

Española.

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 Veces

A veces me dejabas un chocolate en la

almohada
a veces íbamos al cine
a veces cuando tenía 6,12,18 me tratabas
como si tuviera 6,12,18
a veces me decías que era bueno
a veces sentía que había emergido de tu
cuerpo
alimentado por sus partes blandas

vigoroso

a veces me sentaba a esperarte durante años

a veces creí durante media vida en vos
te perdonaba
te defendía a veces ,muchas veces

a veces me pregunto que pensará mi padre

allí en su muerte
-la muerte es lugar del pensamiento-
a veces siento que amé a mi padre
mucho más que a vos
porque

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pródigo es el fantasma en sentimientos.

¿Te ocurrió ser madre?

¿Sabías?
¿Preguntaste?

A veces creía que eras yo

y me volvía triste
tristísimo

a veces te cambié por la invención del héroe

la luz de los amparos

abre la ausencia un amplio pecho

a veces te hablo desde allí
desde esa maternidad

silencio
primera voz

y siempre tu malicia
tu sequedad
de eso te excusabas como de una
inconveniencia
a veces

a veces era un niño, un joven, un hombre

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un poco rengo, o manco
casi ciego
olvidado
mentido
exiliado de la terneza
el candor
el resultado
de vos
y podía flotar en toda la luz del mundo
más fuerte que tu no
tu acaso
tu desgarro

a veces

pocas veces.

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 Debería

Ahora es cuando tengo que pensar en mi

madre
pero
está mal eso
porque debería ser visitado por ella
como esa irradiación
y el humo de la lengua.

La madre no es algo que se piensa.

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 Criadora

A pocas cuadras de esta casa

vive mi madre

no termino de aceptar que

su casa
esté plantada
en la luna
porque
¿cómo podría ir hasta allí
y encontrarla?

En una inmensa piedra

frente a los árboles del río
permaneces
madre
y también la luna
sobre el pueblo
quieta, negligente
como una criadora
del dolor.

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 Que dio

Pedí a mi madre en el cielo

la rogué en los infiernos
los cantos
la pedí en los chacales
en la dulce sal del corazón

y no acudió mi madre
estaba cobrando lágrimas
estaba con el doctor
se fue de viaje

guardó la luz en una lata

volvió la casa un cuervo

le pregunté qué hacía

con su hambre
su sed

comía
cada corazón
que dio.

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 Y esa gente que apareció en tu cuerpo

Y esa gente que apareció en tu cuerpo

¿estaba entre nosotros
eran globos de vos
en tu nube?

¿O era
como ese vapor
que sueltan las piedras del desierto?

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 Luz mejor

Hay luz en esa casa donde vivió mi madre

sin nosotros

una luz mejor

que se derrama casi
hasta la calle

puente es la noche
los árboles

paso a ver
si algo ha quedado
de mamá.

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 Ascensor

Mi madre me llamó
por un dolor en el pecho

en camisón
al pie del ascensor
pidió disculpas

mi pobre madre
mi única madre

ese dolor
es todo lo que pudo ofrecer
otra vez

hoy iré a buscarla

que suerte
es sábado

y no hay celebraciones
en el reino de los muertos.

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 Es mi mamá

Mi madre se transforma en perro

escapa a la calle
ladra, gruñe
se sienta con la orejas erguidas
mueve la cola

la gente ni la ve

los perros abren bolsas de basura

le ofrecen
latas vacías, botellas rotas

después
de nuevo es mamá.

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 Algo había de mamá

Dije a la urraca

tenés algo que

me hace acordar a mi mamá

dije al vampiro
(temblaba, amanecía)

tenés algo que

me hace acordar a mi mamá

al lobo
a la esfinge
a un yuyo al lado del camino real

mamá, mamá, mamaaaaá

llamaba

pero en esa alcancía

y el viento de la noche
algo
algo encuentro de mamá.

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Mientras cocía un guiso
de repollo y corazón
dije a mi madre
¿sabés?
tenés algo que me hace acordar
a mi mamá.

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 Árbol

Entonces me vi
me vi
como tres pájaros ordinarios
mojados por la oscuridad

quietos
temiendo
la rama dura y resbalosa

árbol negro
mi madre
al borde de la ruta

debe ser terrible

me digo
estar ahí.

