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podemos llegar con nuestra ayuda, en que están mecido entre las plegarias que todo el pueblo le

siempre muy lejos los más necesitados, sin reza, aceptando sus piropos, sufriendo ante
darnos cuenta de que demasiadas veces están alguna queja de aquel que no se sintió
junto a nosotros. consolado en su tristeza, sonriente ante las
Perdónanos por ello, Señor, y haznos gracias por una cuestión resuelta, entre rezos
mejores. Danos la fuerza suficiente para que silenciosos de aquellos que lo consuelan
bajo esta túnica que hoy vestimos y a cara cuando le ven como está, caído su cuerpo a
descubierta cada día, sepamos proclamarnos tierra. Y a todos los llevas tú, costalero, con tu
verdaderos seguidores de tu Fe, de tu Amor y de fuerza, con tu entrega ilusionada, con ese amor
tus enseñanzas, que sepamos siempre en que es tu esencia. Poco a poco, costalero, poco a
nuestra vida ser ejemplo de cristiano y cristia- poco, que ya llega el momento de encontrarnos
nismo. Que sepamos defender de verdad a los con esta gente que espera ver al mismísimo
más débiles, tender la mano a todo aquel que la Dios, Jesús Nuestro de las Penas.
necesite. Detrás de Ti, Señor, tus penitentes, cirineos
Haz, Jesús Mío de las Penas, que sepamos del siglo XXI que cargados con su cruz sueñan
hacer oír tu Voz a través de las nuestras con que alivian el peso de la tuya mientras saben que
toda tu fortaleza pero también sin violencias, Tú abrazas tu madero para hacer más llevadera
que sepamos intentar enseñar al que no sabe, la que la vida ha supuesto para ellos. Es amor
dar buen consejo a quien creamos que lo Jesús para aliviar tus Penas, oración hecha
necesite, hacer comprender su error al que lo esfuerzo que te entregan, petición de perdón
cometa, perdonar, como Tú nos enseñaste, las por sus ofensas, darte sin pedir nada porque
injurias e insultos, acudir a consolar a quien todo de Ti esperan, ofrecerte sus vidas aunque
sufre, comprender y sufrir con amor los defec- sean tan imperfectas esperando confiados que
tos ajenos, rogar a Dios por los vivos y los la haga mejor tu Fuerza. Es Jesús, y Tú lo sabes,
muertos… Perdónanos, Señor, y haznos una verdadera ofrenda de mejorar cada día para
mejores, entendiendo que junto a esas obras de alcanzar tus promesas.
Caridad que ningún sacrificio económico ni Ahora, la senda marcada por el color oscuro
físico conllevan también nos enseñaste que hay de la cera de quienes precedían a Cristo ha
que visitar y que cuidar a los enfermos, dar de comenzado a blanquearse con su albo color
comer al hambriento, dar de beber al sediento, puro y limpio como el corazón inmaculado de
dar posada al peregrino, vestir al desnudo, la Virgen, Madre Nuestra de los Dolores, bajo
redimir al cautivo y enterrar a los muertos. palio, altar dispuesto por sus priostes, adornado
Eso nos pediste, Jesús, cuando en la última con esmero y lleno de blancas flores.
Cena nos diste el nuevo Mandamiento de que Hay sentimientos distintos porque Ella es
nos amásemos los unos a los otros como Tú nuestra Madre y es diferente la forma que tene-
nos habías amado. Eso fue lo que nos enseñaste mos los cofrades de postrarnos a sus pies, de
y es lo que queremos hacer por siempre de aquí pedirle y de rezarle, de contarle nuestras cosas y
en adelante, para encontrarte siempre a Ti en alguna gracia rogarle, de venir a agradecerle que
todos los enfermos, pobres y marginados para aquél día nos escuchase, de saber que nos
ayudarles como si a Ti mismo te ayudáramos. entiende siempre mucho más que nadie porque
Eso queremos darte, Padre Nuestro, si Tú nos no olvidamos nunca que si vamos a buscarle
das la suficiente fortaleza para ello, porque encontraremos que es Medianera de la Gracia y
sabemos que sólo así podemos conseguirlo. Madre de Dios y mía, Consuelo del afligido,
Eso deseamos darte y eso te vienen diciendo Faro de Luz que nos guía, que es Virgen pobre y
quienes debajo del paso te ayudan a caminar humilde y es obediente y sencilla, del Señor
sobre la tierra postrado. Madre y Esclava, Luz que el mismo sol envidia,
Qué plegaria tan hermosa, asido a trabaja- de hermosura manantial, Sin Pecado Conce-
dera, la que reza el costalero cuando se asoma a bida, que es de Virtudes Compendio, que la
la puerta y el capataz le susurra: poco a poco, coronan estrellas por ser la Mejor Nacida, que
que ya llega el momento de encontrarnos con está Llena de Bondad y es Nuestra Gran
esta gente que espera ver al mismísimo Dios, Alegría, Honor del género humano que nos
Jesús Nuestro de las Penas, pasearse por sus cubre de Clemencia, Abogada de la Gracia y
calles, por sus plazas, sus aceras, llenando el Esplendor de Nuestra Iglesia, que es Socorro
viento de aromas, entre la luz de sus velas, de este pueblo y su Piedad nos dispensa.