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 Lengua materna

Lo que dice mi madre

¿puedo decir?
¿la digo a ella en mí?

O debo
para decir
algo mío
de mí

arrancar todo el silencio

de la boca

de mamá.

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 Kappo de campo

Me reprochabas que hablara de los campos

de concentración y exterminio
durante el almuerzo
pero
solo así
describiéndolos minuciosamente
podía irme en humo

cruzar

el alambre

tu absoluta presencia.

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 Sol

Cuando comencé a correr

mi madre se asomó por la ventana
y me enganchó la sombra

pero
¿qué hacés querida
no ves que necesito
su refresco?

sonrió
y con sus dientes dorados
me arrancó el corazón

mi corazón de los sueños y el verano

mi corazón entusiasta

y he seguido hasta ahora

cuidando este cuerpo robado en su descanso

bajo el sol

de los hombres.

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 Este hijo

Lo llevan en una bolsa

lo amenazan con gallinas
con sombras en la pared

duerme en un cajón de frutas

la madre lo ofrece como un tomate
un racimo de uvas

no falta el vecino
que lo compre una y otra vez
ni las monedas
ni el sol

poco a poco
se transforma en piedra

lo ponen al frente de la casa

para que se apoyen los viajeros

¿cuándo termina todo esto?

muchos no recuerdan lo que fue
lo que pudo ser
este hijo

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lo dejan ciego
coronado bajo la lluvia

ella
materna
es así
en los poemas
renga

muda
en nosotros

y cuando nada queda

la soplan

la hacen cielo.

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 En mi pecho

Existe un lugar donde va la muerte

con sus bolsos llenos de pan

y está en mi pecho
madre

hay un espejo
donde peinás tus serpientes
y está en mi ardor
madre

¿te mirás
vacía como un trapo?

mi pecho es tu labor

tu reposo.

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 Algo más

Brillante como los ojos de un caballo

hiciste la pomada
de mi corazón

aceite fue
para tu lámpara

y remedio
carne.

¿Sirvió mi corazón?

¿Volverías a cavarlo?

Hay más
en un corazón
que en la estrellas
y el aire

por eso
queda

viento

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y algo más.

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 A veces me siento con mi madre

A veces me siento con mi madre en la puerta

a ver pasar los coches
y el aire de la tarde

conversamos de nuestras pequeñas

esperanzas
nuestras mutuas traiciones

o mirando nubes
descubrimos
un camello
una fuente

un espacio de verdad poderoso.

Vamos, hijo,
me dice antes de salir
y no olvides traer la pena

ella es una persona torpe

a quien la vida le ha tomado el pelo

entre nosotros
íntimamente

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confiamos en la melancolía.

Me han pasado cosas en la vida

milagros, mezquindades, música
sin embargo
en esos momentos
se que no he nacido

nacer es un largo trabajo violento

afuera del silencio de mi madre.

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 Fortuna

A veces
cuando me siento con ella en el aire
arrojo relámpagos a su ambigua dulzura
para poder nacer
y andar los mundos
bebiendo y traficando.

La vida es mala hijo

parece decirme
después de mi borrasca
la vida es mala, feliz, furiosa
y en esta placidez
soy inmortal contigo
deja de anhelar el mañana
cenemos
mientras se escucha la radio

el futuro es como los camellos

que las nubes apañan
una escultura fabulosa e inútil

nada hay más tierno, cree,

que estar aquí contigo

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nuestra fortuna es la melancolía.

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 Paseos

Vestida de turquesa
pasa mi madre con el luto en brazos

rápido
eficiente
alzo ciudades de cartón
nubes de trapo

pasea
sopla la sombra hacia delante
perfuma triste el sol

los niños de mi mundo

se arrodillan helados

detiene el canto de los árboles

y estas manos lastimadas

son su herradura de la suerte.

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 El aire

Mi madre me saca el aire

lo sirve
en la mesa
de su corazón

ahora
se ha vuelto
nube
de alguna ferocidad

encuentro
poco
una sorpresa
un niño
y lo dono

para su vida de aire

su negocio de aire
su familia de aire

el aire debe convencerse

abro los ojos

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soy el príncipe absoluto del viento.

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 La vida de los otros

Allí donde la infancia vuelve

en glosadas promesas
que no rompe el día

yace quién nos vio crecer

y tuvo parte
en el propósito
la angosta deriva del acierto.

Círculo del cuerpo

donde abandonamos
los jirones del triunfo
el pico de la pena

sombra de un dios
que flota sin la carne.

Escucho el cariñoso apelativo

o más aún
la cifra
de aquello que nos trajo

espejo
dádiva

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sí, lo escucho
en las conversaciones
en actos
en esos desafíos ofrecidos
al bien de lo mejor
o en aquella nostalgia
que excede lo real y da en nosotros.

Allí
siempre en la vida de los otros
como un don
inmerecido
extraviado.

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 Costas

Mi padre siempre estaba muerto

y yo
era un niño
en barco

¿por qué
esta muerto mi padre?
le preguntaba al viento
del este y el oeste

le preguntaba al viento

el barco era mi madre

y su bandera un cuervo

me lastimaba madre
porque mi padre estaba muerto
y yo era una moneda

ahora soy un hombre

saludando en el puerto
me señalo y recuerdo
mi padre siempre estaba

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y era el viento.

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 Y seguiría preguntando

¿Encontraría a mi madre?

Después de tanto confundirla en mí

entrando a jaulas pequeñitas
musicales
¿se arrancaría ella de una luz?

¿Vendría
parecida a quién me engendró
sobre un plato de comida
roto
diría
por la decepción?

¿Exclamaría
hijo mío querido
desde el fondo sin fondo
de mi corazón
y nada más?

¿Sabría eso de las madres?

¿La parte del amparo y la gracia?

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¿O volvería sus brazos hacia el viento
y seguiría preguntando al fantasma
si puedo caminar sobre el agua
como quien nace muerto
no a la muerte de vivir
sino más bien
a cierta confianza necesaria?

Envuelta de mamá
¿la encontraría?

¿Sentiría orgullo de mí?

De la altivez con que soporté

fracasos, derivas
y el hombre de mi nombre?

¿O la hallaría vestida de señorío

en la cama del monstruo?

Mamá

ya no puedo volver.

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 Leona

Madre
no sé
ya nunca
como pude nacer
venirme
con algún propósito del corazón
y tragar tu germen de piedra
tan creciente.

¿Qué error o distracción has cometido

para que pudiera salirte
quién me ayudó?
si hasta gritaba el río de los ángeles

y llegué a vivir así

huyéndote
trapo del alma

no sé
¿sabrán mis hermanos
el mostrador
papá?

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y tuve que reunirme
pegadito a creer

darme
y casi llegan tus heridas memorables
a quedarse

no sé cómo
alcancé a caminar lejísimo
hasta la esquina o el revés

leona

ahora

he vuelto.

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Notas a la presente edición

Los poemas titulados Luz mejor y A veces me

siento con mi madre fueron publicados en otras
versiones, el resto permanecía inédito. Todos fueron
escritos en Villa María entre 1985 y el presente.

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 Índice

Veces
Debería
Criadora
Que dio
Y esa gente que apareció en tu cuerpo
Luz mejor
Ascensor
Es mi mamá
Algo había de mamá
Árbol
Lengua materna
Kappo de campo
Sol
Este hijo
En mi pecho
Algo de más
A veces me siento con mi madre
Fortuna
Paseos
El aire
La vida de los otros
Costas
Y seguiría preguntando
Leona

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 Quipu editorial
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Diciembre de 2007

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Alejandro Schmidt nació en Villa María, Córdoba,
Argentina en 1955.
A modo de folletos, plaquetas y libros ha publicado
30 textos de poesía, entre ellos:
Clave Menor (1983)
Serie Americana (1988)
Dormida, muerta o hechizada (1993)
El diablo entre las rosas (1996)
En un puño oscuro (1998)
Como una palabra que pudiste decir (1998)
El patronato (2000)
Silencio al fondo (2000)
Esquina del universo (2001)
Oscuras ramas (2003)
La vida milagrosa (2005)
Llegado así (2005)
Casa en la arena (2006)

Dirigió la revista de divulgación literaria El gran

dragón rojo y la mujer vestida de sol (1987-
1991).Desde 1992 dirige radamanto, editorial de
poesía. Fragmentos de su obra fueron traducidos al
inglés, alemán, italiano y al sistema Braille.

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