18 LAS PENAS Junio 2008


Madre y Señora del Cielo, de Dolores sin igual callados, pueblo más enmudecido... ni jamás
porque hasta por nombre los lleva y que pese a mayor encanto, que esta Virgen de Dolores
ello es Reina que nos da la Paz, de Misericordia entre las flores llorando mientras mira en sus
Plena, de Caridad Soberana, y que fue Asunta al varales a un chaval que va jugando, que quiso
Cielo para derramar su Gracia sobre aquellos salir con Ella y apenas se había estrenado
que en la tierra como su Madre la aclaman y la cuando Ella decidió llevarle siempre en sus
adoran por ser Virgen Concebida Inmacu- brazos.
lada.Así la queremos todos. Por eso los cirios Y cuando llegas a mí, ¿qué puedo decirte,
ahora son color inmaculado, por eso las flores Madre?, ¿qué palabras emplear o qué oración
son de color blanco en el palio para que entre rezarte?, ¿cómo acabar con el nudo que apenas
unos y otros sean más leves sus quebrantos, por me deja hablarte?, ¿cómo quieres que te diga que
mucho que como Madre no pueda cesar su no he de dejar de amarte? Que quiero ser
llanto, que son muchos los Dolores en su pecho siempre tuyo por tus Dolores calmarte, que te
atravesados, que esas manos extendidas están ruego, Virgen Mía, ayuda por consolarte, que
queriendo alargarse para retener la vida de un quiero acercarme a Ti y en tus brazos
Jesús Martirizado que ha sufrido otra caída; que estrecharme, rezar postrado a tus pies y mi vida
esas manos extendidas son confiarte.
las manos de una Madre a la Mientras tanto, está
que se va la vida, a la que llegando a su final la Es-
quiebra el dolor de ver cómo tación de Penitencia a esta
se termina esa historia que Santa Iglesia Catedral de la
empezó cuando se sintió Hermandad de Nuestro
bendita al germinar en su Padre Jesús de las Penas y
vientre el Amor que ahora María Santísima de los
culmina; que esas manos Dolores, que poco a poco
extendidas ya no tienen más emprende su regreso hasta
sentido, porque ahora están su iglesia con ese senti-
vacías y antes tenían a ese miento que va mucho más
Hijo para el que alegre vivía, allá del puro signo cultural
que lo llevó nueve meses o de continuación de tradi-
muy protegido en su seno ciones para convertirse en
hasta traerlo a la vida y ahora manifestación y ejemplo
le dicen que ha muerto. Por religioso con su reco-
eso Ella va implorando gimiento, que es oración y
mientras que llora en si- pública demostración de fe,
lencio y sus manos exten- de cristianismo viejo y
didas son Dolor de Madre nuevo mantenido a través
inmenso. Un Dolor que le da de los siglos desde el
nombre y comparte con comienzo al final de su
otras muchas mujeres que el cortejo que cierra una imagen de la Virgen que
mismo dolor sufrieron, porque como cada año nos trae a todos a los labios, en voz alta o en
siempre faltan nazarenos que tras pasar por el silencio, una oración:
mundo se fueron hacia su encuentro,
dejándonos el dolor de no poder ahora verlos Dios te Salve María, Virgen Mía de los
formando en la cofradía mientras que cruza este Dolores, Reina y Madre tan llena de
Templo, aunque sé que están aquí, escuchán- Resplandores y de Gracia Plena, el Señor,
donos y viéndonos, con su cirio bien erguido, Nuestro Padre Jesús de las Penas, es Contigo,
cargando con su madero, trabajando bajo el Bendita Tú eres, porque Dios así lo quiso, entre
paso que otros fueron presidiendo o soste- todas las mujeres porque había de ser también
niendo un cirial envuelto en humos de incienso. bendito el fruto de tu Vientre, Cristo Jesús.
Todos estamos aquí, incluso los que se Por eso, Santa María, Madre de Dios y de los
fueron, porque están en la memoria y acogidos hombres, te pido que ruegues por nosotros, tan
en su Seno, porque sobre el mismo paso todos débiles y pecadores, ahora y en la hora en que
ocupan su puesto, acompañando a su Virgen, y haya de llegarnos nuestra muerte.
nadie podrá encontrar nunca nazarenos más Amén.
Junio 2008 LAS PENAS 19

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